Saber el motivo por el que se daña un disco duro no es tarea fácil, pero tampoco imposible. En este artículo, vamos a repasar las principales causas de fallo de los discos duros mecánicos (HDD) que se usan en ordenadores y servidores.
Seguro que alguna te sorprende, y además vamos a dar un repaso a los métodos de prevención de estos fallos, para que un daño del HDD no te afecte. ¡Comenzamos!
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Afortunadamente, podemos saber de forma muy sencilla los motivos por los que fallan los discos duros en la vida real. Todo gracias a los datos publicados por Backblaze. Esta compañía se dedica a las copias de seguridad, y aprovechan los millones de horas de uso de sus HDD para publicar información de interés sobre estas unidades.
En este caso, Backblaze publica los datos de DriveSaver, una firma de recuperación de datos. En el siguiente gráfico, vemos cuáles son los cuatro motivos de fallo de HDD determinados en sus laboratorios.
Para explicar el fallo más común de los HDD, repasemos cómo funciona un disco duro mecánico. Grosso modo, todo se basa en un plato metálico que gira a unas revoluciones muy elevadas (5400 o 7200 rpm, típicamente). Para leer y escribir los datos, un cabezal se mueve a lo largo del plato (mientras este gira) y, en cuanto localiza la posición adecuada, realiza el proceso de lectura o escritura a base de magnetizar o desmagnetizar esa posición concreta.
Estamos, entonces, ante un funcionamiento realmente complejo, que además implica una precisión increíble, del orden de los micrómetros. Así, cualquier daño en los platos o en el cabezal del disco puede provocar moverse de estos pequeños márgenes, dejando al disco duro simplemente inutilizable.
Pues bien, este circuito tiene los componentes necesarios para recibir peticiones de lecturas/escrituras de bloques de datos del equipo y entregarlas, además de gestionar el funcionamiento del disco.
Y es que ni el procesador ni la placa base se responsabilizan de las tareas de gestión interna del HDD, sino que se aplica un nivel de abstracción sobre ello. Así, en el PCB del disco mecánico encontramos:
Todo esto sumado con muchísimos componentes necesarios (condensadores, diodos, etc). Vamos, una especie de microordenador dentro del propio disco duro 😉
A lo que quiero llegar, además de enseñar un poco sobre el funcionamiento de un HDD, es a que se entienda por qué es muy probable que la causa del fallo de un HDD esté en el PCB: con tantos componentes, un solo fallo con uno de ellos puede ser fatal.
De hecho, incluso hay fuentes que afirman que el 70% de los daños de los HDD no los causa el cabezal, sino que precisamente son daños en el PCB. Aunque en este sentido nos fiamos más de los datos de Backblaze.
Este es un problema que afecta a 1 de cada 10 fallos de HDD, por lo que no debemos pasarlo por alto. Se produce justamente cuando el disco duro ha estado un largo período sin funcionar.
Este es un problema conocido en inglés como stiction, o fricción estática en español. Se refiere a la fuerza que se opone al inicio del desplazamiento del cabezal, que ante un largo período de desuso puede ser demasiado grande. Es importante, entonces, no almacenar durante años un HDD sin usar, para evitar este problema.
El fallo menos común es justamente el que se nos vendrá a la cabeza al pensar en un HDD fallando: el motor solo es responsable el 1% de las veces, a pesar de que cualquiera diría que lo es casi siempre.
Está claro que los discos duros mecánicos están perdiendo relevancia en entornos domésticos. Afortunadamente, estamos dejando de usarlos como nuestro almacenamiento principal, para quedarse relegados a un método de almacenamiento secundario.
Como un SSD no tiene partes mecánicas, los motivos son totalmente distintos a los que podemos encontrar en un HDD. El más común es un desgaste de las memorias NAND. Analicémoslo.
El gran problema de las memorias NAND usadas en SSD es que tienen un número de escrituras limitado. En cada una de sus celdas, solo podemos escribir un número determinado de veces, hasta que la celda quede totalmente inutilizada.
Vamos, que un SSD es lo suficientemente sofisticado para «avisar» (quedando en modo solo lectura) antes de fallar completamente. En todo caso, es posible que se dañe, y no debemos olvidar la posibilidad de que aquí sí se dé también un fallo del PCB.
Ten en cuenta que pasar un largo tiempo sin uso no solo es problemático en los discos duros mecánicos. En el caso de un SSD, es cierto que no provocará un daño, pero sí algo que debemos tener en cuenta: un borrado de todos nuestros datos.
¿Y de cuánto podemos estar hablando? Todo depende de las condiciones operativas, del tipo de memoria, etc. ¡Puede ir desde 1 semana hasta varios años! En general, se podría decir que en un SSD normal es un tiempo superior a 1 año, pero podría llegar a ser de meses. ¡Tenlo muy en cuenta!
Veamos qué podemos hacer para:
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Todos los discos duros y SSD cuentan con un sistema denominado S.M.A.R.T. (Self Monitoring Analysis and Reporting Technology, o Tecnología de Análisis e Informes de Autosupervisión).
Este permite conocer el nivel de salud del disco duro, de forma que se puede detectar cualquier pequeño fallo antes de que se convierta en algo peor. Así, lo que conseguimos monitorizando el SMART es la prevención de la pérdida de los datos.
No podemos fiarnos al 100% del SMART, ya que no anticipa todas las posibles ocasiones en las que se daña un disco duro. Por ello, siempre se debe considerar un escenario de fallo del disco duro.
Así, debemos ser conscientes en todo momento de qué datos no nos podemos permitir perder bajo ningún concepto, y mantener copias de seguridad regulares y actualizadas de ello.
Si llega el fatídico momento en el que se daña nuestro disco duro, y no nos hemos cubierto las espaldas correctamente (con las copias de seguridad), hay que intentar recuperarse del problema.
Todo esto depende de cómo se produzca el fallo. Por ejemplo, si el problema viene del cabezal o el motor lo más probable es que la única forma de recuperar el disco sea enviarlo a una compañía especializada en recuperación de datos. Ya te avisamos, no es algo precisamente barato.
Como hemos visto, el motivo por el que se daña un disco duro no es el mismo siempre. En concreto, estas son las cuatro principales razones de fallo, por orden de probabilidad:
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Entonces, debemos tener siempre en mente esta posibilidad, y aplicar una buena estrategia de prevención, sobre todo si tenemos datos sensibles que no queremos perder. Las copias de seguridad, la monitorización del SMART del disco y los RAID 1 son nuestros aliados.
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