Todos nos hemos preguntado cómo elegir una refrigeración líquida en algún momento. Si te encuentras en este punto, entra y disipa tus dudas.
Cuando nos volvemos más exigentes, buscamos soluciones que nos permitan llevar nuestra CPU más allá. Puede que la refrigeración por aire no sea suficiente y necesitemos un sistema de refrigeración más potente o capaz. Aquí es donde entra la refrigeración líquida, momento en el que se generan mil dudas, pero todas van dirigidas a la misma pregunta ¿Cómo elegir una? A continuación, te damos los detalles.
Índice de contenidos
Explora las opciones y fíjate un presupuesto
Es importante que sepáis que existen dos tipos de refrigeraciones líquidas: las AIO (All in One) y las custom. Las últimas son mucho más caras, además ser más complicadas de montar y mantener. Igualmente, hay que tenerlas presentes porque tienen sus ventajas y desventajas.
En segundo lugar, hay que marcarse un presupuesto máximo ¿Por qué? Básicamente, porque siempre estaremos dispuestos a pagar «X» por un gran rendimiento, pero no hay dinero infinito, lamentablemente. Esto nos ayudará a orientarnos más y priorizar qué es lo que queremos.
Como cada tipo de refrigeración líquida exige atención en ciertos aspectos, vamos a deciros cómo elegir una refrigeración líquida dentro de cada tipo. Es decir, qué es lo que tenéis que mirar antes de comprar una refrigeración AIO o una custom.
Cómo elegir un kit AIO
Empecemos por definir o explicar cómo funciona este sistema. Básicamente, se compone de lo siguiente:
- Bloque de agua.
- Tubos.
- Líquido refrigerante.
- Radiador y ventiladores.
El bloque de agua actúa como disipador, por lo que se instala en el socket o zócalo. Veréis que viene instalado con dos tubos que van hacia el radiador con los ventiladores. El calor de la CPU se transmite al bloque de agua, el líquido refrigerante adquiere ese calor y viaja por los tubos al radiador para que los ventiladores expulsen ese calor fuera de la caja.
Su instalación es muy sencilla:
- Instalaremos el bloque de agua en la CPU, como un disipador. Esto significa que usaremos pasta térmica.
- Instalaremos el radiador con los ventiladores en la caja PC. Normalmente, se aconseja instalarlo en la parte superior. Si la caja no tiene esta posibilidad, podéis instalarlo en la parte frontal (donde van los ventiladores frontales) o en la parte trasera, donde solemos tener un ventilador.
Este sistema de refrigeración es hermético, lo que significa que no tenemos que hacerle mantenimiento, más allá de limpiar los ventiladores/radiador y cambiar la pasta térmica. Se recurre a este sistema porque es un» kit custom simplificado», lo que supone que podamos hacer overclocks más extremos que con disipación de aire.
Para elegir correctamente un kit AIO, tenéis que prestar atención a las siguientes características.
Socket
Al igual que ocurre con los disipadores, las refrigeraciones líquidas AIO tienen que ser compatibles con el socket de vuestra CPU. Esto es algo básico y esencial; vamos, es lo primero que tenéis que ver porque da igual lo buena que sea la AIO, si no es compatible con vuestra CPU.
Los sockets principales son:
- AM4 para AMD Ryzen.
- LGA1151 para la 9ª generación de Intel o anteriores.
- LGA1200 para la 10ª generación de Intel.
- Tr4 para AMD Threadripper.
- LGA2066 para Intel Xeon o gama entusiasta de Intel.
Seguramente, encontréis kits que son compatibles con Intel y AMD (debería ser así con todos). Esto os da una opción de futuro, en el caso de que cambiéis o se estropee vuestra CPU.
Tamaño de ventiladores
En segundo lugar, veremos que hay distintos formatos de kit AIO:
- 1 ventilador de 120 mm o 140 mm.
- 2 ventiladores de 120 mm o 140 mm.
- 3 ventiladores, normalmente, de 120 mm.
Cualquiera de las 3 configuraciones es una buena opción, pero ya que hemos cambiado la disipación por aire por la refrigeración líquida, hagamos que merezca la pena ¿No? Conforme subáis de ventiladores, el precio va a aumentando bastante (lógicamente).
En mi opinión, os recomendaría un kit AIO a partir de los 2 ventiladores de 120 mm. El problema que tienen los radiadores con ventiladores de 140mm son las cajas PC. Pensad que debemos tener una caja PC que sea compatible o esté preparada para albergar ventiladores de dicho tamaño.
La mayoría de las cajas ATX soportan ventiladores adicionales de 120 mm, pero no todas son capaces de albergar alguno que otro de 140 mm. Así que, antes de comprar, aseguraros bien de que vuestra caja es compatible con la refrigeración líquida.
Por último, la configuración de 3 ventiladores es perfecta para los más exigentes porque tienen una capacidad de expulsar aire caliente fuera tremenda. Esto hará que nuestra CPU esté muy fresca y podamos exigirle un poquito más.
Ruido
Pensad que estamos metiéndole a la caja varios ventiladores (en caso de que elijáis 2 o más), por lo que interesa saber el ruido que va a suponer esto. Para mí, no es algo de definitivo, pero entiendo que la gente paga «X» y quiere obtener un sistema silencioso.
Los fabricantes utilizan la magnitud de dB (decibelios) para medir en ficha técnica el ruido del kit AIO. Si os preguntáis cómo elegir una refrigeración líquida silenciosa, mirad que no pasen los 25 dB a máximo rendimiento.
Un error que veo a menudo, es que los usuarios compran el kit AIO fijándose en el valor mínimo de decibelios. Lo que nos interesa es saber el ruido máximo, es decir, cuando los ventiladores estén a toda máquina.
Velocidad de ventiladores
Cuidado porque más vale calidad que cantidad. Podemos ir al mercado y cegarnos por modelos de 2-3 ventiladores. Sin embargo, nos debe importar la velocidad de los ventiladores porque deben ofrecer una potencia mínima.
La velocidad a la que giran se mide en RPM (revoluciones por minuto) y lo ideal es que sean capaces de llegar a 2000 RPM, si podéis obtener más mejor. Cuanta más velocidad de giro, mejor. Dicho esto, este dato se tiene que completar con lo que viene a continuación.
Flujo de aire y presión de aire
El flujo de aire es la cantidad de aire que el ventilador mueve y viene expresado en CFM (pie cúbico por minuto). Por otro lado, la presión de aire es la fuerza con la que las aletas mueve el aire, cuestión medida en mmH2O.
Supongo que os preguntaréis ¿Pero cómo sé elegir una refrigeración líquida en base a estas características? Es muy importante que os fijéis en si el dato que os proporciona el fabricante es máximo o medio. Lógicamente, nos interesa el máximo.
En el flujo de aire, podemos decir que un flujo de aire máximo entre 65-70 CFM está muy bien. Si podéis conseguir un kit con más CFM, mejor. Respecto a la presión del aire, los valores óptimos están entre 2.35 mmH2O y 4.2mmH20. Estaría bien obtener una presión de aire que se sitúe entre ambos valores.
Hemos dicho antes que los RPM per se, no nos bastan. Un buen kit AIO es aquel que tiene unas prestaciones equilibradas.
Iluminación RGB u otras características
Para terminar con los kits AIO, podemos ver otras características interesantes que nos harán elegir entre unos modelos u otros. Una muy valorada es la iluminación RGB y ARGB, tanto en el bloque de agua, como en los ventiladores.
Veréis que hay modelos que no tienen iluminación RGB, o sólo la tienen en el bloque de agua. Esto va al gusto, no tiene impacto en el rendimiento, pero sí da un gran aspecto al PC.
Por otro lado, hay bloques de agua que incorporan una pantalla digital que muestra los grados del procesador. Esto puede ser muy útil para aquellos que no queráis usar Rivaturner Statistics in-game, bastando con echar una mirada a la caja y ver la temperatura de la CPU.
Por último, existen kits AIO muy completos que traen el bloque de agua para la CPU y disipadores para las memorias RAM. Quizás, esto lo valoréis mucho, pero estaremos en precios bastante altos.
Cómo elegir refrigeración líquida custom
Puede que estéis interesados en comprar una refrigeración líquida custom porque, en efecto, es el sistema que permite el mayor overclock posible (exceptuando el nitrógeno líquido). Si estáis familiarizados con estos sistemas, mucho mejor porque requieren ciertos conocimientos.
Se compone de lo siguiente:
- Bloque de agua. Podéis encontrar bloques para CPU y para GPU.
- Bomba. Veréis que podemos elegir entre DDC y D5.
- Depósito.
- Radiador y ventiladores.
- Tubos (rígidos/duros o blandos).
- Líquido refrigerante.
- Racores.
Sí, es un sistema compuesto por muchas piezas, pero todo es aprender e informarse. El mantenimiento es algo laborioso de hacer, salvo que pongamos a funcionar el kit custom correctamente desde el inicio. Digo esto porque es posible alargar su mantenimiento, sin tener que hacerlo cada dos por tres.
El beneficio de este sistema se divide en 2: la estética y el «mejor overclock» que se puede hacer. Pongo las comillas porque también va a depender del kit custom que nos montemos.
¿Por qué este sistema no es tan escogido? En mi opinión, hay 3 cosas que disgustan a muchos:
- Precio. Montarte un sistema de este tipo es bastante caro, superando sobradamente los 200€.
- Complejidad. No todo el mundo sabe montarlo, lo que implica un peligro para nuestros componentes.
- Mantenimiento. Si para algunos es complicado montarlo, imaginaros mantenerlo.
Aún así, soy un «cacharrero» total, por lo que os diré que en la informática siempre se aprende rompiendo. No le tengáis miedo porque disponemos de muchísima información sobre este sistema para quien se quiera meter de lleno. Por no hablar de la cantidad de tutoriales que hay en YouTube sobre todo lo que envuelve a los kits custom.
Sin embargo, una mala instalación de un kit custom puede traer desgracias: fisura en el tubo -> desprendimiento de líquido en placa base u otro componente -> rotura del componente.
Empecemos a desglosar todas las cosas que debéis tener en cuenta.
Bloque de agua para CPU
Actualmente, encontramos dos materiales en este producto: cobre y cobre niquelado. Básicamente, el material predominante es el mismo en los dos (cobre), lo que cambia es el recubrimiento de una fina capa de niquel por encima del cobre.
El niquel está genial para ganar resistencia o evitar el desgaste, pero el rendimiento es el mismo en los dos. El bloque de agua de cobre sí que se oxida un poco con el paso del tiempo, pero no perjudica al rendimiento.
Por otro lado, veréis dos sistemas: el «jet« y el «microchannel«. El primero está caracterizado por tener 2 tubos, mientras que el segundo tiene un canal y se compone por paredes y surcos. Normalmente, se suele acudir al «jet» porque da mejor rendimiento.
Otra de las cosas a tener en cuenta son las terminaciones. Encontramos el acetal y el plexi. Ambas rinden igual, pero tienen las siguientes diferencias:
- Plexi: más estético, pero más frágil. Una vez dañado, no se puede reparar.
- Acetal: resistente, pero no tan estético. Resiste a alcohol y a muchos químicos.
Como consejo, si os interesa la iluminación RGB, fijaros bien en las tecnologías de iluminación compatibles con el bloque de agua. Vendría bien aprovechar la tecnología de la marca de la placa base (MSI Mystic Light, Aura Sync, etc.).
Por último, las marcas. Sabemos que no hay muchas, pero dudáis sobre cuál comprar, etc. Os recomendamos las siguientes:
- EKWB. Para mí, la mejor de todas, sin juzgar su precio.
- Corsair.
- Alphacool.
- Watercool.
- XSPC.
- Thermaltake.
Podéis encontrar más, pero os vais haciendo una idea.
Bomba
La bomba es el componente que se encarga de bombear el circuito para que circule el líquido refrigerante por todos los componentes involucrados. Tiene una función vital porque es importante que el líquido vaya de la CPU/GPU al radiador para que éste último lo enfríe.
Encontramos 2 tipos de bombas: la D5, la SPC y la DDC. En mi opinión, cada una tiene su función, no hay ninguna mala como muchos nos quieren hacer ver.
- D5. Es la más escogida por todos. Sin entrar en detalles técnicos, deciros que es más grande, hace menos ruido y se calienta menos.
- DDC. Ofrece más presión, pero se calienta con facilidad y es más ruidosa.
- SPC. Es la solución más sencilla de todas y no se contempla a la hora de elegir una bomba. Su limitación es que es la que menos fuerza tiene y la que está indica únicamente para refrigerar un componente.
Visto así, parece que la D5 es la mejor, pero no tiene por qué serlo. Todo dependerá del sistema que montéis: D5 para sistemas más grandes, DDC para circuitos pequeños; si sólo queremos refrigerar un componente, la SPC es la solución BBB: Buena, Bonita y Barata.
Como la ciencia no tiene por qué ser exacta, os recomiendo elegir entre la D5 y la DDC.
Tubos
Sólo encontramos tubos blandos y rígidos o duros. Los blandos se pueden manipular con facilidad (cortar, doblar, etc.), mientras que los duros se tienen que manipular con destreza, aplicando calor, etc.
Parece que es sencillo elegir uno, pero hay más variables de las que os pensáis. A priori, hay que observar los siguientes materiales:
- Cristal. Resistente y transparente, pero cuidado con darle un golpe porque podemos dañarlo y no se puede reparar.
- Acrílico o PMMA. Resiste a las temparturas altas, pero se puede agrietar por culpa de los gilicoles.
- PETG. Muy flexible, pero no soporta más de 40 grados. Esto lo limita bastante porque, cuando pasa esa temperatura, se deforma.
- Metal. Normalmente, de latón y cobre. Personalmente, no los recomiendo por la corrosión galvánica.
En definitiva, los tubos blandos son más baratos, más resistentes, más fáciles de manipular, adaptables y transparentes. No obstante, son propensos a empañarse y no son tan estéticos, por no hablar de nudos. Por el contrario, los rígidos muestran la mayor transparencia, pero no son fáciles de manipular, ni flexibles y son caros.
Líquidos refrigerantes
De inicio, podéis usar agua destilada (nunca de grifo, ni botella) para refrigerar vuestro sistema. Debe ser agua pura y es muy usada por su bajo precio y porque se puede tintar. Lamentablemente, hay que usar biocidas para que no salgan hongos o bacterias, por lo que no es echar y a funcionar.
Después, tenemos los líquidos biodegrabales, que son muy seguros, pero hay que seguir usando biocidas y protectores. Quitando el agua destilada, es el líquido más vendido.
Por último, encontramos los líquidos plexi y los líquidos con partículas. Los primeros están en vías de extinción porque es un líquido que se deteriora, causando las míticas «fisuras». Los segundos no son recomendables porque se crean sedimentos que dificultan el paso del líquido.
Si tuviera que elegir, optaría por el agua destilada con tintes y biocidas.
Racores
Los racores son guías o tuercas que se conectan en los tubos y que permiten el paso del líquido entre componentes de forma hermética. Cuidado con los racores que elegís porque hay unos para tubos blandos y otros para tubos rígidos. Sí, es necesario para saber cómo elegir una refrigeración líquida.
La medida más común es la G1/4, aunque puede ser una medida que no se ajuste a vuestro proyecto. Hay 2 tipos de racores principales:
- Barbed. Para tubos rígidos.
- Pushed-in. Para tubos rígidos.
- STC. Para tubos blandos.
- HTC. Los más usados para tubos rígidos.
EXTRA: Tutoriales útiles
Para terminar esta guía sobre cómo elegir una refrigeración líquida, creemos que os vendrá de perlas contemplar los distintos tutoriales que tenemos.
No es con ánimo de hacer publicidad, de verdad. Los ponemos porque explican detalladamente todos los matices que encontramos en la elección de componentes de kits custom. Además, hay cosas que no hemos mencionado porque requiere un artículo dedicado a ello.
Os animamos a que les echéis un vistazo en caso de querer una refrigeración líquida custom.
- Cómo elegir un buen bloque de agua.
- Cómo limpiar la refrigeración líquida.
- Tipos de líquidos refrigerantes.
- Tipos de racores.
- Cada cuánto cambiar el líquido refrigerante.
- Bomba D5 vs DDC.
- Tubo blando o rígido.
- Corrosión galvánica ¿Qué es?
Esperamos que os haya sido útil esta información. Si tenéis alguna duda, podéis comentar abajo y os ayudaremos encantados.
Te recomendamos los mejores sistemas de refrigeración del mercado
¿Qué sistema elegís? ¿Para vosotros/as qué es lo importante?