Aunque el 2020 fue un buen año financieramente para Intel, las perspectivas de negocios para el 2021 no apuntan de buenas maneras.
Intel espera un año 2021 con caídas en sus ingresos
En el primer trimestre de este año, Intel está anticipando una caída en los ingresos del 12% comparado con el mismo periodo del año 2020. Las ventas de PCs estaría aportando algunas ganancias, pero parece que una caída del 25% en el mercado de centros de datos esta arrastrando todos los balances positivos que podría haber.
Los márgenes de Intel se van a ver afectados por esta caída con un 8% negativo interanual en el primer trimestre de 2021. Esta caída reducirá los márgenes operativos en un 30%.
Tanto los ingresos como los márgenes operativos se verán afectados durante este año para Intel. Las ventas se verán disminuidas y planea obtener menos beneficios por venta. Si bien esto pronostica un futuro desalentador, también hay que comentar que los resultados se están comparando con el año 2020, que fue especialmente beneficioso para el segmento de ordenadores y portátiles de consumo en todo el mundo.
Intel confirmó que va a lanzar sus primeros chips de 7 nm en el año 2023. Esto es lo que tiene planeado Pat Gelsinger, el nuevo CEO de Intel. Mientras tanto, estos dos años van a ser aprovechados por el nodo de 10 nm SuperFin, que debería ofrecer un avance tecnológico similar a los 7 nm de TSMC.
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Luego de un año 2020 bastante beneficioso, lo normal es que los números bajen en 2021 si lo comparamos con el año anterior. Esto no solo se aplicaría a Intel sino también a los demás fabricantes del sector. Veremos si el lanzamiento de los procesadores de escritorio Rocket Lake-S y los Tiger Lake para portátiles logran superar las expectativas y salvar el año de la compañía americana.