En esta nueva plataforma Z590 no podría faltar la serie VISIO de Gigabyte, la cual verá la luz con dos placas, esta Gigabyte Z590 Vision G que analizamos hoy, y una versión en formato ITX para ocupar menos espacio. El fabricante ha dejado más de lado las funciones gaming para centrarse en la conectividad, al contar con 4 ranuras M.2, dos de ellas Gen4, 3 ranuras PCIe, LAN de 2,5G y USB Gen2x2.
Al tratarse de una placa de gama media en su categoría, no tendremos Thunderbolt, y su VRM baja a 13 fases, aunque iremos más que sobrados para este tipo de trabajos. ¿Quieres conocerla en profundidad para ver si es lo que buscas? Quédate con nosotros en este análisis.
Agradecemos a Gigabyte su confianza en nosotros por cedernos esta placa para su análisis
La Gigabyte Z590 Vision G nos llegará en una caja de cartón rígido en color blanco en todas sus caras. En la zona frontal no encontraremos información relativa a la placa, ya que se encontrará en la zona inferior apoyada por fotos que describen las características clave. Su apertura será tipo estuche. En el interior encontramos un sistema de moldes de cartón para almacenar la placa la y los accesorios, viniendo como siempre dentro de una bolsa de plástico antiestático.
El bundle contará con los siguientes elementos:
Esta placa Gigabyte Z590 Vision G se ha concebido para un enfoque algo más profesional y para tareas de alta carga relacionadas con el diseño. A efectos prácticos contará con chipset Z590 y la misma capacidad, aunque las conexiones de han repartido de forma diferente para incrementar la capacidad de almacenamiento de alto rendimiento, o utilizar varias tarjetas de expansión.
La serie Vision tendrá un característico diseño de disipadores en color blanco, y detalles en morados. Presentándose en este formato ATX estándar y en otra versión ITX que también analizaremos. La mitad superior destaca por el amplio protector de plástico que se encarga de cubrir la zona de conexiones trasera. Se extiende hacia la zona de tarjeta de sonido mediante una cobertura del mismo material, llegando hasta la esquina inferior derecha. Este elemento no tendrá una función de disipación.
El que sí la tendrá será el sistema de doble bloque de aluminio que se encarga de las dos zonas de fases de alimentación. El superior en este caso es el de mayor tamaño con un contundente bloque de aluminio, mientras que el vertical consiste en un bloque aleteado. Ambos se unen en su base mediante un heatpipe de cobre que se cubre de almohadillas térmicas de alto rendimiento para refrigerar MOSFETS y chokes.
La mitad inferior cuenta con un completo sistema de disipadores pasivos para las 4 ranuras M.2 implementadas. Se trata de placas de aluminio de elevado grosor, dos de ellas refrigeran individualmente sus ranuras, mientras que la central cubre dos ranuras centrales y el chipset. Desde el punto de vista de la accesibilidad no es la mejor solución este bloque integral, pero entendemos que, al ser tantas ranuras, no hay espacio para placas independientes. Un segundo bloque interno se encarga de refrigerar el chipset, con un pequeño detalle de metacrilato que no incluye iluminación.
Solamente la ranura PCIe principal tendrá refuerzo de acero, ya que es la que soportará tarjetas gráficas. A nivel de gestión on-board, esta placa contará con botón interno Q-Flash Plus, y un jumper Clear CMOS. Además, incluye una cabecera para sensor de ruido y cabeceras para tarjetas de expansión Thunderbolt. Aunque no tenemos iluminación integrada, sí que se incluyen dos cabeceras RGB 12 VDG y otras dos 5VDG para tiras direccionables.
La capacidad de ventilación consistirá en 6 cabeceras de 4 pines DC/PWM, las cuales podremos gestionar desde la herramienta Smart Fan 6 desde BIOS. Un sistema de 10 sensores de temperatura controlará en todo momento los componentes principales de la placa, pudiendo adaptar el rendimiento mediante curvas de RPM personalizables. O bien adaptar el rendimiento en función del ruido que genere el sistema.
Finalmente, la zona trasera de la placa no contará con protección más allá del típico recubrimiento de la PCB. Todas las soldaduras están lijadas y reducidas para un manejo sin peligros para el usuario, así como pistas de audio separadas para ofrecer la máxima calidad de señal. No se dan más detalles acerca de su construcción.
Seguimos el análisis de la Gigabyte Z590 Vision G conociendo ahora su VRM de 13 fases de alimentación. La entrada de alimentación consiste en una cabecera de 8 pines y otra de 4, con pines sólidos, pero sin refuerzo de acero alrededor.
La etapa de conversión DC-DC cuenta con 13 MOSFETS Vishay modelo SIC649A con potencia nominal de 50A. Ya los hemos visto en más placas Gigabyte o de otros fabricantes por ser de los mejores en la categoría de 50A, controlados por señal PWM tri-estado, con señal de entrada a 19V y salida de 3,3V y 5V. En este caso no tenemos duplicadores de señal, tratándose de fases reales capaces de soportar con solvencia procesadores desbloqueados de Intel como veremos en las pruebas.
La etapa de alisado de señal se compone de los correspondientes 13 chokes o estranguladores de señal, y condensadores sólidos de alta resistencia a temperaturas. El sistema estará gestionado por un controlador Renesas Intersil ISL69269, el cual se encuentra en la gran mayoría de placas de esta generación. Parece que se convierte en el controlador digital de mayores garantías, ya que incluso placas de 1000 euros lo implementan.
Las características de la Gigabyte Z590 Vision G descritas aquí serán muy similares al resto de placas pertenecientes a la plataforma, y lo único más interesante será ver su capacidad de memoria. Contaremos con un socket LGA 1200, presente en ésta y la anterior generación Comet Lake. Ofrece compatibilidad con CPU Intel Rocket Lake de 11ª generación, Intel Comet Lake de 10ª generación, y procesadores Pentium Gold y Celeron con misma arquitectura y troquel de 14 nm. Recordemos que Intel cambiará el socket a LGA 1700 en la siguiente generación.
En cuanto al chipset Intel Z590, es el de mayores prestaciones disponible para la nueva generación, aunque en realidad no es muy distinto del Z490 en lo que a capacidad de conexiones de refiere. Tenemos 24 carriles PCIe 3.0, que se sumarán a los 20 carriles PCIe 4.0 de los procesadores Rocket Lake o bien los 16 PCIe 3.0 de los Comet Lake. La novedad aquí está precisamente en permitir el uso de bus Gen4. La comunicación con la CPU se lleva a cabo a través de bus DMI x8 a 8 GT/s, equivalente a 4 carriles PCIe Gen4.
En cuanto al reparto de carriles, el chipset cuenta con capacidad para 3 ranuras M.2 o 6 puertos SATA, pudiendo albergar hasta 14 puertos USB 2.0. Esta cantidad es equivalente a 10 USB 3.2 Gen1 o Gen2, o bien 3 puertos USB Gen2x2. Además, dispone de capacidad para Thunderbolt 4, hasta 3 fuente s de vídeo 4K con gráficos integrados y conectividad Wi-Fi 6E y LAN 2,5G. Obviamente el reparto de los carriles lo hará el propio fabricante de la placa.
La capacidad de memoria RAM de esta placa será de 128 GB gracias a 4 ranuras DIMM sin refuerzo metálico. Podrá albergar módulos de hasta 5333 MHz gracias al soporte XMP 2.0, mientras que la capacidad nativa de la CPU sería de 3200 MHz en 1:1. Se introducen mejoras en la capacidad de overclocking para RAM + CPU a nivel de BIOS, las cuales ya explicamos en la review de los 11900K y 11600K. Permite bus Dual Channel para memorias Non-ECC Single o Dual Rank.
Será en este apartado en donde tengamos las principales diferencias de esta placa Gigabyte Z590 Vision G respecto a otros modelos, ya que los carriles PCIe se han repartido de una forma peculiar. Tendremos 3 ranuras PCIe en formato x16, no habiéndose implementado ninguna x1. Será importante ver cómo funcionan:
En este caso el chipset llevará mayor peso de conexiones de expansión, aunque en realidad solamente una de las ranuras podrá funciona a su máxima capacidad. No es el reparto óptimo para uso de GPU en paralelo, ya que solamente admite AMD CrossFireX de 2 vías. No sería un obstáculo para minería, ya que las GPU se podrán sincronizar a nivel de software. Y al igual que todas las placas Z590, cuenta con función Resizable Bar para compartir VRAM con CPU.
El apartado de almacenamiento se salda con 6 puertos SATA III a 6 Gbps y nada menos que 4 ranuras M.2, enfocándose claramente el albergar una inmensidad de almacenamiento de alta velocidad. Todas ellas soportarán tamaños de 2260, 2280 y hasta 22110, y funcionarán de la siguiente forma:
Se trata de un reparto no muy habitual, pero es la única forma de conseguir tener hasta 3 ranuras capaces de operar con SSD M.2 PCIe 4.0, mientras que otras configuraciones permiten solamente una o dos interfaces a máxima velocidad. Por lo demás, la placa soportará Intel Optane Memory, así como configuraciones RAID 0, 1, 5 y 10 desde BIOS.
La conectividad de red de esta Gigabyte Z590 Vision G no será su gran característica, ya que solamente contaremos con un chip Intel I225-V de 2,5 Gbps de ancho de banda. Al menos se segura una interfaz de red de alto rendimiento incluso en placas de gama media/alta y media, convirtiéndose en un estándar actualmente.
No contaremos con tarjeta de red inalámbrica, y tampoco existe una ranura CNVi dedicada a ella.
La tarjeta de sonido sí que está al nivel de las placas de mayor precio, ya que se ha optado por un chip Realtek ALC4080, una versión superior al 1220 y muy cercano al 4098 tope de gama. Sus prestaciones nos dejan capacidad para audio en alta definición en 7.1 canales, soportando salida S/PDIF y conectores Jack. En este modelo no se ha incorporado Amplificado dedicado para auriculares como sí existe en placas gaming, aunque ya iremos bien servidos. La calidad está asegurada con pistas R y L separadas físicamente y condensadores japoneses.
Pasamos a ver los puertos traseros y cabeceras internas que nos proporciona esta placa Gigabyte Z590 Vision G. El backplate de puertos estará ya preinstalado en el panel.
En la zona trasera encontraremos:
Serán en total 10 conexiones USB las que tenemos disponibles, una de ellas de 20 Gbps que será buena opción para SSD portables o conectar dock de ampliación de puertos. Gigabyte introduce un diseño VisionLINK, que básicamente consiste en darnos la máxima cantidad de opciones de conectividad y versatilidad para todo tipo de periféricos. El USB Gen2x2 cuenta también con soporta para señal de vídeo DisplayPort 1.4, y power delivery de 60W, ideal para conectar y alimentar monitores, Tablets, y otros periféricos.
Se completarán las tres interfaces de vídeo con puertos HDMI y DisplayPort dedicados, para aquellos que pretendan utilizar los Intel UHD Graphics 750 integrados en CPU Rocket Lake. La configuración de audio usa 6 conexiones Jack óptimas para sistemas de sonido envolvente, renunciando así a una salida S/PDIF. Se ha pensado que, para creadores, quizás esta configuración sea más útil por ser la más habitual en sistemas 5.1 y 7.1.
Las conexiones internas de la placa serán las siguientes:
Al no disponer de puertos Thunderbolt, sí que se ha implementado una doble cabecera por si tuviésemos tarjetas PCIe. Por lo demás, no vemos demasiadas sorpresas en conectividad, aunque destaca esa cabecera USB-C con capacidad para Gen2x2 externo.
Procedemos a probar esta Gigabyte Z590 Vision G y ver qué tal se comporta a nivel de BIOS, voltajes y overclocking. Hemos utilizado un procesador Intel Core i9-11900K con los siguientes componentes:
| BANCO DE PRUEBAS | |
| Procesador: | Intel Core i9-11900K |
| Placa Base: | Gigabyte Z590 Vision G |
| Memoria: | 16GB G.Skill Trident Z RGB NEO DDR4 3600MHz |
| Disipador | Asus Ryuo 240 mm |
| Disco Duro | Samsung 860 QVO |
| Tarjeta Gráfica | Gigabyte RTX 2080 Super |
| Fuente de Alimentación | Cooler Master V850 Gold |
Ojo con el diseño tan peculiar que nos brinda esta nueva BIOS de Gigabyte, que hará juego con la estética de la propia placa. Aunque a efectos prácticos tenemos una distribución similar o igual a la del resto de placas de Gigabyte/AORUS, casi parece un software de Windows. Muy clara de leer y gestionar, aunque existen bastante subapartados para extender las opciones relativas a estas nuevas CPU.
En cuanto a funciones extras, tendremos sistema de actualización de BIOS Q-Flash Plus, modo avanzado y sencillo para adaptarse a todo tipo de usuarios, completo apartado de ayuda y herramienta Smart Fan V6. Esta nueva extensión será más completa que la V5, controlando de forma detallada ventiladores o bomba con gráficas de rendimiento y posible adaptación en función de ruido con el sensor integrado.
A nivel de overclocking y gestión de CPU + Memoria RAM tendremos bastantes nuevas opciones añadidas a nivel de VRM. El procedimiento básico de OC será similar que, en modelo anteriores, pero el soporta de Boost automático o adaptable se lleva a otro nivel con las instrucciones AVX, Turbo Max, y una enorme cantidad de opciones para exprimir los procesadores K de Intel. No tenemos tanto tiempo para trabajarla en profundidad, pero en su manual vienen todas estas opciones bastante bien explicadas.
Hemos realizado un test de estrés con Aida64 en el procesador para poner a prueba el VRM de esta placa con la CPU de 8 núcleos y un sistema de refrigeración líquida de 240 mm.
Hemos tomado capturas térmicas con nuestra Flir One para medir la temperatura del VRM de forma externa. En la siguiente tabla tendréis los resultados que se han medido en el VRM durante el proceso de estrés a velocidad de stock:
| Relajado Stock | Full Stock | |
| VRM (exterior) | 54ºC | 73ºC |
| VRM (Interior) | 54ºC | 74ºC |
Las temperaturas de este VRM no van a ser las mejores que hemos visto en la plataforma, y de alguna forma se nota que su capacidad de 50A en lugar de 60A y la cantidad son inferiores. Quizás sea su pequeño punto débil, aunque estas temperaturas no pondrán en ningún riesgo los componentes.
La capacidad de overclocking de la unidad 11900K alcanza los 5,1 GHz, y esta placa le dará la suficiente estabilidad con un voltaje de 1,30V, prácticamente igual que la AORUS Master. Cifras bastante buenas que hemos conseguido de forma relativamente rápida con un LLC en modo Turbo, deshabilitando la opción Enhanced Multi-Core Performance y colocando un voltaje fijo sin offset en la BIOS.
A nivel de voltajes de stock con la configuración default de la BIOS, rondamos los 1,38-1,33 V para esta CPU que trabaja a 4,8 GHz en todos los núcleos bajo estrés. Como en otros modelos, es mejorable, pero el objetivo de la placa es darnos completa estabilidad y capacidad Turbo Max 3.0 de forma automática. Debemos ser nosotros los que afinemos estos parámetros si queremos mejorar temperaturas o consumo.
Estas placas Vision G, y modelos orientados para tareas de diseño suelen ser ya habituales en los fabricantes, y para nada defraudan. En este modelo, Gigabyte se ha centrado en darnos una elevada conectividad para SSD NVMe Gen4 con hasta 3 de las 4 ranuras disponibles, superando así a modelos mucho más caros.
Por otro lado, la calidad en la construcción y el diseño pueden estar perfectamente al nivel de una gama alta. Igual que su completa BIOS con la que realizar overclocking con garantías no es demasiado complicado. A nivel interno, podemos decir que sus opciones no tienen nada que envidiar a las AORUS. Obviamente se renuncian a algunos detalles, con un VRM algo menos contundente y temperaturas algo elevadas, o renunciando a más puertos USB, Wi-Fo o Thunderbolt.
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Todo esto es asumible por el precio de la placa, que será de 270 euros. Teniendo en cuenta las cifras que se manejan en las Z590 gaming y de gama alta, es un precio bastante atractivo para tener durante muchos años un 11900K en nuestro PC. Vemos aquí un modelo muy recomendable por su excelente calidad/precio.
| VENTAJAS | INCONVENIENTES |
| + 4 RANURAS M.2, 3 DE ELLAS GEN4 | SIN CAPACIDAD WI-FI |
| + OPTIMIZADA PARA SETUPS Y TAREAS DE DISEÑO | TEMPERATURAS DEL VRM ALGO ELEVADAS |
| + BIOS COMPLETA, SENCILLA Y BIEN DISEÑADA | |
| + SONIDO DE ALTAS PRESTACIONES | |
| + DISEÑO EXTERIOR |
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