Si estás interesado en saber qué portátil comprar para trabajar, te vamos a dar una serie de consejos para que elijas de manera acertada. Te hablaremos de las necesidades de hardware que puedes tener, que características debería tener y algunos casos concretos para saber cuál es el mejor portátil que puedes comprar para trabajo.
Índice de contenidos
Cualquier ordenador portátil del mercado se puede usar para diferentes fines, entre ellos el trabajo (o el tan de moda teletrabajo). Pero, vamos a ver cuáles son los requisitos de hardware mínimos (o recomendados) para poder trabajar de manera cómoda y rápida.
Tenemos en el mercado cada vez más portátiles basados en procesadores AMD Ryzen, que se han convertido en una gran alternativa a los portátiles basados en Intel Core. Sin entrar en guerras entre ambos fabricantes de procesadores, vamos a ver que características deben tener estos procesadores.
Lo ideal es que el procesador tenga una configuración, de al menos 4 núcleos y 8 hilos de procesamiento, siendo lo óptimo, una configuración de 6 núcleos y 12 hilos. Es importante también la frecuencia, lo ideal es que la frecuencia base sea de como mínimo 2.0GHz y tenga soporte para tecnología Boost. Si no sabes que es la tecnología Boost, explicado rápidamente es que el procesador aumenta su frecuencia de trabajo si hay mucha carga. No recomendamos procesadores Intel Pentium o Celeron Gold, ya que suelen tener pocos núcleos, suelen carecer de HyperTreading y las frecuencias suelen ser bajas.
Aquellos que sean exigentes y quieran ya comprar un sistema para mucho tiempo, pueden tener en cuenta otros aspectos. Puede ser interesante saber que tipo de interfaz de transferencia de datos ofrecen estos procesadores. Por ejemplo, ya que estamos viendo qué portátil comprar para trabajar, el soporte para Thunderbolt 4 o USB 4 es muy importante para poder conectar monitores, hubs y prácticamente todo lo que imaginemos.
Intel en su 11a Gen de procesadores para portátiles ha incluido los gráficos Intel Xe, que ofrecen un gran salto de rendimiento con respecto a anteriores generaciones de gráficos integrados de la compañía. Por su parte AMD ofrece en sus procesadores para portátiles las iGPU de arquitectura Vega, que tan buen resultado ha dado. Ambas soluciones gráficas son muy potentes y nos permiten ahorrarnos el sobrecoste de adquirir un portátil con gráficos dedicados.
Salvo que vayas a usar aplicaciones pesadas aceleradas por GPU o juegos, no necesitas una tarjeta gráfica dedicada y la integrada es suficiente, incluso para conectar varias pantallas
Tanto las gráficas integradas de Intel como las gráficas integradas de AMD funcionan perfectamente para cualquier tarea que no necesite de la aceleración por GPU, por lo que no debes preocuparte por la gráfica al ver qué portátil comprar para trabajar.
Donde más sentido tiene la GPU es en casos de edición de vídeo, solamente si vamos a darle un uso exigente. Si no, la iGPU puede tener buenas capacidades de codificación.
Muchos editores y desarrolladores (entre otros) suelen optar por portátiles que incluyen gráficos dedicados de NVIDIA. El motivo es la gran potencia que ofrecen y lo bien que van para la paralelización de tareas. Además, las GPU más modernas de NVIDIA tienen los Tensor Cores, especialmente desarrollados para la Inteligencia Artificial y el Deep Learning. El soporte de drivers, además, es mejor en el caso de NVIDIA que en el caso de AMD. Estos son algunos de los motivos que llevan a muchos profesionales a optar por sistemas con procesador Intel y gráfica NVIDIA.
La cantidad de memoria RAM es ya un elemento importante para obtener un buen rendimiento y fluidez en las tareas, pero cuando hablamos de qué portátil comprar para trabajar, importa más. Para tareas cotidianas se recomienda un mínimo de portátil con 8GB de memoria RAM, pero para usos más exigentes se recomienda que tenga al menos 16GB. Muchos software de edición de fotografía, vídeo, creación 3D y otros ya piden al menos de 32GB de memoria RAM para ir bien.
También puedes preocuparte de ver si se puede ampliar la RAM del portátil, por si en un futuro necesitas más. Pero ten en cuenta que la mayoría de ultrabooks, que son perfectos para trabajar, no lo permiten.
No existe ningún tipo de duda en la actualidad sobre la unidad de almacenamiento que debe llevar un ordenador portátil (o sobremesa). Es más, cada vez es más difícil encontrar un portátil que incluya un disco duro de tipo mecánico. Lo habitual es que los portátiles, ya sean profesionales o no, incluyan unidades de almacenamiento SSD. Si bien los SSD SATA son muy buenas, mejor aún si tiene una unidad M.2 NVMe.
Un SSD SATA ofrece entre 6-8 veces más velocidad de lectura que un HDD y también reduce enormemente la latencia de acceso a los datos. Esto se traduce en una fluidez infinitamente superior que es fundamental al buscar qué portátil comprar para trabajar.
La capacidad de almacenamiento es otro de los puntos críticos en cualquier sistema y más si vamos a trabajar. Con el auge de la nube, tenemos menos programas pesados instalados y podemos descargar cosas más rápido, así que la capacidad ya no es tan importante. Podemos vivir perfectamente con 250GB de SSD. Pero si pretendemos instalar muchos programas pesados o trabajar con archivos grandes, deberíamos irnos a 500GB, 1TB o incluso más.
Podríamos comprobar también que la unidad SSD no esté directamente soldada en la placa base, lo cual nos permitirá actualizar la unidad si fuera necesario en un futuro. Los archivos de vídeo 4K son muy pesados y es previsible que los vídeos en resolución 8K pesen aún más, así que la capacidad de 1TB se puede quedar muy corta en un futuro (no tan lejano)
Para obtener el mejor rendimiento y productividad, necesitamos las últimas interfaces físicas e inalámbricas de conexión. La conectividad física se «reduce» a los puertos Thunderbolt 3 o Thunderbolt 4. Estas tecnologías de conexión ofrecen un gran ancho de banda de transferencia de datos y además, permiten la conexión de diferentes hub. Podemos encontrar sistemas hub que expanden la conectividad con puertos de red, lector de tarjeta, puertos USB y otros puertos de conexión.
Sobre la conectividad inalámbrica, aquí tampoco hay mucho que contar, ya que actualmente la mayoría de portátiles ofrecen WiFi 6 o la versión mejorada WiFi 6E. Estas dos son las tecnologías más modernas y las que mejores prestaciones ofrecen al usuario final. Habitualmente se empareja con Bluetooth 5.0 o versiones más modernas de este tipo de conexión para periféricos. Además, cada vez son más los portátiles que agregan la capacidad de insertar una tarjeta SIM para tener conexión 5G y así estar conectados en todas partes con un gran ancho de banda.
Otro de los puntos críticos para muchos es la resolución de de qué portátil queremos comprar para trabajar. Nunca compres algo con resolución inferior a 1080p (1920 x 1080). Si no nos vamos a dedicar al diseño profesional, ya sea de fotografía, vídeo o modelado 3D, con un portátil 1080p podemos ahorrarnos bastante dinero y así obtener una tasa de refresco alta.
Comprueba además que sea un panel IPS o UWVA, o tecnologías mejores como OLED o Mini LED. Nunca TN
El problema de un portátil 4K es que son bastante caros. Lo ideal, para trabajar más cómodamente y tener más calidad gráfica es optar por un monitor de panel 4K. Debemos prestar también atención al tipo de panel, tasa de refresco de la pantalla y la cobertura de color que ofrece la pantalla.
Dos puntos críticos de cualquier ordenador portátil, ya sea para trabajar, estudiar o jugar es la autonomía que nos ofrece y el peso del sistema. Si queremos una gran movilidad, necesitamos encontrar en equilibrio entre la autonomía del portátil y el peso del mismo.
Podemos hacer la siguiente distinción de pesos:
Respeto a la autonomía, cuanto más grande el portátil, no necesariamente tiene que ofrecernos una mayor autonomía. Debemos tener en cuenta que la autonomía que se suele marcar por el fabricante es en tareas multimedia sencillas, como navegar y ver un vídeo, en trabajo intenso será menor.
Este punto es el más complicado de encajar, ya que el portátil de gran potencia, autonomía y ligero no existe, al menos de momento. No quiere decir que los portátiles actuales no sean potentes, sino que en el momento en que agregamos una tarjeta gráfica o un procesador potente, el peso del portátil aumenta y la autonomía disminuye.
Aunque hemos hablado de manera bastante generalista en el apartado anterior, hay algunos segmentos que requieren de unas especificaciones concretas. No es lo mismo comprar un portátil para trabajar redactando textos o para ofimática, que un portátil para programar, edición u otros casos. Vamos a ver algunos casos más o menos típicos que requieren de hardware más especializado, que seguro te sirven para comprar un portátil para trabajar adaptado a las necesidades del software.
Si vas a trabajar con software de diseño como pueda ser SolidWorks o AutoCAD, tus necesidades son bastante específicas. Para SolidWorks se recomienda un procesador con una frecuencia de 3.3GHz, sin indicar núcleos, pero se recomienda una CPU de 6 núcleos y 12 hilos. Además, se indica que es necesario al menos 16GB de memoria RAM y una tarjeta gráfica profesional, como puedan ser las NVIDIA Quadro, RTX A Series (antiguas Quadro) o AMD Radeon Pro WX.
Mientras que para AutoCAD los requisitos son algo más «sencillos» por decirlo de alguna manera. Se requiere un procesador de 3.0GHz, siendo ideal un procesador de 6 núcleos y 12 hilos. Respecto a la memoria RAM, también se recomiendan al menos 16GB, siendo lo mínimo para este tipo de software. Adobe indica en este caso que lo recomendable es una pantalla de resolución 4K y de alta calidad de color. Sobre la tarjeta gráfica, no especifica modelo, pero si que indica que la gráfica elegida debe tener al menos 4GB de memoria VRAM y soporte para DirectX 11. Para este software, como para cualquier otro de este estilo, son recomendables las tarjetas gráficas profesionales de AMD y NVIDIA.
Aquí tenemos dos vertientes. La primera es para aquellos que programan en lenguajes como Python, C#, Javascript, Rust o similares. Estos lenguajes requieren sobre todo potencia de cómputo para la compilación del código. Para este caso sería necesario un buen procesador.
Si vas a estudiar ingeniería informática, no deberías preocuparte demasiado. Al menos en tus primeros años no necesitarás una gran potencia de cómputo, y será quizás cuando entres (por ejemplo) en investigación de inteligencia artificial o en un máster cuando sí necesites más. Céntrate en que sea un buen portátil y cómodo para ti.
Si trabajas con grandes bases de datos como MySQL, tener un procesador potente y una buena cantidad de RAM nos permitirá trabajar de manera más fluida. La página de Oracle nos indica que se requiere de un procesador x86 multinúcleo y 8GB de memoria RAM. Habitualmente para trabajar con esta herramienta se recomienda un procesador de 6 núcleos y 12 hilos y entre 16GB y 32GB de memoria RAM. Lo que indica Oracle es el mínimo, pero si vamos a operar con grandes bases de datos necesitaremos de bastante potencia de cómputo.
No te olvides de que, si vas a tratar con una gran densidad de datos, te vendrá bien tener un SSD NVMe.
Cuando vemos qué ordenador portátil comprar para trabajar, debemos primero informarnos un poco de los requisitos de las herramientas que vamos a utilizar. No es lo mismo trabajar en una oficina que ser programador, hacer diseños 2D/3D o trabajar con bases de datos. Según el ámbito en el cual nos enfocamos, necesitaremos un portátil con unas especificaciones u otras.
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Sobre los requisitos de hardware que podríamos decir mínimos, más o menos lo estándar y óptimo para todos es un procesador de 6 núcleos y 12 hilos con una frecuencia de 3.0GHz. Luego deberíamos tener un SSD de al menos 512GB y si vamos a trabajar con archivos grandes, de 1TB, así como una unidad externa con interfaz Thunderbolt. Respecto a la memoria RAM, lo recomendable para la mayoría de casos es de 16GB con una frecuencia de 3200MHz. Para ofimática no se requiere de tarjeta gráfica o podemos optar por buscar un portátil con una por si queremos echar unas partidas despues de trabajar. Si vamos a operar con software como AutoCAD, destinados a diseño 2D y 3D, o ideal es una tarjeta gráfica profesional, aunque podemos optar por una gráfica gaming, ya que el portátil son saldrá algo más económico.
Indicar unos requisitos mínimos es relativamente sencillo, pero cuando nos adentramos en herramientas concretas, la cosa se complica. Es por esto mismo que vale la pena invertir tiempo en investigar las recomendaciones del desarrollador del software y las recomendaciones de otros usuarios.
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