Se trataba de una demanda colectiva interpuesta en 2017 por los inversores de NVIDIA en contra de la misma, la cual perseguía que se declararan los beneficios presuntamente ocultados por las ventas de tarjetas gráficas a mineros. El juez Haywood Gilliam ha dictado sentencia y declara a NVIDIA como inocente.
Parece que hay punto y final a la polémica surgida entre 2017 y 2018, en la que tuvo lugar un auge en el mundo de las criptomonedas. Esto desembocó en que no hubiese mucho stock, además de que las unidades disponibles tuvieran un precio desorbitado. NVIDIA hizo «el agosto» gracias a este fenómeno, ya que vendió numerosas RTX 2000 y se lucró con ello.
NVIDIA se frotaba las manos en 2018 con el auge de las criptomonedas, lo que le permitía vender muchísimas tarjetas gráficas. Sin embargo, hubo problemas de stock y de sobreprecio, algo que condenó a muchos gamers.
Tras la demanda colectiva interpuesta contra NVIDIA en 2017 en el distrito de California, la fiscalía no ha podido probar que NVIDIA actuase con irresponsabilidad de forma deliberada a la hora de no revelar la información sobre los ingresos por ventas de GPUs a mineros. El fallo dicta que los demandantes deben alegar hechos para probar un grado de intencionalidad o conocimiento incorrecto.
NVIDIA ganó $1.73 mil millones por ventas de GPUs a mineros entre 2017 y 2018, pero declaró ingresos mucho más bajos en los informes de resultados publicados en dichos períodos. La cosa no cuadraba y los inversores acudieron a los tribunales para cargar contra «el gigante verde».
La pretensión de la demanda no solo era declarar a NVIDIA como responsable de esa mala praxis, sino también de engañar a inversores y accionistas porque NVIDIA había ocultado su dependencia del mercado de criptomonedas. Y es que, de forma insospechada, las acciones de NVIDIA cayeron en bolsa tras acabarse la burbuja del Bitcoin. A este fenómeno se le llamó «resaca criptográfica».
Así lo relatábamos en Profesional Reviewel 25 de febrero de 2017.
Los inversores contrataron y practicaron una prueba pericial realizada por Prysm Group, una consultoría dedicada al blockchain, que aseguró que NVIDIA había incluido los $1.73 mil millones en la partida de los fondos ganados por sector gaming, cuyo total era $1.126 mil millones.
Por cuestiones de auditoría, es importante diferenciar el dinero que viene de mining y el que viene del sector gaming, ya que son sectores diferentes. Dicho esto, las GPUs vendidas son las pertenecientes a línea gaming (GeForce) de la compañía, por lo que se trataría de un «truco» que no desvelaría una imagen contable del todo cierta sobre las cifras gaming de NVIDIA.
¿Cuál es el problema de prueba de esa cifra? Que no hay forma de saber cuántas tarjetas gráficas se han vendido con fines de minería, ya que no es posible rastrear el uso que se le da a cada GPU. De esta dificultad probatoria se ha aprovechado NVIDIA, quien se ha llevado el gato al agua y, efectivamente, la fiscalía no ha podido probar los hechos que se le imputan.
Con todo esto, se llevó a los tribunales un testigo secreto, pero mintió en sus declaraciones, lo que claramente beneficiaba a NVIDIA. Así que todo este litigio termina con NVIDIA siendo absuelta, y, seguramente, los inversores deberán pagar los honorarios de los abogados, así como las costas judiciales. El juez encargado de llevar el caso era Haywood Gilliam.
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