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¿Cuántos FPS ve el ojo? ¿Distinguimos más de 30 FPS?

Muchos se preguntan a cuántos FPS vemos, y si nuestra visión funciona a una tasa de fotogramas concreta. También hay un gran interés por saber cómo varía la perfección del movimiento según el valor de FPS. En este artículo, intentaremos dar respuesta a esta y muchas más preguntas.  Así que si quieres saber más sobre a cuántos FPS ve el ojo, no dudes quedarte a leer. ¡Vamos allá!

A cuantos FPS ve el ojo

La gran pregunta: ¿cuántos FPS ve el ojo?

Lo primero que debemos decir ante esta pregunta es que nuestro cerebro funciona de manera analógica y no digital. Esto significa que recibimos continuamente señales, no funcionamos mediante unos pulsos de frecuencia determinada como sí lo hace cualquier componente electrónico. Los FPS son una unidad de frecuencia, ya que definen la cantidad de imágenes (o fotogramas) que salen por la pantalla por cada unidad de tiempo (segundo).

Debido a esto, no se puede asignar un valor de FPS máximo que puede distinguir nuestro ojo. Esa es la conclusión que sacamos de lo expuesto antes. ¿Fin del artículo, ya está todo zanjado? Pues evidentemente no, porque ahora es hora de matizar, aclarar y especificar todo lo anterior, y sobre todo darle un nuevo enfoque, pues aunque no veamos a unos FPS concretos otro tema es nuestro nivel de percepción de distintos FPS en los juegos.

¿Y el fenómeno de persistencia de la visión?

Persistencia de la visión
Fuente

Ha habido intentos en la ciencia de definir la frecuencia con la que nuestro ojo percibe las imágenes, como ocurrió con el fenómeno de persistencia de la visión. Dicho fenómeno establecía que nuestro ojo veía a diez imágenes por segundo, lo que se podría traducir en 10 FPS, que luego se superponían en la retina y eran enlazadas como una sola imagen móvil.

Dicho fenómeno contó con una gran cantidad de detractores, y de hecho esta es la consideración general de ámbitos como la neurofisiología, pues a través del ojo recibimos cambios más que imágenes, y no podemos establecer que funcionamos como una cámara de fotos. De hecho, apenas hay conocimientos sobre la manera en que percibimos el movimiento.

En este sentido, se podría mencionar el conocido como efecto de flickering: buena parte de las bombillas LED y pantallas que usamos hoy en día lo hacen con un parpadeo de una determinada frecuencia. Si pensamos en las pantallas, no nos referimos a la tasa de refresco, que tiene que ver con cada cuánto se actualiza la imagen, sino más bien con el parpadeo de la retroiluminación.

Volviendo al inicio, muchas bombillas, portátiles o móviles parpadean a unas frecuencias bastante bajas, y a pesar de ello nuestro ojo es incapaz de percibirlo. Podemos tener una luz que parpadea a la frecuencia de la red eléctrica (50/60Hz) y no darnos cuenta, pero también es cierto que mucha gente experimenta fatiga visual debido a esto, de ahí que se hable tanto de los monitores “flicker-free”.

Como vemos, la pregunta inicial “A cuántos FPS vemos” se ha transformado más bien en una reflexión sobre la manera en la que percibimos las parpadeantes imágenes de los soportes digitales. Pero tan solo hemos cubierto una cara de la moneda, que es un análisis en base a iluminación estática (bombillas, retroiluminación de pantalla, etc). ¿Pero qué pasa con las imágenes en movimiento? ¿Cuál es la influencia de nuestra percepción de FPS en esos casos?

Pero los vídeos y películas no van a más de 30 FPS, ¿acaso no son suficientes 30FPS en un juego?

Son muchos los que afirman que el ojo humano no puede ver más allá de los 30 FPS, y uno de los argumentos no técnicos que esgrimen es que la inmensa mayoría de vídeos y películas que vemos van a este framerrate o inferior (24-30FPS).

A cuantos FPS ve el ojoLa cuestión es que, objetivamente, un vídeo no tiene nada que ver con un juego, y no en el sentido de que haya más o menos acción (pues podemos ver una película de acción a 30FPS sin quejas), sino de que un juego está siendo controlado por el usuario y renderizado en tiempo real. La influencia que tiene esto en la percepción de la fluidez es masiva.

Que en un juego, en el que estás controlando la cámara con un dispositivo, haya una menor tasa de FPS implica la generación de una fatiga visual bastante más grande, pues el retardo entre cada fotograma crece. Por eso apenas notas que un clip de un shooter vaya a 30fps, pero “te mueres” si juegas tú a 30fps. La diferencia en percepción es abismal.

Además, olvidémonos totalmente de lo dicho y probemos a asumir (erróneamente) que el ojo no distingue nada más allá de los 30fps. El argumento de que jugar a 30FPS es suficiente ni siquiera sirve en ese caso, ya que en una aplicación en tiempo real los FPS serán fluctuantes, y si mantenemos una media de 30 entonces es muy probable que haya caídas muy por debajo de este valor.

Nosotros, en nuestras reviews, siempre hemos seguido un baremo muy concreto de jugabilidad en función de la tasa de FPS. Hemos llegado a la conclusión de que esta es la valoración corrrecta:

FRAMES POR SEGUNDO
Frames por Segundo (FPS) Jugabilidad
Menos de 30 FPS Injugable
30 ~ 40 FPS Jugable
40 ~ 60 FPS Buena
Mayor de 60 FPS Bastante Buena
Mayor de 144 Hz Realista

¿Cuántos FPS distinguimos? Pruébalo tú mismo…

Debéis tener mucho cuidado con todas las afirmaciones falaces que indiquen que no somos capaces de ver más allá de los 24fps, o que el salto de los 60Hz a los 144Hz no se nota. Toda la explicación técnica se complementa muy fácilmente con lo que tú mismo puedes experimentar y comprobar.

Respecto a lo primero, tan solo prueba algún vídeo de Youtube que compare la fluidez del movimiento a 60fps con los 30fps predeterminados. Es muy muy fácil notar cuándo estamos viendo una reproducción a 60fps. Evidentemente, la reproducción de vídeo a 30 o 25fps es algo que veremos durante toda nuestra vida, sin ningún tipo de queja, pero las diferencias son indiscutibles y, sobre todo, ya os explicamos que el caso de los vídeos no tiene mucho que ver con los juegos.

Y para lo segundo, evidentemente no te vamos a sugerir que compres un monitor a 144Hz para hacer la prueba, pero si tienes curiosidad sobre sus diferencias quizás sea una buena idea que vayas a una tienda que tenga monitores gaming en exposición. Busca un modelo 144Hz, y tan solo por comparar el movimiento de ventanas con otro de 60Hz verás que las diferencias son abismales.

También estamos empezando a ver pantallas de 90Hz o incluso 120Hz en móviles, algo que no sorprende dada la fluidez que reportan sus usuarios. Parafraseando, por ejemplo, nuestra review del OnePlus 7T: “Sin duda los 90Hz ofrecen una experiencia de navegación por nubes de tags como Pinterest o Instagram mucho más fluida y sin lag, ocurriendo lo mismo en partidas de juegos online del corte de Fortnite.”

Vale, ya sé que los 144hz se notan… ¿Entonces es necesario cambiar de monitor?

Vamos a responder en grande para ver si queda claro:

NO

Aquí cobra mucha importancia el concepto de “ojos que no ven, corazón que no siente”. Si nunca has probado los 144Hz o apenas los has visto no verás con malos ojos tus 60Hz actuales. El gran cambio de criterio ocurre cuando efectivamente compruebas cómo esa tasa de refresco combinada con alcanzar los 144fps deja unas diferencias muy grandes en fluidez en juegos, e incluso a la hora de usar el PC con normalidad.

Al final, todo dependerá de tu presupuesto y tu disposición a gastar el precio de un monitor de 144Hz. Si tu PC no te permite ni acercarte a los 144fps a tu resolución deseada y/o tu presupuesto es ajustado, simplemente piensa en los 144Hz como algo completamente opcional y que es más consumista que necesario. ¡Disfruta de los juegos, que es lo importante!

Esta cuestión es muy parecida a la discusión que se hacía cuando los SSD comenzaban a implantarse más en los ordenadores: nadie duda de que usar una unidad de SSD en un ordenador tiene un efecto impresionante en la fluidez con la que usamos el PC. Pero, cuando estos eran mucho más caros, se solía decir a las personas que nunca habían probado uno que no era algo necesario, simplemente porque si haces el desembolso, ya no puedes volver atrás, mientras que si no lo haces no llegarás a echar de menos lo que no has experimentado.

Con los monitores e incluso pantallas de móviles es posible que ocurra lo mismo que con los SSD: a medida que se abaraten y sus precios se vuelvan más parecidos a los de opciones de 60Hz, seguramente se generalice su recomendación aún más.

Palabras finales y conclusión

Muchos se preguntan a cuántos fps vemos, es decir, si procesamos la visión de nuestro cerebro a una tasa de fotogramas concreta. La respuesta es que no, no pensamos de manera digital, y por lo tanto no podemos decir que nuestro cerebro, que está constantemente recibiendo señales, vea a una tasa de fotogramas concreta.

Pero ante esta surge una pregunta mejor dirigida, y es cuántos fps somos capaces de percibir. La realidad es que nuestra percepción cambia mucho según el tipo de contenido: un vídeo ya renderizado como una película puede estar perfectamente a 25 o 30 FPS y notaremos un movimiento perfectamente fluido.

Sin embargo, en un juego la historia es muy distinta, ya que al tener el control del mismo y estar renderizándose en tiempo real, las diferencias en percepción son radicales, y el mínimo para una buena jugabilidad suele estar muy por encima de los 30FPS. Con todo, no debemos olvidar que se puede percibir una gran diferencia entre un vídeo grabado a 30fps y uno a 60.

Te recomendamos la lectura de alguno de nuestros artículos sobre hardware:

Ante esta realidad, surge la duda de si es necesario apostar por monitores con tasas de refresco altas, como los de 144Hz, que maximizan la percepción del número de FPS. En este sentido, hemos de reconocer que pueden existir cambios de percepción brutales, en cuanto a la fluidez de la imagen. Pero dar el salto no es estrictamente necesario sino opcional, y se podría afirmar que muchos que lo prueben no querrán volver atrás. Hay que valorar eso porque supone gastar más dinero en el PC y en el monitor.

No cabe duda de que cada persona es un mundo, y seguramente haya gente a la que le cueste más distinguir las diferencias entre distintas tasas de fotograma y de refresco. Pero hay un consenso generalizado de que se nota muchísima más fluidez con una tasa de FPS concreta.

Esperamos que este artículo te haya ayudado a resolver una de las dudas más planteadas de la informática, y sobre todo de la escena gaming. ¿Has hecho el salto a los 144Hz? ¿Cuáles fueron tus impresiones? Te invitamos a dejar tu opinión en los comentarios.

 

Breixo Gómez

Apasionado del Hardware, exigente con la calidad de los productos. Intento aprender lo máximo cada día. No dudes en dejarme cualquier duda o sugerencia en los comentarios ;)
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