En este artículo vamos a tratar uno de los errores más comunes que aparecen cuando intentamos copiar un archivo a unidades USB como pendrives: aquel que nos indica «El archivo es demasiado grande para el sistema de archivos de destino«. ¿Por qué aparece? ¿Cómo se soluciona? ¿Cuál es el fundamento informático del error? En este artículo responderemos a estas cuestiones. ¡Vamos allá!
Índice de contenidos
Lo primero que debemos hacer es entender el sentido del error que hemos recibido. La primera parte del mensaje está clara, pero no todo el mundo tiene por qué comprender lo que significa el «sistema de archivos de destino«.
Básicamente, toda unidad de almacenamiento, sea interna o externa (como un disco duro o un pendrive) debe usar un sistema de archivos concreto. El que usen definirá la manera en que se almacena, organiza, identifica, accede y modifica la información. Es decir, define la estructura organizativa de la unidad bajo una serie de normas y estándares que permitan que cualquier dispositivo compatible con ese sistema de archivos tenga acceso a la información.
El sistema de archivos es lo que nos permite mantener organizados en archivos y carpetas los datos que incluimos en el disco o memoria USB. Para tener una idea intuitiva, pensad en él como una estantería, biblioteca o archivador donde todo tiene una organización concreta que permite que cualquier persona que conozca cómo se organizan pueda tener un acceso fácil a todos los documentos.
Ahora vamos a ver dónde está la responsabilidad del problema en el 99.9% de los casos: en el sistema de archivos FAT32.
FAT32 es el sistema de archivos más utilizado en pendrives y otros tipos de unidades de almacenamiento flash como tarjetas SD. Por cómo está creado, tiene un límite de tamaño de 4GB por cada archivo almacenado. Es decir, no podremos almacenar archivos mayores a 4GB en él.
Este es un límite fácilmente superable a día de hoy: con que queramos almacenar una película con tamaño de DVD, un vídeo largo, un fichero de instalación pesado, etc… ya podremos superar fácilmente este límite.
Comprueba que, efectivamente, estás pasando un archivo de más de 4GB. Una vez hecho esto, si quieres asegurarte al 100% del formato de archivos en el que trabaja la unidad, dirígete a Este equipo, localiza el dispositivo USB, haz click derecho sobre él y entra en Propiedades.
Como ocurre en informática, FAT32 define una longitud en bits concreta para cada campo de dichas tablas de directorio. A la parte del tamaño de archivo se le asignaron 32 bits, es decir, 32 números binarios o 4 bytes. Además, la unidad en la que se almacena el dato de tamaño son los bytes.
Pero para saber por qué se diferencia entre estas dos unidades, os recomendamos nuestro artículo sobre unidades de medida en informática.
Esta es una limitación que no se puede saltar, forma parte de la implementación y definición formal de FAT32, y sus especificaciones básicas no se pueden modificar de ninguna manera. Un comportamiento tan protocolario es algo esperable en algo que funciona a tan bajo nivel, tened en cuenta que esto no es un simple programa que se pueda modificar a voluntad sino que debe ser algo perfectamente definido para asegurar la compatibilidad entre dispositivos.
Por lo que acabamos de exponer, es evidente que no hay ninguna solución mágica que permita almacenar un archivo mayor a 4GB en una unidad FAT32. Pero sí hay maneras para sortear la limitación, os vamos a exponer las que tienen más sentido.
Esta es una solución ideal si estamos pasando películas de un ordenador a otro, por ejemplo. Si usas software como WinRAR, el proceso es muy sencillo de realizar:
¡Y voilá! Ya tendréis dividido vuestro archivo en varias partes, preparadas para ser unidas luego. Para realizar la unión con WinRAR, simplemente selecciona todas las partes, haz click derecho y elige la opción de extraer. Y ya se hará todo el proceso automáticamente.
La otra opción es, en vez de dividir, comprimir el fichero. Para ello has de abrir el diálogo anterior pero sin hacer los pasos 3 y 4. Quizás sea interesante que elijas el formato de archivo Zip, de cara a maximizar la compatibilidad con otros dispositivos.
El gran problema de estos métodos es que quizás no valgan para tu fichero de destino. Por ejemplo, si la idea es ver contenidos en tu Smart TV, pues simplemente no te valdrán.
Nuestras dos opciones serán NTFS o exFAT, ninguna de ellas tiene un límite de tamaño suficiente como para preocuparnos, y la decisión dependerá básicamente de la compatibilidad con los dispositivos donde vayamos a usar el pendrive.
Si nuestro objetivo es emplearlo en otro equipo con Windows, entonces tanto NTFS como exFAT harán el trabajo a la perfección. Sin embargo, si vamos a usarlo en MacOS o Linux, lo recomendable es darle formato como exFAT, que en ambos casos tendrá una compatibilidad nativa mucho mejor.
En el caso de que vayamos a conectarlo a un dispositivo de distinta índole, como una radio de coche o una Smart TV, lo ideal es probar formateando a exFAT y ver si lo reconoce y permite hacer lectura y/o escritura de archivos según lo necesitemos, y si vemos que no sirve entonces hacer la prueba con NTFS.
Lo primero que haremos será guardar una copia de todos los ficheros del pendrive en nuestro ordenador. Así, el proceso dejará ilesa toda nuestra información y no perderemos ningún dato.
Una vez hecho esto, vamos directamente al formateo del USB. Para ello, dirígete nuevamente a la ventana Este equipo, haz click derecho sobre tu memoria USB, y clica en «Formatear«.
Entonces, se te abrirá un cuadro de diálogo en el que se dará a elegir el sistema de archivos de destino. Elige el que hayas decidido según lo que te hemos indicado, no modifiques el tamaño de asignación, introduce la etiqueta que desees (es un nombre identificativo) y deja marcado el formateo rápido. Entonces, ¡a formatear!
Ahora, vuelve a pasar los archivos que ya tenías, y disfruta de pasar tu fichero de más de 4GB al USB. Si confirmas la compatibilidad con los dispositivos deseados, entonces enhorabuena, lo has conseguido 🙂
Se nos ocurre alguna opción alternativa para solucionar tu problema. Por ejemplo, si los problemas ocurren con un fichero de vídeo, podrías reducir su tamaño con herramientas de codificación como Handbrake. Sin embargo, tratándose de un vídeo de más de 4GB lo más probable es que la codificación del mismo requiera de un buen número de minutos o incluso horas, en función del PC que tengas.
En definitiva, lo más razonable en la mayoría de los casos será probar el formateado a NTFS o exFAT y comprobar que funcionen en el dispositivo de destino.
Después de explicar todo esto, una pregunta que tiene mucho sentido hacerse es: ¿por qué se sigue usando tanto FAT32 si fue inventado en 1995 y tiene tantas limitaciones? La clave está en la popularidad y compatibilidad. Básicamente, si tienes una unidad USB formateada en FAT32 la podrás usar en prácticamente cualquier dispositivo imaginable: smartphones, cámaras, televisiones, radios de coche, consolas, y un largo etcétera.
En cambio, NTFS tiene un soporte limitadísimo fuera de Windows y exFAT, que es la evolución de FAT32, se lanzó en 2006, así que su implantación sigue siendo a día de hoy limitada. De hecho, su soporte total en Linux no llegó hasta hace apenas 1 año.
Algo que debéis tener en cuenta es que Windows no permite formatear en FAT32 ningún dispositivo de más de 32GB, sino que para esos casos recurre directamente a NTFS y hay que usar software de terceros si queremos emplear el sistema FAT32. Para que veáis que el uso de FAT32 de manera predeterminada en Windows no se extiende más allá de pendrives y tarjetas de memoria de 32GB o menos.
En informática, hay un montón de estándares y protocolos excesivamente antiguos que siguen siendo los más usados con diferencia debido a que existe compatibilidad entre casi cualquier dispositivo del planeta que aún costará muchos años alcanzar con un estándar superior. Este es el caso del protocolo IPv4 (las direcciones IP normales que todos conocemos), donde tan solo hay 4.600 millones de IP posibles (precisamente, porque su tamaño es de 32 bits, igual que nuestro problema con FAT32), y evidentemente son muchas menos que todos los dispositivos conectados a Internet que hay en el mundo.
¿Es un capricho o una vagueza que siga siendo lo más usado del planeta? ¿No hay ambición por implementar IPv6? Todo lo contrario, pero es totalmente inviable hacer una transición brusca: lo mismo ocurre con FAT32. Cada vez más dispositivos son capaces de leer otros sistemas como exFAT, pero todavía queda mucho camino por recorrer.
Esto se debe a que el tamaño de cada archivo (en bytes) se indica en un campo de 32 bits sin signo. Esto permite representar hasta 4096 millones de números distintos, es decir, 4GB (tratando las unidades como lo hace Windows) o más bien 4GiB (formalmente).
Te recomendamos la lectura de algunos de nuestros artículos sobre informática:
Ante esto, no hay ninguna solución que nos permita colocar un archivo de más de 4GB en FAT32. Sin embargo, tenemos opciones alternativas que nos pueden permitir cumplir nuestro cometido. La primera es dividir o comprimir de alguna manera el fichero para que pese menos de 4GB. La segunda y la más ideal sería emplear otro sistema de archivos en nuestra memoria. La que quizás nos asegure la mejor compatibilidad será exFAT, pero todavía está muy limitada en este sentido.
Desgraciadamente, las memorias FAT32 van a seguir siendo de las más usadas durante varios años más. Y es que su compatibilidad plena con la mayoría de dispositivos del mercado y su popularidad hace que resulte especialmente difícil desbancarla. Esperamos que este artículo te haya sido de ayuda a la hora de resolver tu problema, o para saber más sobre los sistemas de archivos. ¡Gracias por leernos!
Asus ZenWiFi BT8 es un sistema Mesh Wi-Fi 7 el cual se sitúa por debajo…
Qualcomm anuncia nuevos SoC Snapdragon X, pero no se trata de una nueva generación, sino…
NVIDIA no solo da razones teóricas, sino fundamentos en forma de ofertas de todo GeForce…