No existen muchos tipos de pantallas, pero no todos conocen las que podemos encontrar. Dentro, te enseñamos todas detalladamente.
Es muy recomendable dominar todas las pantallas que existen para comprar la que más se adapte a nuestras necesidades. Englobaremos a todos los tipos de pantalla, tanto TV, como monitores. Nos centraremos en los que podemos encontrar actualmente, así que el plasma queda algo olvidado, lógicamente. Estamos seguros de que descubriréis alguna después de leer este artículo.
Índice de contenidos
Como la pregunta es muy abierta, vamos a clasificar los tipos de pantallas según el panel y según su disposición. De esta manera, buscamos hacer un artículo didáctico más completo y que no quede «cojo», por no incluir una clasificación determinada.
Veamos qué paneles encontramos en el mercado
Encontramos los paneles TN en la mayoría de monitores que podemos adquirir en el mercado, en gamas gaming y multimedia. Esto es porque es un panel que funciona muy bien y lleva mucho tiempo en el mercado (desde 1980), lo que se traduce en un precio muy competitivo. Al fin y al cabo, es un panel LCD.
Sus virtudes son su contraste, su bajo tiempo de respuesta y su alta tasa de refresco. Por ello, los vemos en los monitores gaming, debido a que sus virtudes atienden a las necesidades de los jugadores.
Por otro lado, esta pantalla la vemos en las gamas bajas genéricas de monitores. Es decir, monitores que no son profesionales, ni para jugar, sino que atienden a labores generales.
No obstante, es un panel con defectos: malos ángulos de visión, precisión de color baja, calidad de imagen inferior a sus rivales y backlight. Dicho esto, están genial para el resto de los mortales.
Surgieron como una alternativa a los IPS y TN, de ahí que ostenten características de estos 2 paneles. Es otro panel LCD que funciona con células de cristal líquidas, las cuales se alinean verticalmente. Entre otras cosas, esto permite a los paneles VA reproducir colores muy bien, tener mejores negros que los IPS y conseguir unos ángulos de visión parejos a éstos.
De hecho, es un panel que está experimentando un auge en las gamas de monitores gaming porque proporciona una tasa de refresco alta, al igual que los TN. Así que, podríamos decir que es la fusión o mezcla «perfecta» de los paneles TN e IPS.
¿Por qué no comprar siempre un monitor con panel VA? Por su tiempo de respuesta. Es un aspecto con el que las marcas están lidiando, y se está empezando a ver 1 ms, pero no es lo normal. Aunque ofrezca negros muy realistas y colores muy buenas, no alcanza la precisión de los IPS.
En mi opinión, es el tipo de pantalla versátil por excelencia en monitores. Ideal para los que quieren ver contenido multimedia y jugar a videojuegos.
Postulado como uno de los mejores paneles de la historia, encontramos IPS en smartphones, televisiones, tablets y monitores, entre otros. No deja de ser otro tipo de panel LCD cuyas células de crístal líquido se alinean en una dirección horizontal. Destacan por tener los ángulos de visión de referencia (178º), pero este panel ha evolucionado muchísimo.
El IPS vino con los TFT de los inicios del 2000 de la mano de Hitachi, pero en la última década de 2010 LG ha trabajado muchísimo este panel. Esto ha conllevado a que tenga lugar el AH-IPS (Advanced Hight Performance IPS) en 2011 y el Nano IPS, que es el utilizado en gamas gaming de la marca LG. El AH-IPS lo veréis en monitores para edición de imagen o para el ámbito profesioanl.
¿Qué ofrecen los IPS?
Dicho esto, son los paneles definitivos ¿No? Bueno, todo tiene su «pega». Los IPS padecen de negros grisáceos, cosa que no ocurre en los VA. Por otro lado, consumen un poco más que los demás tipos de pantallas y son mucho más caros que los TN y VA.
Aunque veáis otras marcas incorporar este panel en sus monitores, el PLS es un panel exclusivo de Samsung. Actualmente, vemos pocos modelos que incorporen este panel, pero su uso es estrictamente profesional, ámbito para el que está enfocado.
Son muy parecidos a los IPS en características, rivalizando con ellos en las gamas profesionales: ángulos de vision, muy buen brillo, precisión y gama de colores, etc. Viene a ser un IPS que funciona de forma distinta, salvo que ofrece mayor flexibilidad.
El AMOLED es un panel LED retroiluminado «vitaminado» o «mejorado», que es una evolución pura del panel LED convencional. Es una tecnología exclusiva de Samsung y la vemos en sus monitores, en smartphones (de muchas marcas, aunque antes no era así) y en televisiones de la marca.
Las «mejoras» que ofrece respecto a un IPS convencional, es que tienen un contraste muy alto. Cuidado con esto porque vemos colores muy saturados y creemos que se ve mejor. Lo que se persigue, a nivel de imagen, es ilustrar las imágenes lo más real posible, por lo que el contraste no lo es todo, pudiendo desmitificar la imagen real.
Su uso es puramente multimedia, descartándose para gaming o usos profesionales. Otra característica importante es su consumo, siendo mucho más bajo que los equivalentes. No suelen tener mucha tasa de refresco, aunque podemos ver algún modelo que sí.
El problema de las pantallas AMOLED es que se degradan antes que una LCD, pero es algo a lo que debemos sacrificarnos por una buena pantalla (las LCD dan peor calidad de imagen).
Para terminar, tenemos las Super AMOLED, que traen como novedades pantallas con más brillo, menor consumo de energía y menor reflejo de la luz. La primera vez que la vimos comercializada fue en un Galaxy SII y es una AMOLED con una capa táctil capacitiva.
Se trata de uno de los tipos de pantallas más abundantes en los televisores Samsung. Ahora, también tenemos QLED en monitores. Los Quantum dots son semiconductores de nanocristal que puden producir luz monocromática roja, verde y azul. Estas partículas dot quantum son usadas en una capa QD que convierte la retroiluminación en colores puros.
Esta tecnología permite ofrecer un brillo muy alto, una gama de colores amplia y reducir las pérdidas de luz, como las anomalías de los filtros RGB. No obstante, deberíamos decir la verdad sobre los QLED:
Con ello no decimos que sean malas pantallas (son muy buenas), sino que no se pueden comparar a los OLED como televisor usado para ver películas, TV, etc.
En mi opinión, no hay ningún panel en el mercado que pueda igualar su calidad de imagen. Es cierto que sólo lo encontramos en televisores y en algún smartphone, pero donde más se recomienda es en televisores. Este panel fue creado y desarrollado por LG, aunque lo podréis ver en TVs de Panasonic, Phillips o Sony.
Se trata de un panel que no requiere retroiluminación, iluminándose cada píxel de forma independiente. Gracias a ello, se eliminan las numerosas capas que tiene un panel LED. Aquí el color y el contraste no se degrada por el ángulo de visión, lo que es ideal porque no veremos siempre la TV en la posición perfecta.
La iluminación de cada píxel de forma independiente hace que el panel muestre «negros puros«. Es cierto que Samsung ofrece más nits o cd/m², pero no consigue los negros de los paneles OLED, siendo grisáceos. Al final, no todo es tener más brillo o contraste.
Últimamente, LG ha incorporado tecnologías G-Sync en sus paneles para facilitar los videojuegos en estos paneles. También, podemos ver que hay muy buenas frecuencias de refresco. Sin embargo, los OLEDs adolecen de lo siguiente:
Después, nos encontramos con distintos tipos de pantallas que varían por su presentación. Esta variación puede tener un efecto en la experiencia final, por lo que los reflejamos aquí.
Viene a ser una pantalla estándar con un aspect ratio (relación de aspecto) de 16:9. No vamos a explicaros nada que no sepáis ya, la imagen se presenta de forma apaisada. Esta disposición aterrizó en el mercado para sustituir aquellas pantallas que tenían una relación de aspecto cuadrada (4:3).
Si hacéis memoria, os acordaréis de las televisiones de tubo catódico que eran enormes. Salvo los últimos coletazos de esta tecnología en los que vimos pantallas de 32″, todas las televisiones eran de 28 pulgadas como mucho. De hecho, los monitores no solían pasar de 17-19 pulgadas.
Esta disposición la vemos en los monitores de última generación, un movimiento protagonizado por Samsung y LG. Se postulan como la evolución de la pantalla panorámica, subiendo la relación de aspecto a 21:9. Veréis que son pantallas mucho más apaisadas que las panorámicas convencionales.
En videojuegos ofrecen una experiencia muy interesante, especialmente en los de carreras. Los vemos acompañados de varios paneles: VA, QLED e IPS. Como ocurre con los FOV amplios de los videojuegos, estos monitores proporcionan una vista a lo ancho que puede ser útil en shooters.
Además, su rendimiento en películas es ideal porque no vemos las clásicas barras negras horizontales. En caso de tener una pantalla sin mucho marco, podemos disfrutar muchísimo.
En mi opinión, son el futuro, aunque todavía son caras para las resoluciones que ofrecen. Suelen partir de las 29 pulgadas, habiendo muchas con 34 pulgadas.
Terminamos esta clasificación de tipos de pantallas con los paneles curvos. En teoría, la función de la pantalla curva se resume a ofrecer una experiencia más inmersiva, ya sea en películas o en videojuegos. Vemos este tipo de pantalla en monitores y televisiones, aunque más en monitores.
Las pantallas curvas puede ser panorámicas o ultra panorámicas, sin discriminación. Es cierto que pueden ser muy útiles cuando tenemos poco espacio en el escritorio porque ocupan menos espacio a lo largo, invadiendo algo más de territorio a lo ancho. Hay distintas tipos de curvatura y se miden con una cifra y una «R« al final.
Este panel tiene muchos críticos y aseguran que es más marketing que otra cosa, que no ofrece esa experiencia inmersiva que promete. Cuestión de gustos, supongo.
Te recomendamos los mejores monitores del mercado
Esperamos que os haya sido de ayuda esta información. Si tenéis alguna duda, comentad abajo y os echaremos un cable. ¿Cuál es el mejor tipo de pantalla para vosotros? ¿Qué paneles usáis?
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