En esta ocasión los traemos los Nothing Ear (1), los primeros auriculares con los que se estrena la empresa fundada por Carl Pei, ex de OnePlus que comenzó su andadura en esta nueva empresa. Con una gran personalidad, estos auriculares transparentes cuentan con un diseño de vástago sumamente liviano de 4,7 g por unidad, destacando por su comodidad y original diseño.
Pero sus prestaciones no se han dejado atrás, y tenemos unos potentes drivers de 11,6 mm con cámara de aire para darnos excelente equilibrio de frecuencia, graves profundos y función ANC por IA para asilarnos del mundo. Ofrece hasta 34 h de autonomía con su estucha Qi/USB-C transparente, fácil conexión BT 5.1 y App con ecualizador. Sin duda un gran regalo para estas fiestas ¿queréis conocerlos?
Antes de continuar, agradecemos a Nothing Ear haber confiado en nosotros por cedernos estos auriculares para su análisis.
Ya desde la presentación, estos Nothing Ear (1) desprenden personalidad propia al utilizar una caja de cartón flexible sellada como primer envoltorio, la cual debemos de abrir rompiendo un sello lateral. En ella vemos una estética minimalista con fuente de tipo digital y una foto de los auriculares.
En el interior encontramos lo que vendría a ser la caja principal, esta vez de cartón duro bastante grueso y completamente lisa y en acabado gris brillante. Efectuamos su apertura por deslizamiento para obtener finalmente el producto, en su caja transparente junto a los accesorios metidos en pequeñas cajas.
El paquete incluirá los siguientes elementos:
Algo que salta a primera vista abriendo la caja y accediendo a estos Nothing Ear (1) es el mimo con el que se han diseñado, y podemos decir que tiene una gran personalidad tanto por fuera como por dentro. Nosotros analizamos la versión en color negro, pero también estarán disponibles con la zona in-ear en color blanco.
El diseño base consiste básicamente en una forma esférica alargada para la cámara de sonido con un diseño in-ear, acompañado de un vástago relativamente largo para almacenar el hardware y demás elementos. Está construido en plástico rígido ofreciendo un ajustado peso de solo 4,7 g, para obtener la máxima comodidad durante horas de uso ininterrumpidas y para uso deportivo. Además es un sistema bastante compacto con apenas 29 mm de largo, y protección IPX4 resistente a salpicaduras.
El aspecto único se lo da el encapsulado transparente que se utiliza para el vástago, dejando ver con claridad para diminuta PCB donde se suelda la electrónica y el sistema de micrófonos. En la zona exterior se ha serigrafiado el distinto de la marca y el modelo, dándole un aspecto bastante futurista bajo nuestra opinión. Los acabados y uniones de carcasa son excelentes, y la mara quiere hacer de este diseño su virtud para los próximos productos.
En esta zona exterior encontramos:
En la zona interna solo encontramos el micrófono de feedback para completar el sistema de cancelación de ruido. El extremo in-ear tiene un diseño habitual, con almohadillas de silicona líquida negras que se ajustan perfectamente al oído. De fábrica vienen con el tamaño M instalado, pero se incluyen también tallas S y L. Sin duda el punto fuerte de los Nothing Ear (1) reside en el diseño y la comodidad que brindan, luciendo muy bien en cualquier circunstancia. Su aislamiento pasivo es bueno, aunque no impresionante al ser relativamente pequeño y no ocupar la oreja al completo.
El otro elemento crucial de este Nothing Ear (1) será el estuche, que utiliza un diseño cuadrado bastante similar en tamaño al de una joya. Para su construcción se ha utilizado plástico rígido transparente con un leve oscurecimiento que lo hace tremendamente llamativo y original. Cuenta con unas medidas de 59 mm de lado y 24 mm de alto, así que puede llevarse perfectamente en el bolso, pesando unos 57 g.
Además de originalidad también tiene una excelente ergonomía, con esquinas suavemente redondeadas y un hueco en la tapa superior para meter el dedo y poder cogerlo de forma segura y sin que pueda resbalarse. Obviamente al ser plástico es fácil que las superficies se rayen con caídas o en contacto con metal. La tapa cuenta con una bisagra bastante suave y un anclaje imantado bastante típico en estos casos.
En uno de los laterales podremos ver el puerto USB-C de carga, y junto a él un botón que servirá para resetear los auriculares. En el interior del mismo se pueden ver las zonas de carga para los Nothing Ear (1), colocadas de una forma bastante original en superficie, que se suman a una colocación horizontal de los auriculares. Lo típico en estos casos es un estuche estrecho y alto para colocación vertical, así que nuevamente tenemos personalidad propia y única. Un pequeño LED en la esquina derecha se encenderá en color verde cuando se abre o cierra el estuche indicando carga.
En el interior del estuche se puede ver un bloque con cobertura de plástico en el cual se sitúa la batería, así como el sistema de carga por cable o inalámbrico mediante Qi. También se pueden ver los pequeños imanes de fijación para cada auricular. El fabricante no especifica la capacidad de la batería ni tampoco la potencia de carga, y solamente da a conocer su autonomía. Contamos a priori con 5 horas de batería en los auriculares (con ANC apagado escuchando música) y un total de 34 h sumando la batería del estuche.
Estos Nothing Ear (1) son el primer modelo que la empresa del mismo nombre saca al mercado, siendo una apuesta fuerte ya desde el primer momento por situarse en la gama media/alta o media premium. La cuestión será ver si efectivamente los auriculares están a la altura de su precio y categoría en calidad de audio, pues vemos que en diseño van sobrados.
El sistema de conexión será, como no, a través de Bluetooth 5.1 con un perfil True Wireless, lo que significa que cada auricular se conectará de forma individual para posteriormente sincronizarse y ofrecer la mejor experiencia. Soportan los estándares A2DP, AVRCP, HFP, compatibles con dispositivos Android y iOS, así como PC o equipos que tengan bluetooth. El rango de cobertura que ofrecen será similar a otros dispositivos, con unos 10-15 m en interior y más de 20 m en exteriores sin obstáculos.
¿Qué tenemos en el interior de esta cámara esférica? Pues un driver bastante amplio de 11,6 mm, provisto de un diafragma construido en grafeno y una cámara de 0,34 cc para reforzar los graves al aumentar la resonancia. La presión se controla a través de una pequeña abertura trasera. El ajuste del perfil de audio corre a cargo de Teenage Engineering y lo notamos con una perfecta afinación, equilibrio entre frecuencias excelente y mostrando bastante nivel en los matices de audio.
Podemos decir que la experiencia sonora es muy buena, sobresaliendo especialmente en profundidad de graves a volúmenes por encima del 45-50%. Esta profundidad la aprovechamos especialmente en juegos y estilos de música electrónica y rock. Dicho esto, añadimos que si bien son muy buenos, tampoco se puede decir que iguales o estén cerca de los dispositivos que mandan en la gama alta como los AirPods Pro, Samsung Buds Pro o los WF-1000XM4 de Sony. Pero sí que plantan cara a sus rivales en precio, con un volumen bastante elevado, y que no distorsiona en ninguna frecuencia.
Como ya hemos visto en su presentación, los Nothing Ear (1) cuentan con tecnología ANC por IA (Active Noise Cancelling). Ésta ayudará a suprimir el ruido exterior mediante los micrófonos incorporados interno y externo. Partimos de un buen, pero no excelente, aislamiento pasivo, y esta función hace un trabajo bueno, pero sin llegar a la calidad o notoriedad de auriculares de gama alta.
La línea entre unos auriculares buenos y excepcionales es delgada, y las diferencias las notaremos es estos detalles y refinamiento de los sistemas sonoros. El ANC en este caso elimina correctamente ruidos del viento, transformadores o coches lejanos, pero es menos efectivo en ciudad y no elimina sonidos puntuales como golpes o personas hablando. Dispone también de modo ambiental para reforzar el ruido exterior y aumentar nuestra percepción, ofreciendo un rendimiento bueno, pero tampoco espectacular.
El paquete de micrófonos hace un gran trabajo en llamadas, interviniendo este sistema de cancelación de ruido para que se nos escuchen bien al otro lado. El funcionamiento es prácticamente el de un sistema de gama alta, aunque en ocasiones parece que genera un ligero eco cuando estamos en movimiento. El vástago ayuda a acercar un poco el micro a nuestra boca, y se nota en la claridad y cercanía, funcionando bastante bien en ciudad y con ruido de coches.
Los Nothing Ear (1) serán tan sencillos de utilizar como casi la mayoría de auriculares, simplemente debemos de abrir el estuche, y directamente aparecerán en nuestro smartphone para emparejarlos. Inmediatamente nos pedirá instalar la aplicación para obtener las máximas funciones de personalización.
Cuentan con detección automática de oído, así que cuando nos quitamos los auriculares el contenido que escuchamos se pausará, y cuando volvamos a colocarlos activará de nuevo el play. El sistema funciona perfectamente, y es un buen detalle en cuanto a su versatilidad de uso.
A esto se le une botones táctiles en cada auricular que contarán con las siguientes opciones de control:
Un control bastante simple tanto en opciones como capacidad gestual, pues no tenemos opciones para un solo toque o doble toque, algo que nos resulta sumamente curioso, pero que ciertamente recorta un poco las posibilidades frente a sus rivales.
Centrándonos ya en la aplicación, nos ofrece una interfaz sumamente sencilla y accesible, aunque con una gama de opciones en algunos casos más completa que auriculares más caros. En la pantalla principal tenemos una representación de los auriculares con la capacidad de batería de ambos dispositivos (L/R) y el estuche (C). Si alguno de los Nothing Ear (1) están desconectados se mostrará una imagen blanquecina para ellos.
Bajo ellos tenemos dos botones, el de “Touch” sirve para configurar la acción táctil de cada dispositivo, mientras que el de “Hear” lo usaremos para personalizar la salida de audio. Dispone de 3 modos de operación con ANC en dos perfiles distintos, modo transparente o ambiental y el modo normal. No apreciamos diferencias entre los modos ligero y máximo del ANC. Finalmente dispondremos de un ecualizador con 4 perfiles de sonido predefinidos, pero sin capacidad de personalización por parte del usuario.
Además de estas opciones principales tenemos un menú desplegable en donde podremos desactivar la detección automática de oído. Junto a ésta tenemos las típicas como encontrar mis auriculares, actualización de firmware, soporte, etc. En el según menú desplegable tendremos otras opciones relacionadas con redes sociales y emparejamiento de más dispositivos.
Como tarjeta de bienvenida estos Nothing Ear (1) no están nada mal para su gama de precios, siendo unos excelentes auriculares en prácticamente todos los apartados, pero destacando principalmente en el diseño.
Nothing Ear quiere construir una personalidad propia para sus dispositivos implementando carcasas transparentes para los vástagos y la caja, en conjunción con color negro y blanco para las dos versiones que se presentan. Una estética sublime, muy compacta y que se ajusta a la perfección en nuestro oído para uso intensivo o hacer deporte.
La calidad de sonido creemos que cumple las exigencias de una gama media premium, pero no sobresale frente a sus rivales en lo que a sensaciones se refiere. Su aspecto más diferencial será la contundencia de graves, gracias a unos drivers de 11,6 mm y cámara interna, con buenos matices y calidez. Desde al App podremos aplicar distintos perfiles de actualización, pero no personalizarlos.
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El sistema ANC por IA ofrecerá un rendimiento bueno, pero no excepcional, rindiendo bien en ambientes digamos que relajados en cuanto a ruidos, pero no consigue eliminar ruidos puntuales fuertes ni tampoco un ambiente cargado como el de ciudades. Cuenta con dos modos que a nuestro juicio funcionan igual, así como un modo ambiente o de percepción muy normalito. Hace un buen trabajo en llamadas para que al otro lado se nos escuche claro, dando mejor calidad que algunos auriculares superiores en precio.
La autonomía que hemos obtenido es más o menos la prometida, y al ser dispositivos pequeños vamos a requerir del estuche de forma relativamente habitual en uso continuo. A un volumen del 45% sin ANC obtenemos unas 4 horas y 20 minutos, aunque mucho dependerá de la distancia, ANC y volumen obviamente. Con tres cargas podremos echar el día sin problemas, además se cargan relativamente rápido.
En líneas generales, el Nothing Ear (1) es bueno en todo pero sin despuntar en ningún apartado excepto el diseño. El precio de salida será de 100€ estando disponible en las principales tiendas online. En su web es posible comprarlo e incluye una modalidad de compra con criptomonedas y como dato interesante los ear (1) anuncia su neutralidad en emisión de carbono, que los acerca a un plan sostenible.
Sin lugar a dudas, Un excelente complemento para regalar en estas fiestas, al menos mientras haya disponibilidad. Si este es el nivel con el que parte Nothing Ear, esperamos mucho de ellos para el futuro.
| VENTAJAS | INCONVENIENTES |
| DISEÑO TRANSPARENTE ATREVIDO Y ORIGINAL | POCAS FUNCIONES TÁCTILES |
| GRAN RENDIMIENTO DE GRAVES | AUTONOMÍA EXCLUSIVA DE AURICULARES ALGO BAJA |
| BUEN DESEMPEÑO GENERAL EN AUTONOMÍA | |
| COMODIDAD PARA USO INTENSIVO | |
| CON ANC Y APP DE GESTIÓN |
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