Llegan más problemas a la industria del hardware, y es que hay problemas de escasez de láminas de cobre que subirá el precio de las placas base y las GPU. Se suma un nuevo problema para los usuarios, que tendrán más difícil actualizar el sistema.
Escasez de láminas de cobre impactará en el precio de la placa base y las GPU
Durante semanas venimos informando sobre la escasez de semiconductores y otros componentes electrónicos. La demanda actual es muy superior a la oferta, que ha caído debido a los problemas generados por la pandemia. Esto está generando que la producción y distribución de tarjetas gráficas sufra mucha escasez y retrasos.
Ahora se informa de una escasez de cobre y de laminados revestidos de cobre (CCL) que se requieren para la fabricación de circuitos impresos (PCB). Cualquier producto informático requiere de una PCB donde instalar todos los componentes electrónicos.
Según informa DigiTimes, los costes de las láminas de cobre que se utilizan para la fabricación de CCL están aumentando. Esto lo que genera es un aumento de los costes de fabricación de las placas base y las GPU. Por consiguiente, el precio final del producto terminará aumentando.
Podrían darse dos situaciones llegadas a este punto por parte de los fabricantes. Algunos podrían asumir el aumento de los costes y reducir los beneficios para evitar que impacte en el precio final del producto. Lo más probable es que el producto final termine encareciéndose debido a la subida para mantener los márgenes de beneficio.
El precio del cobre ha subido un 35% desde el cuarto trimestre de 2020 y todo apunta a que seguirá aumentado. Se suma al aumento de los costes de semiconductores y otros componentes fundamentales para la informática. Así que los precios de los componentes, principalmente placas base y tarjetas gráficas, seguirá subiendo.
Debería también impactar en fuentes de alimentación, SSD, memorias RAM y cualquier otro componente que utilice una PCB, que son todos. La cosa será ver cuanto aumentan los precios de estos componentes.
Cada vez la situación es más insostenible
Inicialmente se especulaba que para la segunda mitad de año la situación podría empezar a mejorar. Durante este verano hemos visto una ligera mejora de precios en las tarjetas gráficas, algo que se ha terminado convirtiendo en un espejismo. La realidad es que ha llegado septiembre y los problemas de suministro están volviendo.
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Varias voces de la industría ya apuntan a que 2022 seguirá siendo un año muy duro en cuanto a stock y precios. Indican que los problemas se podrían mantener, como mínimo, hasta el próximo año 2023.
Unos problemas que llegan en un momento para nada óptimo y es que estamos ante un cambio total en especificaciones. Los nuevos procesadores Intel Alder Lake requieren de placas base nuevas al cambiar el socket y soportar las memorias RAM DDR5. Esto supone que actualizar la placa base, supone comprar nueva memoria RAM. No es descartable que incluso para las placas base de gama alta debamos también cambiar la fuente de alimentación.
¿Qué te parece el encarecimiento de las láminas de cobre para la fabricación de las placas base y GPU?