¿Buscas ampliar una tarjeta gráfica para portátil? Si crees que la GPU que lleva ya se ha vuelto obsoleta, o simplemente buscas un aumento de rendimiento en juegos, es muy razonable querer ampliarla. Pero, ¿es posible realmente? ¿Hay manera de mejorar la tarjeta gráfica del portátil? En este artículo lo analizaremos, así que no dudes seguir leyendo.
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Hay básicamente dos formas de llevar una tarjeta gráfica para portátil:
Un portátil puede tener lo primero o lo primero y lo segundo a la vez. Si solo llevamos gráficos integrados, podríamos querer ampliar el procesador o añadir una gráfica aparte internamente. En caso de que tengamos una GPU dedicada, entonces podríamos querer cambiarla por otra.
Que esto sea así no tiene que ver con una pretensión de los fabricantes a hacer sus equipos menos actualizables, sino por las grandes limitaciones de espacio que plantea un portátil. Por una parte, necesitamos que sea lo más fino posible, algo incompatible con instalar una ranura para una expansión de tarjeta gráfica. Por otra, el espacio en la placa base no es infinito y también hay que dejárselo a la refrigeración, baterías, etc.
¿Pero de verdad no existe ningún portátil que tenga la tarjeta gráfica extraíble? Vale, lo cierto es que sí hay alguna que otra opción.
Por ejemplo, los equipos personalizables Clevo y Eurocom incluyen la posibilidad de cambiar la tarjeta gráfica, ya que esta se conecta como un módulo para la placa base del portátil. Sería tan sencillo como conseguir otrommódulo y listo.
También hay fabricantes, generalmente desconocidos, que se animan a conseguir algún tipo de modularidad en la parte de la tarjeta gráfica. Pero son la norma y no la excepción, desde luego hoy en día no encontramos absolutamente ningún equipo portátil de una marca “normal” que permita cambiar la GPU interna de algún modo.
No solo se han usado en equipos de Clevo o Eurocom, sino que grandes fabricantes como MSI, Alienware/Dell, HP, Lenovo, Asus o incluso Apple (en sus iMac) han llegado a utilizarlos hace unos años. Pero es algo que empezó a quedar extinto poco después de 2015, salvo en portátiles como los de Clevo.
Realmente, es una pena que este estándar no haya tenido futuro, pero seguramente supusiese impedimentos a la hora de diseñar los portátiles que no les habrán gustado a los fabricantes. Si quitando esta característica consiguen diseños de portátiles gaming / workstation mejores (bueno para nosotros) a la vez que limitan la actualizabilidad del portátil (malo para nosotros, bueno para ellos), quedan doblemente contentos, ¿no?
¿Entonces nos hemos quedado sin opciones, o no? Afotunadamnete, sí hay maneras de ampliar la tarjeta gráfica de un portátil, y básicamente se reducen a realizar una ampliación desde fuera.
Es decir, tenemos que encontrar la manera de conectar una tarjeta gráfica al exterior del portátil y que esta funcione al máximo rendimiento posible, pues es obvio que si (por ejemplo) usamos un conector USB normal no se va a proporcionar el ancho de banda necesario para que la gráfica funcione, ¿no?
A continuación vamos a ver las opciones más comunes para ampliar una tarjeta gráfica para portátil por fuera, y luego entraremos más a fondo en si es algo que merece la pena o no.
El primer método es la tecnología Intel Thunderbolt, que es tan revolucionaria como fundamental, para este propósito. Básicamente, está pensada para conseguir todas las posibilidades de conectividad posibles en un único puerto, que ahora mismo es el USB-C.
Debido a esto, se han popularizado en los últimos años carcasas de GPU externa con conexión Thunderbolt, como es la Gaming Box de Gigabyte Aorus. De esta forma, lo que se consigue es conectar una tarjeta gráfica completa de ordenador a un portátil, consiguiendo además aprovechar casi todo su rendimiento. Analizaremos más adelante en el artículo si merece la pena o no.
Si bien dentro de la carcasa con la gráfica nos encontraremos una GPU soldada y no reemplazable, es posible que podamos, precisamente, cambiar todo ese aparato por una GPU mejor.
Pues bien, se han llegado a vender expansiones ExpressCard para gráficas, otra cosa es que funcionen o sean útiles, algo que al menos en mi caso personal no ha sido así. Pero en este tipo de equipos no hay otra opción.
Pues bien, ahora la gran cuestión es hasta qué punto merece la pena un portátil con gráfica externa, específicamente comprar un accesorio de eGPU mediante Thunderbolt. La realidad es que tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
La ventaja está más que clara, y es que es un método totalmente válido para cumplir nuestro propósito, que es ampliar la gráfica del portátil y obtener un mayor rendimiento. Además, gracias a las capacidades de Thunderbolt esto se hace sin pérdida de rendimiento apreciable, es más, rendirá mejor pues estaremos montando tarjetas gráficas que son de escritorio, no de portátil, con todo lo que eso conlleva.
Otro inconveniente está en la portabilidad. El hecho de tener una carcasa así de aparatosa puede afectarle muy negativamente. Aunque esto a veces es positivo, porque hay gente que necesita el portátil para tareas ligeras fuera de casa, así que compran un ultrabook con gran autonomía, y luego en casa conectan la tarjeta gráfica externa, y a jugar.
Pero si necesitamos la gráfica también fuera, o queremos una movilidad libre del ordenador, una carcasa de GPU externa no es lo recomendable. Así de simple.
Última actualización el 2024-11-21
Ampliar la tarjeta gráfica de un portátil es un propósito totalmente razonable. Cuando esta se vuelve obsoleta, o empezamos a requerir de una mejor potencia de GPU para juegos u otras aplicaciones, en un ordenador de sobremesa podemos cambiarla sin ningún problema. ¿Por qué no querer lo mismo con un portátil?
Lamentablemente, debido a cómo se diseñan los portátiles, donde es imprescindible aprovechar el espacio, las tarjetas gráficas de casi cualquier portátil no se pueden extraer y reemplazar. Están soldadas directamente a la placa base, y cualquier otra solución es inviable porque ocuparía demasiado espacio.
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Aunque hay algunas excepciones en las que el interior del portátil es “modular”, la única alternativa real que queda a nuestra disposición es la de instalar una tarjeta gráfica externa o eGPU. Es la única manera viable de ampliarla.
Además, para hacer eso es casi imprescindible contar con puertos Thunderbolt. Aunque algunos portátiles viejos incorporan otras maneras, Thunderbolt es la opción más razonable ya que nos permite trabajar directamente con el bus PCI Express.
Como decimos, ampliar la tarjeta gráfica del portátil mediante Thunderbolt puede ser una muy buena idea, pero hay que tener en cuenta todos los inconvenientes. Y es que las carcasas de gráfica externa son caras y aparatosas, y evidentemente no tendremos la opción de que sean “portátiles”, ya que tendrán que estar conectadas a la alimentación.
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