Los ordenadores necesitan su mantenimiento (software y hardware), pero hay ciertas pautas que seguir para optimizar un PC. Recopilamos toda la información clave para ello.
Es cierto que podemos acelerar un PC con la actualización de componentes, pero, a veces, el problema está relacionado con el software. Hay que usar diligentemente un ordenador para evitar que se ralentice con el paso del tiempo; lógicamente, no todo el mundo sabe esto, ni se interesa por ello. Así que, vamos a recopilar una serie de consejos, programas y trucos para hacer más rápido nuestro ordenador.
Índice de contenidos
En primer lugar, empezamos con un consejo clásico para optimizar un PC: desinstalar las aplicaciones que no usemos, ¿por qué? Por 2 razones:
La mayoría habéis entrado a este artículo porque vuestro PC no va muy bien, y una de las razones puede ser esta. Si, además, tenéis un ordenador un poco antiguo, se notará bastante el eliminar programas que no utilicéis.
Muchas veces, encontramos programas instalados que no sabemos ni para qué sirven o no recordamos haberlos instalado. Esto pasa porque muchos asistentes de instalación «esconden» instalaciones secundarias de otros programas de forma promocional. Por ejemplo, puede que estemos instalando un programa para optimizar el PC y «de regalo» nos venga McAfee.
Otra recomendación clásica es configurar el inicio de sesión para que el PC use todos los núcleos e hilos, como quitar programas de arranque. A veces, instalamos un programa y se inicia automáticamente cada vez que iniciamos sesión, lo que supone un impacto para el PC porque carga a la CPU y RAM de trabajo nada más iniciar.
Para tomar el control de todo, haced lo siguiente:
Este consejo no solo sirve para optimizar el PC, sino que es muy útil para tomar el control de nuestro equipo y detectar qué programa o proceso está causando una ralentización. Solo necesitaremos abrir el administrador de tareas y comprender lo que leemos.
Podéis abrirlo pulsando CTRL + SHIFT + ESC o mediante CTRL + ALT + SUPR (hay más formas). Una vez abierto, nos vamos a la pestaña de «procesos» y echas un vistazo a los programas y al consumo de CPU, Memoria y Disco.
Este «tip» es muy útil para los que tengáis discos duros mecánicos o HDDs, los cuales requieren más este mantenimiento que los SSDs. Sabemos que el proceso de desfragmentación puede ser largo en aquellas unidades de alta capacidad o cuando nunca se ha hecho una. Sin embargo, es una acción necesaria para un correcto funcionamiento.
Basta con hacer lo siguiente:
Instalar Windows/OS X/Linux en un SSD parece lo más obvio, pero todavía queda gente que no sabe los beneficios de comprar un SSD y de instalar el sistema operativo en dicha unidad. Todo se acelera: el arranque, la ejecución de programas, abrir el explorador de Windows o hacer copias.
Tened en cuenta que las velocidades de transferencia (lectura o escritura) de los HDDs no sobrepasan los 200 MB/s, normalmente. Sin embargo, un SSD parte de los 400 MB/s, por no hablar de los M.2 NVMe o los SSD PCIe 4.0, cuyas velocidades van a los 3000-7000 MB/s.
Si no dispones de un gran presupuesto, puedes utilizar un HDD para almacenar programas, videojuegos o información que pese mucho, dejando el SSD únicamente para el S.O y los programas vitales (navegador web, editores de texto o algún programa que utilices mucho.
Ponemos a CCleaner porque es un programa fácil de usar, pesa poco y es gratuito (con posibilidad de versión de pago); no solo eso, sino que es verdaderamente útil para aquellos que necesitáis optimizar el PC.
¿Para qué sirve? Entre sus funciones, quiero destacar las siguientes:
Con «una limpieza» hacemos referencia a borrar lo que no necesites, como a acceder al limpiador de disco duro que os ofrece Windows. No hace falta que os digamos cómo borrar archivos en Windows, pero puede que no conozcáis la herramienta de limpieza de disco duro:
Dados cuenta que al final veréis que borramos más archivos de los que pensábamos.
Este consejo para optimizar el PC va para los portátiles que son lentos, tienen varios años o que queremos acelerarlos, simplemente. Windows configura varios perfiles de energía para distintas necesidades:
En este caso, si quieres que el portátil acelere o dé más rendimiento, deberías optar por el de Alto rendimiento para aprovechar todo el hardware posible. El aumento de rendimiento no va a ser brutal, pero sí se notará el cambio de perfil de energía.
Si vais a manejar algún programa o videojuego que requiera potencia de la GPU, lo más sensato es activar la GPU dedicada de vuestro portátil. Este consejo va dirigido para optimizar el PC si tenéis un portátil con gráficos integrados y con una GPU NVIDIA o AMD dedicada.
Por defecto, Windows usa los integrados, siendo necesario activar la tarjeta gráfica dedicada desde el panel de control de NVIDIA o AMD. Para ello, tenéis que abrir dicho panel de control y buscar una opción como esta:
Todo el GUI de Windows 10 consume recursos, y es algo que se nota en los equipos con menor potencia a nivel hardware. El aspecto «Aero«, es decir, con transparencias en las ventanas, tiene un coste en los recursos, pero podemos desactivarlos para 2 cosas:
Para ello, haced clic derecho en el escritorio y seleccionad «personalizar». A continuación, se abrirá la ventana de configuración y luego os tenéis que ir a «colores» para desactivar «Efectos de transparencia«.
Este consejo es realmente sencillo y rápido y consiste en detener el servicio «Windows Search«, el cual se encarga del indexado de búsqueda, entre otras cosas. Seguid estos pasos:
Puede que esta opción no os sirva a muchos porque necesitaremos una imagen anterior creada para restaurarla. Esta opción es útil cuando el PC empieza a ralentizarse a partir de un determinado momento, por lo que usamos la imagen de restauración para devolverlo a un estado anterior.
Eso sí, perderéis los datos y programas instalados actuales porque devolveremos el disco duro a un estado anterior donde, quizás, esos datos no existían. Se trata de hacer lo siguiente:
Puede que nos estemos complicando a la hora de optimizar el PC y nuestro equipo va peor porque lo tenemos infectado, así que estaría bien comprobar que no tenemos ningún virus. Veamos cómo analizar los virus mediante Windows Defender:
Pocas más opciones nos quedan por abordar, debiendo irnos al hardware para mejorarlo y conseguir un aumento de rendimiento. Las opciones que tenemos sin cambiar de plataforma son:
La última opción no suele ser viable porque suele salir mejor cambiar de plataforma y comprar placa, memoria RAM y una CPU nueva.
Por último, la opción que nos queda es formatear el disco duro y hacer una instalación nueva, en el caso de que tengáis el sistema operativo instalado en esa unidad. Eso implica tener que usar un asistente de instalación de Windows o de OS X, así que os dejamos varios tutoriales para ello:
Esperamos que os haya sido de ayuda este tutorial. Si tenéis alguna duda, dejadla abajo y os responderemos en seguida.
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