En noviembre de 2018 pudimos mostrar con todo lujo de detalles el último ofrecimiento de gama media-alta en el catálogo de fuentes de alimentación de Gamestorm, la marca premium de la conocida Deepcool. En esta ocasión, os traemos la segunda revisión de esta fuente en su versión de 850W, es decir, la nueva Deepcool DQ850-M-V2L.
Este modelo mantiene las especificaciones fundamentales del anterior, como son su certificación de eficiencia 80 Plus Gold, su cableado 100% modular o sus 10 años de garantía.
El mercado de la gama media-alta, cuyo rango de precios se sitúa aproximadamente entre los 90 y los 130 euros, está plagado de competencia, la cual es bastante más feroz que, por ejemplo, en rangos de precios más ajustados donde la situación del mercado se parece más a un ‘campo de minas’. Por lo tanto, hacerse un hueco aquí resulta complicado. ¿Lo conseguirá Deepcool? En esta review lo conoceremos, ¡acompáñanos!
Agradecemos la confianza a Deepcool por enviarnos esta fuente para su análisis.
Explicación de los conceptos de la tabla de especificaciones
Si dos fuentes de distintas marcas tienen el mismo fabricante y plataforma, entonces su diseño interno será muy similar, con exactamente la misma base, y diferencias en aspectos más concretos como los condensadores, el ventilador, el cableado, etc.
Protección | Significado |
---|---|
OVP | Contra exceso del voltaje de salida de la fuente. Es esencial. |
UVP | Contra falta de voltaje de salida en la fuente. Es esencial. |
SCP | Contra cortocircuitos. Es esencial. |
OPP | Contra exceso de potencia, apaga la fuente si el equipo demanda demasiada. Si esto ocurre y esa protección no está presente, seguramente la fuente deje de funcionar. Por lo tanto es importante. |
OCP | Contra exceso de corriente. A diferencia del OPP se separa por raíles y es importante ya que en algunos cortocircuitos puede que sea esta quien tenga que actuar y no el SCP. La diferenciamos en 3.3,5V y 12V porque normalmente suele estar en los dos primeros, mientras que desgraciadamente en el último suele estar únicamente en fuentes con varios raíles de 12V. |
OTP | Contra sobrecalentamiento. Apaga la fuente si está demasiado caliente. Es difícil que tenga que actuar pero es muy recomendable. |
Finalmente, indicamos si tiene un MOV, usado para reducir sobretensiones.
Comezamos, como siempre, haciendo unboxing de la fuente. Su caja nos indica las características más reseñables, como sus 10 años de garantía, certificación 80 Plus Gold, cableado plano 100% modular, etc. Los analizaremos en profundidad en la review.
El diseño externo mantiene unas líneas similares a la anterior DQ850-M, quizás la diferencia más apreciable sea la pegatina lateral que cuenta con una imagen mucho más marcada estéticamente.
En todo caso se agradece que hayan optado por no usar molestos condensadores en los cables, al igual que hacía su predecesora. Es bueno que mantengan esta tendencia.
Pasemos a analizar aspectos más profundos de la gestión del cableado.
La cantidad de cableado es adecuada, quizás no resulte demasiado interesante ver solo 4 conectores PCIe en una fuente de 850W. Además, los cables PCIe son 18AWG y se distribuyen 2 conectores por cable, por lo que para gráficas especialmente potentes será recomendable usar 2 cables distintos aunque nos queden conectores sueltos. En todo caso, hay que admitir que esto es lo habitual en la competencia.
Lo que nos gusta mucho menos es la distribución del cableado SATA y Molex. Si bien se agradece que haya una tira compuesta por 4 conectores SATA de nada menos que 1 metro de largo, lo cierto es que las demás tiras tienen una distribución que consideramos errónea. ¿Por qué 2 SATA y 2 Molex en el mismo cable, si la mayoría de equipos actuales no suelen necesitar de, como mucho, uno o dos de estos últimos? Esto es algo que también criticamos en la review de la DQ750-M «v1».
Como decimos, la versión de 750W mantiene los conectores PCIe y EPS de la de 850W, mientras que tanto esta como la de 650W pierden una tira de cableado SATA-Molex. Sobre esta última hay que comentar que tan solo tenemos 2 conectores PCIe, y también distribuidos en tiras de 2 cables. Para más, solo se ofrece 1 conector EPS. Esto es una cifra pésima en una fuente de 650W de este nivel, en comparación con la competencia e incluso con su propia antecesora, pues la DQ650-M incluía 2 EPS y 4 PCIe.
Naturalmente, esta plataforma usa la eficiente topología LLC en el lado primario y conversores DC-DC en el secundario, no esperábamos menos.
Por lo que sabemos según la información disponible en Internet, la plataforma GPX es una versión más barata de la GPU. Esto debería conseguirse a costa de un menor rendimiento, pero más tarde os demostraremos que no es así.
Si dos fuentes de distintas marcas tienen el mismo fabricante y plataforma, entonces su diseño interno será muy similar, con exactamente la misma base, y se diferenciarán en aspectos más concretos como la elección de algunos componentes, el ventilador, el cableado, etc.
El filtrado primario está completo, con 4 condensadores Y, 2 condensadores X y 2 bobinas. Adicionalmente, Deepcool no ha escatimado en esta parte incluyendo el esperado MOV o varistor que nos protege de sobretensiones, y un termistor NTC que impide que haya grandes picos de tensión al encender el equipo. Este se acompaña de un relé que hace que la corriente solo pase por el NTC durante un breve tiempo, mejorando la eficiencia.
Respecto a su capacidad, es de 680μF. Otras fuentes de 850W con la plataforma GPU tienen un hold-up time muy bajo con esta misma capacidad, más tarde os demostraremos que con esta plataforma Deepcool consigue un hold-up time muy superior.
En general vamos a ver una calidad de componentes elevada, pero en el caso de los MOSFETs principales del lado primario tenemos una cierta preocupación sobre su calidad. Se trata de unos Silan SVF13N50F, de los cuales hay un reporte de una importante persona de la industria de las PSU indicando que debido a su baja calidad estos MOSFET explotan cuando hay una caída de la tensión de entrada por debajo de los 100V.
Evidentemente, esto se encuentra por debajo de los márgenes de 100-240V para los que la fuente está preparada, pero no quita el hecho de que algo así no debería ocurrir en estas situaciones, sino que la fuente debería, como mucho, apagarse.
En todo caso, pone de manifiesto una especial reducción de costes en este aspecto que nos parecía importante aclarar.
Como vemos, elecciones muy interesantes y de la máxima calidad.
En resumen, nos parece triste que Deepcool haya renunciado a una de las mejores y más singulares características de las DQ-M originales. Viéndolo también desde otra perspectiva, los sistemas multi-raíl tienen la desventaja de que hay que hacer un «balanceo» entre los distintos raíles cuando usamos componentes de consumo elevado. Por ello, un sistema multi-raíl tiene que estar bien diseñado (el de la DQ-M lo estaba) y también depende de que el usuario tenga ciertos conocimientos para hacer este balanceo, a cambio de más seguridad.
En esta parte del PCB también vemos componentes cruciales como el controlador PWM/FM que hace funcionar la ‘magia’ de la topología de convertidor LLC del lado primario, se trata de un Champion CM6901 que se suele usar también en las fuentes con LLC de gama más alta.
Si bien es cierto que la Deepcool DQ850-M-V2L está respaldada por 10 años de garantía, eso no lo es todo y nos hubiese gustado ver unos rodamientos Rifle, HDB o FDB de calidad. Otro punto será la sonoridad, que comentaremos más tarde.
Además de todo esto, para todas las fuentes que testean ofrecen un informe público y accesible para todo el mundo con los resultados de una gran cantidad de pruebas de rendimiento que nada tienen que ver con la certificación de eficiencia pero sí que resultan útiles para conocer la calidad y el desempeño de la fuente de alimentación.
Por esto, desde hace varios meses incluimos las pruebas de Cybenetics en todas nuestras review siempre que podemos, debido a tres motivos:
Dicho esto, vamos con un pequeña pequeña explicación del significado de las diferentes pruebas que vamos a mostrar.
Como las pruebas realizadas por Cybenetics tienen cierta complejidad, os explicamos en estas pestañas qué se mide y cuál es su importancia.
Se trata de una información que incluiremos en todas las review que incluyan datos de Cybenetics así que, si ya conoces cómo funciona la estructura de pruebas, puedes seguir leyendo la review. Si no, te recomendamos echar un vistazo a todas las pestañas para saber de qué va cada prueba. 😉
Vamos con un pequeño glosario de algunos términos que podrían resultar algo confusos:
Raíl: las fuentes para PC que siguen el estándar ATX (como esta) no tienen una única salida, sino varias, que se distribuyen en “raíles“. Cada uno de esos raíles saca un voltaje concreto, y puede suministrar una corriente máxima concreta. Os mostramos los raíles de una ASUS ROG Thor en la imagen de abajo. El más importante es el de 12V.
Crossload: cuando se testea una fuente de alimentación, lo más común es que las cargas que se hagan a cada raíl sean proporcionales a su “peso” en la tabla de distribución de potencia de la fuente. Sin embargo, se sabe que las cargas reales de los equipos no son así, sino que suelen ser muy desbalanceadas. Por ello, existen dos test llamados “crossload” en los que se carga a un solo grupo de raíles.
Por una parte, tenemos el CL1 que deja sin carga al raíl de 12V y le da el 100% a 5V y 3.3V. Por otra, el CL2 que carga al 100% el raíl de 12V dejando al resto sin carga. Este tipo de pruebas, de situaciones límite, pone verderamente de manifiesto si la fuente tiene una buena regulación de voltajes o no.
La prueba de regulación de voltajes consiste en medir el voltaje de cada raíl de la fuente (12V, 5V, 3.3V, 5VSB) en los distintos escenarios de carga, en este caso del 10 al 110% de carga.La importancia de esta prueba radica en lo estables que se mantengan todos los voltajes durante las pruebas. Idealmente, nos gusta ver una desviación máxima del 2 o 3% para el raíl de 12V, y del 5% para el resto de raíles (el estándar ATX define un máximo del 5% para todos los casos).
Lo que no importa tanto es ‘de qué voltaje se parte’, si bien es un mito bastante extendido, no debe importarnos que se ronden los 11.8V o los 12.3V por ejemplo. Lo que sí exigimos es que se mantengan dentro de los límites del estándar ATX que rige las normas de correcto funcionamiento de una PSU. Las líneas rojas rayadas indican dónde están esos límites.
De forma vulgar se puede definir como los “residuos” de corriente alterna que quedan tras la transformación y rectificación de la CA del hogar en CC de bajos voltajes. Esta afirmación no se corresponde con la realidad ya que una fuente conmutada como las que se usan en PC sigue un proceso mucho más complejo así que esos «residuos» no «vienen» realmente de la corriente alterna de casa, pero así es más sencillo de explicar.
Se trata de variaciones de algunos milivoltios (mV) que, si son muy elevadas (podríamos decir que hay una salida de energía “sucia”) pueden repercutir en el comportamiento de los componentes del equipo y en algunos casos llegar a estropearlos, sobre todo con algunas fuentes de muy baja calidad.
El estándar ATX define límites de hasta 120mV en el raíl de 12V, y hasta 50mV en los otros raíles que mostramos. Nosotros (y la comunidad de especialistas de PSU en general) consideramos que el límite en 12V es bastante elevado, por lo que damos un “límite recomendado” de justo la mitad, 60mV. En todo caso veréis cómo la mayoría de fuentes que testeamos dan valores excelentes.
En el caso de algunas fuentes de mala calidad y especificaciones falsas, se puede llegar a superar con creces este límite. Esto puede estresar fuertemente los VRM de la placa base y la tarjeta gráfica dedicada en caso de tenerla, pudiendo estropearlos.
En los procesos de transformación y rectificación de la corriente alterna del hogar a la corriente continua de bajo voltaje que necesitan los componentes, hay diversas pérdidas energéticas. El concepto de eficiencia permite cuantificar dichas pérdidas comparando la potencia consumida (ENTRADA) con la que se entrega a los componentes (SALIDA). Dividiendo la segunda entre la primera, obtenemos un porcentaje.Esto es precisamente lo que prueba 80 Plus. A pesar de la concepción que tiene mucha gente, 80 Plus solo mide la eficiencia de la fuente y no hace ningún testeo de calidad, protecciones, etc. Cybenetics testea eficiencia y sonoridad, aunque incluye también los resultados de otras muchas pruebas como las que os mostramos en la review.
Otro error de concepto muy grave en torno a la eficiencia es creer que esto determina qué porcentaje de su potencia “prometida” puede entregar la fuente. Lo cierto es que las fuentes de potencia “real” anuncian lo que pueden dar en la SALIDA. Es decir, que si una fuente de 650W tiene un 80% de eficiencia a este nivel de carga, significa que si los componentes demandan 650W, esta consumirá 650/0.8 = 812.5W de la pared.
Último aspecto relevante: la eficiencia varía según estemos conectando la fuente a una red eléctrica de 230V (Europa y casi todo el mundo), o a 115V (principalmente EEUU). En este último caso es menor. Nosotros publicamos los datos de Cybenetics para 230V (si los tienen), y puesto que la aplastante mayoría de fuentes se certifican para 115V, es normal que a 230V no se lleguen a alcanzar los requisitos del 80 Plus anunciado por cada fuente.
Para esta prueba, Cybenetics testea las PSU en una cámara anecoica extremadamente sofisticada con equipamiento que vale decenas de miles de euros.
Se trata de una sala aislada del ruido exterior casi en su totalidad, basta con decir que tiene una puerta reforzada de 300kg para ilustrar el gran aislamiento con el que cuenta.
Dentro de ella, un sonómetro de extrema precisión capaz de medir por debajo de los 6dBA (la mayoría tiene como mínimo 30-40dBA, muchísimo más) determina la sonoridad de la fuente de alimentación en los distintos escenarios de carga. También se mide la velocidad que alcanza el ventilador en rpm.
Este test mide, básicamente, cuánto tiempo es capaz de aguantar la fuente a encendida una vez se desconecta de la corriente mientras está a máxima carga. Serán unos milisegundos cruciales para permitir un apagado más seguro.
El valor mínimo de hold-up time según el estándar ATX son 17ms. No suele haber problemas con valores algo inferiores pero evidentemente se premiarán las fuentes que lleguen a este mínimo.
Además de ello, tenemos el llamado tiempo entre pérdida de energía y corte de la señal PWR_OK. Para explicarlo, diré primero qué es la señal PWR_OK y qué mide ese retardo:
Pues bien, este tiempo mide cuánto retardo hay entre la pérdida de corriente y la puesta en baja de esa señal. Evidentemente, esto tiene que ocurrir de forma previa a que pase el hold-up time, ya que no tiene sentido que ese «aviso» se de una vez la fuente ya se ha apagado. El estándar ATX define que este retardo debe ser al menos 1ms inferior al valor del hold-up time. Ejemplos:
En todo caso, en la escala de Cybenetics (la cual es mucho más exigente y tiene en cuenta una cantidad inmensa de pruebas de eficiencia, mucho más de lo que os mostramos aquí) no tiene problemas para alcanzar el nivel ETA-A 230V, que viene a ser el esperado.
El perfil del ventilador es agresivo, pues desde cargas bajas mantiene unas revoluciones considerablemente elevadas, algo que queda constatado en los valores de sonoridad, que rondan los 24dBA hasta el 70% de carga. A partir de ese punto, el ventilador ya empieza a rugir con casi 1800 rpm y 41dBA, lo cual se acentúa aún más superando los 50dBA al 80% de carga.
Por este motivo, la DQ850-M-V2L solo alcanza la certificación de sonoridad Cybenetics LAMBDA S+, la penúltima peor, habiendo 5 niveles de certificación por encima.
Como hemos visto en los datos de Cybenetics, esta fuente pone su ventilador en funcionamiento a ~900rpm o más ya desde el inicio. Esto lo hemos podido constatar nosotros mismos a temperaturas ambiente inferiores a las que usa Cybenetics en sus pruebas.
Esta es una velocidad bastante alta para el inicio, por lo que hemos decidido alimentar este ventilador externamente con un rango de voltajes de 2 a 12V, para ver cuál es el perfil de velocidad del mismo, y comprobar si podrían haberlo hecho funcionar a menores revoluciones. Sobra decir que lo que estamos comprobando es qué velocidades puede alcanzar el ventilador, es decir, no tiene que ver con el control del mismo.
¿Por qué ocurre esto? Bien, hemos observado que a las rpm iniciales este ventilador hace bastante clicking, por lo que no queda otra opción que hacerlo funcionar más rápido para que no ocasione este molesto ruido. Esto suele ser causado por el uso de ventiladores de muy bajo coste, nos parece una pena que Deepcool no haya optado por algo mejor en cuanto a sonoridad y calidad en una fuente de este nivel.
También nos ha parecido importante hacer una comparación de rendimiento con la primera versión de la DQ850-M, para ver si el cambio de la implementación realizada por CWT y Deepcool de la plataforma GPU a la GPX ha sido positivo o no. Os dejamos aquí los datos, que en el caso de la DQ850-M (v1) están extraidos de las pruebas que realizó Cybenetics.
Deepcool DQ850-M (CWT GPU) | Deepcool DQ850-M-V2L (CWT GPX) | |
---|---|---|
Regulación de voltajes en 12V (testado a 115V, menos es mejor) | 0.86% | 0.15% |
Rizado en 12V a máxima carga (testado a 115V, menos es mejor) | 19.9 mV | 18 mV |
Eficiencia media (testado a 230V, más es mejor) | 90.854% | 91.130% |
Sonoridad media (testado a 230V, menos es mejor) | 26.03 dBA | 35.19 dBA |
Hold-up time (testado a 230V, más es mejor) | 13.10 ms | 19.40 ms |
Como podemos ver, ambas fuentes ofrecen un rendimiento similar y muy bueno en ambos casos en cuanto a regulación de voltajes y rizado, mientras que la nueva versión cuenta con una mayor eficiencia y un hold-up time muy superior que, ahora sí, cumple las ‘normas’ del estándar ATX.
Sin embargo, la gran diferencia está en la sonoridad. La DQ850-M hace, de media, 26.03dBA de ruido mientras que en la V2L tenemos 35.19dBA, una diferencia de 9.16dBA.
Si tenemos en cuenta que se dice que un incremento de +10dBA implica que la persona perciba el doble de ruido, entonces podríamos afirmar que de media esta fuente es prácticamente el doble de ruidosa que su predecesora. Esto no es una buena noticia.
Dicho esto, vamos a recapitular.
Deepcool sigue evolucionando su línea de productos de fuentes de alimentación, en este caso con la que será la sucesora de una DQ-M que nos dio unas excelentes impresiones.
En general, lo que hemos visto es una fuente de buena calidad, fabricada en una plataforma moderna con un rendimiento eléctrico excelente. Este es un aspecto en el que ha habido importantes mejoras respecto a la primera edición de la DQ-M, pues las pruebas demuestran una regulación de voltajes asombrosa, y muy buenos valores en las demás métricas de rendimiento.
No obstante, esta sucesora de la gama DQ-M también tiene importantes recortes de costes en varios aspectos, empezando por características menores como la cantidad de cableado en la versión de 650W, pasando por la calidad de los MOSFETs del lado primario (el resto de componentes son de calidad), y quizás lo más importante, el ventilador de gama baja que se ha usado.
Esto último implica que la sonoridad de la fuente sea considerablemente peor a la mayoría de sus competidoras, evidentemente en reposo no suena como un motor de un Boeing 737 pero sí lo suficiente como para hacerse notar en equipos enfocados al silencio (con ventiladores funcionando lento, quizás sin varios HDD, etc) y en ambientes no muy ruidosos. Por eso, creemos que este es un factor decisivo a tener muy en cuenta antes de poder hacer una recomendación. Tengamos en cuenta que una buena porción de los usuarios no son exigentes con el silencio, muchos usuarios califican de silenciosas fuentes que para nosotros son ruidosas, pero precisamente en una review hemos de ser exigentes y dejar claros estos aspectos para quienes sí los consideren importantes, máxime cuando hablamos de una fuente de este nivel, situada en un mercado con una amplia competencia.
Te recomendamos la lectura de nuestra guía actualizada de fuentes de alimentación, donde encontrarás información importante sobre este componente.
Estos recortes nos parecerían justificables si fuesen acompañados de una importante reducción del precio, pero al momento de escribir la review no disponemos del PVP de esta gama, así que no podemos hacer comentarios al respecto, ni positivos ni negativos. En todo caso, si la gama se lanza al mercado a un precio notablemente inferior al de sus potenciales competidoras, la DQ-M-V2L podría ser interesante para usuarios dispuestos a sacrificar algo de sonoridad a cambio de llevarse una fuente de esta calidad pagando menos.
Por la contra, si vemos unos precios similares a la competencia, nos resultaría difícil recomendar esta fuente de alimentación, ya que en la gama media-alta no solo se trata de ofrecer una buena calidad interna y 10 años de garantía, que es algo ya bastante estándar en cualquier fuente de más de 90 euros, y hay muchos otros criterios que otros modelos del mercado (y la primera versión de DQ-M) cumplen.
El equipo de Profesional Review le otorga la medalla de oro.
No incluimos una valoración del precio ya que de momento no disponemos del PVP de esta fuente.
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