La pasta térmica puede quedarse seca si no se cambia en años, algo que suscita cierto debate entre la comunidad, ¿cambiarla o dejarla? Te decimos cómo cambiarla correctamente sin dañar el procesador.
Cuando el usuario quiere cambiar su pasta térmica, y ésta se encuentra seca, puede cometer ciertas negligencias propias de la inexperiencia. Probablemente, queráis cambiarla porque la CPU no ofrece unas temperaturas muy buenas, pero removerla no es tan sencillo, lo que puede ocasionar problemas. Os decimos cómo hacerlo.
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Principalmente, cuando la pasta térmica no ofrece un aspecto cremoso y su tacto es tan seco que no deja restos en nuestras manos. Con el paso del tiempo, este compuesto se va secando, lo que influirá en la transferencia de calor del IHS al disipador. El resultado ya lo conocéis: la CPU es más caliente, por lo que hay que cambiar la pasta.
Ese mismo estado seco, es el que provoca que muchas personas cometan peripecias desdichadas, como es «rascar» el compuesto seco. Pensad que, si hacemos esto, existe la posibilidad de dañar el IHS, afectando a la transferencia de calor.
Por tanto, la pasta térmica no es que caduque, sino que se deteriora. Es este deterioro el que provoca una subida de las temperaturas de nuestra CPU, dando igual que el disipador esté limpio. Recordad que este compuesto es el que está entre el disipador y el procesador, por lo que tiene que estar en un estado óptimo.
Decimos esto porque la CPU puede funcionar perfectamente, solo que más caliente que antes. Utilizamos este argumento para sostener que no caduca, sino que se deteriora. De hecho, cuando compramos una pasta térmica, no nos dice el último día de utilización, como vemos en los alimentos.
Para eliminar nuestra pasta térmica antigua, lo ideal es humedecerla para eliminarla fácilmente. Sin embargo, ¿cómo hay que humedecerla? Utilizaremos alcohol isopropílico de 75% de alcohol o más. Nunca utilicéis agua o agua destilada porque ambas conducen electricidad.
Nosotros recomendamos aplicar el alcohol isopropílico en un bastoncillo o en un paño microfibra, ya que no es recomendable aplicarlo directamente. Otras personas deciden utilizar filtros de café para echar el alcohol isopropílico. También, nos sirven algodones, como los que se utilizan para quitarse la pintura de las uñas.
Si os preguntáis por qué alcohol isopropílico, la respuesta es dual: desinfecta y no conduce electricidad. El segundo motivo es el que nos lleva a aconsejaros que lo uséis para limpiar los componentes de vuestro PC.
Por tanto, no rasquéis la pasta térmica, ni la intentéis calentar porque lo único que conseguiréis es dañar el procesador. En cualquier caso, hay que quitarla y aplicar nueva pasta térmica para seguir manteniendo la CPU correctamente.
Como es obvio, os recomendamos monitorizar las temperaturas después de cambiar la pasta térmica seca para comprobar que todo está perfectamente.
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Esperamos que os haya sido de ayuda esta información. Si tenéis alguna duda, comentad abajo para que os podamos ayudar. ¿Alguna vez os ha pasado esto? ¿Cómo habéis cambiado la pasta térmica?
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