Las consolas PS5 y Xbox Series X de nuevo generación llevan unos meses entre nosotros. Y ahora con más perspectiva tras su lanzamiento, hacemos una comparativa entre ambas para ver los pro y contra de cada una de ellas en diversos apartados.
Realmente, hay aspectos en los que destaca una sobre otra, pero ya adelantamos que, en líneas generales ambas son muy buenas consolas. Y los aspectos más decisivos pueden ser el catalogo, la preferencia por la ergonomía de sus mandos o sus planes de suscripción. Pulsa Start y comencemos con el combate.
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El diseño es un aspecto muy subjetivo, como ocurre en todo tipo de productos tecnológicos. Sin embargo, si es cada vez más importantes que las consolas estén diseñadas con un factor de forma que les permita refrigerarse de la mejor manera posible debido al gran desempeño que realizan en todo momento.
Uno de las pegas que puede tener para muchos el diseño de PS5 es su tamaño y dimensiones. Tiene una altura de 39 cm, un grosor de 10,4 cm y un largo de 26 cm. Bastante grande y larga. Para mantenerla horizontal o vertical hace falta usar el soporte que incluye.
Mientras que el peso, que es de 4,5 Kg en PS5, es muy cercano a los 4,44 Kg de Xbox Series X. El hardware requiere su peso. La edición de PS5 sin lector de discos si es verdad que es algo más delgada y pesa solo 3,9 Kg.
Por otro lado, la Xbox Series X dispone de un diseño mucho más clásico y sobrio en forma de bloque vertical rectangular en color negro mate. Las rejillas de ventilación se sitúan en la parte superior, con forma cóncava, y algunas en la parte posterior. Sus medidas de 15,1 cm de ancho y largo, y 30,1 cm de altura la hacen más fácil de colocar en nuestros salones o habitaciones. Por su diseño, no necesita peana ni en vertical ni en horizontal.
En este apartado la comparación queda un poco en empatada según los gustos. Aunque ciertamente Xbox gana en cuanto a que es menos aparatosa y engorrosa de montar.
Ambas consolas tienen algunos aspectos a destacar sobre la otra, pero justamente el corazón de ambas está creado por AMD.
En el caso de PS5 la CPU es un Ryzen ZEN 2 de 8 núcleos y 16 hilos a 3,5 GHz con una GPU Radeon RDNA de 36 CUs a 2,3 GHz que alcanza 10,28 TFLOPS.
La Xbox Series X es un poco más potente al montar también una CPU Ryzen Zen 2 de 8 núcleos pero puede alcanzar hasta 3,8 GHz. Su GPU también AMD Radeon RDNA tiene 52 CUs a 1,825 GHz y puede alcanzar 12,15 TFLOPS.
En memoria anda más o menos de la mano. Ambas tienen 16 GB de memoria gráfica GDDR6. El ancho de banda en PS5 es siempre hasta 448 GB/s mientras que en Xbox Series X, 10 de sus GB pueden alcanzar los 560 GB/s y los restantes 6 solo llegan a 336 GB/s.
Si hay una notable diferencia en la velocidad de los SSD NVMe personalizados de 1 TB que ambas montan y que al final quedan reducidos en torno a 800 GB. Una capacidad que se llena fácilmente. Las velocidades que alcanza el de PS5 es de 5,5 GB/s sin compresión y 8,9 GB/s comprimidos. El de Xbox Series X se queda en la mitad con 2,4 Gb/s sin comprimir y 4,8 GB/s si se comprime.
Te recomendamos la lectura de nuestra guía de como añadir un SSD a una PS5.
Estas memorias se podrán expandir en un futuro. En PS5 con SSD NVMe y en Xbox Series X con una tarjeta propietarias. En ambas se pueden conectar disco duros o SDD externos, pero para juegos de la generación anterior o vídeos e imágenes. En este aspecto la consola de Sony permite mayor versatilidad.
En otros aspectos, ambas tienen lector UHD Blu-ray 4K, a excepción del modelo de PS5 sin lector, claro está. Además del puerto HDMI 2.1, traen cada una 3 puertos USB. En el caso de Xbox Series X son todos USB A normales con versión 3.1. La PS5 si viene más actualizada con sus puertos 3.2, de los cuales uno de ellos es de tipo C, que puede transmitir más energía.
En conectividad, ambas traen puertos Ethernet 802.3 10/100/1000 pero difieren en el Wi-Fi y Bluetooth. La Xbox Series X tiene Wi-Fi 5 de doble banda y Bluetooth 5.0. La PS5 da el salto al Wi-Fi 6 y Bluetooth 5.1.
Cada mando de cada compañía tiene sus cosas buenas y malas. En la PS5 solo se pueden usar los mandos de este modelo, es decir, los Dualsense. Ninguno de los mandos de las consolas anteriores son compatibles con la PS5. Esto es debido a que el Dualsense tiene funciones especiales no vistas en ningún mando de la marca, como la vibración háptica, que es más sensitiva; los gatillos adaptativos, que se ponen duro o hacen fuerza o el micrófono que se incluye.
Sin embargo, se podría jugar casi perfectamente a la mayoría de juegos de PS5 con un Dualshock 4, solo que se perderían esos matices. Si Sony no lo permite es porque quiere promover la venta de Dualsense, nada más. Y es cierto, que tanto la vibración háptica como los gatillos, añaden una gran capa extra de inmersión que viene muy bien. En shooters es genial sentir el retroceso del gatillo. Parecía que era un añadido que pocos juegos usarían y la verdad es que al final lo están usando más juegos de lo esperado.
Un aspecto que siempre se ha visto favorecido en los mandos de Xbox, es su factor de forma. Casi desde sus comienzo están muy bien diseñados y el hecho de tener el joystick izquierdo arriba y la cruceta abajo es un gran acierto que Sony nunca ha copiado. Los mandos de Xbox, sobre todo los últimos, destilan una gran calidad. Aún así, la compañía de Redmond se está pensando si incluir en el futuro características como los gatillos adaptativos en sus mandos de Xbox.
Por otra parte, personalmente sigo prefiriendo la posibilidad de cargar los Dualsense por cable en lugar de con las dos pilas AA requeridas en los mandos de XBOX. Aunque pueden usarse pilas recargables y eso favorece poder cambiarlas al vuelo y disponer de plena carga al instante, cosa que no ocurre con los Dualsense. Lo mejor es que la autonomía en ambos es bastante buena esta generación.
En este apartado, ambas consolas están muy ajustadas, pero se nota mayor innovación en los mandos de PS5.
Ambas consolas tienes características comunes como la posibilidad de mostrar resoluciones 4K e incluso hasta 8K en un futuro, aunque es una resolución por ahora muy poco probable que se use. La tasa de fotogramas en ambas puede llegar también hasta un máximo de 120 Hz si se usa un televisor con puerto HDMI 2.1.
Esta tasa de refresco de 120 Hz solo se usa hoy en día en muy pocos juegos, como en el multijugador de Call of Duty Warzone. Lo normal es que el estándar esté en 4K a 60 fps, e incluso en estos casos, es necesario desactivar algunos ajustes gráficos como el Ray Tracing para lograr los 60 fps o usar un 4K dinámico. Si se desea jugar a algunos juegos con los mejores gráficos, la imagen desciende a 4K a 30 fps.
Entre las características, PS5 sigue manteniendo el modo reposo para mantener la consola y la partida por el mismo punto que la dejamos. En este modo también se siguen cargando los mandos por cable y se bajan actualizaciones automáticas de juegos. No se puede desconectar de la corriente si no queremos perder el progreso suspendido.
Xbox Series X, por otro lado, tiene una función llamada Quick Resume, que es incluso más interesante que el modo reposo de PS5. En la consola de Sony solo podemos tener un juego abierto y si abrimos un segundo juego, el primero se cierra. En Xbox Series X, podemos tener varios juegos abiertos y continuar la partida exactamente desde el mismo punto en que lo dejamos. Lo mismo ocurre si apagamos la consola o incluso si la desenchufamos de la corriente. Al conectarla, los juegos seguirán en el mismo punto.
Otro gran aspecto de Xbox Serie X es el Smart Delivery que, permite comprar cualquier juego para una de sus consolas y si posteriormente tenemos una consola superior de Microsoft y es posible jugar a una versión optimizada para la nueva consola, no habrá coste para esa versión. En PS5 en algunos casos la actualización es gratuita pero en otras es necesario pagar por ello.
Mientras que muchos de los juegos de Xbox ya han sido mejorados automáticamente para lucir mejor en Xbox Serie X y aprovechar la mayor potencia y resolución. En PS5 los juegos mejorados son contados y hay que ir esperando a que vayan saliendo poco a poco parches para cada juego.
La PS5 cuenta también con la tecnología Tempest 3D que crea un sonido envolvente virtual bastante conseguido cuando sea usan auriculares.
Microsoft y Sony mantienen desde hace años sus sistemas de suscripciones mensuales de pago. Xbox Series X necesita el Xbox Live Gold para jugar a muchos juegos multijugador, y de paso, cada mes regala algunos juegos. PS5 hace lo mismo con Playstation Plus para poder jugar a juegos multijugador y regala cada mes algunos juegos para PS4 y exclusivo para PS5. Además, quien sea Plus en PS5 podrá descargar desde el primer día 20 grandes juegos que se lanzaron durante la vida de PS4 con la oferta Playstation Collection. En este aspecto están bastante igualadas.
PS5 hace lo mismo con su servicio Playstation Now y multitud de juegos de sus consolas anteriores. En este caso, la mayoría son juegos de PS4 y no se añaden juegos recién lanzados o de PS5. Los juegos se pueden descargar o también jugar en streaming a 720p.
En el apartado de juegos, actualmente la balanza se decanta más por PS5. Las dos consolas han sacado un buen número de juegos multiplataformas, pero en lo que respecta a exclusivos propios, es la consola de Sony quien ha sacado más hasta la fecha. Hasta la fecha en Xbox Series X solo se ha lanzado el exclusivo The Medium. Otros juegos como Halo Infinite, Microsoft Flight Simulator, Scorn o Warhammer 40K: Darkside, entre otros, se espera que se lancen de aquí a final de 2021.
En PS5 ya se lanzaron con la consola tanto Demon’s Souls como Sackboy: A big Adventure, Godfall y la remasterización del Marvel’s Spider-Man con la historia extra de Miles Morales. Desde entonces y hasta ahora, se han lanzado juegos exclusivos como Bugsnax, Destruction AllStars y Returnal. Juegos como Ratchet and Clank: Rift Apart, Deathloop o Gran Turismo 7 llegarán también este 2021.
La Xbox Series X solo tiene una única versión con lector a 499,90€. Para aquellos que quieren una consola más reciente sin gastar tanto, Microsoft también lanzó la Xbox Series S con CPU Zen 2 de 8 núcleos a 3,6 GHz. La GPU es una AMD RDNA 2 de 20 CUs a 1,565 GHz que alcanza hasta 4 TFLOPS con 8 GB de memoria gráfica GDDR6 a 224 GB/s y 2 GB a 56 GB/s. El disco SSD NVME es de 512 GB y la resolución no alcanza los 4K nativo sino que que reescala desde 1.440p hasta a 60 fps. Su precio es de 299€.
En el caso de PS5 existen dos versiones, una con lector de discos por 499,90€ y otra versión digital sin lector de discos por 399,90€. Esta última tiene un muy buen precio si se juega solo a juegos digitales, pesa menos y hace menos ruido al prescindir de la lectura de discos.
Como hemos comentado en varias ocasiones, muchos de los aspectos para elegir una consola son, fundamentalmente, subjetivos. El diseño, el software o el precio y hardware tan similares, pueden ser poco decisivos a la hora de elegir una de ellas. Cierto que en el apartado de hardware, Xbox gana ligeramente en potencia y PS5 gana en velocidad de almacenamiento SSD.
Otros apartados si son más distinguibles e importantes a la hora de elegir una de ella, como los juegos exclusivos, las suscripciones o los mandos.
¿Pensando donde comprar PS5? Estas son las tiendas a las que le entra stock
Hoy por hoy, por cantidad de juegos exclusivos actuales y la innovación del Dualsense, recomendaría la Ps5. Si se desea una extensa cantidad de juegos a un módico precio, entonces sale más a cuenta tirar por Xbox. Con su Xbox Game Pass se ahorra mucho dinero. Hay que recordar que los juegos en PS5 salen en tienda alrededor de 80€.
Es cierto, pese a todo, que el problema actualmente no es qué consola es mejor, sino poder conseguir una de ella debido a los problemas de stock causados por la pandemia y la falta de stock. Todo se andará. Lo importante, como en esta comparativa, es respetar la opinión de los demás.
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