Ya está aquí la presentación de Windows 11, un sistema operativo que sucede a Windows 10 con una interfaz más bonita, pero que funciona de la misma manera. La novedad protagonista es la interfaz, la cual tiene defensores y detractores desde el inicio.
Este 25 de junio amanece de forma distinta para Microsoft porque ya ha puesto la primera piedra para Windows 11. Desde ya, nos presentan la nueva versión de su sistema operativo estrella, cuya compatibilidad no va a gustar a ciertas personas. De todos modos, Windows 10 tendrá soporte hasta el 2025, en teoría.
Se trata de la presentación, que no lanzamiento, de Windows 11, un sistema operativo del que hemos hablado mucho las últimas semanas. Según Microsoft, obtendremos una nueva perspectiva porque podremos mejorar la organización del escritorio con tan solo un clic.
Esto es rápido para la multitarea y para aquellos que trabajen con varios programas a la vez. De este modo, podemos aplicar el diseño de «acoplar» para una experiencia más agradable con tan solo un clic. La novedad principal de este S.O es la interfaz, que se lleva todo el protagonismo del acontecimiento de hoy.
Aunque ya la repasábamos en nuestra review de Windows 11 (una versión filtrada), el menú de inicio se renueva con nuevo diseño a lo «Mac», ofreciendo la posibilidad de su disposición en forma de dock central o en el clásico lugar: la esquina izquierda.
Se han cambiado los iconos, así como las ventas tienen bordes redondeados, ¡adiós a las esquinas! Personalmente, me gusta más, pero su barra de tareas nueva pronto ha recibido críticas: es un poco más ancha que la de Windows 10. Esto resta espacio al escritorio, y, según la resolución, es una desventaja.
Regresan los famosos widgets, pero sin estar en la barra lateral derecha, como ocurría con Windows Vista. En este apartado podremos tener un feed con accesos directos muy interesantes, como si de un smartphone se tratara. Podemos gestionarlo todo nosotros, eligiendo qué información nos mostrará: calendario, fotos, Edge, el tiempo, tareas, feed de noticias, etc.
Microsoft ha apostado por potenciar su Xbox Game Pass, una nube gaming que compite con Google Stadia y NVIDIA GeForce Now, entre otras. Se acabó necesitar un PC Master Race para jugar a juegos en calidad Ultra; eso sí, en 1080p y a 60 FPS. Básicamente, vendrá instalado con Windows 11.
La presentación de Windows 11 comportará «recortes» porque Microsoft ha tomado ciertas decisiones respecto a funciones o programas que teníamos en Windows 10. A modo de resumen son las siguientes:
Este asunto lo ha abordado nuestro compañero Gustavo, quien ha compartido los requisitos mínimos de Windows 11. Igualmente, deciros que Microsoft ha puesto a nuestra disposición una pequeña App para comprobar si podemos actualizar a Windows 11.
Si resulta que vuestro equipo no puede ejecutar Windows 11, no asustaros porque es posible que Secure Boot y TPM 2.0 creen conflicto en los equipos más antiguos.
Los requisitos mínimos son:
Personalmente, tengo un Ryzen 5 1600 y me ha salido que no puedo ejecutar Windows 11. Esto lo tratábamos en la review del S.O que hicimos, obteniendo un error cuando íbamos a instalar Windows 11, el cual se solucionaba activando dichas opciones desde BIOS.
Todavía queda mucho por ver, pero los primeros benchmarks de Windows 11 demuestran que no hay mejora de rendimiento en videojuegos respecto a Windows 10.
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