Ya analizamos hace un tiempo el Galaxy S20 5G, y en esta ocasión tendremos como protagonista de lujo del Samsung Galaxy S20 Ultra. El terminal de mayores prestaciones disponible hasta la fecha del fabricante coreano que apuesta por una brutal configuración de cámaras con sensor principal de 108 MP y un zoom híbrido x10 y digital x100, el más elevado del mercado.
Para el hardware se ha utilizado una configuración similar a sus hermanos, solo elevando a 12 GB de memoria RAM y a 6,9 pulgadas su impresionante pantalla AMOLED de 120 Hz. Quizás el aspecto menos llamativo en comparación con sus hermanos es la aburrida paleta de colores disponible y el enorme módulo de cámaras trasero. Veremos todo esto y más en nuestro análisis, así que no te lo pierdas porque empezamos ya.
Antes de comenzar, damos las gracias a Samsung por haber confiado en nosotros al cedernos este producto para su análisis.
Tras ver las características principales vamos a empezar este análisis realizando el Unboxing del Samsung Galaxy S20 Ultra, cuya presentación consiste en una caja de cartón macizo de compactas dimensiones. Será de color similar al terminal, con la inscripción del modelo que tenemos en la parte inferior. Salvo esto, no habrá nada más que ver en el exterior.
Así que la abrimos retirando la tapa superior por deslizamiento para encontrar el terminal en primera instancia. Este se encuentra metido dentro de una pequeña funda de plástico como protección para la pantalla y más abajo tendremos el resto de accesorios que no van a ser muchos.
El bundle esta vez contiene los siguientes elementos
En esta ocasión tenemos bastantes elementos extras, y los auriculares típicos de Samsung no podrían faltar, que vendrán muy bien para aquellos que no tengan unos con USB-C. El cargador por su parte no va a ofrecernos la máxima capacidad de carga, ya que solamente llegará a los 25W. Para un terminal tan caro como este, podrían haber incluido uno con el máximo de capacidad. En este caso no vemos que la pantalla tenga protector integrado, aunque al menos se nos ha incluido una funda de silicona transparente algo básica.
A pesar de que el Samsung Galaxy S20 Ultra es solo una versión más de la nueva generación de Galaxy, se puede decir que su personalidad es notablemente diferente a las dos versiones inferiores. Desde luego, el cambio entre el S20 y el S20 Ultra va a dejar sensaciones bastante diferentes.
Para empezar, el buque insignia de Samsung reduce su paleta de colores a solamente los dos más serios, formales, aburridos o como queráis llamarle. Esta versión de análisis es la Cosmic Gray, mientras que existe otra llamada Cosimc Black completamente en color negro. La diferencia entre ambas va un poco más allá del color, ya que solamente la negra cuenta con versión de almacenamiento de 512 GB.
Personalmente me hubiera gustado mucho más disponer de versiones en blanco, celeste o algún color exclusivo para que destaque algo más. En las dos versiones tenemos protección IP68 soportando inmersión bajo agua. Y las medidas del terminal se elevan a 76,0 mm de ancho, 166,9 mm de alto y 8,8 mm de grosor con un peso de 222 g. Se nota bastante la subida de tamaño frente a sus hermanos, especialmente el grosor en las sensaciones de agarre. Es bastante menos resbaladizo que el S20 a secas, pero perdemos ese toque delicado por algo más tosco y similar al resto de terminales del mercados.
Seguramente una de las razones para la elección de estos dos colores se debe al enorme panel de cámaras que tenemos en la parte de atrás. El cual es de color negro y está al menos 2 mm salido con respecto al plano principal. Evidentemente las 4 cámaras aquí integradas necesitan bastante espacio para coexistir, destacando el teleobjetivo en una fila independiente junto a la inscripción x100. En el panel también se ha integrado el flash LED y el micrófono principal de grabación.
Por lo demás, tenemos un acabado en cristal tipo espejo con una curvatura 4D para los laterales, siendo un poco más pronunciada que la usada en pantalla. Esto por supuesto mejora la sensación de agarre y permite usarlo en cualquier tamaño de manos, aunque debéis saber que es un terminal bastante grande. Imaginamos que toda la superficie tendrá un tratamiento anti rayones.
Pasamos a ver la parte frontal del Samsung Galaxy S20 Ultra, en la que tenemos un diseño prácticamente idéntico a sus hermanos menores. El panel aumenta considerablemente a 6,9 pulgadas, mientras que los marcos parece que aumentan muy ligeramente en tamaño. En la parte superior tenemos por supuesto un agujero en pantalla para la cámara frontal de medidas muy ajustadas pese a aumentar al resolución a 40 MP en lugar de 10 MP.
Tenemos curvatura 4D en pantalla, aunque no se ha utilizado en su totalidad los marcos laterales para la pantalla, quizás debido a limitaciones técnicas de cualquier tipo o simplemente por diseño. En cualquier caso, la superficie de pantalla útil asciende a un 90%, mientras que en los modelos S20+ y S20 es del 89%. La ranura para el altavoz superior se ha reducido a la mínima expresión, haciéndose casi invisible pero todavía presente.
Pasamos a ver las zonas laterales del teléfono, las cuales están construidas en aluminio en un total de 5 piezas separadas muy discretamente para eliminar el efecto jaula. El color de estos marcos sí que nos ha gustado mucho, y que casan perfectamente con el gris oscuro de este modelo.
La distribución de elementos en los laterales es algo peculiar en la bandeja de SIM, ya que esta está situada en el marco superior junto a un micrófono de cancelación de ruido. El lateral izquierdo está totalmente limpio, mientras que el derecho cuenta con el botón de encendido/bloqueo y los de volumen. Finalmente en el marco inferior tenemos el puerto USB Type-C para carga, audio y datos, la salida del altavoz y un micrófono de cancelación de ruido.
¿Para qué modificar una pantalla casi perfecta? Esto mismo se habrá preguntado Samsung al crear sus tres variantes de gama alta. Y lo han tenido claro, porque tanto el Samsung Galaxy S20 Ultra como el resto de versiones usan el mismo panel cambiando solo su tamaño y densidad de píxeles.
Tenemos entre manos una pantalla con nueva tecnología Dynamic AMOLED 2X con un tamaño de 6,9 pulgadas que mantiene su resolución en 3200x1440px, es decir WQHD+. En este caso es una pantalla 0,7 pulgadas más grande que la del S20, y 0,2 pulgadas mayor que la del S20+. Debemos saber que es la misma resolución que en los otros modelos, y por ello la densidad de píxeles desciende un poco a los 524 ppp, aunque todavía sigue siendo impresionante. Nuestra vista no va a ser capaz de apreciar estos píxeles tan pequeños tanto en 6,2 como en 6,9 pulgadas, por lo que la calidad de imagen es una verdadera gozada.
Pero lo más importante de esta nueva generación es que utiliza una frecuencia de refresco de nada menos que 120 Hz, aportando así una impresionante fluidez de movimientos que nos vendrá genial para los juegos. Esto provocará un mayor consumo de batería, así que esta frecuencia la recomendamos para cuando estemos en casa o no tengamos pensado salir durante más de dos días sin el cargador encima. Desde el apartado de pantalla del sistema operativo tenemos una opción para bajar la frecuencia a 60 Hz cuando queramos, aunque no dispone de un modo intermedio a 90 Hz. También es importante saber que la máxima resolución soportada a 120 Hz es de 2400x1080p, mientas que los 3200x1440p deberán ser utilizados con 60 Hz solamente.
Todavía faltan por detallar más especificaciones importantes de esta pantalla como es su elevado contraste de 2M:1. O la compatibilidad con HDR10+ gracias a un panel de 10 bits capaz de llegar a los 1200 nits de pico en brillo máximo. Este panel contará con certificación Eye Care TÜV Rheinland para el filtro de luz azul. Una vez más, haremos uso de las opciones de configuración de pantalla para poder activar este filtro. En este caso no se especifica la cobertura máxima de color, pero debería de cubrir sin problemas todo el rango DCI-P3.
Las sensaciones y experiencia que nos deja esta pantalla son sencillamente brutales, y aunque no soporte la máxima resolución en 120 Hz, la nitidez sigue siendo muy alta. Es una gran pantalla para su uso en juegos y consumo de contenido multimedia, ya que se elevada potencia de brillo, con soporte HDR, y elevada frecuencia para la entrada táctil la hacen una sólida opción. El grosor y el tamaño del terminal también ayudan a mejorar esta experiencia frente a los dos modelos inferiores, ya que mejora el agarre y disminuye la temperatura de la superficie.
Haciendo un poco más de hincapié en las opciones de configuración disponibles en el sistema, tenemos modos claro y oscuro para ahorrar batería, así como una completa personalización del modo de imagen mostrado. Dispone de los modos Always On Display como es habitual en las AMOLED, así como el menú Pantalla Edge para la barra de opciones lateral propia de Samsung. Junto a ellas, una gran cantidad de funciones a disposición del usuario para una máxima personalización y accesibilidad. De lo mejorcito que tenemos en el mercado en este apartado.
El apartado de audio del Samsung Galaxy S20 Ultra tampoco cambia demasiado con los modelos de menor precio, consistiendo en un doble altavoz con soporte para Dolvy Atmos. Este sistema usa un altavoz en la zona inferior y otro en el borde superior para entregar una buena experiencia en estéreo que se verá favorecida por la mayor distancia entre ellos y una caja de resonancia ligeramente más grande.
Samsung implementa su interfaz de conexión DeX para conectarlo a otros equipos mediante cables USB-C a HDMI. Con esta conexión lo que conseguimos es transmitir el audio por ejemplo a un PC para su reproducción, para ello necesitaremos tener instalada la aplicación Samsung DeX en dicho equipo.
La experiencia que nos ha dejado es fabulosa en lo que a calidad de sonido y detalle se refiere, aunque su volumen no es demasiado alto al igual que ocurría en el S20 analizado por nosotros anteriormente. Los graves no se notan tanto como en otros terminales gaming o los nuevos Xiaomi Mi 10 con sistema Super Linear, pero deja un buen color de audio sin agudos metalizados.
Todo esto se acompaña de un excelente sistema de vibración casi al nivel de los OnePlus con un motor que ofrece una gran gama de efectos para disfrutar aún más de juegos y demás aplicaciones.
Otro elemento que está a un nivel excepcional en el Samsung Galaxy S20 Ultra son los sistemas de desbloqueo biométricos, que en este caso serán un sensor de huella en pantalla y reconocimiento facial.
En el caso del sensor de huella, es de los mejores que hay en el mercado actualmente, y aunque otros terminales brindan una velocidad similar, parece que este requiere un menor tiempo de escaneo de la huella. Con una pulsación prácticamente instantánea recogerá toda la información necesaria de nuestro dedo. Y además el renovado efecto de transición le confiere una enorme velocidad, y con un leve toque habremos accedido a la pantalla principal.
La situación de la huella está pensada para usarla cómodamente en cualquier mano, tanto en posición vertical como horizontal, así que será muy fácil de localizar. En este aspecto hemos notado que el efecto que hace la pantalla para marca la localización del sensor es un poco lento. Por ello si queremos un desbloqueo rápido, tendremos que hacerlo a ciegas y no esperar a que aparezca este efecto de resaltado.
El reconocimiento facial ofrece unos resultados tan buenos como el anterior, aunque nos da la sensación de que era más rápido en el S20. Quizás el hecho de tener un sensor de menor resolución haga que el procesamiento de la imagen sea más ágil, algo que aquí no ocurre. Funciona muy bien en todo tipo de situaciones, ya que permite aumentar el brillo de la pantalla para iluminar nuestro rostro. También podemos seleccionar mediante una opción si se permite el desbloqueo con los ojos cerrados, así como otra opción de desbloqueo rápido un poco más inseguro.
Ambos sistemas están a un nivel muy alto, especialmente el sensor de huella, y en ambos casos se permite la integración con Samsung Pass. Se incluye una función llamada Samsung Blockchain Keystore que permite crear una clave de seguridad para transacciones y otros procedimientos. A esto le sumamos otras funciones como Wi-Fi segura, cifrado de la tarjeta SD, o crear carpetas seguras. Hay bastante variedad en la capa de Samsung como es habitual.
Continuamos ahora con el apartado de hardware y características técnicas del Samsung Galaxy S20 Ultra. En este caso las diferencias con el resto de modelos Galaxy S de nueva generación no van a ser demasiado grandes, pero sí conviene saber qué compramos y su rendimiento numérico.
En esta ocasión tenemos un procesador de cosecha propia Samsung Exynos 990, el más reciente y potente del fabricante. Se trata de una CPU de 8 núcleos con arquitectura de 64 bits compuesta por 2 unidades A55 a 2,7 GHz, 2 Cortex A55 a 2,5 GHz y 4 Cortex A55 a 2 GHz. Este procesador está fabricado en 7 nm e implementa compatibilidad con hardware de nueva generación como es la memoria RAM DDR5, almacenamiento UFS 3.0, captura en 8K@ 30 FPS, tasas de refresco de 120 Hz en pantalla y por supuesto 5G.
Junto a ella tenemos una GPU ARM Mali-G77 MP11, siendo la versión de mayores prestaciones de este SoC. Una unidad gráfica con arquitectura Valhall que ofrece nada menos que 40% más de velocidad que la Mali-G76 y con un 30% más de eficiencia. Está optimizada para procesos en Machine Learning, AR y VR, con un nuevo motor que se comunica mejor con API actuales como Vulkan y Open GL. En todos los terminales S20 contaremos con esta misma configuración de CPU y GPU.
Lo que sí cambiará será la memoria RAM, que en esta ocasión encontraremos un total de 12 GB LPDDR5 trabajado a 2133 MHz en modo Dual Channel. Este, paquete lo fabrica la propia Samsung, de hecho ha abierto recientemente una mega fábrica en Corea para aumentar su producción de memorias. Por ahora no se ha creado una versión con 16 GB, pero sabemos que el fabricante ya tiene un proceso de fabricación de este paquete para la nueva generación. En cuanto a las versiones S20 y S20+, ambas cuentan con 8 GB LPDDR5.
Otro aspecto que cambia será la configuración de almacenamiento, que en el Samsung Galaxy S20 Ultra será de 128 GB para esta versión en gris, y de 128 o 512 GB para la versión en color negro. En todos los casos se utiliza interfaz UFS 3.0 para soportar tasas de lectura y escritura superiores a los 1000 MB/s, aunque resulta curioso que no encontremos versiones de 256 GB. Un aspecto bastante positivo que permanece en Samsung es que permite ampliación de memoria a través de tarjetas Micro-SD en todas las versiones, y más concretamente de hasta 1,5 TB en el Ultra.
Esta es la configuración de hardware, ahora os dejamos con la puntuación obtenida en AnTuTu Benchmark 8. Además realizamos los correspondientes test de benchmark en 3DMark y Geekbench 5 para ver la capacidad de procesamiento gráfico y de CPU
La puntuación será similar a las otras variantes, ya que en definitiva tenemos casi el mismo paquete de hardware beneficiado por mayor memoria RAM. También se ve claramente que el Ekynos es la tercera CPU más potente, no pudiendo alcanzar el 865 de Qualcomm nel A13 de Apple. En cuanto a la GPU Mali, también continúa un pasito por debajo de estos dos fabricantes mencionados.
Claro que esto se refleja solo en términos numéricos, ya que en la práctica, la fluidez del sistema y el rendimiento en juegos será bastante similar a otros terminales flagships con los estándares gráficos actuales para smartphone. Además se ve beneficiado de esta increíble tasa de refresco de 120 Hz de la pantalla que lo sitúan como un terminal gaming de pleno derecho. Lo que sí parece ser factor común en la CPU de Samsung es que se calienta más que sus rivales y en el S20 Ultra no es la excepción, aunque su mayor superficie permite repartir mejor el calor que en el S20.
Como buen terminal de nueva generación lanzado en el mes de febrero, el Samsung Galaxy S20 Ultra cuenta con Android 10Q junto a la capa One UI en su última versión 2.1.
Un tándem ideal para a aquellos seguidores de la firma coreana que a estas alturas no necesita demostrar que su capa y optimización son de las mejores del mercado. Es uno de los fabricantes con mayor recorrido en terminales Android, y nunca defrauda y cantidad de opciones de personalización, integración y gestión de consumo de energía.
Repasando rápidamente las novedades implementadas con respecto a One UI 2.0, se han incluido modificaciones en el tema oscuro en esta versión, así como un botón directo en el panel desplegable. También tenemos mejoras de aspecto en la aplicación de SMS, y una redistribución de opciones en la aplicación de la cámara que la hace un poco más limpia, aunque con bastantes funciones escondidas y la necesidad de tocar el botón de atrás para volver al menú principal.
Tenemos nuevas opciones en la barra de herramientas desplegable como son el modo de conexión compartida y el Quick Share, para compartir archivos con otros terminales de forma directa. A esto le sumamos un gran número de opciones para gestión de pantalla, seguridad biométrica y opciones de pago seguras, así como menú Edge más completo.
El Samsung Galaxy S20 Ultra es compatible con el ecosistema de wearables usando ANT+. Esta tecnología sirve para sincronizar todos esos dispositivos de forma directa y sin cables, una evolución del Bluetooth que está disponible en muchos wearables Samsung y de otras marcas como Garmin. Desde la página de presentación del móvil podréis acceder a todos estos productos o extras, en donde se incluyen fundas Edge, Galaxy Buds+ y otros accesorios nada baratos, ya sabéis como va esto.
El único sensor que se mantiene invariante en los otros modelos es el gran angular, que a pesar de ser de 12 MP va a darnos una experiencia fotográfica excelente. También se actualiza el selfie, que si el del S20 nos parecía un poco justito en detalle, aquí se disipan las dudas con nada menos que 40 MP, el más potente del mercado.
Empecemos por los tres sensores traseros cuyas especificaciones detallamos ahora mismo:
La grabación de vídeo se podrá realizar a 4K@60 FPS, 8K@24 FPS y 720p@960 FPS. Tenemos detección automática de rostro, captura de imagen RAW, compensación de exposición, HDR y disparo en ráfaga entre otras funciones como el modo foto profesional.
En las imágenes capturadas no hemos utilizado el modo optimizador de escenas.
Este sensor de 108 MP es muy similar técnicamente hablando que el usado por otros smartphone como el Mi 10, pero la diferencia fundamental viene en el apartado de procesado. Aquí Samsung sigue dominando el mercado junto a Huawei con capturas de gran detalle en modo normal y un rango dinámico muy natural. El buen focal hace que la mayoría de fotos se vean con gran viveza y un buen contraste que lucirá muy bien en pantalla.
Con el modo HDR vamos a conseguir resultados aún más llamativos pero sin caer en el error de sobreexponer demasiado los colores. En este aspecto, creemos que desactivar el modo optimizador de escenas sería lo más adecuado para no perder la naturalidad, aunque esto es decisión y gusto de cada uno. Y una de las ventajas de tener tal resolución es que al hacer recortes en las fotos descubriremos muchísimo detalle en ellas, incluso elementos que a priori están ocultos.
En el modo noche se podría realizar una buena comparativa con el S20, y lo cierto es que el sensor del Ultra es bastante mejor en lo que a control de puntos de luz se refiere. En la captura del puente la calidad de imagen, detalle y contraste es mucho mejor con el modo noche, aunque en escenarios muy oscuros el extraer demasiada información lo hará anti natural. Merece la pena capturar en los dos modos para luego decantarnos por la que más nos guste. En el resto de fotos, se ve que en ocasiones tiene a sobreexponer demasiado la luz, aunque le da un bonito efecto muy llamativo que sería genial en la cuidad. Unas veces será acertado y otras no, pero mejora los resultados del S20 normal.
En cuanto a las fotos del gran angular, pues nos dará un resultado igual al resto de la gama, ya que es un sensor de buen resolución y focal que permite hacer fotos detalladas con buena iluminación y contraste sin llegar al nivel del principal. Aunque tenemos un gran campo de visión, no se ha podido evitar el notable efecto ojo de pez en las esquinas, siendo algo que ya está más controlado en otros sensores como el Sony IMX586 que usa el OnePlus 8 Pro.
El modo retrato también ha mejorado notablemente en el Samsung Galaxy S20 Ultra gracias al ToF 3D que detecta mejora la profundidad del escenario. De esta forma los bordes de los objetos cercanos parecen haber quedado mejor definidos incluso en capturas con leve movimiento. De todas formas, todavía lo queda dar un pasito para colocarse con los mejores del mercado como los Google Píxel.
Y por último tenemos su característica principal, el gran zoom que introduce. Obviamente en un sensor de tipo periscopio como el de los smartphone no vamos a tener jamás la calidad de un zoom x100 de verdad, y además es importante saber que el óptico solamente llega a x4. En las capturas que hemos realizado, tenemos una buena calidad de imagen hasta aproximadamente x10 o x15. Más allá de eso iremos perdiendo detalle al ser imágenes recortadas y procesadas. En ciertas imágenes no obstante vemos un aceptable detalle al nivel de los zoom mucho menos potentes x40 y x50 de otros terminales, así que para buscar ciertos objetos en la imagen o explorar es un recurso muy interesante siempre que usemos un trípode u otro apoyo.
Con respecto a la grabación de vídeo, una de las ventajas que tiene esta amplia versatilidad de las cámaras es la posibilidad de hacer tomas con los tres sensores a la vez. Para ello la aplicación permite alternas de forma fluida el zoom y el gran angular en todo momento, todo ello con una magnífica estabilización. Permite graban a enormes resoluciones de 8K y 4K@60 FPS, lo que da una ventaja a creadores de contenido y bloggers que prefieran usar Samsung en ligar de IPhone. Aunque no suministramos clips de vídeo, o aseguramos que esta a nivel de los mejores, y la captura de sonido es buenísima.
Pasamos a ver el sensor delantero del Samsung Galaxy S20 Ultra, que esta vez no se han andado con rodeos al montar un selfie de 40 MP de resolución con focal f/2.2.
Aquí lo que más destaca sin duda es el gran detalle que es capaz de recoger en las fotos con buena iluminación. Es de los mejores selfie que tendremos en terminales de gama alta, aunque los Pixel lo hacen un poquito mejor en procesador de imagen y color como es ya habitual. La versatilidad de la interfaz de cámara nos permite aumentar ligeramente el campo visual para casos de fotos grupales sin perder detalle, así como modificar la iluminación global o aplicar filtro de belleza.
Fijaos lo potente que es este sensor que es capaz de grabar vídeo en 4K @60 FPS de forma bastante competente. Una vez más, es una función muy atractivas para aquellos que se ganan la vida en Internet con streamings y haciendo vídeos. Quizás en este apartado sí que supere al IPhone o al menos lo iguale, porque la estabilización y los resultados en imagen y audio son muy buenos.
La aplicación de cámara está cada vez más cuidada y con más funciones, aunque todavía utiliza bastantes submenús para acceder a los distintos modos de fotografía y vídeo que de alguna forma limitan un poco la transición entre los distintos modos. De todas formas es cuestión de habituarse, ya que estamos bastante acostumbrados a las interfaces de los típicos móviles chinos.
En la pantalla principal tenemos 4 zonas en total, partiendo de la superior tenemos las opciones generales de configuración, como flash, temporizador, relación de aspecto y filtros. Además aquí es donde se ubica la función de foto animada que tanto vemos en redes sociales. Esta barra de opciones cambiará según el modo de captura que activemos y el sensor usado, por ejemplo el modo super estable o la función AR Core para dibujar sobre la imagen.
Sobre la zona de fotografía tenemos los modos de zoom para seleccionar entre los tres sensores principales y luego distintos aumentos para hacerlo de forma rápida y fluida. El modo optimizador de escenas se encuentra en la esquina superior derecha, que además en el modo noche nos dice el tiempo que va a tardar en realizar la captura.
Justo debajo, los distintos modos de captura, en donde vemos la captura única, foto, vídeo y el resto dentro de la pestaña de “Más”. Tendríamos un total de 10 modos extras entre los que se incluyen el modo noche, enfoque dinámico (retrato), video a cámara lenta o dinámica entre otros.
Una factor que explica los 222 g de peso de este Samsung Galaxy S20 Ultra es la enorme batería que tenemos, de nada menos que 5000 mAh. Como pasa en todos los terminales, se usa el polímero de Litio para su construcción. En ella tenemos una carga rápida de 45W, una aceptable carga inalámbrica de 15W y carga reversible de solo 9W, siendo suficiente, pero no tan elevada para el precio que vale este terminal. Por desgracia el cargador incluido solamente ofrece carga rápida de 25W, algo inaceptable para un terminal de precio tan elevado.
Con esta gran autonomía no tendremos problemas en superar el día con uso intensivo incluso usando los 120 Hz, aunque todo dependerá del estrés al que sometamos la CPU. Con esto queremos decir que no es lo mismo navegar que jugar, así que dependerá mucho de este factor. Para aquellos que no usen el móvil demasiado, los dos días y medio o más los aguantará sin problemas, y se bajamos a 60 Hz podremos extenderla aún más. Así que no debemos preocuparnos en exceso por no llevar siempre el cargador encima.
Para finalizar, el Samsung Galaxy S20 Ultra cuenta con el pack completo de conectividad y es exactamente el mismo que los otros modelos, solo que esta vez no hay versión 4G. Tenemos por tanto WiFi 6 bajo 802.11ax con MU-MIMO, OFDMA y modo de conexión compartida, así como Bluetooth 5.0 LE y conectividad 5G en nuestra versión.
El pack se completa con posicionamiento geográfico A-GPS, Beidou, Galileo, GLONASS y GPS, y sensores NFC, ANT+ y APT-x. Por el camino se nos ha quedado la conexión Jack de 3,5 mm, la presencia de radio FM o el sensor de infrarrojos. Es ya normal en los flagships el prescindir de estos sensores, por lo que no es nada nuevo.
Llegamos al final de análisis del terminal tope de gama de Samsung, el cual esperábamos con bastantes ganas y la verdad es que no ha defraudado.
Algo que en mi opinión, y la de otros, es mejorable, es el apartado estético. Es cierto que rebosa calidad, pero la combinación de color, panel de cámaras grosor y tamaño hacen que no destaque tanto como debería. No al menos como lo hace el Samsung S20, más delicado y elegante. Una características a favor del Ultra es que tiene IP68 y un agarre más seguro al ser grandote, pero pesado.
El tamaño favorece la experiencia de juego y audio, con un doble altavoz de gran rendimiento y calidad aunque le falta un poco de volumen. La pantalla nos ha parecido una delicia, ese panel Fluid AMOLED X2 es de lo mejorcito del mercado, manteniendo una alta resolución y 120 Hz en sus 6,9 pulgadas. Todo en ella es casi perfecto, con agujero en pantalla muy pequeño, gran brillo y HDR10+. Solo le ha faltado marcos aún más ajustados.
Visita nuestra guía de mejores smartphone de gama alta
El hardware no tiene mucho que comentar, y se acercaría más a la perfección con un Snapdragon 865, aunque es normal que Samsung use sus propias CPU, que por otro lado se calientan bastante. Una ventaja frente a la competencia es su almacenamiento de hasta 512 GB y posibilidad de ampliación. Además la batería de 5000 mAh nos ofrece una autonomía muy alta y buena carga rápida desaprovechada por un cargador de 25W de serie.
¿Y qué podemos decir el apartado de cámaras? Pues que si quieres lo mejor del mercado Samsung te lo da, aunque ahora le ha salido un duro rival como es el Huawei P4 Pro+ que supera el zoom x100 del que presumía este S20 Ultra. De todas formas x100 es mayormente comercial, y más bien debemos de valorar su excepcional sensor principal y calidad fotográfica en casi todos los escenarios. Ahí es donde realmente se nota lo gama alta que es, y en vídeo es una verdadera bestia en versatilidad y experiencia, al nivel de los IPhone.
Todo esto nos costará a día de hoy unos 1150 – 1200 euros, aunque su precio oficial en tienda Samsung es de 1359 euros. Un coste verdaderamente alto, motivo por el cual hay que ponerse muy exigentes con cada detalle que ofrezca. Está claro que si quieres la mejor cámara y pantalla, es tu móvil, pero le ha faltado un extra en estética y rendimiento de hardware.
VENTAJAS | INCONVENIENTES |
+ PANTALLA AMOLED DE 120 HZ Y EXCEPCIONAL CALIDAD | – PALETA DE COLORES ALGO ABURRIDA Y ESTÉTICA MENOS REFINADA QUE EL S20 |
+ HARDWARE DE ALTO RENDIMIENTO Y 12 GB DE RAM | – SU HARDWARE SE CALIENTA CON FACILIDAD |
+ ALMACENAMIENTO UFS 3.0 DE HASTA 512 GB AMPLIABLE | – CARGADOR DE 25W |
+ DISEÑO CON MATERIALES DE CALIDAD E IP68 | – HARDWARE NO TAN TOP COMO SUS RIVALES EN PRECIO (SALVO HUAWEI) |
+ COMPLETA CONECTIVIDAD CON WI-FI 6, NFC Y 5G | |
+ ANDROID 10 + ONE UI 2.1 EFICIENTES Y RÁPIDOS | |
+ LA SEGUNDA MEJORA CÁMARA DEL MERCADO EN FOTOS Y VÍDEO | |
+ BATERÍA DE 5000 MAH |
El equipo de profesional review le otorga la medalla de platino
Drift DRAIR200 es la silla ergonómica que estabas esperando si tu presupuesto es ajustado, pero…
Una nueva información sobre la RTX 5090 vuelve a encender las alarmas con respecto a…
Las ganancias de Nvidia durante el tercer trimestre de 2024 han superado todas las expectativas,…