Volvo va a por Tesla, y la mejor forma de hacerlo es aliándose con NVIDIA para el futuro de sus vehículos autónomos. El plan es crear su propio sistema operativo, mejorar la densidad de la batería e implantar Drive AGX Orin a partir de 2022.
Señores y señoras, para esto sirve la Inteligencia Artificial que tanto ha anunciado NVIDIA durante estos años. Ahora, es una empresa líder en dicho sector y, en concreto, tiene una gran experiencia en el campo de los vehículos autónomos porque ya trabajó con Tesla. Hoy, Tesla es un referente en dicho aspecto, así que Volvo saber cuál es el caballo ganador.
Tesla contó con NVIDIA para crear su sistema operativo y trabajar en la conducción autónoma en coches. Sin embargo, Elon dejó tirado a Jensen para montárselo por su cuenta, algo que podría volverse en su contra. Volvo ya ha trabajado con NVIDIA, pero quiere más.
La marca sueca-china ha revelado los planes de futuro para sus automóviles, y entre éstos está colaborar con NVIDIA para:
Una de las claves se encuentra en el Drive AGX Orin, un sistema anunciado en 2019 que hace uso de Tensor Cores basados en Ampere para la conducción autónoma. Contar con el hardware NVIDIA supone buscar el mejor hardware y sistemas informáticos o de entretenimiento para los vehículos. No solo eso, NVIDIA colabora con Google para el hardware y software, ¡caballo ganador!
Este chip Orin es una excelencia, y muestra de ello es que Mercedes-Benz lo va a implementar en sus coches a partir de 2024. No hay duda de que Europa ha despertado ante el fenómeno de Tesla y ya han puesto la maquinaria a funcionar: solo hay que ver el interior del Volvo.
Como veis en la imagen, el salpicadero consta de 2 pantallas: una tablet a lo «Tesla» en la consola central y un panel ultrapanorámico al estilo Mercedes-Benz. Por las imágenes mostradas, vemos una estética muy «Apple» y es que la interfaz va dirigida a ser más intuitiva para el usuario.
El sistema operativo de Volvo se denomina VolvoCars.Os, aunque estaría NVIDIA detrás del mismo. En la industria del automóvil se han dado cuenta del poder del software, así que el desarrollo conjunto de hardware y software cada vez se acelerará más.
Hemos visto medidas de seguridad impulsadas por marcas algo polémicas, como es la limitación de velocidad en los coches. Volvo se «copia» de esta estrategia y va a limitar la velocidad a 180 km/h, pero no solo eso: quiere «aumentar la seguridad» enviando datos a sus servidores.
El fin buscado es que el comportamiento de los vehículos en conducción autónoma se mejore, controlándose mejor. Para ello, Volvo se asociará con Zenseact; eso sí, pedirá permiso para recopilar datos (menos mal).
La última tarea pendiente de Volvo es la duración de la batería: se incrementará en un 50% gracias a la colaboración con Northvolt (fabricante sueco de baterías), alcanzando 1000 vatios-hora por litro. Si los cálculos lo fallan, la autonomía del coche debería llegar a los 1.000 km, lo que es una quimera. Además, el tiempo de carga se reduciría a la mitad, lo que sí es un gran avance.
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