Taiwán ha tomado medidas drásticas para impedir el avance de China en el mercado de los semiconductores, que pone en peligro a fundiciones como TSMC o UMC. Y es que el gigante asiático está impulsando compañías como SMIC, que intenta competir con la gigantesca y puntera industria taiwanesa de la fabricación de chips, de la que todos dependemos. Veamos qué medidas han tomado y qué consecuencias pueden tener en este proceso iniciado en China.
En Taiwán ya no podrá haber ofertas de trabajo a China: buscan evitar que se vayan ingenieros a compañías como SMIC
Está claro que, dentro del liderazgo taiwanés en los semiconductores, el talento humano es uno de los elementos clave. El país está repleto de ingenieros especializados en esto, que son de gran ayuda para que países menos experimentados en esta rama como China puedan empezar a hacer crecer sus industrias. Con el gran poder y capacidades de este país asiático, establecer una fundición de máximo nivel podría suponer grandes pérdidas económicas y de influencia para Taiwán, de ahí que hayan tomado medidas tan drásticas.
Básicamente, ninguna compañía (tanto taiwanesa como extranjera) podrá publicar ofertas de trabajo que tengan como destino la República Popular China. Todos los listados deben eliminarse, o se impondrán multas. El Ministerio de Trabajo taiwanés lo ha justificado así:
Debido a las tensiones geopolíticas entre EEUU y China, el desarrollo de semiconductores de China ha sufrido contratiempos, y por ello China se ha vuelto más agresiva en la «caza furtiva» del máximo talento en chips taiwanés para ayudar a construir una cadena de suministro autosuficiente. Ministerio de Trabajo de Taiwán
Hay que tener en cuenta que esta prohibición no solo se extiende a las ofertas relacionadas con semiconductores, sino a cualquiera. Aunque si hay una violación de la regulación y tiene que ver con este sector, las multas serán todavía mayores. Además, ni siquiera las compañías taiwanesas podrán hacer estas ofertas de trabajo, siendo el caso de Foxconn o Pegatron.
Hasta el momento, más de 100 empleados de TSMC han sido contratados por fundiciones chinas, como QXIC o la desaparecida HSMC, y lo mismo ha ocurrido con fabricantes chinos de móviles como Xiaomi u Oppo, que se han llevado talentos de MediaTek para fabricar sus propios SoC. Y así con muchas más empresas del sector, todo con el gran apoyo del gobierno chino, interesado en desarrollar un liderazgo e independencia en sectores estratégicos.
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Ahora faltaría saber si se tratará de una medida efectiva o incluso contraproducente, teniendo en cuenta cómo la oferta se extiende a compañías del propio país. En este mundo globalizado en el que vivimos no parece que sea sencillo imponer una norma así, y con la gran ambición de China seguramente encuentren una manera de seguir reclutando a esos empleados. ¿Qué opináis vosotros? ¿Será una medida efectiva? ¿Nos beneficiará a los consumidores que China aumente su liderazgo en semiconductores?