Hoy queremos hablaros de una de las técnicas que usan estos especialistas para “revivir” equipos que parecen haber pasado a mejor vida. Hablaremos del reballing: qué es y para qué sirve.
El mantenimiento dentro de nuestros equipos es algo tan rutinario como necesario. Sin embargo, cuando comienzan a aparecer errores aún con la saludable costumbre de mantener nuestros equipos al día, les toca el turno a los servicios de reparación y mantenimiento.
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Las soldaduras de los componentes a nuestra placa
Es bastante habitual que nuestras placas base tengan soldados algunas de las piezas a las que después daremos uso en nuestro equipo. La mayoría de estas piezas soldadas corresponden a los diferentes chips que pueblan este componente principal; como puede ser el audio, o el propio chipset de la placa, por dar dos ejemplos rápidos.
En portátiles, suele ser habitual además que encontremos el resto de los componentes principales (procesador principal, procesador de vídeo, memorias RAM…) soldados; generalmente mediante el llamado BGA. Estas soldaduras se suelen hacer mediante pequeños contactos redondos de una aleación de estaño, preparados para ubicarse en un punto concreto de la placa y así mantenerla unida a ella de forma adecuada y funcional.
Estas soldaduras están preparadas para que, en una situación de uso normal, sean lo suficientemente resistentes como para que el equipo disfrute de una larga vida útil. Sin embargo, ya sea por el sobrecalentamiento, un problema de fábrica, o simplemente un uso inadecuado del dispositivo, estas soldaduras pueden debilitarse. Aquí es donde entra el reballing, cuyo nombre proviene de las ya mencionadas bolas de la soldadura.
Qué es el reballing
El reballing es una técnica de reparación que consiste en la extracción y sustitución de estas soldaduras. Suele hacerse con el cometido de restablecer el funcionamiento de la pieza a la que se le va a aplicar el reballing, y sólo cuando se conoce que las mencionadas soldaduras son el problema por solventar. Como ya hemos dicho en nuestro anterior apartado, los dispositivos portables son los más propensos a utilizar este tipo de soldaduras; razón por la cuál esta técnica de reparación suele involucrar a estos dispositivos.
Angus Gratton
Lo que se hace para aplicar esta técnica es sustituir las antiguas soldaduras mediante un proceso al que se le llama “rework” y que consiste en rehacer las diferentes conexiones de la soldadura con una aleación de estaño. Como se trata de una labor de precisión, es necesario el uso de herramientas especializadas; por lo que se trata de una técnica que rara vez podremos recomendar a un particular.
Un reballing correctamente aplicado debería dejar al dispositivo y la pieza afectada en un estado muy similar al que tenían de fábrica, especialmente si se ha realizado con el instrumental adecuado.
¿Es lo mismo que el reflow?
Algunos lectores puede que hayan oído hablar del llamado “reflow”, otra técnica, tal vez más popular que el reballing, de restitución de las soldaduras. Este reflow consisten en someter al chip afectado a una gran cantidad de calor durante una larga extensión de tiempo, con el cometido de, a través del calor, desoldar las conexiones y que vuelvan a enfriarse de forma natural.
El Reflow no es un sustitutivo del Reballing, sino una suerte de parche para las soldaduras
La popularidad de esta técnica es debida a su inexistente coste y aparente facilidad; sin embargo, no es infalible, e incluso en algunos casos puede ser dañina para el dispositivo, o no arreglar el problema de las soldaduras.
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Por ello, no se trata de algo que recomendemos realizar en una situación normal, o con un componente al que tengamos en una especial estima, ya sea por su utilidad o su coste. El reflow no es un sustitutivo del reballing, sino una suerte de parte que aplicar.
