Según la marca, el Microsoft Surface Pro 8 es su dispositivo Pro más potente construido, y los justifica con un Intel i7-1185G7, 16 GB de RAM y SSD NVMe contenidos en solo 9,3 mm. Aún ha quedado espacio para una batería de 51 Wh de gran autonomía y una impresionante pantalla PixelSense que hará las delicias de los diseñadores gráficos.
Nos ofrece una impecable entrada táctil al nivel de las mejores Tablets, y un posicionamiento con tapa trasera al que le podremos añadir un teclado rígido y Surface Slim Pen 2 para mejorar el flujo de trabajo. Lo cierto es que este equipo no pinta nada mal, y esperamos mucho de él para justificar su precio. ¡Comenzamos la review!
Antes de continuar, agradecemos a Microsoft haber confiado en nosotros y cedernos este equipo para su análisis
Microsoft Surface Pro 8 | |
---|---|
Procesador | Intel Core i7-1185G7 |
Pantalla | 2880×1920 IPS PixelSense Flow de 13” 120 Hz Dolby Vision |
Memoria RAM | 16 GB LPDDR4X Hasta 32 GB |
Disco duro | 256 GB SSD PCIe 3.0 Hasta 1 TB |
Tarjeta gráfica | Intel Iris Xe (iGPU) |
Conectividad de red | Intel Wi-Fi 6 AX201 Bluetooth 5.1 |
Puertos | 2x USB-C Thunderbolt 4 1x Jack de 3,5 mm audio y micro Surface Connect Puerto para funda con teclado |
Batería | Li-polímero de 51,5 Wh Adaptador de 65W |
Teclado | Opcional, funda con teclado rígido de membrana y retroiluminación blanca |
Cámaras | Sensor IR compatible con Windows Hello Frontal: 5 MP, vídeo Full HD Trasera: 10 MP autofocus, vídeo 1080p y 4K |
Sonido | Altavoces estéreo de 2W Tecnología Dolby Atmos |
Medidas | 287 x 208 x 9,3 mm Peso: 891 g |
Sistema Operativo | Windows 11 Home |
El Microsoft Surface Pro 8 utiliza una caja delgadita y de cartón duro para almacenar junto al dispositivo principal el adaptador de carga. No es muy distinto a lo que vendría a ser una tablet, con molde de cartón interior y una muy buena protección.
De forma opcional podremos añadir elementos como la funda con teclado y lápiz táctil, el cual vemos como un complemento necesario para alcanzar las máximas posibilidades. Pues estos elementos vienen en una caja de cartón duro aparte, con el mismo estilo y diseño, como vemos en la imagen.
El contenido de estas cajas será el siguiente:
La apuesta de Microsoft por la adaptabilidad no es tampoco novedosa, pues ya existen múltiples equipos chinos similares en el mercado. Pero la gran diferencia de este Microsoft Surface Pro 8 es cómo lo hace, y con la calidad que lo hace, pues ya a simple vista, se nota que hablamos de un equipo nivel premium en lo que a construcción se refiere.
Prácticamente es una tablet, con unas medidas bastante ajustadas de 287 mm de ancho, 208 mm de alto y solo 9,3 mm de grosor, teniendo en cuenta que equipa una pantalla de 13” y CPU Intel. Su construcción se basa íntegramente de aluminio, disponible en color plateado y gris oscuro. Con un peso que baja de los 900g hablamos de una impresionante optimización sin renunciar a materiales resistentes a juzgar por su rigidez.
Centrándonos en la zona trasera del equipo, tenemos una mitad superior completamente lisa salvo por el sensor de cámara y micrófono integrados en el borde. La mitad inferior da lugar a una base que permite colocar el dispositivo en formato apaisado tipo marco de fotos. Esta pata es de aluminio sólido con 2 mm de espesor aproximadamente, utilizando dos bisagras en los extremos y puntos de anclaje en el centro. La dureza es la justa para adoptar cualquier posición en un ángulo de apertura de casi 180o. El borde de apoyo tiene un recubrimiento de goma antideslizante para apoyarlo en cualquier superficie de forma segura.
En la cara frontal del Microsoft Surface Pro 8 encontramos una pantalla con marcos directamente integrados con esquinas 2D. Sin embargo la pantalla en sí misma utiliza esquinas rectas como los portátiles tradicionales, pues la marca de las ventanas quiere darnos una experiencia más cercana a un portátil en este aspecto. Esto lo agradeceremos desde el punto de vista del manejo del sistema con ventanas a pantalla completa y programas de diseño.
El grosor de sus marcos será de 5 mm a los lados, 12 mm en zona superior y 11 mm en borde inferior, con un acabado glossy para el panel. Tengamos en cuenta que en el borde superior se han colocado los sensores de cámara frontal y trasero, así como la matriz de micrófonos, por lo que la optimización y ajuste de espacio son fabulosos.
Continuamos analizando la zona exterior del Microsoft Surface Pro 8, y el siguiente paso será conocer la conectividad y posibilidades que tenemos en el dispositivo.
En el lateral derecho tenemos:
En el izquierdo:
Mientras que en el borde inferior:
La capacidad está al nivel de la de un portátil o del Laptop Studio, con nada menos que 2 puertos Thunderbolt 4 trabajando a 40 Gbps. Soportarán DisplayPort Alt y Power Delibery pudiendo sacar pantallas externas 4K gracias a los gráficos dedicados. Pero Microsoft se resiste a abandonar su puerto Surface Connect, el cual se puede con el adaptador de alimentación que viene de serie y otros periféricos exclusivos de la marca.
Es lógico no tener presencia de puertos USB-A al redondear los bordes, pero un Mini HDMI sí que hubiese dado un poco de juego para monitores donde el USB-C no sea compatible. Por otro lado echamos un poco en falta un lector de tarjetas SD, sobre todo en una serie Pro donde hay bastante público profesional. Finalmente se nos brinda la presencia de Jack como salida de audio analógica, conector dedicado para el teclado y compatibilidad con el periférico Surface Dial.
En cuanto a la conectividad de red, tendremos una tarjeta inalámbrica Intel Wi-Fi 6 AX201, la segunda versión lanzada con Bluetooth 5.1. Esta tarjeta soporta conexiones 2×2 en Dual Band, con 2,4 Gbps en 5 GHz y 574 Mbps en 2,4 GHz. Será compatible con MU-MIMO, OFDMA o BSS-Color, así como otras características del estándar 802.11ax. No hay interfaz LAN Ethernet física como es lógico, aunque Thunderbolt debería soportar enlace de red a 1 Gbps con el correspondiente adaptador.
El Microsoft Surface Pro 8 sigue siendo fiel a la tecnología LCD IPS con su pantalla PixelSense, decisión aún acertada por la calidad que entrega. Pero la tecnología AMOLED cada vez está llegando más a este campo por su bajo consumo e impresionantes prestaciones a nivel de color, así que el fabricante debería ir planteándose un cambio pronto.
En este caso nos ofrece un tamaño de 13 pulgadas, utilizando un formato 3:2 con impresionante resolución de 2880 x 1920p, generando una densidad de 267 ppp. De esta forma supera a la anterior generación en tamaño y resolución, así como al modelo Laptop Studio. Será compatible con lápiz táctil Surface Slim Pen 2 con aceleración en la entrada del lápiz por GPU. De hecho se nos ha incluido en la review para experimentar la calidad de su entrada táctil de 10 puntos.
Uno de los cambios clave llega en el apartado de fluidez, aumentando su frecuencia de refresco a 120 Hz, mejorando ampliamente la experiencia táctil y usabilidad. De forma predeterminada está configurada a 60 Hz, pero instalando los drivers para los gráficos integrados Intel pasará a utilizar los 120 Hz.
Este panel incrementa el contraste típico a 1500:1, aunque la marca sigue sin dar parámetros de brillo ni tampoco cobertura de color. Es compatible con tecnología Dolby Vision, por lo que sus prestaciones deberían ser bastante contundentes por lo ya visto en la versión Laptop Studio. En el borde superior tenemos un sensor de luz ambiental para adaptar automáticamente el brillo de la pantalla.
El resultado es impresionante desde el primer momento, con una absoluta nitidez en la imagen y la representación natural de color como la mera realidad. Sin duda sigue siendo rival de las pantallas Retina de los Mac, aunque anticipamos que en cobertura de color se quedará algo justa. Sus ángulos de visión de 178o serán perfectos, sin pérdida de color o brillo, y tampoco existe atisbo de bleeding en las esquinas o bordes. No haremos prueba de ghosting al ser un equipo pensado para diseño, pero sepamos que sí hay estela al tener una respuesta de píxeles lenta.
Hemos efectuado las pruebas de calibración para el panel IPS del Microsoft Surface Pro 8 con nuestro colorímetro X-Rite Colormunki Display, y los programas gratuitos DisplayCAL 3 y HCFR.
Brillo y contraste
Brillo Max. | Contraste | Valor Gamma | Temperatura de color | Nivel de negros |
464 cd/m2 | 1486:1 | 2,16 | 6387K | 0,3124 cd/m2 |
Las características son muy similares a la pantalla del Microsoft Laptop Studio, con un brillo máximo impresionante que se acerca a los 500 nits y un contraste prácticamente de 15000:1. La profundidad de negros se mantendrá en cifras muy buenas para un IPS, mientras que la temperatura de color asegura un perfil de color suave y cálido muy cercano al punto D65 neutro.
Espacio sRGB
En sRGB obtenemos un Delta E medio brutal de 0,72, que junto a una cobertura del 99% con volumen de gama igual al 112% obtendremos la pantalla perfecta para diseño gráfico. En este apartado al menos, sus prestaciones no podrían ser mejores, aunque en Adobe RGB se queda en un 74% en cuanto a cobertura de color.
Espacio DCI-P3
Para este espacio también tenemos valores muy buenos en la calibración con un Delta E medio de 1,6, aunque su cobertura como es de suponer baja al 80%. Hay algunos colores que se salen un poco de este Delta ideal, aunque por lo anterior se nos deja claro que el equipo está calibrado específicamente para trabajar en sRGB.
El apartado de audio de este Microsoft Surface Pro 8 consiste en dos altavoces de 2W funcionando en perfecto estéreo y compatibles con Dolby Atmos. Significa que, además de tener la mejor calidad de imagen, también dispondremos de un apartado sonoro digno de la mejor tablet y superior a muchos portátiles de mercado. Sin embargo aún no supera la configuración de 4 speakers del Laptop Studio.
Este equipo logra una buena sensación envolvente para el usuario, con un perfil muy bien ajustado a nivel de calidez, sin agudos estridentes y muy buenos graves para disfrutar de películas o música. El volumen que admite es bastante elevado, aunque mientras más lo subamos, mayor incidencia de agudos habrá. Con el equipo en posición vertical lo cierto es que suena espectacular para sus pequeñas dimensiones, entregando una sensación clara y cálida, sin efecto eco o enlatado como ocurre en algunos otros equipos.
Y no menos importante será el apartado de cámaras, porque tenemos dos sensores de alta resolución perfectas para presentaciones online y videollamadas de trabajo o grupales. El sensor frontal cuenta con una resolución de 5 MP, siendo capaz de grabar en 1080p @30 FPS, no alcanzará para hacer fotos, pero sí para todo lo demás.
El sensor de la zona trasera aumenta su resolución a 10 MP, contando además con enfoque automático. Con él también podremos grabar en 1080p, pero nuevamente limitados a 30 FPS, así como en 4K @30 FPS. Su comportamiento en condiciones de poca luz es pobre, pero ofrece aceptables resultados en condiciones favorables, aunque quema demasiado la imagen cuando hay colores fuertes o a contraluz. Nos ha faltado la presencia de Flash en la parte trasera, lo cual hubiese mejorado las condiciones para escenarios de poca luz.
Le acompañan dos micrófonos de estudio de campo lejano, los cuales no tendrán cancelación de ruido. También sensor IR con reconocimiento facial para Windows Hello, que en combinación con el módulo TPM integrado se asegura una buena capa de seguridad en el portátil.
Un extra bastante útil para este Microsoft Surface Pro 8 será la funda rígida con Teclado Signature, la cual se nos ha incluido como parte del análisis. Y lo cierto es que lo vemos muy necesario para aprovechar todas las funciones y capacidad del dispositivo no solo como tablet, sino también como portátil de trabajo.
El teclado es además una funda rígida, construida en material sintético, pero con capa de acolchado muy suave en ambas caras. Lo conectaremos directamente al puerto inferior del dispositivo, y se afianzará con un segundo anclaje y un borde de gran fuerza magnética. Una vez fijada la primera capa, empujaremos levemente el teclado hacia la pantalla para que una segunda zona quede pegada al marco, quedando así la pantalla sin marco inferior, y dándole una pequeña inclinación que mejora el uso del mismo.
En cuanto a su calidad, pues ciertamente sorprende para bien al aportar prácticamente las mismas sensaciones que las de un teclado de portátil al uso. Resiste muy bien el hundimiento de la zona central, y la membrana bajo las teclas es de tan buena calidad como siempre en Microsoft, al menos para nuestro gusto. Cuenta con amplias teclas de 16 x 16 mm planas, tipo isla y de superficie lisa mate perfectas para mecanografía.
No es todo, porque además es un teclado tipo ISO disponible en perfecto español, sintiéndonos cómodos al instante de empezar a utilizarlo. Aprovecharemos la incorporación de teclas de dirección en la esquina inferior derecha, y también la fila de teclas F con doble función utilizando la tecla Fn. El teclado dispondrá de retroiluminación LED en color blanco, así que será perfectamente visible de noche o con poca luz.
El espacio restante se ha dedicado a un touchpad de 101 mm de ancho por 57 mm de profundidad, con una impecable instalación sobre la cubierta al no mostrar holgura. Sus dos botones integrados funcionan de maravilla, con clic bastante sonoro, pero baja fuerza de actuación para manejarlos con una sola mano sin problema. Es compatible con todos los gestos de Windows, de 2, 3 y 4 dedos, así que sus posibilidades son las mismas que las de un touchpad de portátil normal.
El desempeño del lápiz Surface Slim Pen 2 es una maravilla, y el equipo lo detectará mediante Bluetooth tan pronto como tengamos el sistema actualizado y pulsemos el botón superior para emparejarlo. Esta nueva versión cuenta con botón en el costado con función de botón derecho o selección, y pulsador superior con funciones de borrador o imprimir pantalla. Desde el sistema podremos configurar las señales táctiles, pudiendo hacer un control bastante completo del dispositivo, contando además con sensibilidad a la presión de 4096 puntos, ideal para diseño artístico.
Este Microsoft Surface Pro 8 cuenta con un hardware bastante potente considerando su tamaño y el tipo de equipo que es. La unidad que analizamos tiene un procesador Intel Core i7-1185G7, unidad de 10 nm perteneciente a la arquitectura Tiger Lake de bajo consumo. Cuenta con 4 núcleos y 8 hilos trabajando a 3,0 GHz de frecuencia base y 4,8 GHz en boost, con un TDP de 28W y 12 MB de memoria caché L3.
No dispondremos de modelos con gráficos dedicados como es lógico, así que este equipo se vale de los gráficos integrados Intel Iris Xe que tiene esta CPU, siendo la versión G7 o más potente disponible. Sus 96 unidades de ejecución corren a una frecuencia de 1,35 GHz, siendo compatibles con DX12.1 y soportando una resolución máxima de 8K @60 Hz con interfaz DisplayPort. No sirven para jugar, pero se comportan bien para tareas y aplicaciones 3D de diseño gráfico o CAD/BIM de no muy alta carga.
La configuración de memoria RAM utilizada será de 16 GB con chips soldados de tipo LPDDR4X trabajando en Dual Channel a 2666 MHz de frecuencia efectiva. Le acompaña una unidad SSD NVMe PCIe 3.0 de 256 GB con plataforma Intel Evo, sin ranuras libres para actualización manual.
Esta unidad dispone por tanto de la CPU más potente de su línea, pero Microsoft pone a disposición del usuario versiones con Intel Core i5-1135G7 más baratas, así como versiones más potentes con hasta 32 GB de memoria RAM y almacenamiento de hasta 1 TB.
Finalmente este Microsoft Surface Pro 8 cuenta con una batería de polímero de Litio con una capacidad de 51,5 Wh, la cual en el modelo menos potente ofrece hasta 16 h de autonomía. Le acompaña un adaptador de alimentación de 65W con enchufe Surface Connect, aunque también tiene una salida USB Type-A para carga genérica. Podríamos utilizar el puerto Thunderbolt para efectuar la carga.
La autonomía que nos ha proporcionado esta versión roza las 10 horas con el modo ahorro activado, utilizando el 30% de brillo en la pantalla a 60 Hz, trabajando en este artículo y utilizado Wi-Fi 6.
Pasamos a ver en acción este Microsoft Surface Pro 8 con las pruebas de rendimiento que realizamos habitualmente. Éstas se han llevado a cabo con el equipo enchufado a la corriente.
Veamos qué tal se comporta esta GPU y CPU realizando los siguientes test sintéticos:
El proceso de estrés al que ha sido sometido el Microsoft Surface Pro 8 ha durado alrededor de 60 minutos. Se ha llevado a cabo con FurMark, y la captura de temperaturas con HWiNFO.
Microsoft Surface Pro 8 | Reposo | Máximo rendimiento | Pico |
CPU Intel Core i7-1185G7 | 35oC | 69oC | 74oC |
Las temperaturas en esta unidad han sido simplemente excelentes para el tan ínfimo espacio que hay de refrigeración. Tenemos una media de 69oC bajo estrés continuado, sin llegar a ver thermal throttling ni picos superiores a los 74oC. El ventilador es sumamente silencioso, por lo que será perfecto para trabajar junto a un enchufe sin molestarnos.
La CPU alcanza el modo turbo de 4,8 GHz, mientras que al 100% la frecuencia de todos los núcleos se fija en 3,2 GHz @0,885V para contener las temperaturas.
Muchos son los cambios que introduce esta nueva generación Surface Pro 8 frente a los Pro 7, de hecho todos y cada uno de los apartados se ha mejorado, y el paso adelante es muy grande manteniendo un precio muy similar.
El del apartado de rendimiento puede ser el más notorio, pues el salto adelante que dan los Intel Tiger Lake de 10 nm ofrecen mayor potencia multi y mono núcleo, además de mejores temperaturas y mayor eficiencia energética. Tenemos un SSD más potente de hasta 1 TB que agradeceremos para almacenar contenido multimedia. Esta unidad con i7-1185G7 está aguantando prácticamente las 10h en modo ahorro. Sus gráficos integrados Iris Xe también se harán notar en tareas de mayor exigencia, como aplicaciones de diseño gráfico o CAD.
Otro salto que se deja notar bastante es la pantalla, no tanto en la resolución al aumentar linealmente con su diagonal de 12,3” a 13”, sino por su fluidez gracias a sus 120 Hz de refresco. Esto se nota en la comodidad para trabajar, la entrada táctil y en el momento de usar el lápiz Surface Slim Pen 2 que será perfecto para diseñadores. Precisamente para ellos tenemos no uno, sino dos Thunderbolt 4 para conectar un monitor, alimentación, SSD portables o hubs.
Te recomendamos la lectura de: Mejores ordenadores portátiles del mercado.
El diseño da un enorme paso adelante al brindarnos marcos de pantalla mucho más ajustados sin apenas aumentar su grosor de 9,3 mm. Su chasis full aluminio cuenta con pata trasera de gran calidad, bordes redondeados para mejorar su uso en modo tablet y conexión para posiblemente el mejor teclado rígido extraíble del mercado. Un complemento que vemos casi obligatorio por lo bien que va y las posibilidades que le da al equipo en modo portátil. Incluso el apartado sonoro se ha mejorado bastante a nivel de experiencia.
El precio de este Microsoft Surface Pro 8 será de 1511€ + 251€ para la unidad que analizamos junto al teclado y lápiz. Estará disponible desde los 899€ para la versión base, alcanzando los 2.411€ para el modelo tope de gama. Las cifras se mantienen muy similares a la anterior generación, abarcando un amplio rango de presupuesto. Todo lo que hace, lo hace muy bien, con las mejoras características de ambos mundos, para aquellos que busquen algo diferente a lo que sacarle partido.
VENTAJAS | INCONVENIENTES |
MEJORA DE HARDWARE NOTABLE EN LAS TAREAS | COBERTURA DE COLOR DE PANTALLA JUSTA PARA SRGB |
AUTONOMÍA DE CASI 10H PARA EL I7-1185G7 | ACCESORIOS OPCIONALES CAROS |
PANTALLA MÁS GRANDE, DE 120 HZ E IMPECABLE CALIBRACIÓN | UN LECTOR DE TARJETA HUBIESE VENIDO BIEN |
DISEÑO ESTILO TABLET CON MARCOS MÁS AJUSTADOS | |
DOBLE THUNDERBOLT 4, WI-FI 6 E IMPECABLE SONIDO | |
ACCESORIOS COMO TECLADO O LÁPIZ DE GRAN CALIDAD |
El equipo de Profesional Review le otorga la Medalla de oro y producto recomendado:
El Microsoft Surface Pro 8 es un dispositivo perfecto para trabajo y diseño, potente como un portátil y flexible como una tablet, destacando su gran pantalla, conectividad y buen rendimiento.
CHIEFTEC acaba de presentar dos nuevas cajas para PC, Visio y Visio Air con un…
Asus ZenWiFi BT8 es un sistema Mesh Wi-Fi 7 el cual se sitúa por debajo…
Qualcomm anuncia nuevos SoC Snapdragon X, pero no se trata de una nueva generación, sino…