Si algo no le podemos negar a la marca de la ventana es que su nuevo Microsoft Surface Book 3 es una completa maravilla en lo que a diseño se refiere. Será el protagonista de nuestro análisis, un portátil ultra delgado, construido en aluminio y magnesio, cuya pantalla en resolución 3000 x 2000p se podrá extraer para convertirse en una tableta y llevarla a cualquier lugar.
Para alcanzar casi 11 horas de autonomía al contar con una doble batería que usará de forma inteligente. Y si queremos más poder, su CPU Intel Core i7-1065G7 de 10nm y su gráfica dedicada Nvidia GTX 1650 te permitirán incluso jugar o renderizar sin problemas. Si quieres conocer en detalle el mejor trabajo de Microsoft, quédate en nuestro análisis.
Entes de comenzar, damos las gracias a Microsoft por seguir confiando en nosotros y cedernos este portátil para su análisis.
Como buen rival de los Mac y siendo producto nivel premium, el fabricante ha utilizado para su Microsoft Surface Book 3 una bonita y ajustada caja de cartón rígido macizo en color blanco y con apertura deslizante estilo smartphone. En ella tenemos una foto a gran tamaño del portátil abierto y por detrás información detallada acerca del mismo junto a la versión concreta de 13,5 o 15,6 pulgadas.
No tardamos en abrir esta caja para encontrarnos en primera instancia con el equipo envuelto en un protector de plástico. Justo debajo tenemos un separador de cartón para permitir almacenar el resto de elementos, que esta vez no serán muchos. Por cierto, el fabricante también nos ha suministrado un Lápiz para Surface, así que os contaremos también nuestra experiencia con él.
El bundle que nos ha llegado cuenta con estos elementos:
El Microsoft Surface Book 3 es un portátil que sobre todo entrará por el ojo de cualquiera, ya que no podéis negar que el diseño es una maravilla para la vista. El trabajo que han hecho de diseño tanto en la versión con pantalla de 13,5 pulgadas que analizamos, y la de 15,6 pulgadas es impresionante. Y atentos, porque también se podrá convertir en tableta.
En esta ocasión será un equipo construido sobre un chasis de aluminio por lo estable y resistente que es. Pero la cubierta exterior utilizar un acabado en magnesio de gran calidad que no deja ningún tipo de huellas sobre su superficie. En esta ocasión parece no haber más colores o acabados diferentes como sí ocurre en los Surface Laptop 3. Cabe decir que las superficies de cubierta y teclado son completamente lisas, aunque el magnesio nos da un efecto ligeramente rugoso o más bien anti resbalones que le sienta de escándalo a la manejabilidad y ergonomía del equipo.
Dicho esto, este modelo con pantalla de 13,5 pulgadas es bastante compacto en medidas, con 312 mm de ancho, 232 mm de profundidad y tan solo 15 mm de grosor en modo portátil por la zona más delgada del mismo. Si extraemos la pantalla de la base de teclado se quedará en unos 7 mm tan solo. El peso en esta versión de metal será de 1642 gramos exactamente, así que es un equipo increíblemente liviano a pesar de tener un potente hardware y dos baterías. Sin duda el trabajo en este apartado también es excelente.
Veamos los detalles arquitectónicos del Microsoft Surface Book 3 empezando por la tapa, la cual tiene un bonito acabado mate en gris muy claro. Viene acompañada del logotipo de la marca en acabado espejo en la zona central, así como un sensor de fotos de 8 MP con sensor de luz ambiental, junto a un micrófono en la esquina superior izquierda. El empaque de la unidad en su bordes nos deja ver unas esquinas con curvatura muy suave y bordes rectos hacia abajo para mejorar accesibilidad, ya que en definitiva, es una tablet.
Destaca sobremanera en el diseño la bisagra que se ha utilizado para la apertura del equipo, ya que esta vez es de tipo oruga con tres eslabones. La peculiaridad de este sistema frente al tradicional es que la unidad se queda ligeramente más gruesa de la zona trasera, y al efectuar la apertura, parte de esta oruga quedará como apoyo en el suelo. Podríamos decir que no es tan estable como una bisagra normal, sobre todo tras mucho uso, pero admite determinadas posiciones de la pantalla. La razón principal de este uso es por supuesto el hecho de tener pantalla extraíble, ya que es la forma más cómoda y viable de conseguir un diseño perfecto.
La zona de la base no cuenta con ningún tipo de rejilla de ventilación ni nada por el estilo, aunque en esta región se encuentra la tarjeta gráfica dedicada. Así que solamente tendremos un par de patas de goma longitudinales muy discretitas para colocar el equipo en el suelo. Claro que si nos vamos a la zona superior, encontraremos una pequeña rejilla de ventilación que apunta hacia la pantalla que sirve para expulsar el aire caliente generado por la Nvidia GTX 1650 y el ventilador que se encuentra junto a ella.
Continuamos hacia la zona del teclado del Microsoft Surface Book 3, que en esta ocasión consiste en una distribución de tipo ISO QWERTY en perfecto español. En ninguna de las versiones se ha utilizado pad numérico, así que el teclado está muy clarito, con espacio de sobra y claramente sin orientación gaming al tener teclas de dirección muy pequeñitas.
El touchpad se ha instalado en la zona central, siendo un panel bastante amplio con botones integrados y superficie de vidrio de excelente tacto. De esta zona que veremos más detalladamente en su correspondiente apartado, destaca la tecla situada en la zona superior derecha al lado de Supr. La usaremos para despegar la pantalla de la base de teclado, convirtiendo así el equipo en tablet. La zona más pegada a la pantalla es ligeramente más gruesa para dejar paso a la rejilla de ventilación.
Ni mucho menos hemos terminado con el diseño del Microsoft Surface Book 3, porque ahora extraeremos la pantalla para utilizarlo en modo tablet, que para eso es un Surface. Como ya hemos mencionado, debemos pulsar la tecla superior derecha y esperar a que se torne verde para separar ambas mitades. En caso de que nos dé una luz roja tendremos que desencajar posibles aplicaciones en ejecución desde la barra de tareas. Tan pronto como escuchemos un “clic” será el momento en el que la pantalla quedará liberada.
Y es que para su fijación tenemos un total de 3 puntos de o pestañas, de las cuales una de ellas será el conectar Surface Connect que envía energía y los datos de la base hacia el resto de hardware instalado tras la pantalla. Este puerto o conexión de diseño propio consta de tres elementos de contacto por separado, de los cuales el central es exactamente el mismo que utiliza la base de teclado para efectuar la conexión de alimentación y datos de puertos. Por supuesto aquí tendrá más contactos funcionales, y además de poder cargarse en modo tablet exclusivamente, los otros dos se utilizan para la señal de vídeo de la tarjeta gráfica y demás.
A continuación, se encuentran los anclajes reales de la pantalla a la base, los cuales son metálicos y con bastante superficie de contacto. Para la fijación se utilizará algún elemento mecánico basado en imanes, ya que la separación deja oír un sonido de clic a su paso.
Seguramente una buena pregunta es cómo se refrigera el hardware del Microsoft Surface Book 3 colocado tras la pantalla y en un espacio tan sumamente reducido. Pues para ello el fabricante ha creado una abertura en forma de rejilla presente en todo el borde de la pantalla que permite extraer el aire impulsado por un ventilador interno. Luego analizaremos qué tal se defiende este equipo sometido a estrés y jugando, ya que no va a rendir tanto como un portátil normal debido a su ajustadísimo tamaño y refrigeración.
Como buena tablet que en definitiva es, el Microsoft Surface Book 3 cuenta con el botón de encendido en la esquina superior derecha, el cual viene acompañado de dos botones para subir y bajar el volumen. El Jack de 3,5 mm también se encuentra ubicado en ella, así como una región magnetizada en el lateral izquierdo para colocar aquí nuestro Lápiz para Surface de forma muy discreta y funcional.
En el Microsoft Surface Book 3 tenemos un recuento de puertos algo inferior a otros portátiles de gama alta del mercado, y obviamente no llega a ser tan nutrida como las configuraciones gaming por falta de espacio. Estos puertos se reparten entre los laterales del equipo principalmente. Veamos cuáles son de derecha a izquierda:
Al final son tres puertos USB útiles los integrados en el equipo, y por limitaciones de espacio no disponemos de puerto LAN como es comprensible. Algo positivo es que todos los puertos USB son de Gen2, es decir, trabajarán a un máximo de 10 Gbps y cuentan con carga rápida para dispositivos móviles.
Pero sin duda el conector más interesante será el Surface Connect, el cual consiste en una conexión propietaria que, de base, nos va a permitir conectar la alimentación a la base de teclado del equipo. En la zona de Tablet tenemos uno extendido con más contactos para efectuar la conexión entre dicha base y el hardware principal.
Pero la utilidad principal que tiene es la capacidad de integración con el Surface Dock 2. Se trata de un hub de puertos de alta velocidad que dispone de cargador de hasta 200W, conexión de vídeo hasta 4k@60 Hz con DisplayPort y HDMI, puerto USB-C extras e incluso conexión de red LAN a 1 Gbps. Sin duda será el elemento más útil para aquellos que necesiten un extra de conectividad para su portátil o Tablet Microsoft, ya que es compatible con casi todos los modelos disponibles. Su precio se sitúa en unos 300 euros, así que barato no es, aunque está cerca de otros hub como los que comercializa Orico.
La pantalla del Microsoft Surface Book 3 podría ser una de las mejores de su categoría para Tablet-portátiles y cercana al nivel de las ofrecidas por los Mac. En esta ocasión se trata de un panel PixelSense de 13,5 pulgadas que por supuesto utiliza tecnología LCD IPS al máximo nivel gracias al fabricante Panasonic. Esta es una importante diferencia con respecto al modelo Surface Pro 4, el cual utilizaba paneles Samsung IGZO con un extra en eficiencia energética.
Su increíble resolución nos deja 3000 x 2000 píxeles en un formato de imagen de 3:2, haciendo así una densidad de 267 ppp. Este panel además ofrece un contraste típico de 1600:1, no detallándose nada sobre soporte HDR, aunque el brillo se sitúa por encima de los 300 nits sin problema según nuestras mediciones. En este sentido el cambio de tecnología parece que le ha sentado bien al panel, ya que puede ser el portátil que mejor contraste tiene a día de hoy.
No conocemos por parte del fabricante más prestaciones que estas, así que tocará analizarlas mediante el colorímetro. Lo que sí podemos afirmar es que los ángulos de visión de 178o se cumplen de una forma impecable tanto en horizontal como en vertical. En este caso las prestaciones no están orientadas a juegos, sino a diseño, y esto se traduce en una tasa de refresco de 60 Hz estándar, así como una cobertura de color del 100% sRGB aproximadamente. De hecho, el fabricante anuncia que cada uno de sus paneles han sido individualmente calibrados de fábrica para este espacio.
Y no solamente se trata de ver lo que muestra esta pantalla, sino de interactuar con ella gracias a su entrada táctil multitouch de 10 puntos con chipset G5. Una entrada optimizada con respecto a la generación anterior para darnos una mejor sensación en pantalla y un lag imperceptible. El manejo del sistema Windows es impecable en este Microsoft Surface Book 3, especialmente si utilizamos el Lápiz para Surface que se nos ha incluido para la prueba.
La calidad y definición de la imagen es impresionante, y pareciera que estamos ante un espejo por la naturalidad de los colores, la excelente calibración y la definición. El acabado glossy también ayuda a dar un efecto más Premium al conjunto, aunque obviamente introduce algún que otro reflejo molesto en ambientes muy luminosos.
Hemos realizado las pruebas de calibración para este panel del Microsoft Surface Book 3 con nuestro colorímetro X-Rite Colormunki Display, y los programas HCFR y DisplayCAL 3. Con estas herramientas analizaremos las gráficas de color de la pantalla en los espacios sRGB y DCI-P3. Posteriormente realizaremos una calibración si procede, para poder ver si existen o no mejoras dentro de las posibilidades de cada panel y la configuración que permite el fabricante.
Las pruebas se han realizado con el brillo al 100% en todo momento y la configuración de fábrica de la pantalla. Esta vez no hemos realizado pruebas de ghosting.
| Medidas | Brillo máximo | Contraste | Valor Gamma | Temperatura de color | Nivel de negros |
| @100% brillo | 337 cd/m2 | 1624:1 | 2,10 | 6605K | 0,2076 cd/m2 |
Las prestaciones de este panel cumplen a la perfección las características técnicas mencionadas, superando los 1600:1 de contraste y los 300 nits con el brillo al máximo. Es un panel muy bien construido y calibrado, con un excelente ajuste en el punto D65 para mostrar un blanco neutro, así como una profundidad de negros en los 0,2 nits. Solamente el Gamma se ha quedado por debajo de la referencia 2,2 para mejorar ese contraste, así que veremos cómo influye en las gráficas y calibración.
La uniformidad también ha dado unos resultados muy satisfactorios, con unos registros muy bien ajustados en todas las celdas comprobadas. Vemos que el brillo máximo supera en todos los casos los 300 nits, aunque es en la parte izquierda en donde obtenemos los mejores resultados. La diferencia entre el punto más y menos brillante será de 43 nits, que no es una medida demasiado alta.
Aquí podéis ver lo bien calibrada que está la pantalla del Microsoft Surface Book 3 en este espacio, dándonos un Delta E medio de solo 0,43 y siendo por tanto inferior a 1. Esto demuestra en primera lugar que la pantalla está optimizada para este espacio, y en segundo que no requiere calibración por nuestra parte. Son muy pocos los tonos que se salen por encima de 1,5 – 2, y eso que no está usando un perfil ICC ni tienen certificación Pantone que nosotros sepamos.
En cuanto a los registros de cobertura en este espacio, estamos en un 93%, y no lo cubre totalmente como esperábamos. Las gráficas de color sí que nos muestras unos resultados algo distintos a lo que es habitual, quizás por el cambio en el valor gamma y las peculiares prestaciones frente a los IPS tradicionales. Vemos que las curvas de luminancia y gamma distan bastante de la referencia, mientras que las gráficas de negro y blanco tampoco se ajustan a la guía de HCFR. Pero como veis, esto no evita que el Delta sea perfecto.
Pasamos al espacio DCI-P3 en donde hemos conseguido una cobertura del 66%, y aquí sí que esperábamos mayores prestaciones para competir con las pantallas de los Mac que sí tienen mejor rango en este espacio. El Delta empora un poquito al ser de 2,19, aunque todavía son excelentes resultados a rozar el 2. Finalmente, en las gráficas vemos más o menos lo mismo que en espacio anterior, sin estar ajustadas a las líneas marcadas por HCFR.
Especialmente en el apartado de la fotografía, sí que tenemos bastante más que contar en comparación con otros portátiles, ya que el Microsoft Surface Book 3 cuenta con dos sensores de buen nivel.
El primero de ellos está situado en el marco frontal y consiste en un sensor de 5,0 MP capaz de grabar en resolución 1080p y ofrece compatibilidad con Windows Hello. El segundo de ellos se sitúa en la cara opuesta y está enfocado en realizar fotos, siendo un sensor de 8,0 MP también capaz de grabar en 1080p. Junto a ellos, contamos con micrófonos de estudio duales de campo lejano y con cancelación de ruido.
Con el primer sensor podremos realizarnos selfies y grabarnos en videollamada a un excelente nivel a la altura de muchas tablets del mercado. De hecho, podemos decir que el detalle que captura de la imagen está un poquito por encima de lo que esperábamos, haciendo un digno tratamiento de la luz y exposición con colores vivos y saturados. Agregando una contraseña a nuestro usuario, podremos utilizar la autenticación biométrica de Windows Hello para darle un extra de seguridad al equipo sobre todo cuando lo llevamos en modo Tablet.
En cuanto al segundo sensor, quizás nos ha faltado el detalle de introducir flash, aunque el objetivo tampoco es el de tener una cámara de fotos en este Microsoft Surface Book 3. Este sensor mejora la calidad de imagen del anterior en detalle y balance de blancos, y harán un buen trabajo en capturas de documentos, imágenes esporádicas, pero nunca llegando al nivel de un Smartphone. En ninguno de los casos tenemos estabilización de los sensores para la grabación de vídeo, y en ambos casos grabarán a una resolución máxima de 1080p @30 FPS.
El set de micrófonos duales están un pasito por encima de lo que ofrece un portátil al uso, y se nota la capacidad de grabación dual por delante y atrás y en un rango muy superior. Para videollamadas grupales harán un trabajo excelente al capturar desde tan lejos, aunque de nuevo, no estarán al nivel de un Smartphone en detalle.
Por parte del sistema de Audio, el Microsoft Surface Book 3 cuenta con un sistema de doble altavoz situado en los bordes laterales de la pantalla con sendas aberturas de buen tamaño. Estos altavoces soportan Dolby Audio, y rinden de forma sorprendentemente buena y parecida a los portátiles Max-Q normales. Claro que su potencia no es demasiado alta, no llegando tampoco al nivel de los usados en portátiles gaming, pero la calidad y equilibrio de frecuencias nos ha dado una experiencia más que correcta para ver películas o escuchar música mientras trabajamos.
Continuamos ahora con los periféricos propios de un portátil como son el touchpad y teclado que también se integran en este equipo a pesar de ser en esencia una Tablet. La ventaja frente a las Surface Go es que el cuerpo es el de un portátil en toda regla, dándonos un acabado en magnesio de gran calidad y espacio muy cómodo para manejar el equipo.
El teclado consiste en un TKL en formato ISO y distribución QWERTY en perfecto español y por tanto, tecla Enter completa. La distribución cuenta con fila de teclas F con doble función y una tecla dedicada a docking de la pantalla a la base. En este caso no es un teclado optimizado para juegos, y se nota viendo lo pequeñitas que son las teclas de dirección y lo juntas que están.
Dichas teclas son totalmente cuadradas de 16×16 mm y por tanto, un poquito más grandes de lo normal. Además, se presentan con formato tipo isla y notable separación entre ellas sin curvatura para mejorar la ergonomía. A pesar de esto, es un teclado con una membrana de excelente calidad, muy suave y con poquito recorrido rondando los 1,6 mm aproximadamente. La zona central parece ser bastante fuerte y prácticamente no se hunde al pulsar fuerte, así que las sensaciones son bastante buenas en tareas de escritura, sobre todo.
Tampoco puede faltar el detalle de contar con retroiluminación blanca, la cual nos iluminará los caracteres de las teclas. Se trata esta vez de una iluminación con poquita potencia, prácticamente imperceptible de día, pero útil para uso nocturno. El hecho de usar luz no ha impedido que los caracteres de día se vean bastante oscuros para hacer un buen contraste con el color plateado de la tecla. Se ha hecho un excelente trabajo en este apartado al ser visibles tanto de día como de noche.
Nos dedicamos ahora a describir nuestras sensaciones con el touchpad implementado, el cual se presenta en la zona central bajo el teclado con unas medidas amplias de 105 mm de ancho por 70 mm de profundidad. La base está terminada en una superficie de cristal o policarbonato transparente que nos da un tacto y desplazamiento del dedo excelentes.
La respuesta es precisa y veloz, y la resolución de DPI nos permite navegar con exactitud por toda la pantalla a pesar de su alta resolución. Los botones de clic se integran en el borde inferior, aunque tienen un amplio rango de maniobra al ser bastante blanditos y con muy poco recorrido. Por supuesto son compatible con los gestos de 2, 3 y hasta 4 dedos propios de Windows.
Merece mención especial el Lápiz para Surface que se nos ha incluido con el Microsoft Surface Book 3, que cada usuario tendrá que adquirir de forma independiente al equipo por un coste de 110 euros en la tienda oficial de Microsoft. Este es compatible con prácticamente todos los equipos Surface comercializados hasta la fecha, al funcionar mediante Bluetooth 4.0 y una pila AAAA que viene incluida en el bolígrafo.
Es un elemento construido de aluminio, con un peso de 20 g y medidas de 9,7 mm de diámetro y 146,1 mm de largo, vamos, lo que viene siendo un bolígrafo habitual, pero un poco más grueso. Está disponible en varios colores e incluye botones para menú contextual a la altura del dedo pulgar y botón con función de borrador en la cabeza superior. La punta cuenta con 4096 puntos de presión para escribir, pintar y sombrear de forma inteligente incluso detectando la inclinación al que lo pongamos.
La configuración inicial se realiza mediante la aplicación Whiteboard y nuestra cuenta de usuario de Microsoft, pero es compatible con muchos más programas de creación como Photoshop, Corel, Office, etc. El desempeño simplemente nos ha encantado, y gracias a esta pantalla multipunto, el hardware mejorado y la optimización del lápiz, tenemos una respuesta casi instantánea en el sistema.
Es un extra casi imprescindible para los creadores o usuarios que pretendan experimentar su creatividad con este equipo, y la verdad es que los límites los pone uno mismo con la experiencia y el manejo del lápiz. Con él se podría llegar a hacer verdaderas maravillas ahorrándonos usar el ratón y a golpe de clic, y en este sentido el Microsoft Surface Book 3 es ideal para ello.
Merece la pena realizar un breve apartado hablando del soporte y actualización, así como de algunos problemas que hemos experimentado con la versión base del equipo, los cuales ya se reprodujeron en otras versiones como el Surface Pro 6 o Surface Laptop 3 y otros.
Se trata de un bug que hace limita la potencia del procesador a 400 MHz (en nuestro caso) por el efecto de cargar la batería a partir de cierto porcentaje. En este caso lo que hay que hacer es mantener el equipo actualizado con los para eliminar este error.
Por otro lado, el Microsoft Surface Book 3 se vende con una garantía de 2 años, así como una licencia de prueba de Office 365. A esto se le añade la aplicación Surface integrada sobre el sistema operativo que nos brinda información acerca de la garantía, soporte para el producto y algunas opciones extras como escritura manual. No se puede considerar una aplicación al final de las que brindan los fabricantes Asus, MSI, Gigabyte, etc. para sus equipos portátiles, pero al menos es de utilidad.
Ahora es el turno de ver cuál es el hardware que se ha equipado en este Microsoft Surface Book 3, del cual podemos encontrar disponibles dos versiones distintas tanto en 13,5 pulgadas como en 15,6. Claro que esta vez no hemos abierto el equipo apra ver el hardware, ya que es una tarea compleja y arriesgada al ser una Tablet. Especialmente importante será el funcionamiento del hardware.
La conectividad de red cuenta con una sola interfaz de red consistente en un chip Intel Wi-Fi 6 AX201 que muy posiblemente esté integrado en la placa base por motivos de espacio. El ancho de banda se mantiene igual que en el resto de portátiles, con 2,4 Gbps en la frecuencia de 5 GHz, y 574 Mbps en la banda de 2,4 GHz. Las funciones MU-MIMO, OFDMA y BSS Color siempre estarán disponibles en esta red mientras la utilicemos con un router Wi-Fi 6.
Además, esta tarjeta de red siempre incluye Bluetooth 5.0 de bajo consumo, el cual utilizaremos por ejemplo para emparejar nuestro Lápiz para Surface u otros periféricos. Con ayuda del puerto Surface Connect podríamos sacar incluso una conexión LAN Ethernet de 1 Gbps si lo compráramos, aunque creemos que para esto es innecesario.
Pasamos a ver el hardware que equipa el Microsoft Surface Book 3, que en este caso se antoja bastante potente para el delgado que es el equipo. Por ello, podríamos encontrar ciertas limitaciones de rendimiento debido a las temperaturas, que es algo normal.
El corazón del equipo consiste en un procesador Intel Core i7-1065G7 de arquitectura Ice Lake de 10ª generación. Este procesador está construido a partir de transistores de 10 nm, siendo uno de los pocos del gigante azul que lo hace, brindando un interesante rendimiento y aún mejor autonomía. Cuenta en su interior con 4 núcleos físicos y 8 lógicos que son capaces de trabajar a 1,30 GHz de frecuencia base y 3,9 GHz de frecuencia turbo en un solo core. En este modelo hemos obtenido tasas de entre 1,2 a 3,0 GHz en todos los núcleos. El procesador en este caso está instalado en tras la pantalla.
La memoria caché L3 se sitúa en 8 MB con función Smart Caché. En cuanto al resto de especificaciones, dispone de un TDP de tan solo 15W configurable hasta 25W con un incremento de frecuencia base a 1,5 GHz, o descenso a 12W @1,0 GHz. El TjMax de esta CPU es de 100oC, aunque en esta ocasión el sistema parece limitar el rendimiento al subir a los 70oC aproximadamente. Otra ventaja que nos brinda de cara a su uso en modo tableta es el contar con gráficos integrados Intel Iris Plus funcionando a 1,0 GHz y soportando resolución máxima de 4 y 5K, aunque aquí estará limitado a 4K @60 Hz.
Seguimos ahora con la tarjeta gráfica dedicada, incluso este delgado equipo cuenta con una Nvidia GTX 1650 Max-Q, que no será el modelo más potente que encontremos. Curiosamente está instalada en la nace de teclado con su propia refrigeración. Se trata de una versión para portátiles de la arquitectura Turing. Su chipset cuenta con 1024 Núcleos CUDA trabajando a una frecuencia entre 1020 MHz como base y de 1245 MHz a máximo rendimiento en la configuración adoptada por Microsoft. Su memoria gráfica se compone de 4 GB GDDR5 Micron trabajando a 8 Gbps en un bus de 128 bit a 128 GB/s. Todo esto nos entrega un rendimiento de 32 ROPs y 64 TMUs con un TDP de tan solo 50W, justificando así una fuente de alimentación externa de 135W para el conjunto.
El tercer elemento fundamental será la memoria RAM, en donde tenemos la versión de mayores prestaciones disponible con nada menos que 32 GB trabajando a 2133 MHz de tipo LPDDR4X en configuración Dual Channel. Lo cierto es que es una impresionante cifra y frecuencia, aunque por supuesto la interfaz no admite actualización ni ampliación por estar directamente integrada en la placa. Tal cantidad no debería ser problema si usamos este equipo para renderizar o trabajar en la creación de contenido.
El último elemento clave será el almacenamiento, y para ello el Microsoft Surface Book 3 que analizamos ha utilizado un SSD de 512 GB NVMe PCIe 3.0 Gen3 especificación HFM512GDJTNG y fabricado por SK hynix. Debido a la limitación de espacio, no disponemos de capacidad de ampliación ni segunda ranura.
Esta no será la única versión, ya que también está disponible la CPU Intel Core i5-1035G7, la tarjeta gráfica Nvidia GTX 1660 Ti, 8, 16 y 32 GB de RAM y almacenamiento de 256, 512 o 1 TB para la versión de 13,5”. Y la versión de 15,6” cuenta con exactamente las mismas opciones salvo que la memoria RAM está a partir de los 16 GB. En Microsoft Store tenemos todas las versiones disponibles.
Para ir finalizando este análisis completo del Microsoft Surface Book 3 vamos a realizar una parada en la batería, o mejor dicho las baterías, porque este equipo tiene dos. La principal y de mayor tamaño está situada en la base de teclado, contando con una capacidad de 59,7 Wh. Junto a ella tenemos otra integrada tras la pantalla con 22,3 Wh de capacidad.
La gestión de energía la realizará de forma automática el sistema, y cuando conectemos el adaptador de corriente de 95W incluido cargará las dos baterías, aunque la principal lo hará a mayor velocidad por lo que hemos visto. La forma de consumir la capacidad será bastante lógica, mientras esté conectado en la base de teclado consumirá la batería principal, y cuando ésta se vaya gastando también consumirá de la integrada tras la pantalla.
Tras realizar las típicas pruebas de autonomía con el brillo a la mitad, realizando tareas básicas de navegación, edición o reproducción, y utilizando la base de teclado, hemos obtenido algo más de 11 horas. Sin duda unos excelentes registros con esta configuración de hardware que utilizará los gráficos integrados Iris Plus mientras estamos en modo batería y la GPU dedicada en modo rendimiento.
En este aspecto técnico nos ha gustado mucho la gestión de batería que hace el equipo, y el uso del hardware con CPU de 10 nm le brinda cierta ventaja frente a las tablets de la competencia. En función del modo de energía utilizado, el equipo limitará la detección de periféricos de alto rendimiento en los puertos USB como por ejemplo una unidad SSD portátil.
Vamos a ver qué tal se ha comportado este Microsoft Surface Book 3 con las pruebas de rendimiento que realizaremos a continuación. No esperamos que esté al nivel de un equipo gaming con CPU de la serie H, aunque será interesante ver hasta dónde puede llegar frente al Surface Laptop 3 que ya probamos aquí, aunque sin gráficos dedicados.
Todas las pruebas a las que hemos sometido este portátil se han llevado a cabo con el equipo enchufado a la corriente y el perfil de energía a máximo rendimiento.
Empezamos por el benchmark de la unidad SSD M.2 NVMe, para ello hemos utilizado CristalDiskMark en su versión 7.0.0.
En esta ocasión se trata de un SSD especialmente diseñado para este laptop, y como cabía esperar el rendimiento no estará a la par de los SSD de gama alta. No obstante los 2000 MB/s en lectura secuencial que se han alcanzado no están nada mal a la hora de abrir aplicaciones de forma instantánea y de arranque el equipo. Claro que las tasas de lecturas están casi rozando lo que daría un SSD SATA con menos de 800 MB/s.
Veamos a continuación el bloque de test sintéticos. Para ello hemos utilizado los siguientes programas:
En las pruebas de rendimiento puro de la CPU con Cinebench vemos un rendimiento algo menor de lo que debería mostrar este procesador a máximo régimen, que está en torno a los 1600 puntos en R20. Esto se debe principalmente al aumento de temperatura tras un tiempo a máximo rendimiento, lo que hace disminuir un poco la frecuencia y en consecuencia bajar el rendimiento. Por su parte el rendimiento de la memoria RAM es excelente y al nivel de un equipo de escritorio por esos 2133 MHz en doble canal, así que en este sentido no tenemos problema alguno.
En los benchmarks de rendimiento en gráficos ocurre más o menos lo mismo, aunque extrapolado a la GPU dedicada. Los resultados están cerca de lo que ofrecería un portátil gaming, pero si notamos menor rendimiento en la GPU dedicada en todos los test por su menor frecuencia, y menos puntuación en la CPU frente a los potentes Comet Lake-H de 6 núcleos. Solamente en Time Spy y DirectX 12 la CPU hace un mejor desempeño, y esto es algo positivo.
Para establecer un rendimiento real de este Microsoft Surface Book 3, hemos probado un total de 7 títulos con gráficos bastante exigentes, utilizando la siguiente configuración:
Quizás los juegos utilizados sean demasiado potentes para el objetivo de construcción de este portátil, pero es una buena forma de comparar equipos de tan diferente naturaleza. Y aquí inevitablemente vamos a tener registros más justitos que en un equipo gaming tal y como hemos vista antes. Así que para jugar de forma más o menos aceptable deberíamos de recortar la calidad gráfica y jugar como máximo en Full HD.
Recordemos que, para utilizar la tarjeta gráfica dedicada, necesitamos tener el equipo conectado a la base de teclado. De lo contrario usaremos siempre los Intel Iris Plus, que por otro lado están al nivel de una Nvidia MX2560 o los Radeon Vega integrados en los AMD Ryzen.
El proceso de estrés al que hemos sometido el Microsoft Surface Book 3 ha durado alrededor de 60 minutos, para así tener una media fiable de las temperaturas. Dicho proceso se ha llevado a cabo con Furmark para GPU, Prime95 para CPU y la captura de temperaturas con HWiNFO.
| Microsoft Surface Book 3 | Reposo | Full | Máximo |
| CPU | 52ºC | 69ºC | 83ºC |
| GPU | 41ºC | 66ºC | 68ºC |
¿Qué sistema de refrigeración puede caber en 7 mm de grosor? Pues poca cosa, como mucho unos cuantos heatpipes de cobre, y un ventilador delgadito para mover el aire. Pero si algo tenemos es un equipo silencioso y cómodo de usar en modo tablet, ya que el ventilador que más suena es el de la GPU en la base de teclado.
La CPU está trabajando entre los 1,3 GHz y 3,5 GHz en los primeros compases de estrés, mientras que más adelante decae hasta acercarse a 1,1 GHz para evitar caer en Thermal Throttling y en altas temperaturas que hagan difícil de tocar la superficie de la tablet. También esta limitación es entendible para salvaguardar la integridad de la pantalla que está a escasos milímetros del procesador.
Las temperaturas en superficie no son demasiado altas en general, y nos encontramos con un teclado en unos buenos 35oC aproximadamente, subiendo a los 48 en los bordes de rejilla y pantalla, que si son registros altos. En la zona en donde está la CPU la temperatura asciendo a los 47oC aunque esto es bajo una hora de estrés a máximo rendimiento.
Este análisis no ha sido precisamente corto, pero ha merecido la pena explicar todo lo que ofrece este portátil híbrido en detalle. Su calidad de construcción, hardware elegido y sobre todo la funcionalidad lo merecen, siendo prácticamente único en su especie.
Si lo que buscamos es un equipo que nos de la movilidad de una tablet de 13,5 o 15,6 pulgadas con una base de teclado sólida y con tarjeta gráfica dedicada, el Microsoft Surface Book 3 es lo que buscas. Además cuenta con varias versiones, que incluyen un i7-1065G7 de 4C/8T de buen rendimiento y excepcional consumo al superar las 11 horas con sus dos baterías. Solamente ponemos como contra ciertos problemillas de CPU y rendimiento con el firmware desactualizado, así que asegurados de descargar los últimos controladores.
La Nvidia GTX 1650 no será la tarjeta más potente disponible, ya que tenemos versiones con 1660 Ti que darán un extra en juegos. Pero está ha rendido bastante bien quedándose cerca de un portátil gaming con tasas de 40 a 60 FPS con juegos exigentes en calidad alta. Su ubicación en la zona de teclado separada de la CPU hace que tenga buenas temperaturas y no se acumule el calor. Y el sistema de refrigeración es casi imperceptible.
Te recomendamos que le eches un vistazo a nuestra guía de mejores portátiles del mercado
Podemos jugar, si, pero su fuerte está en la versatilidad, y lo podemos convertir en tablet con gráficos Iris Plus para conformar una tablet Windows realmente potente y que se puede cargar de forma independiente. Claro que su autonomía se reducirá bastante a unas 3 a 4 horas. Cuenta con un sistema de sonido de muy buen nivel, así como dos sensores de fotos, compatibilidad con Windows Hello, y aún mejor touchpad y teclado.
La pantalla es una verdadera delicia por la nitidez y la calidad de imagen que nos brida, con nada menos 3000x2000p de resolución. Si bien es cierto que no tiene una cobertura demasiado amplia, la calibración es muy buena, así como la experiencia final. La entrada táctil ha sido mejorada así como el Lápiz para Surface que es casi imprescindible para creadores de contenido.
Finalmente el Microsoft Surface Book 3 que analizamos estará disponible por un precio oficial de 2099 euros. Las versiones de 13,5” parten de los 1799 hasta los 3049 euros, mientras que las de 15,6” llegan hasta los 3349 euros. Lo cierto es que es un precio bastante elevado si hablamos de hardware y sistema, aunque obviamente ofrece otros extras y su exclusividad en diseño.
| VENTAJAS | INCONVENIENTES |
| + USO DE METAL CON EXQUISITA CONSTRUCCIÓN Y DISEÑO | – ALGUNOS PROBLEMAS DE FRECUENCIA EN LA CPU |
| + PORTABILIDAD AL SER UNA TABLET | – BISAGRA MENOS ESTABLE QUE LAS TRADICIONALES |
| + HARDWARE INSTALADO BASTANTE POTENTE | – RENDIMIENTO CONJUNTO DISMINUIDO A UN PORTÁTIL NORMAL |
| + EXCELENTE AUTONOMÍA CON 2 BATERÍAS | |
| + DE LAS MEJORES PANTALLAS EN SU SEGMENTO | |
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