Es probable que en más de una ocasión hayas oído hablar de la expresión Hi-Fi Audio. Es posible que, a pesar de su popularidad, no sepas a ciencia cierta a qué se refiere esta expresión. Por eso, en este artículo te contamos toda la información con respecto a este concepto y aclaramos todas tus dudas.
Las secciones incluidas en este artículo tienen como objetivo contarte qué es exactamente el Hi-Fi Audio, que implicaciones tiene y cuáles son los factores determinantes que deberías tener en cuenta a la hora de adquirir un equipo de sonido con esta especificación.
Índice de contenidos
El término Hi-Fi audio no es más que una abreviatura de High Fidelity audio. En español, en realidad hablamos de audio en alta fidelidad, un concepto que hace referencia a la reproducción del sonido más cercana a la original. Con esto se consigue que las impurezas típicas no estén presentes, como la distorsión o los ruidos.
No existe una normativa internacional que determine qué es Hi-Fi Audio y qué no lo es. Si bien es cierto que en 1973 el Instituto Alemán de Normas publicó la especificación para el audio en alta fidelidad DIN 45500, en la que se incluían variables como la frecuencia, los ruidos, la distorsión y otras deficiencias, no hay consenso entre lo que es verdaderamente Hi-Fi Audio. Muchos utilizan esta expresión para referirse a equipos que ofrecen una calidad de sonido relativamente bueno. No obstante, hay quien opina que solo unos pocos sistemas de audio deberían ser englobados dentro de la alta fidelidad.
Por el contrario, hay ciertas fuentes de sonido que sí que pueden descartarse como audio en alta fidelidad. Es el caso de las frecuencias de onda media o AM y algunos soportes de reproducción, como la cinta de casete. En ambos casos, la calidad ofrecida está muy lejos del audio registrado y, por tanto, no se puede decir que sean fieles al sonido original.
Con la definición del sonido de alta fidelidad sobre la mesa, es momento de revisar cuál es la terminología que envuelve al Hi-Fi audio. Los tres componentes de los que te hablamos son indispensables para lograr un sonido de alta fidelidad.
El amplificador es un aparato electrónico que amplía el sonido y lo envía a los altavoces para que el oído humano sea capaz de escucharlo. Por lo general, este dispositivo no es el encargado de reproducir el audio. Más bien, hace de intermediario entre el reproductor y los altavoces. No obstante, también es posible encontrar reproductores con amplificador integrado que permiten la lectura de CD y otros soportes de almacenamiento. Sin embargo, los amplificadores de mayor calidad son aquellos que funcionan de manera independiente al reproductor.
Los altavoces son otro de los componentes fundamentales a la hora de obtener un Hi-Fi Audio, o sonido en alta fidelidad. Para que sean realmente efectivos, es necesario que estén conectados a un amplificador. De lo contrario, la señal no será lo suficientemente fuerte para reproducir sonido a un volumen audible.
Su principal misión es convertir las señales eléctricas que provienen del amplificador (sea independiente o integrado en otro dispositivo, como un televisor) en ondas que el oído es capaz de interpretar. Con el objetivo de conseguir el mejor sonido posible y la amplificación necesaria, los altavoces se instalan en cajas de resonancia.
Dependiendo de las frecuencias que sean capaces de emitir, es posible encontrar un total de tres tipos de altavoces:
El término altavoz se utiliza indistintamente para referirse a una caja de resonancia con dos o más vías (por ejemplo, caja con tweeter y altavoz de medios) o al componente que conforma cada una de las vías (por ejemplo, un woofer).
En el audio digital, el códec es la norma que permite codificar y decodificar un fragmento de sonido. Sin duda, este proceso juega un papel fundamental a la hora de obtener Hi-Fi Audio. ¿Por qué? Básicamente, porque los códecs alteran el sonido y pueden provocar que se pierdan matices importantes por el camino. Para evitar esto, existen algunos formatos sin compresión, como los ficheros WAV o AIFF, que ocupan mucho espacio, pero conservan el audio original.
Por otro lado, están los que no tienen pérdidas, como FLAC o ALAC de Apple. Con ellos sí que se aplica compresión al fichero de sonido, pero manteniendo toda la información original de la pista.
Finalmente, también de formatos con pérdida, como el archiconocido MP3. Estos logran una reducción enorme del peso final del archivo, pero sacrifican calidad de sonido y pierden datos durante la codificación.
Es posible que, tras este análisis, te estés preguntando en qué aspectos deberías fijarte a la hora de comprar un sistema de sonido Hi-Fi audio. Como te hemos explicado anteriormente, no hay ninguna especificación oficial que determine qué dispositivos son capaces de reproducir música en alta fidelidad. Por eso, es importante que tengas en cuenta esto:
El audio en alta fidelidad o Hi-Fi audio permite a los audiófilos disfrutar de la música tal y como se concibió por sus compositores. La armoniosa combinación entre un amplificador y unos altavoces de calidad, sumada al uso de formatos sin pérdida o sin compresión, harán que el oyente sea capaz de distinguir todos los matices que se incluyeron originalmente en una canción.
Y tú, ¿eres de los que disfrutan del sonido en alta fidelidad? ¿Tienes un equipo Hi-Fi Audio en casa? Déjanos tus comentarios. ¡Queremos conocer tu opinión!
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