¿Tienes una CPU Intel y no la ubicas? Vamos a hacer un repaso a la historia de Intel para ver cuántas generaciones de procesadores tiene.
Intel es una de las empresas más influyentes en la informática desde los 80. Al principio, IBM optó por ofrecer la figura del ordenador como una herramienta empresarial, cosa que funcionó. Sin embargo, Intel y Apple fueron quienes desarrollaron los mejores ordenadores personales. Prueba de ello es lo que vemos hoy. Así que, veamos cuántas generaciones de procesadores Intel existen.
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La historia de Intel Core arranca en 2008 con las familias Clarkdale, Lynnfield y Gainestown. Fueron la primeras generaciones de una familia que se quedaría muchísimo tiempo con nosotros. Éstas sustituían a los Core Quad y Core Duo tan famosos. Para entender mejor esto, lo dividimos en esquemas ordenados cronológicamente:
Por tanto, vinieron con soporte a LGA 1156, y LGA 1366 teniendo productos para servidores y escritorio.
Existe un dato curioso, y es que los Intel Core i3 fueron los únicos de la 1ª generación con distinta microarquitectura (Westmere). Sólo vinieron bajo Nehalem los Core i7 (también la gama Extreme para entusiastas), Core i5 y varios Xeon
En los servidores se empezaron a usar 6 núcleos y 12 hilos, como 8 núcleos y 16 hilos. En las gamas entusiastas (socket LGA 1366), se iban a los 4 núcleos y 8 hilos. Los primeros Core i5 vendrían con 4 núcleos y 4 hilos.
Mejoras importantes respecto a anteriores generaciones:
Para terminar de contextualizar esta familia, se utilizaba memoria DDR3 a 1066 y 1333 MHz.
Muchas veces, se confunden las primeras generaciones de Intel Core porque Sandy Bridge fue la primera generación en la que vinieron juntos los i7, i5 e i3. Sin embargo, es la segunda generación y la pura sucesora de la microarquitectura Nehalem y Westmere. Es cierto que Intel mostró algún chip de Sandy Bridge en 2009, pero el lanzamiento al mercado se produjo en 2011.
Sandy Bridge vino con dos sockets bajo el brazo que muchos conocéis: LGA 1155 y LGA 2011. El primero era para escritorio y el segundo para servidores o configuraciones entusiastas. La 2ª generación de Intel Core venía en un proceso de 32 nm.
Las configuraciones de los procesadores eran las siguientes:
En Sandy Bridge llegaron los primeros modelos «K» overclockeables para los i5 e i7 (2500K/2550K y 2600K/2700K). Entre las novedades destacables, encontramos las siguientes:
Como dato curioso, Intel demostró que el overclock de Sandy Bridge era muy bueno al mostrar uno de 4.9 GHz con refrigeración por aire.
Por último, Intel lanzó al mercado Sandy Bridge-E a finales de 2011. Se trataba de una «mini familia» con 2 procesadores Intel i7, aunque también salieron Sandy Bridge-EN y -EP para varios Xeon. El target era el sector de servidores y Workstations. Simplemente, decir que todos los chips eran únicamente compatibles con LGA 2011 y traían un TDP alto para la época.
Con la llegada de Ivy Bridge a escritorio, empezaron a surgir ciertas críticas a Intel por los problemas que Ivy padecía. Antes de nada, pongamos los datos de esta familia de chips sobre la mesa.
Ivy Bridge era una familia compuesta por los i7, i5 e i3 de tercera generación. Venían con un proceso de 22 nm y estaban basados en Sandy Bridge. Aquí, también vimos subfamilias como Ivy Bridge-EX, -EP y -E, los cuales salieron en 2013. Los procesadores de esta familia son los siguientes:
Empezábamos a ver normalizado que un chip llegase a 4.0 GHz en modo Turbo. En la oposición (AMD), veíamos a las emblemáticas tostadoras consiguiendo frecuencias algo superiores, por con un rendimiento algo inferior.
Novedades de esta familia respecto a Sandy Bridge:
Todo parece mejor ¿Verdad? No obstante, fue una familia criticada por lo siguiente:
Estoy seguro de que, a estas alturas, muchos desconocedores diréis ¡Cuántas generaciones de procesadores Intel! Desde luego que Intel no se ha quedado nunca con los brazos cruzados. Nos vamos a junio de 2013 para ver el lanzamiento de al familia Haswell en aquel COMPUTEX tan famoso.
Intel fabricó estos procesadores bajo un proceso de 22nm y habrían opciones para escritorio, servidor y portátiles. Es una familia que se recuerda con cariño porque funcionaron muy bien, a la par de las mejoras que trajeron.
Junto a estos chips, se lanzaba el nuevo socket LGA 1150, que reemplazaba al LGA 1155 de Ivy y Sandy. Ocurría lo mismo con LGA 2011-v3, que reemplazaba a su anterior socket para servidores. Entre las novedades, destacamos las siguientes:
En cuanto a los procesadores, seguíamos contando con los mismos hasta ahora. Las configuraciones y frecuencias iban variando.
Haswell aterrizó con muy bien pie, siendo una de las mejores generaciones de procesadores Intel de la historia. De ahí, que hubiese un «refresh» de esta familia.
Empezaba una estrategia acuñada por Intel para sacar procesadores algo renovados con el objetivo de ofrecer un rendimiento adicional. Así ocurrió con Haswell Refresh o Devil’s Canyon. Salieron a mitad de 2014 y eran CPUs que ofrecían una frecuencia de 100 Mhz superior.
Para poder ser utilizados en placas más antiguas, había que actualizar la BIOS. Los tenemos en cuenta porque traían una solución térmica mejorada que otorgaba menos grados a plena carga. Esto elevaba el potencial de overclock.
Cambiábamos a la microarquitectura Broadwell en 2014, renovando todas las plataformas. Esta familia evolucionó a un proceso de 14 nm, algo que le cuesta mejorar a Intel a día de hoy. Se utilizaron los mismos sockets que con Haswell y seguíamos teniendo a los i3, i5 e i7, junto con Xeon, Pentium y Celeron.
En estos procesadores vimos muchísimas soluciones, como son los procesadores integrados. Lo cierto es que no vimos muchas novedades interesantes aquí porque Broadwell fue una familia de transición hasta llegar a Skylake.
Se bajaban las temperaturas y el consumo de los chips gracias a la mejora de litografía. A su vez, salió la familia Broadwell-E, que consistía en varios i7 preparados para darlo todo.
Bajo mi punto de vista, la única novedad reseñable de Broadwell fue la salida de los Intel Core M para portátiles, los cuales tendrían como destino los Macbook de Apple. Podría decirse que es una de la generaciones de procesadores Intel con menor impacto en la informática.
Las cosas se empiezan a poner interesantes con la llegada de Skylake en 2015. Sucedía a Broadwell como microarquitectura, pero los chips seguían siendo fabricados bajo un proceso de 14 nm. Intel aseguraba que su rediseño conseguía mayor potencia y menor consumo.
También, salía el socket LGA 1151, que reemplazaba a LGA 1150 como plataforma de escritorio. Decir que LGA 1151 soportaba la memoria RAM DDR4, por lo que se daba un paso gigantesco en la estandarización de este tipo de memoria RAM.
En esta familia se dio un detalle curioso: los chips overclockeables eran los «K» y «X», pero se descubrió que se podían overclockear los demás chips modificando su frecuencia base a través de una actualización de BIOS. La protagonista fue ASRock, quien tuvo que eliminar esa actualización.
Otra curiosidad que se vivió con Skylake, fue el soporte de Windows. Esta familia de chips Intel nació «en tierra de nadie» porque en 2016 se acababa el soporte de Windows 7. Por otro lado, Windows 8.1 no soportó los chips Skylake hasta 2017. De este modo, sólo Windows 10 ofrecería ese soporte oficial a Skylake.
Como novedades, tenemos las siguientes:
Por otro lado, tuvo otras «subfamilias» muy interesantes, que no eran más que «refritos» de procesadores Skylake, pero ¡Cuidado! No cualquier refresh.
Se trataba de una familia de procesadores de alto rendimiento para escritorio, es decir, para entusiastas. Salvo un modelo (i7-7800X), todos tenían precios prohibitivos y un TDP muy alto. Con Skylake-X surgen los primeros Intel Core i9, como una opción potentísima dirigida a los más exigentes.
Para que os hagáis una idea, Intel en 2016 saca Kaby Lake, dando por cerrada la familia Skylake. Pues en 2017 lanza Skylake-X, que es una familia con dos Intel Core i7 y cinco Intel Core i9. Todos los procesadores de Skylake-X sólo son compatibles con LGA 2066.
Lo más reseñable de esta «subfamilia» es lo siguiente:
Todos los procesadores eran «X» y, por ende, overclockeables. No sólo eso, sino que hubo una segunda generación de Skylake-X que terminó de lanzarse en enero de 2019. Con esto, os podéis hacer una idea de lo que Intel ha exprimido esta familia.
Por último, mencionar que, a pesar de que no ha sido una de las generaciones de procesadores Intel, podría considerarse como tal porque tuvo dos lanzamientos separados. Pesó mucho el precio que costaban, pero quien tenía dinero disfrutó como «un enano».
Aterrizamos en 2016 para empezar a ver el final de un reinado total de Intel en el sector de procesadores. Intel se estancaba en los 14 nm, pero tampoco hacía falta esforzarse más porque AMD no ponía problemas, ni tenía mucho sentido ofrecer una tecnología más avanzada para esta época.
Seguía usándose LGA 1151 y surgía LGA 2066, un socket que debutaría con Skylake-X y Kaby Lake-X. Kaby Lake es una familia que ha dado mucho a los portátiles, ya que hay una extensa estirpe de chips «Y» y «G» para estos equipos.
Las novedades más reseñables son estas:
En cuanto a los procesadores, vemos frecuencias base de 4.0 GHz fácilmente. De hecho, veíamos al i3-7350K con 4.2 GHz y un TDP medio de 50 W. Sin duda, era una opción ideal por debajo de los 200€ para jugar.
Dejábamos de ver la gama tan famosa de Intel i7 Extreme, para pasar a ver un modelo «contado» bajo la letra «X» que cogía los mandos de la gama alta de escritorio. También, vimos un i5 bajo esta denominación (i5-7640X). Todos los chips con letra «X» sólo eran compatibles con LGA 2066.
Por último, se anuncia un Kaby Lake Refresh en 2017 para portátiles que no está nada mal porque llevan consigo un gran rendimiento. Como hemos dicho, Kaby Lake ha sido una familia muy representada en portátiles.
Retrocedemos a Skylake-X para contextualizar este 2017 en el que llega Coffee Lake. La primera generación de Skylake-X sale el verano de 2017, mientras que Coffee Lake se presenta en octubre del mismo año. Además, AMD ya había presentado la 1ª generación Ryzen (Summit Ridge) y la arquitectura Zen en febrero.
Parece que Intel se sacó de la manga este Skylake-X tras la presentación de los Ryzen y Threadripper. Puede que fuese una contestación a los nuevos chips de AMD, los cuales empezaban a sembrar dudas en los usuarios sobre la existencia de una alternativa a Intel.
Pues en octubre de 2017 llega Coffee Lake para escritorio, portátiles y servidores. Se siguen usando las mismas placas, como tampoco se evoluciona el nodo. No obstante, se producen cambios muy importantes en la configuración de los procesadores.
En esta ocasión, hay pocas novedades, pero muy interesantes:
En términos generales, es una familia que funcionó muy bien, pero que se vio algo eclipsada por la llegada de Ryzen. Su llegada al mercado fue descafeinada por ello. Igualmente, daba igual el papel: seguía siendo más potente en videojuegos.
Intel empezaba a ver como la cuota de mercado bajaba, pero seguía dominando el panorama. AMD contrastaba los Ryzen y los usuarios empezaban a cuestionarse si merecía la pena pagar tanto dinero por Intel, como por una placa con chipset de gama alta.
A finales de 2018, Intel lanza Coffee Lake Refresh, una gama de productos salpicada por las vulnerabilidades de Spectre y Meltdown. Este «refrito» es el menos «refrito» de todos los «refritos» de Intel ¿Por qué? Por lo siguiente:
En 2019, AMD sacaba Pinnacle Ridge (zen + = Ryzen 2000), marcada por tener APUs. Intel empieza a ponerse nerviosa de verdad al ver el éxito de Ryzen. Por ello, baja los precios de los procesadores en octubre de 2019.
¿Cuántas generaciones de procesadores Intel han estado dominando el mercado? Concretamente, 8 generaciones. Podría decirse que la informática ha ido de la mando de Intel, prácticamente.
Sin embargo, cuantas más generaciones, más complicado es mantener el liderazgo del mercado de procesadores por parte de Intel. Con Comet Lake llegan los problemas de verdad: Intel es incapaz de ofrecer 7 nm en sus chips, mientras que AMD presenta Zen 2 (Ryzen 3000) en 2019 y prepara su lanzamiento Zen 3 para finales de 2020.
Es cierto que en portátiles sigue siendo la primera opción, pero ya no está tan claro en escritorio. De hecho, empezamos a ver a EPYC copando muchos servidores y superordenadores, como los Ryzen portátiles ofreciendo un rendimiento muy bueno. La única baza de Intel es el rendimiento single core, el cual es mayor que AMD.
La 10ª generación de Intel (Comet Lake-S) se presentó el 30 de abril de 2020. Viene bajo el socket LGA 1200 y alberga los chips i9, i7, i5, i3, Pentium y Celeron. El proceso sigue siendo 14 nm y se empiezan a soportar frecuencias de memoria RAM DDR4 mucho más altas.
Entre las novedades más sonantes, encontramos estas:
Antes de que fueran presentados, se filtraron muchas comparativas y benchmarks que los dejaban en mal lugar. A pesar de ello, no han dejado mal sabor de boca tras su salida, dando un gran rendimiento.
Si queréis información detallada sobre alguno de sus chips, aquí os dejamos nuestras dos reviews:
Hasta aquí llega la historia de la familia Intel Core de Intel. Más adelante, saldrán Rocket Lake-S y Alder Lake. De momento, el panorama es que Intel y AMD están viviendo una lucha encarnizada en todas las plataformas: escritorio, servidores y portátiles.
Como veis, no hay pocas generaciones de procesadores Intel. Igualmente, esperamos que os haya gustado este artículo y hayáis podido encontrar la familia a la que pertenece vuestro modelo.
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