Aunque quedan pocos, puede surgirte la duda de qué es un disco duro híbrido cuando veas alguno. Dentro, te decimos si merece la pena o no.
Llevas años oyendo hablar de los discos duros sólidos y de sus enormes ventajas, pero te topas con un SSHD y te empiezas a preguntar cosas. En cualquier caso, no os apuréis porque esto nos ha pasado a todos los que desconocíamos de su existencia. A continuación, os explicamos qué es un disco duro híbrido y si merece la pena.
¿Qué es un disco duro híbrido?
También conocidos como discos SSHD, se tratan de discos duros que combinan la tecnología NAND y la tecnología mecánica. Gracias a la memoria NAND, consiguen una velocidad de transferencia rápida, pero sólo en ciertas ocasiones.
Por otro lado, ofrecen capacidades propias de un HDD (más de 500 GB). Por tanto, parece que es el componente perfecto porque tiene las virtudes de cada tecnología: la velocidad de los SSD y la alta capacidad de los HDD.
No obstante, en la práctica vemos sus virtudes y sus defectos. Disfrutaremos de las ventajas de la tecnología NAND en los archivos que más accedamos, como en el arranque del sistema. De este modo, el inicio de sesión será rápido y el acceso a los archivos más utilizados también. En cuanto al resto de operaciones… el disco duro tendrá la velocidad de un HDD.
¿Merecen la pena?
Me gustaría dotar de contexto a esta pregunta porque marca la diferencia y, especialmente, el sentido de la existencia de los discos duros híbridos.
Este tipo de disco duro surgió en un contexto en el que los SSD tenían precios prohibitivos. Por aquel entonces, un SSD de 120 GB podía costar 80-90€ fácilmente. Entonces, nos encontrábamos en la problemática de gastarnos mucho dinero para disfrutar de una capacidad decente.
Para haceros una idea rápida, no estábamos en una época en la que no se necesitase tanto espacio, sino todo lo contrario: se empezaba a demandar más espacio en los discos duros por parte de programas y videojuegos. Es más, se empezaba a normalizar tener 10-20 GB en un archivo de vídeo de 1 hora y media.
Quien probaba un SSD, no quería otra cosa (naturalmente). Así que, los primeros SSHD vinieron de la mano de Samsung y Seagate en 2007 para ofrecer al usuario las capacidades de un HDD y la velocidad de un SSD. A priori, parece el producto perfecto y no se vendieron mal.
Ahora, estamos en 2020. Si vamos al mercado, un SSD de 1 TB cuesta poco más de 100€; de hecho, tenemos SSD M.2 de 500 GB con controlador NVMe por menos de 100€. Viendo los precios actuales de los SSD, carece de sentido comprar un disco duro híbrido porque es tecnología del pasado.
Los SSD han evolucionado a los SSD M.2, los cuales se instalan directamente en la placa base. Este simple hecho, hace que se pasen de 400 MB/s a 4000 MB/s de lectura. Estamos hablando de multiplicar la velocidad de los SSD casi por 10, ya que no todos los M.2 ofrecen esas velocidades.
Por el contrario, si os parece caro comprar un SSD de 1 TB, siempre existe la posibilidad de combinar un SSD y un HDD: el SSD para el sistema operativo y programas importantes, y el HDD para guardar información. Es cierto que los programas o videojuegos instalados en un HDD cargarán más lento, pero podréis disfrutar de todos los que queráis sin preocuparos por la capacidad.
En conclusión, con el panorama actual, no tiene sentido comprar un SSHD e, incluso, me atrevería a decir que tampoco un HDD. Como sufridor de las capacidades de los discos duros, no creo que un usuario normal necesite más de 2 TB de capacidad por equipo.
Sólo recomendaría la compra de un SSHD si sólo se tuviese presupuesto para un sólo disco duro y se necesitase cierta capacidad.Entonces, sí merecería la pena la compra
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Esperamos que os haya sido de ayuda esta información. Si tenéis alguna duda, podéis comentar abajo para que os echemos un cable. ¿Tenéis algún disco duro híbrido? ¿Sabíais qué eran los discos duros híbridos?