Si todavía el 5000D no era suficiente para algunos, aquí tenemos un escalón más, el Corsair 7000D Airflow. Se trata de un chasis en formato Full Tower para aquellos que planeen montar un sistema custom en hardware nivel entusiasta con radiadores de hasta 480 mm. El apellido Airflow hace referencia al frontal tipo mesh que maximiza el flujo, junto a tres ventiladores de 140 mm incluidos. Seguramente veamos una versión X con triple cristal y RGB igual que los modelos inferiores, pero esta vez probaremos la versión profesional por así decirlo. ¿Preparados para mover sus más de 15 kg?
Antes de comenzar, agradecemos a Corsair su confianza en nosotros por cedernos este chasis para su análisis.
Esta Corsair 7000D Airflow ya deja claro en el exterior de su cara de cartón rígido con acabado neutro que tiene un peso superior a 15 kg. Será mejor moverla con ayuda de otra persona por las amplias dimensiones del envoltorio, que superan los 70 cm. Como decoración tendremos bocetos del chasis montado y dividido en trozos, así como una tabla con especificaciones básicas en varios idiomas en la parte lateral.
En esta ocasión vamos a poner la caja boca abajo para extraer su contenido más fácilmente. Estaremos tranquilos por la integridad, pues el chasis vendrá colocado sobre dos grandes moldes de espuma de polietileno y a su vez dentro de una bolsa de plástico. Nos ha faltado un panel de espuma en la parte del cristal, que sin duda se agradecería por su enorme tamaño. Dentro de una caja encontraremos el resto de accesorios.
El bundle contará con los siguientes elementos:
Y no es para menos, porque este Corsair 7000D Airflow cuenta con una brutal altura de 60 cm, 55 cm de largo y 24,8 mm de grosor, superando así a la versión 5000D. Más tamaño implica más capacidad, y es el principal enfoque de este chasis como también lo sería el de la serie Obsidian, pero con una estética renovada y precio más ajustado.
Pero su contundente peso no será solo por tamaño, pues tenemos un chasis interior con acero bastante grueso y reforzado para evitar la deformación. Sorprende lo pesada que es la chapa de acero lateral, quizás demasiado para la función que hace, uniéndose el cristal templado de 4 mm. Soportará placas E-ATX, y la modularidad interior hace que podamos jugar bastante con la estética del conjunto y la configuración de refrigeración disponible, aunque lo iremos viendo detenidamente.
Empezamos con el análisis externo de este Corsair 7000D Airflow, del cual veremos muchas cosas comunes con la versión 5000D al basarse en el mismo concepto.
Pero el primer elemento diferencial con respecto a él estará en la fijación de los paneles laterales, pues en este caso se ha utilizado un sistema de bisagras oscilobatientes trasero. Al ser elementos tan grandes, tendrá todo el sentido del mundo el diseño en puerta, más cómodo y más seguro para su manipulación. Además, se ha colocado un tornillo en la bisagra superior para evitar que se salga accidentalmente.
La cara lateral izquierda cuenta con un enorme cristal templado de 4 mm de espesor con fuerte oscurecido hasta el punto de hacer el efecto de espejo si no tenemos iluminación interior. La fijación frontal será mediante los típicos pasadores a presión, que, tirando de las dos esquinas hacia nosotros, desbloquearemos. Un marco de acero recorre los bordes del cristal para aportar resistencia a la rotura, básica en este caso.
En el lateral derecho se ha utilizado una gruesa chapa de acero para tapar parcialmente la zona. No es una sorpresa encontrar una amplia rejilla con patrón de triángulo junto a la bandeja de la placa base, pues en ella se pueden colocar ventiladores o un radiador de hasta 480 mm. Vendrá de fábula para montajes de doble o triple radiador en circuito custom, siempre asegurando limpieza con un filtro de polvo de grano medio magnético en la zona. Al tener mucho más espacio para cables, este hueco será más útil en esta versión que en las pequeñas.
Seguimos con la zona frontal, de la cual recibe su nombre “Airflow” al encontrar una chapa estilo mesh con patrón de triángulos. De esta forma el flujo de aire en entrada será máximo para este chasis, uniéndose a las dos aperturas a cada lado de la malla. La chapa central extraíble estará fijada con 4 pasadores a presión, contando con un filtro lavable de polvo de grano fino en el interior. Encontraremos dos ventiladores de 140 mm preinstalados en esta zona, que libremente podremos mover a donde más nos convenga.
Nos vamos a la zona superior del Corsair 7000D Airflow en donde encontramos prácticamente el mismo diseño que en el frontal. Una chapa con rejilla central y entradas a los lados, que también se puede extraer fácilmente. Bajo ella encontramos un filtro magnético de polvo de grano medio y más abajo el marco de instalación para refrigeración extraíble. Este último elemento estará fijado mediante dos tornillos de rosca manual, lo cual dará mucha facilidad de manipulación. Recordemos que en los modelos inferiores tenemos versiones con cristal templado aquí y en el frontal, así que esperamos lo mismo para este modelo.
No nos olvidamos del panel de puertos frontal, el cual se ha sido de forma independiente a las dos caras para asegurar una buena modularidad del conjunto. Su capacidad se ha ampliado con los siguientes puertos:
Vamos acercándonos al final del recorrido no sin antes pasar por la parte trasera del chasis, en donde se nota que el espacio sobra por todos lados. Empezamos desde arriba con una abertura extra para facilitar la ventilación, coincidiendo con la zona de fijación de las bisagras. Más abajo tendremos el ventilador de 140 mm preinstalado en modo extracción, soportando también radiadores del mismo tamaño.
Más abajo tendremos una capacidad de nada menos que 8 slots de expansión horizontales, con chapas extraíbles. Junto a él tendremos otros tres slots de expansión para tarjeta gráfica vertical, siendo la elección ideal para GPU con disipadores de gran grosor. Pero atentos porque hay un modo aún mejor para instalar nuestra GPU, y será colocando el adaptador de slots verticales opcional en la zona primaria. De esta forma la tarjeta gráfica tendrá más espacio para tomar aire, y requerirá de un cable riser más corto. Finalmente, abajo tendremos la zona de instalación de PSU sin marco extraíble.
Y terminamos con la zona inferior, que, al contrario de lo esperado, solo cuenta con una abertura justa para que el ventilador de la fuente de alimentación tome aire. No podrá faltar su filtro de polvo lavable y de grano fino. El resto de la zona permanece tapado, mostrando solo las guías de fijación para los armarios de discos duros, sin posibilidad de movimiento hacia los lados, ni falta que hace. Al ser un chasis bastante pesado, las patas serán de acero con tapas de goma antideslizante.
Si nos ha gustado el aspecto externo del Corsair 7000D Airflow, esperad a ver el interior, porque es una maravilla para los que pretendan sacar el máximo partido a su hardware. Junto al enorme espacio principal encontramos el respectivo habitáculo para fuente de alimentación y discos duros, así como un amplio hueco trasero para cables.
Nos concentramos en el espacio principal, el cual soporta placas base Mini ITX, Micro ATX, ATX y E-ATX. Podrían superarse las medias habituales de una placa si retiramos la cubierta lateral de acero que cubrirá la salida de cables y bandeja para radiadores. Serán dos elementos individuales fijamos mediante tornillos por la zona trasera que fácilmente podremos retirar para habilitar zonas de instalación.
La capacidad para el resto de hardware será más que sobrada con las amplias medidas que tenemos. Podremos instalar tarjetas gráficas de hasta 450 mm sin tener en cuenta el posible radiador frontal, y de 370 mm de longitud aproximada sin contar con el espacio reservado para radiador. De igual forma, soporta disipadores de aire para CPU de hasta 190 mm de altura, sin impedimento en caso de colocar una GPU vertical.
En cuanto a los huecos para pasar cables, tendremos dos enormes en el lateral que permanecen escondidos y tapados con goma, otros tres inferiores y dos superiores. Se le une un enorme hueco tras la placa para trabajar en el disipador de CPU de forma cómoda, y un hueco en el extremo de la cubierta de PSU para pasar más cables.
Hemos visto al principio que se incluye un adaptador alternativo para esta zona en caso de que coloquemos radiadores de gran tamaño, renunciando a un armario de discos duros al cortar parte de la zona inferior. Corsair ha pensado en todo, y sabiendo que ya hay PSU con iluminación, se ha colocado una ventana de metacrilato para dejar ver parte de ella en la cubierta lateral. Sobre dicha cubierta también es posible colocar brackets para unidades de 2,5”, aunque no estarán incluidos.
Nos vamos a la zona de almacenamiento de cables del Corsair 7000D Airflow, que será una verdadera maravilla. Para empezar, la zona se divide en dos partes, una izquierda en donde es posible instalar ventiladores o radiador, y una derecha con puerta de acero sobre bisagras para almacenar cables. Inicialmente se fija mediante dos puntos magnéticos, pero podremos retirar las gomas y bloquearla con sus respectivos tornillos en caso de que los cables hagan demasiada presión.
Al abrir esta puerta descubrimos el amplio hueco inferior para PSU y nada menos que dos armarios para discos duros extraíbles. La columna central ya cuenta con los cables del panel I/O enrutados y fijados mediante tiras de velcro. La esquina superior cuenta con otro canal para cables secundarios y junto a éste el pequeño microcontrolador que podrá gestionar hasta 6 ventiladores con cabeceras PWM de 4 pines. En este modelo no tenemos controlador para iluminación, pues tampoco se han implementado elementos que la integren.
Si deseamos aún más espacio para cableado, podremos retirar la bandeja para ventiladores lateral retirando un total de 4 tornillos fácilmente visibles. De esta forma se libera más espacio sin quedar visible desde el compartimento principal al mantenerse la cubierta. Otra opción viable sería retirar directamente la puerta interna, ya que, al tener una chapa exterior opaca, los cables permanecerán ocultos y aumentará un poco el grosor libre.
Aprovechamos la situación para centrarnos en la capacidad de almacenamiento del Corsair 7000D Airflow, que no será tan extrema como en los chasis de Fractal, pero sí suficiente para montar una gran estación de trabajo.
Comenzando por la zona más evidente, tendremos dos armarios con tres bahías cada uno compatibles con discos duros de 3,5 y 2,5”. Obviamente será la zona indicada en caso de que tengamos unidades mecánicas de gran tamaño, pero en su defecto, libremente podremos retirar estos armarios para dejar espacio a los cables. Contamos con bandejas de plástico rígido extraíble que facilitarán el trabajo de instalación de unidades. Serán elementos apilables, es decir, sobre un armario podremos colocar otro y así ampliar la capacidad aún más.
La zona de cables nos deja un total de tres brackets exclusivos para unidades de 2,5” junto a una chapa tras la placa base que admite una unidad de 2,5”. Esta última tendrá un carácter bastante opcional, y no recomendamos su uso a menos que ya tengamos todo lo demás lleno. Los brackets traseros podríamos recolocarlos sobre la cubierta de la PSU en el compartimento principal, ya que hemos visto los huecos que hacen posible su instalación.
Tal y como viene de fábrica, el chasis admitirá un total de 6 HDD de 3,5” y 4 unidades de 2,5”, o bien un máximo 10 SSD/HDD de 2,5”. Si compráramos elementos de expansión, podríamos llegar hasta los 9 HDD de 3,5” o 7 + 9 SSD/HDD de 2,5”. Esperamos habernos explicado de forma más o menos clara.
Vamos a tratar detalladamente la capacidad de refrigeración y posibilidades que nos brinda este Corsair 7000D Airflow, que van a ser muy amplias.
Empezando con la capacidad de ventiladores, tendremos las siguientes posibilidades:
De esta forma tendremos una capacidad total de 12 ventiladores de 120 mm en el chasis, o bien 10 ventiladores de 140 mm. Ya contamos con tres unidades de 140 mm preinstaladas, si bien estas no contaran con iluminación RGB integrada. Para ellos tendremos un microcontrolador con capacidad para 6 unidades PWM con cabeceras de 4 pines y sin capacidad de iluminación. No admite gestión desde iCUE, pero cuenta con una cabecera que conectaremos a la placa base, o bien controlador Corsair estilo Commander Core o Commander Pro para configurar el perfil de RPM en conjunto.
Pero este chasis está pensado para añadir muchos más elementos, si bien la configuración base será suficiente para cubrir las necesidades del hardware y darnos un buen flujo de aire interior. Lo normal sería optar por ventiladores de 140 mm para combinarse con los ya presentes, y reservar la bandeja lateral para un posible radiador AIO o custom de gran formato.
Hablando de radiadores, la capacidad será la siguiente:
De lo mejorcito que podemos encontrar ahora mismo en la nueva generación de chasis, soportando radiadores extremos con capacidad para 4 ventiladores de 120 mm. Nosotros en esta ocasión lo probaremos con el sistema AIO más potente disponible de la marca, el Corsair H170i ELITE CAPELLIX con un radiador de 420 mm y sus tres ventiladores de 140 mm A-RGB.
Este sistema será un buen complemento para los que apuesten por el Corsair 7000D Airflow, pero creemos que todavía se le podría sacar bastante partido con un sistema de refrigeración Custom Hydro X. Será la inversión más segura si planeamos integrar de una vez, o poco a poco todos los elementos en un circuito, y más ahora que hay bastantes placas con bloques RL integrados para sistemas EK.
El grosor no será un problema para combinar varios radiadores, aunque obviamente debemos respetarlos los huecos existentes y el tamaño ocupado.
En cualquier caso, queda claro que las posibilidades son muy amplias, y creemos que pocos usuarios tendrán planeado para llevar al límite la capacidad de este chasis. Debemos de tener en cuenta también el espacio que ocupará la bomba de agua en un circuito custom, que reducirá el espacio lateral en función del tamaño y formato elegido.
Para realizar las pruebas de montaje y temperaturas en el Corsair 7000D Airflow, vamos a utilizar la siguiente configuración de hardware:
El montaje va a plantearlos muy pocos problemas como es evidente por el espacio disponible, aunque sí hemos hecho algunos ajustes para mejorar la capacidad y facilitar aún más la instalación de los cables. Con el hardware que hemos elegido, nos hemos dado el lujo de retirar los dos armarios de discos duros inferiores y el marco lateral para aumentar el espacio.
La cubierta lateral de los huecos para cables tradicionalmente ha sido un problema para meter y conectar las extensiones Cablemod en la placa, así que la hemos retirado temporalmente. Una vez colocada la placa base, conectados los cables de alimentación ATX y PCI la hemos vuelto a colocar sin forzar así estas extensiones. Así mismo, nos hemos servido del canal trasero extra para fijar mediante tiras de velcro los cables EPS que se dirigen a la placa.
Lo cierto es que no habrá mucho más que destacar en cuanto a estrategia de montaje. La instalación de la PSU se realiza por el lateral con total facilidad, y la tapa interior no será demasiado problema por el buen grosor disponible para guardar cables. Para evitar que se abra, la podemos atornillar en sus dos puntos de fijación magnética.
Los cables extras que vienen desde el panel I/O, y los del sistema de refrigeración líquida, serán los siguientes:
Una gran cantidad de cables sin lugar a dudas, pero no han planteado problema alguno de capacidad incluso sin habernos esforzados en colocarlos perfectos y bonitos para la galería. A ellos se le suma el espacio que ocupará el microcontrolador del sistema AIO RL, un Corsair Commander Core con 6 + 6 entradas PWM y RGB, que colocaremos en el espacio tras la placa base.
El resultado estético final del Corsair 7000D Airflow vendrá condicionado con la presencia del sistema de refrigeración líquida que hemos probado en conjunto. Sin este, será un chasis elegante, con estética profesional y sobrio al no contar con más elementos de iluminación que los instalados en el hardware y a decisión del usuario.
En este caso no hemos mostrado lo resultados de temperatura para este chasis al utilizar un sistema de refrigeración líquida y distinto GPU a lo habitual. Pero podemos decir que el amplio espacio interior y el flujo de aire generado por los ventiladores asegurarán un hardware fresco en todo momento. El H170i de Corsair es impresionante, y mantiene a solo 49oC de medio el 2700X, mientras que la RTX 3080 se mantiene en unos 70oC bajo estrés continuado.
Ya hemos comentado que esta versión podrá llegar mucho más lejos, pues admite grandes radiadores y sistemas de refrigeración custom casi al nivel de una Obsidian 1000D. Soportando radiadores de 480 mm, grosor extendido y por supuesto bombas de agua de cualquier tamaño. A esto se le suma una increíble cantidad de espacio para almacenamiento o en su defecto para cables, gracias a un interior de buena modularidad, muy cuidado y con excelente estética.
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Hablando de estética, el exterior se presenta sobrio y elegante, aunque sin iluminación integrada. En esta versión Airflow se priorizando la ventilación, con grandes aberturas malladas y solo una cara ocupada por cristal templado. Una posible versión 7000D de cristal rivalizará aún más con el chasis tope de gama del fabricante. El enorme tamaño hace que sea un chasis pesado y difícil de colocar en escritorios normales, así que estudiad antes vuestro espacio y cómo lucirlo mejor.
El precio del Corsair 7000D Airflow será de aproximadamente 260 euros, quedándose muy por debajo de la familia Obsidian y de las Define 7 XL de Fractal, que no es decir poco. Toda esta nueva serie 4000, 5000 y ahora 7000 presenta una excelente calidad /precio, así que una vez más, debemos de recomendarla para montajes de alto nivel.
| VENTAJAS | INCONVENIENTES |
| + TAMAÑO EXTENDIDO | – NINGÚN ELEMENTO RGB |
| + ESTÉTICA Y CONSTRUCCIÓN | – MICROCONTROLADOR BÁSICO PARA SU NIVEL |
| + LA MEJOR OPCIÓN PARA RL CUSTOM CON RADIADORES XL | |
| + TRABAJO DE DISEÑO INTERIOR EXCEPCIONAL | |
| + CALIDAD/PRECIO |
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