La Thermaltake Toughpower PF1 ARGB es una fuente de alimentación que busca combinar una estética altamente personalizable con un set de características extenso, dentro de la gama alta. Con su certificación Cybenetics Platinum, sistema de iluminación ARGB, 10 años de garantía y entre 850W y 1200W de potencia, está claro que la marca va a por todas con este modelo.
Thermaltake, dentro de su extenso catálogo de fuentes, ya tiene muchos modelos con iluminación RGB y ARGB. En esta ocasión estamos ante una de sus apuestas de gama más alta, y desde luego no solo nos esperamos unas buenas luces en el exterior, sino un interior puntero y un buen rendimiento. ¿Será así? En esta review lo veremos. ¡Comenzamos!
Antes de nada nos gustaría agradecer la confianza a Thermaltake por enviarnos esta fuente para su análisis.
La fuente se nos presenta en una caja de muy grandes dimensiones, un claro adelanto de que encontraremos una fuente muy bien protegida y con algún que otro accesorio. Como en todas las cajas de Thermaltake tenemos un resumen bastante claro de los puntos clave de la fuente.
Lo que encontraremos será a la propia fuente perfectamente presentada, y una bolsa que incluye todos los cables, incluido uno de alimentación. También tenemos tornillos, bridas y los manuales de usaurio.
Veamos ahora el exterior de la fuente en todo su esplendor. Está claro que esta es otra propuesta más de Thermaltake que sigue más o menos la misma línea de diseño que tanto le gusta a la compañía (y a nosotros, para qué mentir), donde los agujeros toman el protagonismo para intentar compensar el común aburrimiento que supone el exterior de una fuente de alimentación.
Uno de los reclamos clave de esta fuente de alimentación es su iluminación ARGB. No entraremos a discutir si esto es realmente útil en una fuente o no, es algo que ya depende de las prioridades de cada uno en cuanto a la estética de su equipo y a si realmente le sacarán provecho a que los LEDs estén en la fuente.
En todo caso, desde luego esta es una de las propuestas más ambiciosas dentro del mercado de fuentes con iluminación, teniendo en cuenta no solo que las luces son ARGB (RGB direccionable, que nos deja lugar a muchos más efectos por los motivos que te exponemos en nuestro artículo sobre el ARGB vs RGB), sino que además estas se extienden también a los laterales de la fuente, no nos tendremos que conformar únicamente con el ventilador.
Dicho esto, el control de toda la iluminación se hace mediante un par de botones en la propia fuente, que nos permite cambiar entre las distintas combinaciones posibles. Os enseñamos cómo es la iluminación en vídeo:
Los modos de iluminación posibles son los de ola, espiral, flujo de color, latido, rizado, espectro de colores, y color fijo. Estos los veremos tanto en el ventilador, que cuenta con 14 LEDs individuales, como en los dos lados, que tienen nada menos que 12 LEDs con control totalmente individual.
Los cables PCI Express hacen uso de la típica configuración de 2 conectores por cable que a nosotros no nos hace mucha gracia, pero que usan una aplastante mayoría de fabricantes. Por fortuna, Thermaltake quiere ser justa y por ello al menos usan cables de tipo 16AWG, que son de un calibre bastante más grueso que los 18AWG que se usan normalmente, así que en parte lo compensan.
Como siempre, os recordamos que abrir una fuente de alimentación por dentro acarrea riesgos físicos (incluso si está desenchufada) y anula su garantía. Las fuentes apenas son reparables. Confía siempre en la garantía del fabricante, si hay, y si no la hay evita abrirla y manipular su interior.
En este caso, vamos a estar ante una de las mejores fuentes fabricadas por CWT, gracias al uso de su plataforma digital CST, una de las más avanzadas que tiene la compañía, así que nos esperamos una calidad interna realmente alta y el uso de las tecnologías más modernas. Concretamente, tenemos convertidores LLC en topología full bridge y DC-DC con rectificación síncrona en el secundario. De nuevo es lo esperable, pero veréis ahora que en realidad es una fuente bastante especial.
En las gamas de Thermaltake, no solo es habitual que haya un extenso catálogo de modelos RGB. También es común que tengan una misma versión sin iluminación, y muchas veces es exactamente igual por dentro. Así que muchos usuarios no interesados en el RGB se preguntarán: ¿Es esta PF1 ARGB igual a la PF1 normal? Lo cierto es que no, ya que esta última es totalmente distinta por dentro. Se trata de un nuevo modelo fabricado por HKC, así que lo que veamos en esta review se aplica únicamente al modelo ARGB.
Lo que sí podemos decir es que se aplica homogéneamente a las 3 versiones de esta gama, nos referimos a los modelos de 850W, 1050W y 1200W, que usan la misma plataforma interna.
Y es que en una PSU conmutada de este tipo hay un «feedback» constante entre el lado primario y el secundario, esa es la forma que tienen de conseguir un voltaje más o menos estable según la carga, sin recurrir a las soluciones propias de las fuentes de tipo linear que son muchísimo más aparatosas que estas fuentes conmutadas que tenemos en todos los PC.
Si nos vamos a la tienda de Texas Instruments, vemos un precio de 6$ la pieza para compras superiores a 1000 unidades. Evidentemente un fabricante grande como CWT los conseguirá por bastante menos, pero imaginamos que lo hacen a ese precio: ¡sería un aumento de 12$ en el coste de fabricación, una barbaridad!
El filtrado primario está más que completo, con 6 condensadores Y, 2 condensadores X, y 2 bobinas.
Pero aquí lo que más nos importa es lo relacionado con la protección SIP (Surge & Inrush Protection), que está perfectamente presente gracias al uso de un MOV (un varistor ZNR, para ser más exactos) y un combo de termistor NTC y relé. Tenemos la protección ante sobretensiones y picos de amperaje al encendido que nos esperábamos.
Thermaltake nos promete un 100% de condensadores japoneses en esta fuente de alimentación. Pero sabemos que eso no es suficiente y hay que ir más allá, analizando su calidad, de qué serie son y qué capacidad tienen.
Entonces, ¿están engañando a la gente? Lo decimos alto y claro: NO. Esto es más una inexactitud que un problema. Los condensadores sólidos son mucho mejores y muchísimo más duraderos que los electrolíticos, de tal forma que unos APAQ taiwaneses sólidos superan por paliza a unos electrolíticos japoneses. Solo lo hemos indicado para ser lo más precisos posible, algo que nos parece bastante importante.
Así que volvemos a remarcar la cantidad inmensa de condensadores sólidos que se han usado en esta fuente, por lo que nos esperamos unos números de rizado bastante bonitos de ver. Todo esto sin usar condensadores en los cables para nada.
Todo es muy bonito por arriba, pero… ¿qué hay de las soldaduras? Vamos a ver si esta fuente está bien soldada.
Respecto al sistema de protecciones, el único chip de protección es el Weltrend WT751002, apoyado por un LM358. Son básicos pero buena parte de las protecciones están implementadas de otra manera, sobre todo siendo una fuente digital. Eso sí, si tuviese OCP en el raíl de 12V debería ser en principio tarea del supervisor, y este no lo soporta. No podemos confirmar que lo tenga o no, y no es la mayor preocupación del universo, pero no estaría de más incluirlo en una fuente de tanta potencia.
Destacar también el uso de MOSFETs de máxima calidad del reputado fabricante Infineon para la regulación del raíl de 12V. Desde luego, hemos podido confirmar cómo el interior de esta fuente tiene calidad por todos lados.
En este caso estamos hablando de Hong Sheng, y el modelo concreto es A1425S12S-2. Se trata del mismo que ya encontramos en algunos ventiladores de radiador de sus refrigeraciones líquidas e incluso ventiladores de caja de la compañía. La verdad es que nunca nos han disgustado los Hong Sheng que usa Thermaltake, igual que vimos en su Toughpower GF1, que nos pareció una de las opciones más silenciosas del mercado. Enseguida analizaremos el perfil sonoro de esta fuente, a ver qué resultados nos arroja.
Cybenetics, en cambio, nos trae muchísimos más datos de las fuentes que prueban, son mucho más transparentes con sus metodologías y equipamiento, que mejoran constantemente. Además, recientemente le dieron una vuelta a sus certificados de eficiencia, y pasaron a usar una nomenclatura equivalente a la de 80 Plus para que sea aún más fácil recurrir a este certificado. De hecho, siempre que podamos (es decir, si está certificada) hablaremos del certificado Cybenetics antes que el 80 Plus ya que se basa en muchísima más información.
Y no solo eso, tenemos tres motivos de peso para apoyar fervientemente a esta compañía y su labor:
Debido a esto, hace ya tiempo que empleamos los datos de Cybenetics siempre que podemos en nuestras reviews de fuentes, acercándolos al usuario dando una explicación de qué significan y pudiendo dar mucha más información del producto, aprovechando las decenas de miles de euros en equipamiento que tiene esta compañía.
Os invitamos a entrar en la web oficial de Cybenetics y comprobar todo lo que tienen que ofrecer.
En todas las reviews en las que analizamos datos de Cybenetics dejamos una explicación completa de qué se mide en las distintas pruebas y por qué son mediciones importantes. Si ya lo has leído alguna vez y sabes los conceptos, entonces no hace falta que lo vuelvas a revisar.
Antes de nada, aclarar que vamos a usar los datos del modelo de 1200W y no el de 1050W. Esto se debe a que es el único que está testado, pero nuestro criterio es hacer esto siempre y cuando sepamos que ambas variantes usan la misma plataforma interna y por lo tanto se le puede esperar un rendimiento similar o mejor. Hemos confirmado que es así.
Como las pruebas realizadas por Cybenetics tienen cierta complejidad, os explicamos en estas pestañas qué se mide y cuál es su importancia.
Se trata de una información que incluiremos en todas las review que incluyan datos de Cybenetics así que, si ya conoces cómo funciona la estructura de pruebas, puedes seguir leyendo la review. Si no, te recomendamos echar un vistazo a todas las pestañas para saber de qué va cada prueba. 😉
Vamos con un pequeño glosario de algunos términos que podrían resultar algo confusos:
Raíl: las fuentes para PC que siguen el estándar ATX (como esta) no tienen una única salida, sino varias, que se distribuyen en “raíles“. Cada uno de esos raíles saca un voltaje concreto, y puede suministrar una corriente máxima concreta. Os mostramos los raíles de una ASUS ROG Thor en la imagen de abajo. El más importante es el de 12V.
Crossload: cuando se testea una fuente de alimentación, lo más común es que las cargas que se hagan a cada raíl sean proporcionales a su “peso” en la tabla de distribución de potencia de la fuente. Sin embargo, se sabe que las cargas reales de los equipos no son así, sino que suelen ser muy desbalanceadas. Por ello, existen dos test llamados “crossload” en los que se carga a un solo grupo de raíles.
Por una parte, tenemos el CL1 que deja sin carga al raíl de 12V y le da el 100% a 5V y 3.3V. Por otra, el CL2 que carga al 100% el raíl de 12V dejando al resto sin carga. Este tipo de pruebas, de situaciones límite, pone verderamente de manifiesto si la fuente tiene una buena regulación de voltajes o no.
La prueba de regulación de voltajes consiste en medir el voltaje de cada raíl de la fuente (12V, 5V, 3.3V, 5VSB) en los distintos escenarios de carga, en este caso del 10 al 110% de carga.La importancia de esta prueba radica en lo estables que se mantengan todos los voltajes durante las pruebas. Idealmente, nos gusta ver una desviación máxima del 2 o 3% para el raíl de 12V, y del 5% para el resto de raíles (el estándar ATX define un máximo del 5% para todos los casos).
Lo que no importa tanto es ‘de qué voltaje se parte’, si bien es un mito bastante extendido, no debe importarnos que se ronden los 11.8V o los 12.3V por ejemplo. Lo que sí exigimos es que se mantengan dentro de los límites del estándar ATX que rige las normas de correcto funcionamiento de una PSU. Las líneas rojas rayadas indican dónde están esos límites.
De forma vulgar se puede definir como los “residuos” de corriente alterna que quedan tras la transformación y rectificación de la CA del hogar en CC de bajos voltajes. Esta afirmación no se corresponde con la realidad ya que una fuente conmutada como las que se usan en PC sigue un proceso mucho más complejo así que esos «residuos» no «vienen» realmente de la corriente alterna de casa, pero así es más sencillo de explicar.
Se trata de variaciones de algunos milivoltios (mV) que, si son muy elevadas (podríamos decir que hay una salida de energía “sucia”) pueden repercutir en el comportamiento de los componentes del equipo y en algunos casos llegar a estropearlos, sobre todo con algunas fuentes de muy baja calidad.
El estándar ATX define límites de hasta 120mV en el raíl de 12V, y hasta 50mV en los otros raíles que mostramos. Nosotros (y la comunidad de especialistas de PSU en general) consideramos que el límite en 12V es bastante elevado, por lo que damos un “límite recomendado” de justo la mitad, 60mV. En todo caso veréis cómo la mayoría de fuentes que testeamos dan valores excelentes.
En el caso de algunas fuentes de mala calidad y especificaciones falsas, se puede llegar a superar con creces este límite. Esto puede estresar fuertemente los VRM de la placa base y la tarjeta gráfica dedicada en caso de tenerla, pudiendo estropearlos.
En los procesos de transformación y rectificación de la corriente alterna del hogar a la corriente continua de bajo voltaje que necesitan los componentes, hay diversas pérdidas energéticas. El concepto de eficiencia permite cuantificar dichas pérdidas comparando la potencia consumida (ENTRADA) con la que se entrega a los componentes (SALIDA). Dividiendo la segunda entre la primera, obtenemos un porcentaje.Esto es precisamente lo que prueba 80 Plus. A pesar de la concepción que tiene mucha gente, 80 Plus solo mide la eficiencia de la fuente y no hace ningún testeo de calidad, protecciones, etc. Cybenetics testea eficiencia y sonoridad, aunque incluye también los resultados de otras muchas pruebas como las que os mostramos en la review.
Otro error de concepto muy grave en torno a la eficiencia es creer que esto determina qué porcentaje de su potencia “prometida” puede entregar la fuente. Lo cierto es que las fuentes de potencia “real” anuncian lo que pueden dar en la SALIDA. Es decir, que si una fuente de 650W tiene un 80% de eficiencia a este nivel de carga, significa que si los componentes demandan 650W, esta consumirá 650/0.8 = 812.5W de la pared.
Último aspecto relevante: la eficiencia varía según estemos conectando la fuente a una red eléctrica de 230V (Europa y casi todo el mundo), o a 115V (principalmente EEUU). En este último caso es menor. Nosotros publicamos los datos de Cybenetics para 230V (si los tienen), y puesto que la aplastante mayoría de fuentes se certifican para 115V, es normal que a 230V no se lleguen a alcanzar los requisitos del 80 Plus anunciado por cada fuente.
Para esta prueba, Cybenetics testea las PSU en una cámara anecoica extremadamente sofisticada con equipamiento que vale decenas de miles de euros.
Se trata de una sala aislada del ruido exterior casi en su totalidad, basta con decir que tiene una puerta reforzada de 300kg para ilustrar el gran aislamiento con el que cuenta.
Dentro de ella, un sonómetro de extrema precisión capaz de medir por debajo de los 6dbA (la mayoría tiene como mínimo 30-40dBa, muchísimo más) determina la sonoridad de la fuente de alimentación en los distintos escenarios de carga. También se mide la velocidad que alcanza el ventilador en rpm.
Este test mide, básicamente, cuánto tiempo es capaz de aguantar la fuente a encendida una vez se desconecta de la corriente mientras está a máxima carga. Serán unos milisegundos cruciales para permitir un apagado más seguro.
El valor mínimo de hold-up time según el estándar ATX son 17ms. No suele haber problemas con valores algo inferiores pero evidentemente se premiarán las fuentes que lleguen a este mínimo.
Además de ello, tenemos el llamado tiempo entre pérdida de energía y corte de la señal PWR_OK. Para explicarlo, diré primero qué es la señal PWR_OK y qué mide ese retardo:
Pues bien, este tiempo mide cuánto retardo hay entre la pérdida de corriente y la puesta en baja de esa señal. Evidentemente, esto tiene que ocurrir de forma previa a que pase el hold-up time, ya que no tiene sentido que ese «aviso» se de una vez la fuente ya se ha apagado. El estándar ATX define que este retardo debe ser al menos 1ms inferior al valor del hold-up time. Ejemplos:
Podéis acceder a la información de esta fuente de alimentación mediante el informe oficial de Cybenetics.
A 230V, el voltaje usado en Europa y buena parte de Latinoamérica, la eficiencia es distinta y los requisitos de 80 Plus más severos, y es perfectamente normal que una fuente Platinum se quede en niveles Gold. Aquí, por fortuna, hay más.
Recordamos, en todo caso, que dentro de las más severas, interesantes y variadas pruebas de eficiencia de Cybenetics se llega al nivel Cybenetics Platinum, tanto a 115V como a 230V.
Partamos primero indicándoos el certificado de sonoridad de Cybenetics obtenido por esta fuente, que es el Standard+, que de las 7 categorías está en la 6ª peor posición. Esto significa que el nivel de ruido medio de la fuente es alto. Hay que tener en cuenta que es más común que se obtenga esta calificación en fuentes de tanta potencia, como es la Seasonic Prime Platinum, que tiene la Standard, pero también vemos otras como la Corsair HX1200 que llevan la A.
Este certificado, como decimos, se basa en la sonoridad media. Para nosotros, que una fuente de 1200W tenga que llevar su ventilador a velocidades muy altas cuando está a máxima carga no es algo que creamos penalizable. Pero la sonoridad a cargas bajas y medias en una fuente de este nivel debería ser impecable. ¿Será así? Veamos los datos de Cybenetics.
Después de hacer la prueba por nosotros mismos, hemos encontrado, por desgracia, exactamente ese comportamiento. La fuente de alimentación enciende su ventilador a una velocidad muy alta a los pocos minutos, tanto si estamos bajo carga como si el equipo completo está prácticamente en reposo. Esto reproduce exactamente lo que se ve en los datos de Cybenetics, no es una opinión, ni es un caso aislado. Es un fallo de diseño.
La primera pregunta que cabe hacerse es: ¿tenemos manera de solucionarlo? Pues sí, y muy fácil, llega con desactivar el modo semi-pasivo de la fuente, mediante el botón de Smart Zero RPM. Entonces, lo que tendremos será un control realmente tranquilo del ventilador, a unas revoluciones muy bajas a las que es difícil o imposible poder escucharla funcionar.
El modo semi-pasivo tiene un grave y molesto fallo de diseño, pero afortunadamente si lo desactivamos tendremos una fuente extremadamente silenciosa.
¿Y qué pasa desde el punto de vista del diseño? Hemos visto que en el lado del ventilador tenemos otro microcontrolador digital para regularlo, previsiblemente junto al ARGB, por lo que el modo semi-pasivo está controlado digitalmente. Esto da pie a implementaciones excelentes, pero también a que los fabricantes cometan errores imperdonables como ya hemos visto en otras fuentes. En este caso parece exactamente eso, un error del algoritmo que controla el modo semi-pasivo, y que Thermaltake y CWT deberían arreglar (si quieren, claro).
Entre tanto, por nuestra parte creemos que lo mejor para esta fuente es considerar que no tiene modo semi-pasivo, algo que gracias a los 10 años de garantía y a la buena sonoridad del ventilador no nos resultaría para nada problemático. Es decir, no nos lo vamos a tomar como un ‘deal breaker‘ pero sí como algo a advertir.
La Thermaltake Toughpower PF1 ARGB es una de las fuentes de gama más alta que ofrece la marca, así que nos hemos esperado lo mejor por su parte. A nivel interno lo hemos podido confirmar, pues han usado uno de los mejores diseños internos del fabricante CWT, que combina componentes de primera con un sistema de control digital que ayuda a regular mucho mejor el funcionamiento de la fuente.
Todas estas mejoras internas se han visto reflejadas en las pruebas de rendimiento de Cybenetics, donde salvo algún pequeño lapsus como la señal PWR_OK hemos visto un comportamiento sensacional en lo eléctrico.
Y en lo que se refiere a lo que todos podemos ver, tenemos una iluminación ARGB como uno de los puntos clave de venta de la fuente, y gracias a su duplicación en los dos lados de la fuente además del ventilador podemos decir que está muy bien conseguida. Algo que le importará más a todos será la gestión del cableado, que afortunadamente está muy bien pensada y adecuada a los estándares actuales.
Por desgracia, no todo es perfecto, y como os hemos explicado en la anterior sección la fuente tiene un problema con cómo funciona su modo semi-pasivo. Este puede poner el ventilador a funcionar a velocidades altas sin motivo, incluso en reposo, durante varios minutos. En cambio, si desactivamos este modo tendremos un ventilador permanentemente relajado, a unas revoluciones que lo harán imperceptible y que realmente darán la mejor experiencia. Así que recomendamos que el botón «Zero RPM Fan Mode» permanezca en OFF para tener una de las fuentes más silenciosas del mercado.
Te recomendamos la lectura de las mejores fuentes de alimentación del mercado.
El precio de esta fuente de alimentación es de 230 euros para la variante que hemos analizado, mientras que la de 850W está por 200€ y la de 1200W por 250€. Son precios que están un poco por encima de lo esperado en este rango, unos 20 o 25 euros más. Esto se debe al encarecimiento de precio del ARGB y del control digital. Si te interesa el ARGB y buscas una fuente de este nivel, cómprala y disfrútala. Pero desactiva el modo semi-pasivo.
El equipo de Profesional Review le otorga la medalla de platino, y considerando un modo semi-pasivo desactivado dejaríamos también la de producto recomendado.
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