Nos colocamos los nuevos auriculares Krom Klaim en donde el fabricante ha puesto todo el empeño que hacerlos lo más llamativos posible sin renunciar a buena calidad en fabricación y sonido. Tenemos una diadema de doble puente con RGB, pabellones circumaurales muy cómodos con gruesas almohadillas y acompañados también de luz.
Sus drivers de 50 mm prometen un sonido con graves potentes y amplios matices a través de la conexión analógica Jack de 3,5 mm de nuestra tarjeta de sonido. Por si fuera poco, ha tenido el detalle de proporcionar un micrófono extraíble nada habitual en esta gama de precios accesible para todos al no superar los 30 euros.
Antes de empezar el análisis agradecemos a Krom su confianza en nosotros por cedernos sus productos para nuestro análisis.
Krom Klaim características técnicas
Unboxing
Krom Klaim nos llegará en una prestación llamativa y detallada en forma de caja de cartón flexible. Sobre los colores naranja y negro corporativos tendremos una gran imagen a color del producto en la cara principal, así como la mayor parte de las características técnicas por la parte de atrás.
En el interior, un simple molde de cartón mantiene bien colocados los auriculares, pero nada de molde de plástico. Tampoco se utiliza bolsa para una mejor protección a la suciedad, y lo cierto es que lo notamos al ver partículas del cartón adheridas en el headset.
El bundle contará con los siguientes elementos:
- Auriculares Krom Klaim con cable integrado
- Micrófono extraíble ya instalado
- Manual de usuario
Diseño versátil y llamativo para captar la atención
En un headset barato lo que suele decantar la balanza es el amor a primera vista, y esto es lo que busca el Krom Klaim. Se trata de unos auriculares diseñados para ofrecer comodidad en la mayor parte de usuarios gracias a su sistema de diadema de doble puente. Se basa en un chasis de plástico y varillas metálicas, fuerte y a la vez liviano, pesando solo 330 gramos para darnos comodidad tras largas horas usándolos.
El puente principal de la diadema resulta seguramente el elemento más llamativo del conjunto, la cual internamente se sirve de dos elementos metálicos para darnos rigidez y un cerramiento adecuado que evite caídas. El recubrimiento exterior será de plástico transparente en formato cilíndrico, el cual proporcionará una original iluminación RGB en toda la circunferencia.
Este sistema de iluminación se integra en ambos extremos de la diadema, perfectamente pegados al plástico para repartir la luz sobre toda la superficie. Esto significa que no hay una tira que recorra la diadema, sino que son 4 LED realmente los que generan el efecto RGB. En esta ocasión no tendremos posibilidad de personalizar el efecto, ni mediante botón integrado ni por software, así que solamente dispondremos del efecto arcoíris en ellos.
Bajo el puente principal encontramos la diadema flexible que quedará sobre nuestra cabeza. Externamente está fabricada en cuero sintético y cuenta con muy poco acolchado, aunque se adapta muy bien a cualquier usuario. Internamente tenemos lo que parece ser un cable que evita una excesiva extensión y la rotura de la misma. Los extremos están fijados mediante una tira de plástico con un elástico que nos permite cierta extensión máxima de casi 40 mm por ambos lados.
Pasamos así a la importante zona de auriculares, que en este Krom Klaim serán de tipo circumaural. Se han utilizado unos grandes pabellones que nos cubrirán la oreja por completo, estando fabricados a partir de una carcasa de plástico rígido cerrada en su mayor parte. Sobre un formato cuadrado con esquinas redondas tendremos una parte central en forma de rejilla para dejarnos ver más iluminación integrada. En esta ubicación no será tan llamativa como por ejemplo la presente en los Krom Kayle, pero será perfecta combinación con la diadema.
En la parte interna encontramos unas amplias y blandas almohadillas de espuma con recubrimiento exterior de cuero sintético. Serán extraíbles, aunque por su formato cuadrado con esquinas redondas será difícil encontrar otras compatibles. Tampoco es que haga falta, pues serán sumamente cómodas, y hay hueco para que la oreja quede totalmente dentro. Una malla textil acolchada se encarga de tapar y proteger la zona del auricular.
En la parte inferior trasera del pabellón izquierdo será donde encontramos la rueda para el ajuste de volumen en un diseño tradicional. Bastante discreta y de fácil acceso, brindará un ajuste bastante suave y progresivo, así que no hay queja en lo absoluto. En este mismo pabellón por su zona frontal tendremos la conexión jack analógica para el micrófono extraíble. Mediante un leve giro podremos bloquear o desbloquear la varilla para su extracción de forma muy sencilla. Este es un detalle que muy poco o casi ningún auricular barato tiene, así que un punto a favor para Krom.
Respecto al diseño del micrófono se trata de una varilla metálica en forma de oruga muy flexible y que permite libre orientación. Tiene una longitud de 130 mm y un recubrimiento de plástico para su aislamiento y protección. En el extremo de ella tendremos el micrófono con encapsulado de plástico rígido y extremo provisto de iluminación. Resulta suficientemente largo al llegar a nuestra boca, pero tampoco será necesario por tener un buen rango de captura de audio. Echamos bastante de menos un botón para mutear el micrófono de forma manual.
La unión de la diadema con los pabellones auditivos será totalmente fija y sin movilidad o giro disponible. Esto brindará un poco menos de ergonomía de cara a la máxima adaptabilidad a distintas fisionomías craneales de los usuarios, siendo una maniobra para ajustar al máximo el precio eliminando dificultad y trabajo al diseño. En cualquier caso, siguen ajustándose bastante bien a los oídos, y el tipo de diadema permitirá modificar la altura de colocación de los Krom Klaim. La almohadilla hará el resto el trabajo de ajuste para ellos. Soporta una gran abertura más que suficiente para cabezas voluminosas, y en otras pequeñas se agarrará bastante bien evitando movimientos y caídas accidentales.
Características técnicas y experiencia de uso
Dejando atrás el peculiar y trabajo estilo de los Krom Klaim es la hora de contaros la experiencia sonora que nos pueden dar, siendo en definitiva lo más importante de un headset.
En este caso se han utilizado unos excelentes drivers de 50 mm de diámetro cuyo tipo de imán no se llega a especificar, pero que nos darán garantías de buena profundidad de graves por su tamaño. Además, aseguran una frecuencia de respuesta de 20 y 20.000 Hz, cubriendo por tanto todo el rango audible del ser humano. La calidad sobre el papel debería ser muy bueno al tener una baja impedancia de 16 ohms, y en consecuencia, una elevada sensabilidad de 119 dB.
Al tratarse de unos auriculares que solamente admiten conexión analógica, admitirán audio en perfecto etéreo. De hecho, en este caso tendremos Jacks independientes para micrófono y para audio. Tengamos presente que el puerto USB que también se deja ver solamente servirá para encender la luz RGB. El hecho de soportar de forma nativa estéreo no será problema para tarjeta que lleguen a ser compatibles con sonido envolvente virtual, aunque no estarán pensados para ello, pues sus drivers se quedarán justos para este tipo de tareas.
La experiencia auditiva con una buena tarjeta de sonido integrada como la ALC1220 de Realtek va a ser bastante positiva para el ajustado precio tienen estos auriculares. El volumen máximo desde luego cumple con lo que se dice en el papel, brinda una gran potencia, y lo mejor de todo, prácticamente sin distorsión. Los graves se escuchan bastante claros y solamente tenemos una pequeña pérdida de nitidez en medio y agudos.
Eso será a máximo volumen, pero si bajamos a niveles más recomendables para nuestro oído el equilibrio en frecuencia resulta muy bueno. Los graves mantienen una buena resolución para escuchar música electrónica, o disfrutar jugando. En donde notamos un poco de pérdida de prestaciones es en los medios mientras más bajamos de volumen, pues pierden algo de presencia al quedarse un poco embotellados.
El cuanto a el detallado sonido que promete el fabricante, ciertamente lo vemos a un excelente nivel, y en clips de alta resolución y con buena tarjeta de sonido realmente es un headset que saca partido de ellos. Obviamente no llegamos a los niveles de calidad y claridad que pueden dar unos auriculares más caros, pero tampoco es el sector en donde compiten. Haciendo memoria con los Krom Kayle que hace tiempo probamos, estamos en un nivel bastante similar a pesar de que es un equipo más barato.
Pasamos ya al micrófono del Krom Klaim, el cual cuenta con un patrón omnidireccional para la captura de audio. El más indicado sería el de cardioide al eliminar mucho mejor los sonidos provenientes de atrás, pero si queremos un mejor rendimiento siempre podremos comparar el Krom Capsule que ofrece buen comportamiento. Este micrófono integrado tiene una respuesta en frecuencia amplia de 50 a 10.000 Hz, suficiente para uso en chats al ajustarse bien al rango de frecuencias de nuestra voz.
En este pequeño clip de captura vemos que el resultado resulta un poco embotellado, aunque más o menos se entiende claramente. Para no capturar demasiados artefactos como aire, lo hemos colocado un poco alejado de la boca y a la altura de la barbilla. El sonido ambiente no parece tener notable influencia durante la captura, aunque es poquito el que teníamos en ese momento. Con algún que otro filtro que apliquemos podremos mejorar un poco el resultado, pero no llega al nivel para retransmisiones ni grabar vídeos como es normal.
Palabras finales y conclusión acerca del Krom Klaim
De esta forma ponemos fin al análisis de la última creación de Krom en su familia de auriculares. Es un modelo que en cuanto a calidad sonora no aporta demasiadas novedades respecto a los modelos anteriores como el Krom Kayle, aunque sí a nivel estético y por un precio incluso más ajustado.
La experiencia auditiva es bastante positiva e inmersiva para tratarse de un producto de gama de entrada. Los drivers de 50 mm están bastante bien afinados sobre todo en la contundencia de sus graves. A un nivel medio-alto es donde mejor se desenvuelven, en donde el equilibrio de frecuencia es excelente y el detalle permite aprovechar las capacidades de tarjetas de sonido como la Realtek ALC1220 en sus salidas Jack. A volumen bajo hay cierto embotellamiento, y la nitidez con es tan elevada como los headset de 60 euros hacia arriba, pero es algo normal.
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El micrófono ofrecerá una experiencia normal y sin pretensiones, con audio algo embotellado aunque de buen volumen nativo y poca captura de artefactos exteriores. Para chats mientras jugamos y tareas del estilo será suficiente, pero no esperemos tener un micro apto para podcast o streaming. Echamos en falta un botón de mute integrado en el headset, aunque se valora positivamente el tener micrófono extraíble para un equipo tan barato.
El diseño no pasa desapercibido, y es uno de los más originales que podremos encontrar en la gama de entrada. Con su diseño de diadema de doble puente, pabellones circumaurales sumamente cómodos y RGB sobre la diadema conquistará a cualquiera que busque un headset gaming sin gastarse una fortuna. Aunque su ergonomía no es amplia, son muy cómodos y se adaptan bien sin apretar ni moverse por su bajo peso de 330 g. Los Krom Klaim estarán disponibles por un precio de solo 29,90 euros, así que no se puede pedir más por semejante ganga.
VENTAJAS |
INCONVENIENTES |
SORPRENDENTE CALIDAD DE AUDIO A VOLUMEN MEDIO-ALTO |
SIN BOTÓN DE MUTEO PARA MICRÓFONO INTEGRADO |
JACK SEPARADOS PARA MÁXIMA COMPATIBILIDAD | A VOLUMEN BAJO HAY UN LEVE EFECTO DE EMBOTELLAMIENTO |
DISEÑO MUY ORIGINAL CON RGB | ERGONOMÍA MEJORABLE |
MUY BAJO PESO, MEJORAR COMODIDAD Y AGARRE |
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MICRÓFONO EXTRAÍBLE |
El equipo de Profesional Review le otorgamos la medalla de plata y recomendado