El mantenimiento de una refrigeración líquida en PC es un proceso que muchos realizan de manera periódica para mantener su rendimiento. No obstante, la mayoría de usuarios no lo hace, ya sea porque desconocen su necesidad o porque el modelo de refrigeración líquida que usan no lo permite.
De hecho, la mayoría de refrigeraciones líquidas no necesitan ningún tipo de mantenimiento. Aún así, os vamos a dar las claves básicas sobre el mantenimiento de este componente, ya que descubriréis bastantes detalles interesantes. ¡Acompáñanos!
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¿Por qué es necesario el mantenimiento de una refrigeración líquida?
Básicamente, necesitamos pestar atención al mantenimeinto de una RL debido a aspectos como la degradación y evaporación del líquido con el paso de los años. Al no tratarse de un sistema perfecto, los años de uso reducen drásticamente su eficacia de refrigeración.
Esto es algo totalmente inevitable, no hay manera de prolongar la vida de una líquida hasta el infinito y los efectos en el rendimiento se pueden empezar a notar pasados unos años. Todo dependerá de cada caso concreto, evidentemente, ya que por ejemplo podemos ver RLs con 5 años o más dando niveles de refrigeración óptimos.
Pero si lo que se busca es mantener la mayor eficacia de refrigeración posible con el paso del tiempo, no queda otra que recurrir a procesos de mantenimiento.
No todas las líquidas permiten mantenimiento
Por desgracia, la mayoría de refrigeraciones líquidas All in One (las que vienen ya montadas y con el circuito preparado, es decir, las que compramos casi todos) no están preparadas para recibir mantenimiento. Es decir, que no hay una vía segura para purgar el líquido y rellenarlo de vuelta.
Líquidas All in One que sí lo permiten, pero con excepciones
De la banda contraria tenemos las refrigeraciones líquidas All in One que sí permiten algún tipo de mantenimiento. Básicamente, estas incluyen una válvula en la bomba que podemos abrir para purgar su líquido y añadirlo de nuevo.
La cuestión es que buena parte de estas marcas anulan completamente la garantía del producto si se cambia este líquido. Pueden tener una pegatina contra violación de garantía en dicho tapón, o simplemente pueden darse cuenta a posteriori.
Sin embargo, a efectos prácticos apenas preocupará a quienes quieran cambiar el líquido por customización. Es decir, si por algún motivo buscan un cambio de colores o un líquido distinto más allá de hacer un mantenimiento obligado. Esto lo decimos porque la mayoría de líquidas no va más allá de la garantía legal del producto, de 2 años. Usar una AiO durante 2 años sin cambiarle el líquido no es nada descabellado en la mayoría de casos.
Por ello, te explicamos cómo es el mantenimiento en este tipo de líquida.
Purgando y llenando el líquido de una líquida AiO
Lo primero que deberás localizar es el tapón o válvula de vaciado de tu líquida. En muchos casos vendrá con un marcaje que indicará claramente «FILL», en otros, no será así pero sí que veréis claramente una tapa, que o bien sobresaldrá para su apertura o tendrá una ranura para desenroscarla con un destornillador.
Esta no tiene por qué venir en el bloque (lo que montas encima de la CPU) sino que también puede estar en el propio radiador. Los ejemplos que te ponemos arriba son una Alphacool Eisbaer y una Enermax Liqmax II RGB.
- Este proceso puede invalidar la garantía y encara riesgos. No lo recomendamos salvo que haya un buen motivo.
- Las líquidas AiO normales y que no soportan llenado en realidad sí se pueden llenar si se desmontan totalmente, pero es algo todavía más arriesgado, tedioso, desaconsejable e innecesario.
- Es innecesario rellenar una líquida AiO, sobre todo si tiene menos de 5 años.
Ahora explicaremos a nivel básico el proceso de purgado del líquido. Tendréis que preparar un recipiente grande para no manchar nada y, con el bloque de la RL sobre este (o el radiador, según corresponda) desenroscar el tapón. Veréis como empieza a vaciarse, dejad que caiga con la líquida tal y como está, pero pasado un rato moved el radiador/bloque de tal manera que caiga toda la cantidad de líquido posible.
También será recomendable que tengáis a mano papel de cocina para absorber toda la cantidad de agua que podáis alrededor de la tapa, por ejemplo. En el vídeo de arriba podéis ver que es un proceso relativamente largo y ni siquiera garantiza purgar el líquido en su totalidad.
Lo siguiente es su llenado. También necesitaréis, claramente, desmontar el tapón, y en este caso insertar el líquido se suele hacer de alguna de estas dos maneras:
- Con una botella que cuenta en su tapón con una pequeña tubería flexible que nos permite, a base de apretar, llevar el líquido al tapón de una manera fácil, segura y permitiendo hacer el llenado con la botella sin tener que echar el líquido desde encima.
- Usando un embudo. Esto no es lo más habitual, aunque fabricantes como Alphacool o Be Quiet proveen kits de rellenado que llevan uno.
Hay muchísimos fabricantes como EK que ofrecen líquidos dedicados para este tipo de refrigeración, las propiedades varían mucho de uno a otro, sobre todo si están destinados a la estética (es decir, son de colores).
Para llenar una líquida, es recomendable hacer uso de un líquido refrigerante adecuado y específico. Al contrario de lo que se podría pensar, usar agua destilada pura puede tener efectos negativos. Si usas el líquido inadecuado es muy probable que aparezcan, literalmente, algas y otros organismos vivos en el sistema de refrigeración. Aún así, muchos las rellenan con este tipo de líquido.
El mantenimiento de una refrigeración líquida AiO no suele ser aconsejable
Insistimos, este proceso no solo es innecesario sino que en la mayoría de refrigeraciones líquidas no hay facilidades para ello. Solo tiene sentido en modelos concretos como los de Alphacool, donde no solo tenemos soporte oficial para realizar el mantenimiento sino que es razonable hacerlo para, por ejemplo, cambiar los tubos a unos más estéticos o ampliar el sistema de refrigeración. Si tu líquida tiene más de 5 años y notas una merma de rendimiento, realmente seguramente sea más razonable cambiarla completamente.
Mantenimiento en líquidas custom, tan fundamental como tedioso
Donde sí que el mantenimiento es rotundamente necesario es en las refrigeraciones líquidas custom. Estas son básicamente las que se montan componente a componente: bloque de agua, depósito, bomba, radiador, ventiladores, anclajes, tubos y líquido.
Aquí, conviven que el rendimiento es crítico (si montas una custom, será porque vas a hacer OC extremo y debes exprimir cada grado que puedas) y que el hecho de tener que montarla a mano en vez de venir totalmente sellada de fábrica hace que la evaporación y degradación del líquido sea algo mucho más común.
Lo primero que debes saber es cada cuánto se tiene que realizar este proceso de mantenimiento. Esto depende muy fuertemente del sistema y del líquido usado, por ejemplo hay algunos líquidos que se contaminan y ensucian súper fácil a los pocos meses, mientras que otros son de por sí más duraderos. Como referencia, tomamos las instrucciones del kit custom Corsair Hydro X, que indica un mantenimiento anual.
¿Cómo es el proceso de mantenimiento en una líquida custom?
Pues no solo es un proceso periódico, sino también bastante tedioso:
Monitorización constante de los niveles de líquido
El primer tipo de mantenimiento que se debe hacer es asegurar que los niveles de líquido en el depósito son los suficientes. Básicamente, debido a cualquier imperfección en el montaje del circuito (o incluso si está perfecto) una pequeña parte del líquido se estará evaporando constantemente, por lo que el depósito se irá viendo mermado poco a poco.
Hay que comprobar que los niveles del depósito se mantienen altos, y siempre que se vea que han bajado de manera notable reintroducir refrigerante al circuito para que vuelvan a un nivel normal.
Purgado y rellenado periódico del refrigerante
Lo siguiente que se suele hacer es un purgado completo del líquido y su cambio, algo que en la mayoría de líquidas custom se facilita por la existencia de una válvula de vaciado específica en algún punto del circuito.
Lo que se ha de hacer es, asegurando que la válvula está cerrada (seguramente se va un «grifo», tiene que estar perpendicular a la dirección del tubo), desconectar su racor y conectar un tubo largo que permita llegar al cubo en el que quedará todo el líquido drenado. Una vez esté todo preparado, se abre la válvula de llenado y se deja salir al refrigerante libremente. En este punto interesa hacer que el circuito se llene de aire abriendo algún tipo de válvula que lo permita.
Para retirar completamente el resto del líquido, aquí sí se suele emplear agua destilada. Se llena el sistema de agua destilada y se fuerza que el circuito empiece a funcionar con los componentes apagados (ahora os decimos cómo) y la válvula de drenado también apagada. Tras muchos reintentos del drenado, no quedarán restos de este líquido y se podrá volver a rellenar.
Después de hacer el rellenado, y volver a montar la RL, es común testear durante un buen rato si hay algún riesgo de fuga del líquido. Para ello, se poner una buena cantidad de papel de cocina protegiendo todos los componentes a los que pueda afectar una fuga, como la tarjeta gráfica. Entonces, con todos los cables de la fuente desconectados salvo los que alimentan la líquida, se realiza un puenteo de la fuente que hace funcionar a la RL. Se deja durante un buen puñado horas hasta confirmar que no hay ninguna fuga.
Otro reto al que se tienen que someter los dueños de líquidas custom es la oxidación, provocada por un mal mantenimiento, una mala elección de componentes o materiales, etc. Por ejemplo, una buena elección de aditivos antioxidantes para el refrigerante puede marcar la diferencia.
Palabras finales y conclusión sobre el mantenimiento de refrigeración líquida
El mantenimiento es una parte importante de un sistema de refrigeración líquida. Los años de uso dan lugar a degradaciones del líquido que convierten su cambio en algo muy recomendable.
Sin embargo, la mayoría de refrigeraciones líquidas AiO que encontramos en el mercado no están preparadas para recibir ningún tipo de mantenimiento, sino que más bien se piensan para ser usadas hasta que la evaporación y degradación del líquido llegue a un aumento muy grande de las temperaturas (digamos, 3-5 años).
Recuerda que siempre es necesario hacer un mantenimiento de tu ordenador, tengas o no refrigeración líquida.
Afortunadamente, también hay modelos de AiO que permiten el rellenado. Eso sí, con muchos fabricantes supone una pérdida de garantía, lo que implica esperar al menos 2 años a cambiar el líquido.
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Donde sí que se realiza un mantenimiento regular sin lugar a dudas es en el mundo de las refrigeraciones líquidas custom. Allí, el proceso puede llegar a ser demasiado tedioso, pero los pocos entusiastas que las montan saben lo que hacen.
Básicamente consiste en un llenado parcial o total del líquido de manera periódica, incluyendo también actuar contra cualquier evento de corrosión o fuga que se pueda encontrar. La frecuencia con la que se repite cada proceso depende de muchas cosas, como el líquido usado, el montaje realizado u otras particularidades del sistema. Puede llegar a ser de unos pocos meses hasta más de 2 años.
Esperamos que este artículo te haya permitido saber más sobre cómo es el proceso de mantenimiento de una refrigeración líquida para PC. ¡Gracias por leernos!