¿Quieres instalar Windows 11? Solo necesitas un pendrive de 8 GB o más, y te diremos cómo crear tu USB booteable de Windows 11 en 2 métodos diferentes, ¡escoge el que más te guste!
Vamos a explicar cómo podemos instalar Windows 11 en nuestro equipo sin tener que usar DVD’s o actualizando directamente desde Windows 10. Da igual la versión de Windows que tengas, solo necesitas que tu equipo cumpla los requisitos mínimos y que sea compatible con Windows 11. Si todo está OK, pasemos a lo que importa y os explicamos el proceso.
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En español se traduce, más o menos, como USB arrancable, ya que boot hace referencia al arranque del sistema operativo. Antes, solíamos «quemar» o «grabar» una imagen ISO del sistema operativo en un CD o DVD, pero ahora se utiliza un pendrive porque es mucho más versátil y no se «consume» al grabar.
A través de 2 métodos principales podemos hacer que nuestro pendrive actúe como un DVD de instalación de Windows, reconociéndolo así nuestro PC. Como el uso de CDs o DVDs ha quedado atrás, nosotros recomendamos crear un USB booteable para agilizar el proceso, dejar de usar consumibles y no es necesario tener unidades de DVD-ROM o CD-ROM que ya ni se usan prácticamente.
Para quien no conozca esta herramienta, se trata de una herramienta que proporciona Microsoft para descargar Windows e instalarla directamente en nuestro pendrive para crear un USB booteable en Windows 11. La podemos descargar desde la web oficial de Microsoft y los pasos son súper sencillos porque no hace falta instalación de ningún programa.
Deciros que he experimentado cierta lentitud usando este método, y gran parte de la «culpa» está en usar un puerto USB y un pendrive que tenga la interfaz USB 3.0 o superior. Con una buena fibra óptica (o cualquiera buena conexión) suele tardar entre 10-20 minutos, aunque yo he tardado menos haciendo el método 2, ¡dependerá de cada caso!
Con este método conseguimos lo mismo, pero es más laborioso para quienes no sepan mucho de informática. En este caso, vamos a tener que descargarnos el programa Rufus, que es gratuito y tampoco necesita instalación, siendo un mero ejecutable.
Sin embargo, tendremos que descargar también la imagen de Windows 11, la cual se puede descargar en la misma página web de Microsoft. Vamos con los pasos:
La guinda del pastel es instalar Windows 11 desde el USB que hemos hecho booteable, ¿no? El procedimiento es simple y se resume en lo siguiente:
¿Qué es la prioridad de arranque?
La prioridad de arranque sirve para que la placa base arranque desde un dispositivo en concreto; en defecto de éste, habrán otros por debajo. Por tanto, se establece como una jerarquía a la hora de iniciar el sistema, siendo lo normal que esté en primer lugar una unidad con sistema operativo instalado.
Lo que buscamos aquí es cambiar la prioridad de arranque para poner el USB booteable (pendrive) en 1º lugar. De este modo, la placa arrancará desde el mismo y se iniciará el asistente de instalación de Windows 11.
Configurar BIOS UEFI para arrancar desde USB:
En ordenadores portátiles más básicos o con una BIOS un poco anticuada, os puede aparecer algo así:
Cambiar prioridad en menú de arranque:
Ya habremos terminado todo. Para que os acompañemos en el proceso, os recomendamos que leáis nuestra guía completa para Instalar Windows 11. En ella, nuestro compi José os fotografía cada paso que se da a la hora de instalar Windows 11, como lo que debéis tener en cuenta antes de instalar este sistema operativo.
Adicionalmente, para complementar este tutorial, podéis echar un ojo acómo instalar Windows 11 desde un USB.
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¿Os ha sido útil? ¿Conocíais ambos métodos para crear un USB booteable de Windows 11?
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