Larrabee fue una tarjeta gráfica para servidores de Intel que se presentó en el año 2008. Esta GPU prometía revolucionar el mercado, pero finalmente nunca vio la luz.
Intel Larrabee, resurge esta GPU de hace 15 años y lo venden por 4650 euros
En pleno año 2008, una GPU que se encargase de tareas con cálculos complejos no era muy común. Hace 15 años, las CPUs se encargaban de tareas complejas de cálculo, mientras que las GPUs se utilizaban solo para renderizar escenas 3D, sobretodo en videojuegos. Intel quería cambiar esto, con una GPU que ayudase a las tareas complejas que hacían las CPUs, algo que actualmente hacen las tarjetas gráficas en servidores o incluso a nivel de usuario con las blockchain.
El plan de Intel era la de utilizar esta arquitectura Larrabee no solo en servidores, también para videojuegos. Sin embargo, las soluciones de Nvidia y ATI en aquella época eran muy superiores en videojuegos a esta alternativa de Intel, por lo que se les hizo muy complicado poder sacarle provecho, además de que trabajar en unos controladores se volvió una pesadilla para la firma americana.
Lo más interesante de Larrabee es que utiliza una arquitectura x86 clásico (Pentium), que poseía unos 32 núcleos que funcionaban a una velocidad de 2 GHz, más 8MB de memoria caché. La GPU se había fabricado con un nodo de 45 nm. Intel también tenía otro prototipo con el doble de cantidad de núcleos en sus laboratorios.
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El modelo visto aquí se trata de una muestra de ingeniería, que es totalmente funcional. Esta tarjeta gráfica se vendió en una subasta por 4650 euros. Su precio es más caro que cualquier buque insignia actual de Nvidia y AMD, pero esto no se trata de rendimiento, sino del valor simbólico que representa. Después de todo, estamos ante una verdadera reliquia de la tecnología que intentó adelantarse a su tiempo.
Según Tom Forsyth, uno de los encargados de diseñar esta tarjeta gráfica, Larrabee no fue un fracaso, sino un ‘éxito rotundo’. En su blog personal, el argumenta que Larrabee se convirtió en una solución para la supercomputación masiva, aunque los jugadores no lo hayan visto. Otros prototipos posteriores como «Knights Ferry» fueron probados en años posteriores para luego ser abandonados, pero ese conocimiento y concepto es el que permitió el avance que vemos hoy en 2022, donde el papel de las tarjetas gráficas ya no se reduce únicamente a los videojuegos.