El mercado de portátiles ultrafinos se va a animar tras la presentación del Arm Cortex-A78C, un chip de 8 núcleos. La alianza de NVIDIA y Arm empieza a coger fuelle.
Dentro del sector de portátiles ultrafinos, no encontramos una variedad de procesadores espectacular. Los usuarios de estos equipos quieren autonomía y productividad, así que los fabricantes no puede potenciar sus portátiles con chips de alto rendimiento porque requieren una mayor refrigeración. Es un sector complicado, ideal para empresas tecnológicas con ideas innovadoras.
El Cortex A78C, una CPU de 8 núcleos diseñada por Arm
No veremos este procesador en cualquier ultrabook, al menos de momento. Por ejemplo, el mercado de Windows-on-Arm (WoA) se trataba de un espacio en el que muchos fabricantes querían vender portátiles básicos. Microsoft llevó a cabo dicho concepto cuando lanzó sus portátiles Surface.
En un principio, Microsoft potenció sus Surface con procesadores Intel muy interesantes, pero quiso ir mucho más allá con el grosor de sus portátiles. De este modo, recurrió a un chip personalizado, y fabricado por Qualcomm, para potenciar su Surface Pro X: el Snapdragon SQ2.
Pues bien, Arm no tenía mucha apariencia en este mercado, así que ha decidido cambiar el rumbo y presentar esta joya: el Cortex-A78C. Esta CPU está diseñada para portátiles ultrafinos que tengan que realizar tareas más pesadas de lo normal, y no viene con la arquitectura big.LITTLE: diseño mixto de núcleos grandes y pequeños.
Esta versión «C» es una apuesta ambiciosa por Arm, donde el diseño está formado por, exclusivamente, 8 núcleos grandes. La finalidad de ello es la multitarea y el funcionamiento con distintos procesos pesados de forma simultánea. Además, su caché L3 es aumentado a 8 MB L3.
Toda esta potencia será combinada por las tarjetas gráficas Mali-G78, que ofrecen un rendimiento en gráficos muy bueno, sin tener que renunciar a una autonomía decente. Como veis, vemos marcas típicas en smartphones, ya que los ultrafinos no dejan mucho margen para equipar hardware más grande.
Arm especifica que, aunque el Cortex-A78C es una CPU que se centra en dispositivos móviles, la serie «C» es un paso adelante para el rendimiento, escalabilidad y seguridad de la next-gen. De hecho, está dentro de los planes potenciar algún equipo sobremesa con esta CPU, lo que sería interesante de ver.
En su presentación, Arm habla de experiencias gaming mejoradas en juegos AAA, o séase que las cosas se ponen serias.
Seguridad, marca de la casa
Esta compañía cuida mucho este aspecto porque sus clientes suelen ser empresas enormes que valoran mucho la seguridad informática. Por ello, este procesador de Arm incorpora alguna actualización de seguridad importante.
Dispondremos de PAC, una autenticación de puntero que minimiza la posibilidad de ataque y protege al dispositivo. Muchos ataques informáticos usan la programación orientada al retorno (ROP) y la programación orientada al salto (JOP).
Pues bien, PAC reduce las vulnerabilidades y evita que futuros ataques intenten tomar el control del software. Según Arm, los ataques ROP se reducen en un 60%, mientras que los ataques JOP en un 40%.
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¿Qué os parece esta CPU de Arm? ¿Creéis que la veremos en equipos particulares?
