Fractal Design es una de las marcas más conocidas en el mercado de las cajas y la refrigeración, siempre con un enfoque muy distintivo en sus productos. Esta también tiene presencia en las fuentes de alimentación, y en los últimos meses renovó su línea de productos con las Ion+ Platinum, un producto excelente que tuvimos la suerte de analizar. En esta ocasión, os traemos el análisis completo de la nueva Fractal Design Ion SFX-L 650W, su propuesta para equipos con factor de forma compacto.
Esta es una candidata a ser emparejada con otros productos de la marca como su caja Era ITX. Se trata de una fuente de dimensiones especialmente compactas con certificación 80 Plus Gold, 10 años de garantía, cableado 100% y más. ¿Dará la talla dentro del mercado del Small Form Factor? En esta review lo veremos en detalle. ¡Comenzamos!
Agradecemos la confianza depositada a Fractal Design por enviarnos este producto para su análisis:
Esta es una fuente SFX-L, y por lo tanto es básicamente una fuente extremadamente pequeña pensada para ser montada en equipos con cajas ITX de factor de forma pequeño (SFF). No es una fuente para equipos normales en cajas normales, para eso ya está la Ion+ Platinum. Destacar, en todo caso, que el formato SFF más conocido es el SFX, en este caso tenemos SFX-L que es básicamente un SFX algo más alargado para poder acomodar ventiladores de 120mm. Podéis saber más sobre ello y ver imágenes comparativas del tamaño en nuestro artículo sobre formatos de fuentes de alimentación.
Vamos ahora a ver la gestión del cableado de la Ion SFX. Empecemos recordando que en nuestra review de la Fractal Design Ion+ Platinum destacamos la gran flexibilidad de los cables. La duda está en si volverá a ocurrir lo mismo en este caso, teniendo en cuenta que la PSU está hecha por un fabricante distinto.
Volviendo a la flexibilidad, efectivamente vemos cómo se nota que el recubrimiento de estos cables tiene una fórmula distinta a la normal. Quizás no sean tan flexibles como los de la Ion+, pero las diferencias son abismales con la mayoría de cables planos que hemos probado, por no decir todos. Así que enhorabuena a Fractal por mantener la buena flexibilidad de sus cables, algo especialmente importante en builds mini-ITX.
Tampoco tenemos molestos condensadores en ninguno de los cables, nos libramos de ese impedimento en el montaje.
Una fuente SFX se suele caracterizar por tener una longitud del cableado corta. Esto es algo intencionado pensando en facilitar su manejo en los equipos a los que se dirige, es decir, los que se montan en cajas muy pequeñas. Como determinar la longitud correcta es algo complejo, en nuestras reviews de fuentes SFX usamos como referencia unos valores «medios» que para nosotros se ajustan a lo esperado:
ATX | CPU | PCIe | SATA | Molex | |
Fractal Design Ion SFX 650W | 350mm | 400mm | 400mm + 100mm | 810mm | 510mm |
Longitudes más usadas en fuentes SFX (Referencia) | ~300mm | ~350-400mm | ~350-550mm + 100-150mm | 600-900mm | 600-700mm |
Longitud Fractal Design Ion+ Platinum 860W (ATX) | 600mm | 600-700mm | 560+120mm | 760mm | 760mm |
En este caso, tenemos medidas ajustadas a las esperadas o más. Destaca ver tiras SATA con longitudes típicas de una fuente ATX, una muy buena noticia para asegurar que el cable llegue a donde lo necesitemos. Sobre todo pensando en el modelo de 500W, que solo tiene una tira con 4 cables, haciendo este aspecto importante.
La única excepción está en los cables Molex, 90mm inferiores a lo esperado. Pero, siendo francos, nos da igual. Tampoco nos importa su poca cantidad, 2 conectores, teniendo en cuenta que los Molex de 4 pines cada vez se usan menos. Lo único que nos parece relevante en este sentido es que no se mezclen con los SATA, algo que afortunadamente no ocurre en la Ion SFX-L.
Aviso: Abrir una fuente de alimentación acarrea riesgos para quien la manipule incluso estando desconectada y anula la garantía. Las fuentes no son un componente reparable.
Al ser una variante de Focus, es obvio que tenemos las tecnologías LLC en el primario y DC-DC en el secundario, no esperábamos menos.
Respecto a las protecciones SIP (Surge and Inrush) también nos alegra ver un conjunto completo de protección. Es decir, tenemos un MOV para reducir sobretensiones y una combinación de termistor NTC y relé contra los picos de corriente que se dan cuando encendemos la fuente.
Además de todo esto, para todas las fuentes que testean ofrecen un informe público y accesible para todo el mundo con los resultados de una gran cantidad de pruebas de rendimiento que nada tienen que ver con la certificación de eficiencia pero sí que resultan útiles para conocer la calidad y el desempeño de la fuente de alimentación.
Por esto, desde hace varios meses incluimos las pruebas de Cybenetics en todas nuestras review siempre que podemos, debido a tres motivos:
Dicho esto, vamos con un pequeña pequeña explicación del significado de las diferentes pruebas que vamos a mostrar.
Como las pruebas realizadas por Cybenetics tienen cierta complejidad, os explicamos en estas pestañas qué se mide y cuál es su importancia.
Se trata de una información que incluiremos en todas las review que incluyan datos de Cybenetics así que, si ya conoces cómo funciona la estructura de pruebas, puedes seguir leyendo la review. Si no, te recomendamos echar un vistazo a todas las pestañas para saber de qué va cada prueba. 😉
Vamos con un pequeño glosario de algunos términos que podrían resultar algo confusos:
Raíl: las fuentes para PC que siguen el estándar ATX (como esta) no tienen una única salida, sino varias, que se distribuyen en “raíles“. Cada uno de esos raíles saca un voltaje concreto, y puede suministrar una corriente máxima concreta. Os mostramos los raíles de una ASUS ROG Thor en la imagen de abajo. El más importante es el de 12V.
Crossload: cuando se testea una fuente de alimentación, lo más común es que las cargas que se hagan a cada raíl sean proporcionales a su “peso” en la tabla de distribución de potencia de la fuente. Sin embargo, se sabe que las cargas reales de los equipos no son así, sino que suelen ser muy desbalanceadas. Por ello, existen dos test llamados “crossload” en los que se carga a un solo grupo de raíles.
Por una banda, tenemos el CL1 que deja sin carga al raíl de 12V y le da el 100% a 5V y 3.3V. De la otra, el CL2 que carga al 100% el raíl de 12V dejando al resto sin carga. Este tipo de pruebas, de situaciones límite, pone verderamente de manifiesto si la fuente tiene una buena regulación de voltajes o no.
La prueba de regulación de voltajes consiste en medir el voltaje de cada raíl de la fuente (12V, 5V, 3.3V, 5VSB) en los distintos escenarios de carga, en este caso del 10 al 110% de carga.La importancia de esta prueba radica en lo estables que se mantengan todos los voltajes durante las pruebas. Idealmente, nos gusta ver una desviación máxima del 2 o 3% para el raíl de 12V, y del 5% para el resto de raíles (el estándar ATX define un máximo del 5% para todos los casos).
Lo que no importa tanto es ‘de qué voltaje se parte’, si bien es un mito bastante extendido, no debe importarnos que se ronden los 11.8V o los 12.3V por ejemplo. Lo que sí exigimos es que se mantengan dentro de los límites del estándar ATX que rige las normas de correcto funcionamiento de una PSU. Las líneas rojas rayadas indican dónde están esos límites.
De forma vulgar se puede definir como los “residuos” de corriente alterna que quedan tras la transformación y rectificación de la CA del hogar en CC de bajos voltajes. Esta afirmación no se corresponde con la realidad ya que una fuente conmutada como las que se usan en PC sigue un proceso mucho más complejo así que esos «residuos» no «vienen» realmente de la corriente alterna de casa, pero así es más sencillo de explicar.
Se trata de variaciones de algunos milivoltios (mV) que, si son muy elevadas (podríamos decir que hay una salida de energía “sucia”) pueden repercutir en el comportamiento de los componentes del equipo y en algunos casos llegar a estropearlos, sobre todo con algunas fuentes de muy baja calidad.
El estándar ATX define límites de hasta 120mV en el raíl de 12V, y hasta 50mV en los otros raíles que mostramos. Nosotros (y la comunidad de especialistas de PSU en general) consideramos que el límite en 12V es bastante elevado, por lo que damos un “límite recomendado” de justo la mitad, 60mV. En todo caso veréis cómo la mayoría de fuentes que testeamos dan valores excelentes.
En el caso de algunas fuentes de mala calidad y especificaciones falsas, se puede llegar a superar con creces este límite. Esto puede estresar fuertemente los VRM de la placa base y la tarjeta gráfica dedicada en caso de tenerla, pudiendo estropearlos.
En los procesos de transformación y rectificación de la corriente alterna del hogar a la corriente continua de bajo voltaje que necesitan los componentes, hay diversas pérdidas energéticas. El concepto de eficiencia permite cuantificar dichas pérdidas comparando la potencia consumida (ENTRADA) con la que se entrega a los componentes (SALIDA). Dividiendo la segunda entre la primera, obtenemos un porcentaje.Esto es precisamente lo que prueba 80 Plus. A pesar de la concepción que tiene mucha gente, 80 Plus solo mide la eficiencia de la fuente y no hace ningún testeo de calidad, protecciones, etc. Cybenetics testea eficiencia y sonoridad, aunque incluye también los resultados de otras muchas pruebas como las que os mostramos en la review.
Otro error de concepto muy grave en torno a la eficiencia es creer que esto determina qué porcentaje de su potencia “prometida” puede entregar la fuente. Lo cierto es que las fuentes de potencia “real” anuncian lo que pueden dar en la SALIDA. Es decir, que si una fuente de 650W tiene un 80% de eficiencia a este nivel de carga, significa que si los componentes demandan 650W, esta consumirá 650/0.8 = 812.5W de la pared.
Último aspecto relevante: la eficiencia varía según estemos conectando la fuente a una red eléctrica de 230V (Europa y casi todo el mundo), o a 115V (principalmente EEUU). En este último caso es menor. Nosotros publicamos los datos de Cybenetics para 230V (si los tienen), y puesto que la aplastante mayoría de fuentes se certifican para 115V, es normal que a 230V no se lleguen a alcanzar los requisitos del 80 Plus anunciado por cada fuente.
Para esta prueba, Cybenetics testea las PSU en una cámara anecoica extremadamente sofisticada con equipamiento que vale decenas de miles de euros.
Se trata de una sala aislada del ruido exterior casi en su totalidad, basta con decir que tiene una puerta reforzada de 300kg para ilustrar el gran aislamiento con el que cuenta.
Dentro de ella, un sonómetro de extrema precisión capaz de medir por debajo de los 6dbA (la mayoría tiene como mínimo 30-40dBa, muchísimo más) determina la sonoridad de la fuente de alimentación en los distintos escenarios de carga. También se mide la velocidad que alcanza el ventilador en rpm.
Este test mide, básicamente, cuánto tiempo es capaz de aguantar la fuente a encendida una vez se desconecta de la corriente mientras está a máxima carga. Serán unos milisegundos cruciales para permitir un apagado más seguro.
El valor mínimo de hold-up time según el estándar ATX son 17ms. No suele haber problemas con valores algo inferiores pero evidentemente se premiarán las fuentes que lleguen a este mínimo.
Además de ello, tenemos el llamado tiempo entre pérdida de energía y corte de la señal PWR_OK. Para explicarlo, diré primero qué es la señal PWR_OK y qué mide ese retardo:
Pues bien, este tiempo mide cuánto retardo hay entre la pérdida de corriente y la puesta en baja de esa señal. Evidentemente, esto tiene que ocurrir de forma previa a que pase el hold-up time, ya que no tiene sentido que ese «aviso» se de una vez la fuente ya se ha apagado. El estándar ATX define que este retardo debe ser al menos 1ms inferior al valor del hold-up time. Ejemplos:
Lo anterior se repite en el rizado, que es muy ajustado en todos los casos. Esto sorprende teniendo en cuenta que en una fuente SFX tenemos mucho menos espacio para condensadores de filtrado, y que tampoco tenemos ninguno de estos en los cables. Seasonic sorprende muchas veces con sus diseños analógicos, que incluso ponen contra las cuerdas a otros digitales en cuanto a la precisión de la regulación de los voltajes y rizado. Este es uno de esos casos.
No son datos de ruido preocupantes, pero tampoco dignos de aplauso.
Una de nuestras mayores quejas en la review de la Ion+ Platinum fue su modo pasivo. Y es que este usaba un controlador digital que, a nuestro juicio, no estaba bien programado. En este caso, tratándose de una fuente que usa la plataforma Focus SGX sabemos que el control que usa es analógico. Esto es peor que un control digital bien hecho, pero desde luego mejor que uno malo.
Y efectivamente, se trata de un modo semi-pasivo con cierta tendencia a entrar en «bucles» de funcionamiento, cuando la temperatura está cerca del umbral de encendido del ventilador. Nos hubiese gustado que el modo semi-pasivo fuese desactivable para que los usuarios que quieran evitar este efecto lo hagan. En todo caso, estamos respaldados por 10 años de garantía, y el funcionamiento tampoco es terrible.
Básicamente, estamos ante una versión modificada de las Seasonic Focus SGX, con la adición de los cables UltraFlex de Fractal cuya flexibilidad hemos podido constatar. Estamos seguros de que será una característica que sorprenderá a muchos usuarios que compren esta Ion SFX-L.
El hecho de basarse en ese modelo de fuente implica una gran calidad interna, y un rendimiento eléctrico simplemente excelente, del que no tenemos casi ninguna pega. Esto, combinado con un período de garantía de 10 años, convierte a la Ion SFX en una auténtica inversión de futuro para quienes la monten en equipos compactos.
No obstante, el aspecto que menos nos ha convencido es la sonoridad. Debéis tener en cuenta que hacer una fuente SFX-L silenciosa es algo mucho más difícil que en una ATX, y que además el perfil sonoro de esta fuente será satisfactorio para la gran mayoría de usuarios, gracias a su modo semi-pasivo. Pero para los usuarios más exigentes, que vayan a usar el PC en entornos ultrasilenciosos o busquen un equipo lo más pasivo posible, es posible que la Ion SFX no se ajuste totalmente a sus necesidades. Aún así, como decimos, su sonoridad es excelente para la gran mayoría.
Te recomendamos la lectura de nuestra guía de mejores fuentes de alimentación del mercado.
El precio de esta Ion SFX es de 95 euros para el modelo de 500W y 115 euros para el de 650W. Son precios razonables en una fuente SFX-L de este nivel, si bien se acercan peligrosamente a opciones 80 Plus Platinum algo superiores en prestaciones. En todo caso, la Ion SFX es una opción a tener muy en cuenta.
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