Lenovo es una marca notablemente popular hoy día, especialmente por sus portátiles. Capaz de cubrir las necesidades de sus usuarios en prácticamente cualquier gama y rango de precio, la multinacional china nos trae hoy el Lenovo Yoga C940, un portátil convertible con pantalla 4K, CPU Intel i7-1065G7 y 16 GB de RAM como carta de presentación. ¿Ya tenéis los dientes largos? Venid, que os contamos más.
Lenovo es una multinacional que ha ganado gran peso en los últimos diez años en el sector de la informática. En cuestión de portátiles hay poco o nada que se le resista, ofreciendo productos para un público (y bolsillos) de todo tipo.
El Lenovo Yoga C940 se nos presenta en un embalaje estándar de cartón reciclado con varias pegatinas y albaranes de transporte. Serigrafiado en la caja sólo encontramos el logo de la marca y modelo Yoga con su número de serie.
En el interior, protegida por un acolchado encontramos la caja final del producto. La tapa es de una tonalidad gris con acabado mate y tacto levemente rugoso debido a la mezcla de celulosa con que está realizada. El logo de Lenovo y Yoga han sido estampados con una tonalidad satinada reflectante color champagne. La caja en sí es irisada, presentado en el reverso el código de barras junto a la numeración del Lenovo Yoga C940.
El presente portátil recién incorporado a la gama Yoga de Lenovo se nos ofrece en dos variantes de color: Gris Hierro y Mica. Para la presente review hemos recibido el modelo gris, aunque debemos especificar que la disponibilidad de color depende en cierta medida de los distribuidores oficiales.
Todas las superficies externas del Lenovo Yoga C940 están realizadas en aluminio con una tonalidad mate y tacto pulido que se mantiene idéntico tanto en la cara externa como interna. Nos encontramos ante un ordenador portátil de dimensiones muy pequeñas, sólo 320,3 x 215,6 x 14,5-15,7 mm y 1,35 kg de peso aproximadamente.
La primera señal de pertenecer a la gama Yoga de Lenovo la encontramos en la propia tapa, que nos muestra su nombre con la tipografía característica realizada con un acabado espejo en tonalidad plateada.
La zona posterior tiene una estructura de bisagra bastante robusta. También está realizada en metal, aunque en su caso este sí es levemente reflectante. En seguida podremos notar la presencia de un patrón troquelado a lo largo de toda su extensión, la cual delata los altavoces Dolby Atmos en ella integrados.
En esta pieza es donde se encuentra serigrafiado el logotipo de lenovo tanto en el anverso como reverso serigrafiado en negro.
En el dorso de la tapa, justo en la sección habilitada con un saliente biselado para facilitar su apertura encontramos grabado en hueco relieve el nombre de la gama Yoga 9 Series a la que pertenece el C940-14IIL, también con un discreto efecto reflectante ya presente en el logo de la cubierta.
Continuado con la vista lateral, el lenovo Yoga C940-14IIL estando cerrado nos ofrece un formato de cuña que se eleva levemente desde su base en la sección frontal. El formato el portátil en sí tiende hacia formas geométricas, con aristas marcadas y líneas rectas. Los únicos puertos analógicos que encontramos en él se encuentran en el lateral izquierdo, consistiendo en un USB-A 2.0, dos USB-C 3.1 Thunderbolt 3 y un jack 3.5 mixto para auriculares con micro. En cambio, a la derecha sólo se encuentra el botón ON/OFF.
También referente a los puertos encontramos un multiplicador multipuerto USB-C que nos permite conectar un VGA y HDMI simutáneamente. Como complemento, en la zona trasera disponemos de una ranura en la que se encuentra discretamente integrado el lápiz de Lenovo.
Este pen tiene una longitud de 11,5 cm y unos 5mm de grosor en el cuerpo principal. Destaca también la presencia de dos botones secundarios con los que podemos interactuar como si fueran los M1 y M2 del ratón. A excepción del remate externo, que es de aluminio al igual que el resto del chasis, tanto el lápiz como sus botones están realizados en plástico. Por último, la punta es fácilmente extraíble y tiene un formato estándar, por lo que podremos reemplazarla sin grandes problemas.
Por último, en el reverso del Lenovo Yoga C940 podremos observar dos grandes piezas en forma de píldora realizadas con goma antideslizante dispuestas en paralelo para garantizar una correcta fijación sobre la mesa y una franja rectangular troquelada para la disipación de calor de su misma longitud (unos 26 cm aproximadamente).. Dos secciones más pequeñas coinciden con la distribución de los altavoces auxiliares gemelos situados en la sección inferior.
Levantamos la tapa del Lenovo Yoga C940 y lo primero que notaremos es que es necesario sujetar levemente la base para conseguir que esta se mantenga sobre la mesa. Inmediatamente nos recibe una pantalla sin marcos con un acabado glossy reflectante de 14 pulgadas.
La sección inferior es a única en que encontramos una parte de aluminio dado que sirve de soporte para las bisagras y garantiza así una cierta resistencia adicional. El giro que obtenemos con este sistema es de 360º, permitiéndonos una conversión total de la pantalla a un modo tablet con rotación de pantalla (giroscopio).
Lo cierto es que gracias a este mecanismo nos permite un rango de posibilidades considerablemente amplio. Cuando sobrepasamos los 180º el teclado se bloquea de forma automática, dando paso al uso táctil o mediante el lápiz integrado.
Nuestra mirada desciende ahora sobre el teclado. Este es de un formato al 65% y se encuentra integrado dentro de un desnivel rectangular que permite que las teclas se mantengan a la misma altura del resto de su superficie. Es un modelo de membrana con un trayecto de pulsado notablemente corto y que cuenta con un sistema de retroiluminación LED blanca con dos niveles de intensidad, pudiendo mantenerse también apagada.
Las teclas tienen un formato bastante cuadrado, presentando en la sección alfanumérica una leve curvatura convexa en la arista inferior. La tipografía es de palo seco y está realizada en color blanco, por lo que incluso si la retroiluminación no está activa tendremos una legibilidad perfecta. A su vez, la tecla Bloq Mayus dispone de un LED blanco integrado que se iluminará cada vez que las mayúsculas estén en uso independientemente de la retroiluminación activa o no del teclado.
La iluminación se filtra levemente por los laterales de las teclas y se apaga automáticamente después de unos 15 segundos sin uso, favoreciendo así el ahorro de batería. Los botones de F1 a F12 comparten funciones mixtas con controles como el modo avión, duplicado de pantalla (si cuenta con un monitor secundario), brillo, volumen y ajustes similares.
Para mantener el diseño homogéneo, la cruceta está dispuesta en una única línea horizontal, reduciendo las dimensiones de la flecha superior e inferior. Algo similar ocurre con la tecla Enter y el botón para la cedilla así como el Shift. Esta solución nos parece bastante limpia y bien ejecutada, aportando una cohesión al conjunto muy sutil.
Respecto al trackpad, este tiene unas dimensiones de 70 x 110 mm y es una única pieza de plástico bajo la cual entraremos los dos botones de control en la sección inferior. El material escogido tiene una presencia y tonalidad bastante similar al aluminio utilizado en el chasis.
Por lo demás, en la cubierta encontraremos diversas pegatinas referentes al procesador, tarjeta gráfica y equipo de sonido Dolby Atmos entre otros. También a la derecha es visible el lector de huella, el cual está realizado con el mismo material empleado en el trackpad.
Llega ahora el momento de abrir nuestro Lenovo Yoga C940-14IIL y ver qué se cuece debajo del chasis. La apertura de la cubierta trasera está cerrada con cuatro tornillos tipo estrella junto con una de la sección de plástico que recorre la zona inferior de la bisagra y que esconde otra tanda de tornillos.
Al retirar la cubierta, la batería ocupa en torno al 55% del espacio disponible, quedando sobre ella la sección dedicada al procesador con gráfica integrada, ranura de memoria RAM y almacenamiento así como el sistema de disipación de calor con dos ventiladores tipo turbina y tuberías térmicas. También es aquí visible el espacio reservado para el guardado del lápiz y los altavoces integrados.
Valiéndonos de los programas CPU-Z y GPU-Z pasamos a analizar en profundidad los componentes presentes en el Lenovo Yoga C940-14IIL. Sobre el procesador, este es un Intel Core i7-1065G7 de 4 núcleos y una frecuencia básica de 1,30GHz.
Llega acompañado de una GPU Intel Iris Plus con una frecuencia base de 300 MHz compatible con resolución 4K.
Respecto al almacenamiento, tenemos un SSD PCIe de 1TB marca Samsung y 16GB de RAM LPDDR4X. Este es un equipamiento excelente dado que nos ofrece gran capacidad acompañada de una memoria lo suficientemente amplia para realizar tareas de edición, diseño gráfico e incluso edición de vídeo ligera.
El sistema de sonido por su parte abarca una barra de sonido giratoria con altavoces Dolby Atmos y 2 micrófonos de largo alcance.
Entramos ahora a comentar el manejo del día a día del Lenovo Yoga C940, abordando cuestiones tanto referentes al uso del teclado, características de la pantalla, pruebas de rendimiento y autonomía de la batería. El sistema operativo incorporado es Windows 10 Home.
Comenzando por el teclado, inicialmente debemos señalar que sus dimensiones no difieren mucho de otros modelos de portátil de mayor tamaño. Siendo membrana y ultrafino, el recorrido de activación es extremadamente corto, aunque también puede resultar un tanto duro. No nos genera una impresión pegajosa o esponjosa, siendo más bien una pulsación seca y rápida a la que nos hemos terminado acostumbrando.
Sobre la conectividad, Lenovo Yoga C940-14IIL incorpora Wifi 6, por lo que la calidad general es muy buena dado que nos encontramos ante la versión más reciente del mercado. Acompañándolo tenemos Bluetooth 5.0, por lo que entre ambas cosas y los puertos USB C y A tenemos bastantes métodos a nuestra disposición. Todo ello sin contar con el adaptador para HDMI y VGA así como jack 3.5 mixto. ¡Todos los frentes están cubiertos!
Continuando con la pantalla, aquí tenemos un panel HDR Display con certificado VESA y una resolución UHD (4K) de 3840 x 2160p. Debido a sus reducidas 14 pulgadas, la densidad de píxeles por pulgada es bastante elevada y nos generan una percepción de imagen muy nítida. El colofón llega con la intensidad de brillo máxima, que ronda entre 400 y 500 nits y nos permite visualizar la pantalla con bastante comodidad al aire libre, aunque también es posible que notemos un cierto aumento de consumo.
En el aspecto físico, nosotros no somos usuarios excesivamente aficionados a las pantallas glossy dado que a no ser que la luz que emitan supere a la presente en el entorno, podremos ver cómo todo se refleja en ellas. Respecto a la distorsión de ángulo, lo cierto es que nos ha parecido bastante baja.
La movilidad de la pantalla es excelente, los 360º que ofrece la bisagra central tiene una rotación con una cierta resistencia, algo que nos permite colocar el Lenovo Yoga C490-14IIL hasta en las posiciones más extravagantes. Respecto al lápiz incluido, como accesorio se comporta bastante bien. No es tan eficaz como uno de tableta gráfica y la pantalla continúa captándolo con un centímetro de distancia, pero los botones extra son un gran detalle y a la hora de trabajar tiene un formato manejable.
Volvemos ahora nuestros ojos hacia la cámara integrada en el frontal del Lenovo Yoga C940-14IIL. Esta es un modelo con resolución de 720p y su máximo a la hora de grabar vídeo son 30 fps, aunque ambos datos constituyen el estándar de las cámaras integradas (al igual que el software de Microsoft).
También dispone de reconocimiento facial y HDR. En general la calidad es adecuada y los dos micrófonos de largo alcance captan nuestra voz con bastante claridad. Cuando no la necesitemos siempre podemos deslizar sobre ella la pestaña de privacidad para evitar dejar la lente descubierta.
Por último debemos deciros que el Lenovo Yoga C940 probablemente sea uno de los pocos portátiles en que nos hemos quedado asombrados por la buena calidad sonora que su barra de altavoz rotatoria Dolby Atmos es capaz de ofrecer. El audio es nítido tanto para graves como agudos, evitando por completo ese clásico efecto hueco y con distorsión que podemos llegar a encontrar en otro tipo de altavoces portátiles. ¡Excelente trabajo!
Pasamos ahora a comentar cuestiones referentes al color y calibrado de la pantalla. Para ello contamos como siempre con nuestro colorímetro Colormunky DISPLAY y dos aplicaciones: DisplayCAL y HCFR.
Los primeros resultados en el momento en que llevamos a cabo un primer sondeo de contacto nos informan de una proporción Delta E del RGB es un tanto elevada (lo ideal sería 2.2 o menos), algo especialmente evidente en el espectro rojo. Posteriormente analizamos los parámetros por separado y comparamos sus resultados con la numeración final que puede alcanzar el monitor.
Continuando con el proceso de calibración, la pantalla 4K revela una cobertura de color de buena calidad tanto en sRGB, Adobe RGB y DCI P3, por lo que para todos aquellos usuarios que tengan intención de utilizar el Lenovo Yoga C940 para trabajos de edición o diseño pueden estar bastante tranquilos.
Con todos los números por encima del 85% la conclusión que obtenemos es que como panel no es perfecto, aunque sí se abre paso entre los puestos con mejores prestaciones.
Comparativa antes y después del calibrado:
Siendo realistas, a muchos os puede sorprender el aparente empeoramiento de los resultados tras llevar el proceso de calibración, aunque este es un hecho justificado. El brillo, punto blanco y contraste aumentan de una medición a otra, lo que lleva a números como el ΔE máximo a un desorbitante 6,34. Lo que ocurre es que la luminosidad máxima de la pantalla es bastante elevada y aquí no nos encontramos ante un panel AMOLED en que los píxeles negros se mantengan apagados (enriqueciendo el contraste), por lo que en conjunto el colorímetro capta bastante luz.
A nivel personal, a no ser que os encontréis en espacios abiertos probablemente encontréis el brillo máximo un tanto excesivo, aunque por lo demás nos parece un panel muy correcto. El índice de contraste se mantiene por encima de 1000:1 (mínimo recomendado) y el punto blanco reproducido final es de 6863K, algo que tampoco es exagerado.
Esta sección constituye el banco de pruebas con que pasamos diversos test de control y estrés para CPU, GPU y SSD. Los programas utilizados son:
El disco SSD de almacenamiento tiene un comportamiento dentro de los parámetros normales, puede que algo ligeramente inferior en la escritura (2839MB/s comparados con los 3319MB/s de lectura) aunque no es una cuestión que deba preocuparnos.
La sección de pruebas de estrés para el procesador y gráfica es siempre una de las más importantes dado que con sus resultados nos revelan bastante qué es capaz de hacer el portátil que tenemos entre manos.
En el caso del Lenovo Yoga C940-14IIL, este es un modelo utilitario de alta gama que acompaña la calidad de sus acabados externos con un procesador i7 de décima generación y semiconductores de 10nm con una velocidad punta de reloj de procesador de 3,9GHz. Comenzando por CineBench 15 y 20, lo cierto es que para ser una CPU de bajo consumo y bastante recortada, los resultados para portátiles con GPU integrado son buenos. No está nada mal para ser una serie G, pero se percibe algo más básica que la serie U en la generación actual.
La evidencia de las limitaciones presentes en la gráfica Intel Iris Plus llega con los test de gaming realizados en 3DMark. Los resultados nos demuestran algo que algunos ya habríais supuesto: el Lenovo Yoga C940-14IIL no es un portátil en el que vayamos a jugar a 4K aunque esta sea la resolución de su pantalla. El procesador gráfico integrado tiene esta tarea complicada, aunque sí es cierto que podría llegar a mover juegos a 1080p si es que utilizáramos todas las unidades de cómputo en CPU de más alta gama (es decir, por encima de la i7-1065G7).
Para todo lo demás el Lenovo Yoga ofrece un rendimiento adecuado, simplemente se asfixia un poco cuando le exigimos tareas de mayor demanda debido a las limitaciones de su procesador de bajo consumo con gráfica integrada.
Continuado con aspectos técnicos, llega el turno de la batería. En el Lenovo Yoga C940-14IIL contamos con un modelo de 7630mAH capaz de garantizarnos hasta 10,5 horas de autonomía. También cabe mencionar que este es el resultado tanto de una capacidad de almacenamiento energético bastante alta como de un CPU que requiere de pocos recursos en su frecuencia mínima (1,30GHz).
Por supuesto, la autonomía que alcance el Lenovo Yoga C940-14IIL también es relativa a nuestro plan de configuración energético, brillo de la pantalla y uso de retroiluminación en el teclado entre otros factores. En cualquier caso, las más de 10h de uso suponen una cifra significativa y probablemente tranquilice a todos aquellos usuarios que siempre anden de acá para allá.
Acompañándo la batería tenemos un transformador de 65W con Rapid Charge con un cableado que en conjunto alcanza los 220cm aproximadamente, lo que nos proporciona un cierto rango de acción a la hora de trabajar mientras el portátil se carga.
En cuestiones térmicas tenemos buenas noticias. El sistema de refrigeración del Lenovo Yoga C940-14IIL cuenta con dos ventiladores tipo turbina y dos heatpipes de cierto grosor. En este sentido, el procesador i7 ya instalado no consume gran cosa y por ello las temperaturas medias en uso del portátil tienden a mantenerse un tanto bajas.
Realizando actividades normales el pico más alto de temperatura se queda en 63ºC, siendo la media unos 50º. Dado que el Lenovo Yoga C940-14IIL no es un portátil pensado para jugar, hagamos lo que hagamos estas cifras suponen una constante y una buena noticia para los componentes (el calor acorta su esperanza de vida).
Respecto a los ventiladores, en una situación de silencio absoluto podemos escucharlos suavemente pero ni siquiera realizando las pruebas de estrés de CPU o GPU han llegado a ser muy escandalosos, por lo que podemos concluir que su presencia pasa desapercibida.
En resumen son varios los aspectos positivos que podemos sacar a la luz sobre el Lenovo Yoga C940-14IIL. Su diseño es impecable, con un chasis de aluminio resistente y de acabado mate que está cuidado al detalle. La pantalla táctil 4K alcanza algo más de 500 nits de brillo y aunque tiende a favorecer los colores cálidos nos ofrece una calidad de imagen excelente con sus 14» y certificación VESA.
La calidad de sonido del altavoz en formato barra equipado con Dolby Atmos es pasmosa y supone otra de nuestras grandes sorpresas, mientras que otros complementos como el lápiz integrado o la pestaña de privacidad integrada en la cámara son detalles que enriquecen mucho al Lenovo Yoga C940 en conjunto.
Te recomendamos la lectura de: Mejores ordenadores portátiles del mercado.
En otro orden de cosas, sí es conveniente volver a señalar que este no es un ordenador portátil de gaming, sino más bien un modelo orientado a creativos o usuarios que requieran de un equipo pequeño, ligero y potente con el que trabajar o realizar actividades de edición o diseño allá donde estén. Tal y como nosotros lo entendemos, es un recurso del que disponer para ir de acá para allá y que supone un complemento potente para una estación de trabajo fija. Su CPU de bajo consumo es muy eficiente, algo que se ve reflejado en la batería, capaz de alcanzar una autonomía de 10,5 horas.
El LLenovo Yoga C940 está a la venta por 1.999,00€ en la página web oficial de la marca, aunque también es posible adquirir su variante con panel FullHD por un precio ligeramente inferior.
VENTAJAS | INCONVENIENTES |
PANTALLA 4K TÁCTIL 360º CON CERTIFICACIÓN VESA | UN ÚNICO PUERTO USB-A |
DISEÑO ELEGANTE Y RESISTENTE | EL PROCESADOR TIENE ALGUNAS LIMITACIONES |
AUTONOMÍA DE 10,5H | |
BARRA DE SONIDO CON DOLBY ATMOS |
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