Fractal Design es una marca muy conocida en el mercado de las cajas y la refrigeración, en estos sectores gozan de una alta reputación gracias a series tan conocidas como sus cajas Define o Meshify. Lo que muy pocos saben es que la marca también está presente en el mercado de las fuentes de alimentación, en el que acaban de renovar su línea de productos. Hoy tendremos el placer de analizar la Fractal Design Ion+ 860W, su modelo de mayor nivel hasta la fecha.
Se trata de una fuente que se sitúa en la gama media-alta. Cuenta con una certificación de eficiencia 80 Plus Platinum, 10 años de garantía, cableado 100% modular y promete ser de calidad, fiable y silenciosa. ¿Cumplirá esta promesa? ¿Conseguirá posicionarse como una opción interesante en un mercado que tiene una ardua competencia? ¡Sigue leyendo y lo descubrirás!
Agradecemos la confianza a Fractal Design por enviarnos la fuente para su análisis.
Comezamos como siempre haciendo unboxing de la fuente, con una caja que muestra a la protagonista en todo su esplendor y algunas de sus características como su certificación de eficiencia 80 Plus Platinum y sus 10 años de garantía.
El manual es particularmente completo, incluye detalles que se agradecen. Por ejemplo, indica a qué voltaje corresponde cada pin de la placa modular, y es importante para modders que quieran hacerse su propio cableado teniendo en cuenta que es algo que depende del modelo.
Destacar que lo normal es que este interruptor esté en la parte «frontal» de la fuente y no aquí, en la «trasera», pero tampoco es el fin del mundo pues es algo que en la mayoría de los casos se escogerá a la hora de montar el PC y luego no se volverá a tocar (dejadlo en OFF, por favor… luego os explicaremos por qué…).
Hay un eterno debate entre cuál de los dos tipos de cable son mejores a la hora de gestionar el cableado, y lo cierto es que hay motivos para apoyar el uso de ambos tipos de cable. Donde sí hay un importante consenso es en que el cable ATX debería ser mallado, cuando es plano suele dividirse en varias tiras de cable más tediosas de organizar.
Nosotros hemos intentado seguir un criterio uniforme sobre este asunto, pero la realidad es que hemos cambiado de idea más de una vez con el tiempo, y por ello nos mantenemos neutrales al respecto por lo que la consideración queda en manos de cada usuario. Quizás nos animemos a hacer algún tipo de encuesta o algún artículo que recoja las ventajas e inconvenientes de cada tipo de cable. ¿Y vosotros, os animáis a dar vuestra opinión al respecto en los comentarios?
Destacar que Fractal anuncia que usa «innovadores cables UltraFlex«, alegando que son cables mucho más flexibles de lo normal sin disminuir la capacidad de corriente o la eficiencia de los mismos.
A pesar de que las marcas tienden fuertemente a usar conceptos «especiales» en su márketing para cosas que en realidad son totalmente normales, en este caso sí que hemos notado una diferencia impresionante en flexibilidad, y al compararlos directamente con los de otras fuentes vemos cómo efectivamente podemos efectuar un movimiento mucho más libre con estos UltraFlex.
Por ejemplo, hemos comparado un cable PCIe de la Fractal con otros de dos fuentes distintas (también planos) y los hemos deformado considerablemente, consiguiendo efectuar una mayor deformación en el caso de la Fractal. Luego, los estiramos para que volviesen a ser completamente rectos, algo que fue fácil con el cable de la Fractal, mientras que los demás no volvieron a su estado original fácilmente. Podéis comprobarlo en la imagen de arriba.
Una vez comentado este interesante aspecto, veamos otras características del cableado, la cantidad de conectores y su longitud.
La candidad de conectores se ajusta a lo esperado en una fuente de 850W, si bien el hecho de que la de 760W tenga exactamente los mismos nos permite adelantar que la compra de dicha versión será más interesante, ya que pocos equipos necesitan 860W hoy en día (y, desde luego, ninguno ‘MonoGPU’).
Moviéndonos a las características, como dijimos tenemos la suerte de que ningún cable lleva condensadores. Destacar también que, si bien por desgracia encontramos 2 conectores en cada cable PCIe (como ocurre en la inmensa mayoría de fuentes) estos cables son 16AWG por lo que soportan más corriente que los típicos 18AWG. Los cables de CPU también son 16AWG.
Afortunadamente, vemos cómo se ha priorizado claramente el uso de conectores SATA frente a los Molex de 4 pines, puesto que tenemos 10 y 4 respectivamente. Esto es algo lógico en una fuente de lanzamiento reciente, ya que los conectores Molex apenas se usan en equipos actuales, mientras que cada vez más dispositivos (no solo discos) usan conectores SATA.
Es destacable también que los Molex de 4 pines vienen juntos en una única tira, por lo que en la importante porción de equipos que no necesitarán ni uno de estos no habrá ninguno estorbando en las tiras de cableado SATA, pudiendo mejorar así la gestión del cableado.
En este caso, vemos como se usa una plataforma interna bastante conocida y usada en otras fuentes de alimentación con certificación 80 Plus Gold, pero actualizada y mejorada para poder alcanzar los niveles de eficiencia Platinum. Naturalmente, usa LLC en el lado primario para maximizar la eficiencia y conversores DC-DC en el secundario para una buena regulación de voltajes.
Si dos fuentes de distintas marcas tienen el mismo fabricante y plataforma, entonces su diseño interno será muy similar, con exactamente la misma base, y se diferenciarán en aspectos más concretos como la elección de algunos componentes, el ventilador, el cableado, etc.
Contamos, por supuesto, con un termistor NTC y un relé para reducir el daño que provocan los picos de corriente que se producen al encendido de cualquier fuente, y un MOV para protegernos de picos de tensión. Sirtec no suele usar los dos primeros componentes en esta plataforma, lo cual es lamentable, pero por fortuna parece que los ingenieros de Fractal han decidido que sí se deberían incluir.
Está muy bien ver semejante cantidad de condensadores sólidos teniendo en cuenta que durarán mucho más que cualquier electrolítico. Entonces, no solo tenemos un 100% de condensadores japoneses sino que además todos son de muy alta durabilidad.
La durabilidad de los condensadores que indican los fabricantes son a su temperatura máxima. Tened en cuenta que es un valor de interés comparativo puesto que a medida que se reduce la temperatura la durabilidad aumenta considerablemente.
Por ejemplo, unos condensadores sólidos con 5000h de durabilidad a 105ºC, podrían funcionar 24/7 a 80ºC durante más de 10 años.
Quizás hagamos algún artículo sobre esto en nuestro foro en el futuro.
Delante de los conversores tenemos el controlador encargado de la conmutación del lado primario, un Champion CM6901 que vemos en una inmensa cantidad de fuentes LLC, de todos los niveles de eficiencia.
Sin embargo, esto solo ocurrirá si el microcontrolador tiene una buena programación, por lo que no podemos cantar victoria todavía y tendremos que esperarnos a nuestras pruebas de funcionamiento del modo semi-pasivo para saberlo.
En esta placa también vemos el supervisor de las protecciones, un SiTi PS224, y el chip encargado del control del PFC activo, un Infineon ICE3PCS01G.
En este punto lo que estamos probando es cómo se comporta el ventilador con una alimentación externa de 0 a 12V, cuando esté conectado a la fuente evidentemente no alcanzará velocidades tan altas como las que vemos aquí.
Como vemos, este ventilador se enciende a 2V, un voltaje considerablemente bajo, y lo hace a poco menos de 400 rpm, un valor fantástico. ¿Se encenderá a tan bajas revoluciones cuando lo conectemos a la fuente? ¿Queréis conocer su sonoridad? Hablaremos de ello más tarde, ¡sigue leyendo!
Además de todo esto, para todas las fuentes que testean ofrecen un informe público y accesible para todo el mundo con los resultados de una gran cantidad de pruebas de rendimiento que nada tienen que ver con la certificación de eficiencia pero sí que resultan útiles para conocer la calidad y el desempeño de la fuente de alimentación.
Por esto, desde hace varios meses incluimos las pruebas de Cybenetics en todas nuestras review siempre que podemos, debido a tres motivos:
Dicho esto, vamos con un pequeña pequeña explicación del significado de las diferentes pruebas que vamos a mostrar.
Como las pruebas realizadas por Cybenetics tienen cierta complejidad, os explicamos en estas pestañas qué se mide y cuál es su importancia.
Se trata de una información que incluiremos en todas las review que incluyan datos de Cybenetics así que, si ya conoces cómo funciona la estructura de pruebas, puedes seguir leyendo la review. Si no, te recomendamos echar un vistazo a todas las pestañas para saber de qué va cada prueba. 😉
Vamos con un pequeño glosario de algunos términos que podrían resultar algo confusos:
Raíl: las fuentes para PC que siguen el estándar ATX (como esta) no tienen una única salida, sino varias, que se distribuyen en “raíles“. Cada uno de esos raíles saca un voltaje concreto, y puede suministrar una corriente máxima concreta. Os mostramos los raíles de una ASUS ROG Thor en la imagen de abajo. El más importante es el de 12V.
Crossload: cuando se testea una fuente de alimentación, lo más común es que las cargas que se hagan a cada raíl sean proporcionales a su “peso” en la tabla de distribución de potencia de la fuente. Sin embargo, se sabe que las cargas reales de los equipos no son así, sino que suelen ser muy desbalanceadas. Por ello, existen dos test llamados “crossload” en los que se carga a un solo grupo de raíles.
Por una parte, tenemos el CL1 que deja sin carga al raíl de 12V y le da el 100% a 5V y 3.3V. Por otra, el CL2 que carga al 100% el raíl de 12V dejando al resto sin carga. Este tipo de pruebas, de situaciones límite, pone verderamente de manifiesto si la fuente tiene una buena regulación de voltajes o no.
La prueba de regulación de voltajes consiste en medir el voltaje de cada raíl de la fuente (12V, 5V, 3.3V, 5VSB) en los distintos escenarios de carga, en este caso del 10 al 110% de carga.La importancia de esta prueba radica en lo estables que se mantengan todos los voltajes durante las pruebas. Idealmente, nos gusta ver una desviación máxima del 2 o 3% para el raíl de 12V, y del 5% para el resto de raíles (el estándar ATX define un máximo del 5% para todos los casos).
Lo que no importa tanto es ‘de qué voltaje se parte’, si bien es un mito bastante extendido, no debe importarnos que se ronden los 11.8V o los 12.3V por ejemplo. Lo que sí exigimos es que se mantengan dentro de los límites del estándar ATX que rige las normas de correcto funcionamiento de una PSU. Las líneas rojas rayadas indican dónde están esos límites.
De forma vulgar se puede definir como los “residuos” de corriente alterna que quedan tras la transformación y rectificación de la CA del hogar en CC de bajos voltajes. Esta afirmación no se corresponde con la realidad ya que una fuente conmutada como las que se usan en PC sigue un proceso mucho más complejo así que esos «residuos» no «vienen» realmente de la corriente alterna de casa, pero así es más sencillo de explicar.
Se trata de variaciones de algunos milivoltios (mV) que, si son muy elevadas (podríamos decir que hay una salida de energía “sucia”) pueden repercutir en el comportamiento de los componentes del equipo y en algunos casos llegar a estropearlos, sobre todo con algunas fuentes de muy baja calidad.
El estándar ATX define límites de hasta 120mV en el raíl de 12V, y hasta 50mV en los otros raíles que mostramos. Nosotros (y la comunidad de especialistas de PSU en general) consideramos que el límite en 12V es bastante elevado, por lo que damos un “límite recomendado” de justo la mitad, 60mV. En todo caso veréis cómo la mayoría de fuentes que testeamos dan valores excelentes.
En el caso de algunas fuentes de mala calidad y especificaciones falsas, se puede llegar a superar con creces este límite. Esto puede estresar fuertemente los VRM de la placa base y la tarjeta gráfica dedicada en caso de tenerla, pudiendo estropearlos.
En los procesos de transformación y rectificación de la corriente alterna del hogar a la corriente continua de bajo voltaje que necesitan los componentes, hay diversas pérdidas energéticas. El concepto de eficiencia permite cuantificar dichas pérdidas comparando la potencia consumida (ENTRADA) con la que se entrega a los componentes (SALIDA). Dividiendo la segunda entre la primera, obtenemos un porcentaje.Esto es precisamente lo que prueba 80 Plus. A pesar de la concepción que tiene mucha gente, 80 Plus solo mide la eficiencia de la fuente y no hace ningún testeo de calidad, protecciones, etc. Cybenetics testea eficiencia y sonoridad, aunque incluye también los resultados de otras muchas pruebas como las que os mostramos en la review.
Otro error de concepto muy grave en torno a la eficiencia es creer que esto determina qué porcentaje de su potencia “prometida” puede entregar la fuente. Lo cierto es que las fuentes de potencia “real” anuncian lo que pueden dar en la SALIDA. Es decir, que si una fuente de 650W tiene un 80% de eficiencia a este nivel de carga, significa que si los componentes demandan 650W, esta consumirá 650/0.8 = 812.5W de la pared.
Último aspecto relevante: la eficiencia varía según estemos conectando la fuente a una red eléctrica de 230V (Europa y casi todo el mundo), o a 115V (principalmente EEUU). En este último caso es menor. Nosotros publicamos los datos de Cybenetics para 230V (si los tienen), y puesto que la aplastante mayoría de fuentes se certifican para 115V, es normal que a 230V no se lleguen a alcanzar los requisitos del 80 Plus anunciado por cada fuente.
Para esta prueba, Cybenetics testea las PSU en una cámara anecoica extremadamente sofisticada con equipamiento que vale decenas de miles de euros.
Se trata de una sala aislada del ruido exterior casi en su totalidad, basta con decir que tiene una puerta reforzada de 300kg para ilustrar el gran aislamiento con el que cuenta.
Dentro de ella, un sonómetro de extrema precisión capaz de medir por debajo de los 6dbA (la mayoría tiene como mínimo 30-40dBa, muchísimo más) determina la sonoridad de la fuente de alimentación en los distintos escenarios de carga. También se mide la velocidad que alcanza el ventilador en rpm.
Este test mide, básicamente, cuánto tiempo es capaz de aguantar la fuente a encendida una vez se desconecta de la corriente mientras está a máxima carga. Serán unos milisegundos cruciales para permitir un apagado más seguro.
El valor mínimo de hold-up time según el estándar ATX son 17ms. No suele haber problemas con valores algo inferiores pero evidentemente se premiarán las fuentes que lleguen a este mínimo.
Además de ello, tenemos el llamado tiempo entre pérdida de energía y corte de la señal PWR_OK. Para explicarlo, diré primero qué es la señal PWR_OK y qué mide ese retardo:
Pues bien, este tiempo mide cuánto retardo hay entre la pérdida de corriente y la puesta en baja de esa señal. Evidentemente, esto tiene que ocurrir de forma previa a que pase el hold-up time, ya que no tiene sentido que ese «aviso» se de una vez la fuente ya se ha apagado. El estándar ATX define que este retardo debe ser al menos 1ms inferior al valor del hold-up time. Ejemplos:
Por la banda del 5VSB (5V standby) vemos una desviación mayor, del 3%, si bien no nos preocupa lo más mínimo pues está perfectamente dentro de los márgenes requeridos, además de que este es un raíl que solo actúa cuando la fuente está apagada por lo que su variación de cargas es mínima.
A pesar de ello, la PSU mantiene su ventilador apagado hasta el 30% de carga, y una vez lo enciende se mantiene unas revoluciones razonables (entre 590 y 650rpm) hasta el 70% de carga. El ventilador solo empieza a «rugir» a partir del 100% de carga.
En resumen, la medición de sonoridad de la Ion+ es bastante buena, de ahí que alcance la certificación LAMBDA A+, la segunda mejor de Cybenetics. Como siempre, nosotros daremos nuestra visión sobre el comportamiento del modo semi-pasivo y el ventilador posteriormente.
Sin embargo, la eficiencia a cargas ultra-bajas es menos sorprendente, pues tenemos tan solo un 60% de eficiencia con 20W de carga. Es normal que se desplome a semejante nivel de carga, siendo tan solo el 2.3% de los 860W que puede entregar la fuente, pero nos esperábamos al menos 10 puntos porcentuales más.
Si la comparamos frente a frente con, por ejemplo, la Thermaltake Toughpower GF1 850W, que es una fuente de potencia similar y certificación de eficiencia Gold, constatamos que el desplome de eficiencia a cargas mínimas es algo mayor al esperado pero aún así la Ion+ toma la delantera rápidamente, ya con 40W de carga, y a partir de ahí vemos diferencias de eficiencia de entre 1 y 3 puntos porcentuales.
Como se puede apreciar, la diferencia de eficiencia entre una fuente Gold y una Platinum no suele ser muy alta. Son diferencias que apenas se suelen notar en el consumo para clientes residenciales, teniendo en cuenta además que hay mucho que tener en cuenta para calcular el ahorro en consumo, y que al fin y al cabo el impacto en la factura eléctrica no será exagerado.
Además, si lo sumamos a que ya una fuente Gold de calidad puede tener componentes de máximo nivel, hace que sea difícil recomendar fuentes Platinum en equipos normales. Sin embargo, como comentaremos en las conclusiones esta fuente es una alegre excepción, pues su precio no difiere mucho del de competidoras con certificación 80+ Gold.
Este estándar también define que, al menos 1ms antes del apagado, la fuente debe cortar la señal «PWR_OK» para «informar» a la placa base de que ya no puede mantenerse en funcionamiento y proceder al apagado del equipo de forma segura. En el caso de la Fractal, este corte de señal se produce justo a los 16ms, 1.6ms antes del apagado, lo cual nuevamente cumple con las especificaciones.
Repasemos cómo se comporta la fuente tanto con el modo semi-pasivo en ON como en OFF.
Como adelantamos antes, el modo semi-pasivo de esta Fractal Design Ion+ se controla de forma digital y no analógica, lo cual puede acarrear grandes ventajas, pero… ¿es así en este caso?
Las ventajas del control digital residen básicamente en que se puede configurar un modo de histéresis para el control del ventilador. Os explicamos, como en cada review, qué significa este concepto aquí:
La histéresis es un concepto científico que tiene mucha importancia, por ejemplo, para estudiar el magnetismo. En este caso vamos a alejarnos de ese mundo y a hacer una explicación sencilla aplicable al control de un ventilador en una fuente de alimentación.
Estos gráficos son dramatizaciones con números e intervalos totalmente inventados que tienen un fin ilustrativo.
Este comportamiento que describimos provoca muy fácilmente bucles de encendido y apagado del ventilador que resultan dañinos para el mismo, reduciendo las ventajas de durabilidad del ventilador que debería ofrecer un modo semi-pasivo, a la vez que la fuente se “refrigera a medias” y la sonoridad se “reduce a medias” también.
Por desgracia, la mayoría de fuentes de alimentación del mercado con modos semi-pasivos incluyen uno simple, básicamente por su bajo coste de producción, facilidad de implementación y por lo poco que parece importarle a la mayoría de reviewers este aspecto. En todo caso, con fuentes que ofrecen largos períodos de garantía y una buena eficiencia, el tipo de modo semi-pasivo no debería ser una gran preocupación.
Desgraciadamente, hemos observado que no hay ninguna configuración de histéresis en el modo semi-pasivo, ya que hemos observado en nuestras pruebas jugando que el ventilador entra en bucles de encenderse y apagarse cada pocos segundos. Vimos además que estos bucles se extendían a todo el tiempo de juego, lo cual deja patente que la configuración del modo semi-pasivo no es buena.
Nos preocupa que haya equipos en los que, debido a sus piezas y al uso que se le de, la fuente pase una buena cantidad de horas semanales en estos bucles, aumentando la posibilidad de que el motor del ventilador se degrade y comience a ser más ruidoso. Evidentemente no podemos afirmarlo categóricamente, teniendo en cuenta que en un buen rodamiento FDB de calidad como este entendemos que se soportan una gran cantidad de ciclos de encendido-apagado, pero no deja de ser cierto que los rodamientos de este tipo y similares son de los que más sufren en estos ciclos.
En todo caso, no nos parece precisamente deseable que exista la posibilidad de provocar esta degradación del motor, y más aún cuando podemos olvidarnos de ello simplemente pulsando un botón.
La otra cara de la moneda es que ciertamente usemos el modo que usemos estaremos respaldados por 10 años de garantía, pero… si eso justificase todo, ¿para qué existirían las reviews?
Veamos ahora cómo se comporta la fuente con el modo semi-pasivo en OFF. Nuestro enfoque es claramente comprobar el comportamiento del ventilador en una situación de reposo, que es donde hay más posibilidad de que un ventilador pueda «dar la nota».
Como indicamos antes, hemos alimentado externamente el ventilador de la Ion+ para comprobar su comportamiento al completo y hemos sacado las siguientes conclusiones:
Finalmente, tenemos que indicar que esta fuente cuenta con una característica que curiosamente Fractal no anuncia en ningún momento, y se trata de un modo que hace que el ventilador funcione a velocidad media (~700rpm según nuestras mediciones) durante un minuto después de apagar la fuente.
Es decir, que si desconectamos la PSU de cualquier manera (ya sea apagando el equipo, el interruptor o desconectando totalmente la alimentación) la fuente hará que el ventilador funcione durante un minuto, suponemos que usando la energía residual que queda en la misma. Esto tiene un claro propósito de refrigeración, desconocemos si es eficaz pero es habitual en fuentes de Sirtec.
La cuestión es que el modo no es desactivable de ninguna manera, por lo que todo el que vaya a comprar esta PSU debe tener este aspecto en consideración. Sinceramente dudo que haya situaciones en las que esto sea especialmente molesto, pero desde luego siempre que se apague el equipo se oirá ligeramente durante un minuto al ventilador de la Fractal. (también ocurre con el modo semi-pasivo en ON).
Dicho esto, ¡llega el momento de recapitular!
Comencemos por puntos como la calidad interna, el período de garantía, la distribución del cableado o el rendimiento eléctrico, en los que esta Ion+ no defrauda precisamente, y realmente es todo lo que podemos pedir cuando se trata de una fuente de esta gama ya que la mayoría de competidoras también van muy bien en estos aspectos.
Sin embargo, lo cierto es que estamos ante un lanzamiento realmente interesante, empezando por el hecho de que se sitúa en un segmento de precio muy cercano a otras fuentes Gold de gama media-alta, pero ofreciendo niveles de eficiencia Platinum.
En todo caso, el nivel de eficiencia no es un motivo automático para recomendar una fuente, y afortunadamente hay otros puntos fuertes como el magnífico «cableado UltraFlex». Este era un aspecto que a priori pensábamos que no sería más que un movimiento de márketing, pero tras tener la fuente en nuestras manos la conclusión ha sido la opuesta: esta Fractal Design Ion+ tiene unos cables mucho más flexibles de lo normal. Si comparamos ‘a ciegas’ la flexibilidad y la manejabilidad con cables aparentemente idénticos de otras fuentes, la diferencia se nota de manera tremenda.
Te recomendamos la lectura de nuestra guía actualizada de fuentes de alimentación con mucha información sobre aspectos relevantes de su calidad.
Fractal también gana puntos en la elección del ventilador, un total acierto dada su gran calidad y una sonoridad que a bajas revoluciones es reducidísima y casi inapreciable.
Desgraciadamente, no todo es positivo, y no nos queda otra opción que criticar fuertemente la implementación del modo semi-pasivo de esta fuente. Debido a cómo se ha implementado, es muy probable que en escenarios de carga variable como juegos el ventilador entre en ciclos de encenderse y apagarse cada pocos segundos, lo cual arruina las ventajas de un modo semi-pasivo en cuanto a sonoridad y durabilidad del ventilador, pues estos sufren más en ciclos de encendido y apagado que en operación continua.
Entonces, hemos concluido que lo más razonable es usar esta fuente con el modo semi-pasivo desactivado, con el que la versión de 860W será muy silenciosa, la de 760W más aún, y en las de 660W y 560W el ventilador será prácticamente inapreciable ya a muy pocos centímetros de distancia.
Para finalizar, hagamos un resumen del precio al que encontramos esta fuente en tiendas y comentémoslo:
Para personas que planeen configuraciones Multi-GPU u overclock a piezas con un elevado consumo, el modelo de 760W puede resultar atractivo pues ofrece las mismas conexiones que el de 860W pero con unos niveles de sonoridad inferiores.
En cambio, para aquellos que busquen un equipo Mono-GPU actual o futuro, las versiones de 560W y 660W (¡con el modo semi-pasivo desactivado!) representan una opción ideal en todos los sentidos, y representan todo lo que nos gusta en una fuente de alimentación: calidad, sonoridad mínima sin olvidarse de refrigerar la PSU, comodidad en el montaje, garantía extensa…
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