Altavoces o auriculares: ¿Con cuál se puede jugar mejor? Esta es una duda que asalta a muchos jugadores a la hora de decidirse por el tipo de equipamiento de sonido en el que invertir más dinero o dar más importancia. El audio es uno de los aspectos más importantes de una experiencia en videojuegos. Es decir, la calidad sonora, efectos envolventes y sonido 3D no están ahí por que sí. Hoy vamos a analizar las diferencias entre uno y otro y orientaros hacia lo que debería ser vuestra prioridad según vuestro estilo de juego. ¡Vamos allá!
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La relación entre espacio y sonido es uno de los aspectos básicos que debemos abordar a la hora de explicar las diferencias entre altavoces o auriculares. Evidentemente ambos sistemas tienen sus peculiaridades aunque el objetivo sea el mismo: orientarnos en un entorno tridimensional virtual estableciendo un diálogo coherente entre lo que vemos y oímos. En esencia, existen dos aproximaciones a la hora de llevar a cabo esta tarea y ambas son compatibles entre sí: sonido multicanal y sonido 3D.
Ambas modalidades están presentes tanto en altavoces como auriculares, aunque la percepción que tenemos de ellas puede variar según un periférico u otro. Antes de adentrarnos en la cuestión de cuál de ellos es mejor para jugar, nos ha parecido una mejor idea abordar estas dos cuestiones para poneros en situación.
Este es el clásico. Aunque puede que algunos de vosotros no lo sepáis, a no ser que estéis usando la modalidad «mono» a conciencia, todos utilizamos audio multicanal. El más simple es la serie 2, con sólo dos fuentes de sonido, y a partir de ahí podemos encontrar auténticos despiporres que llegan hasta las 13 fuentes de audio.
La ampliación del número de canales de audio se traduce en una variedad más amplia de fuentes de sonido, permitiéndonos orientarnos con una mayor precisión en un entorno virtual. Algo que todos ellos tienen en común es que por mucho que el número de canales se amplíe, esta percepción sonora siempre es «horizontal». Con esto queremos decir que se hace distinción en la dirección del sonido, pero no su altura. Lo más parecido a ello reside en jugar con la intensidad (profundidad) sonora, creando un distanciamiento ficticio entre la fuente del sonido y nosotros como oyentes.
Este último aspecto suele ser bastante rico en matices, por lo que tendemos a encontrarlo en las populares modalidades de sonido envolvente 5.1 y 7.1. Ambos suelen reproducirse en auriculares creando altavoces virtuales (básicamente una simulación). Para equipos de Home Cinema o similar en cambio sí es posible ampliar la red con más unidades, alcanzando variantes caseras con sonido 8.1 o 9.1.
Una última cuestión un tanto diferente son las salas de cines. Debido a su inmenso espacio y la cantidad de espectadores que pueden abarcar, en ellas los altavoces de sonido se distribuyen de manera diferente. Al no poder estar literalmente junto al espectador, esos pasan a situarse también en el techo. Sistemas como el Auro 3D AuroMax son capaces de reproducir sonidos que provengan de zonas elevadas.
Sabemos que esto puede llevar a confusión dado que hay usuarios que piensan que el sonido envolvente y el Sistema Dolby no necesariamente son dos características diferentes. Lo cierto es que Dolby es una marca americana bastante popular que se ha caracterizado por marcar numerosos estándares en la industria. Muchos auriculares y altavoces buscan tener el sello de Dolby (de la categoría pertinente) como una asociación a un certificado de calidad. No obstante, con el tiempo han aparecido más y más variedades de este sistema, por lo que hemos creído pertinente traeros una lista para que de un vistazo podáis observar sus diferencias:
Para todos aquellos auriculares o altavoces que sean estéreo (2.0 o 2.1), esta es una modalidad sonora que permite añadir una dimensionalidad a los canales activos. Dentro de este tipo de efectos sonoros podemos encontrar una gran variedad, aunque para los videojuegos nos interesan principalmente dos: la tecnología HTRF (que es el audio 3D en sí) y el sonido biaural.
También llamada Head-related transfer function (Función de Transferencia Relacionada con la Cabeza) es la que nos permite tener audio posicional en los juegos. Esta posición es independiente del tipo de equipo que estemos utilizando y su calidad o número de canales. Siempre está ahí.
Una forma sencilla de explicar su funcionamiento es la siguiente: cuando la fuente sonora se encuentra en un plano medio, los ITS (Interaural Time Difference) y los ILD (Interaural Loudness Difference) son idénticos para izquierda y derecha. Entonces entra en juego el HTRF, que para localizar la fuente sonora se basa en la convolución de la señal con la respuesta impulsional de nuestro torso superior, cabeza, cuello y orejas. Este parámetro depende de cuatro variables: tres espaciales y una frecuencial. Su unión permite determinar tanto la elevación como la posición delantera o posterior de la fuente sonora.
¿Y por qué es relevante el sonido 3D? Pues básicamente porque es uno de los recursos que más se cuidan en el apartado sonoro de los juegos para conseguir ese efecto de inmersión sensorial: la cercanía, lejanía y nitidez de los efectos de audio varían en función de ello. Su precisión suele verse mucho más optimizada con el uso de auriculares, aunque en general no es obligatorio.
Utilizando HTRF y reverberación es posible simular los cambios que sufriría el sonido hasta llegar al receptor, como pueden ser reflexiones contra una pared o el suelo. Básicamente consiste en engañar al cerebro utilizando las orejas y los nervios auditivos, que intentan colocar los distintos sonidos en diferentes lugares de un espacio 3D aunque sólo se hayan reproducido por dos altavoces. El sonido binaural se pude grabar de dos formas:
El efecto final del sonido binaural resulta muy sorprendente la primera vez que se experimenta. Su potencial es enorme en el ámbito de la música, videojuegos y realidad virtual. De hecho, un buen ejemplo de su capacidad lo encontramos en juegos recientes como el Hellblade, que parten de esta tecnología. Este sistema es capaz de conseguir una cercanía de fuentes de sonido muy intimista, aunque su principal limitación reside en que para experimentarlo en su máxima calidad exige el uso de auriculares.
La relevancia del departamento sonoro es tan variada como juegos hay en el mercado. En esa sección lo que debemos destacar es que cada género suele dar una mayor o menor relevancia a la profundidad y calidad del aspecto sonoro, por lo que la diferencia a la hora de elegir entre altavoces o auriculares puede llegar a tener mucho más que ver con el tipo de juego que solamos preferir.
Un gran ejemplo para explicar esta sección reside en la diferencia entre el apartado sonoro de un videojuego arcade como el Crash Bandicoot y un FPS como el Couter Strike: Global Offense. Uno es distendido, el otro es pura acción. Uno es es single player, el otro miltijugador. Uno tiene un escenario lineal, el otro es un mapa lleno de recovecos y vías alternativas.
¿Conclusión? Pues que el sonido no es igual de relevante a la hora de enfrentarte a una jugabilidad basada en niveles en los que los enemigos aparecen siempre en el mismo sitio que si te enfrentas a un equipo de personas que se mueven de manera imprevisible por el mapa con la intención de coserte a tiros ante la mínima oportunidad. ¿Jugar Super Mario con volumen bajo o sin sonido? No hay problema. ¿CS:GO sin audio? Has muerto treinta veces antes de tocar el suelo.
El apartado sonoro aporta gran cantidad de información a un jugador aunque podamos no darnos cuenta. Podemos saber qué enemigo se nos acerca según sus pisadas, conocer el arma al oír sus disparos o si va a realizar un ataque especial con su línea de diálogo previa.
La principal diferencia entre jugar con altavoces o auriculares es la precisión. No por capricho los jugadores de E-Sports utilizan cascos. Lo que ocurre con un altavoz es que el sonido que estos generan se dispersa por la habitación en que nos encontremos. Algunos rangos de onda son absorbidos por el mobiliario y afectan a la acústica final. En un auricular en cambio el sonido va directo de los drivers a nuestra oreja, por lo que ni un sólo matiz del apartado acústico pierde intensidad debido a causas externas.
En esencia, juegos de exploración, novelas gráficas, lucha o RPGs se pueden disfrutar estupendamente con un buen par de altavoces. No obstante, para modalidades cooperativas o de multijugador que implique comunicación con un equipo o enfrentarse a otro jugador online los auriculares siempre van a ser la mejor opción.
Muy bien, visto lo visto os haréis una idea de cómo vamos a abordar el rumbo de esta sección. En buena medida las preferencias entre altavoces o auriculares a la hora de jugar suelen determinarse por el número de ventajas o inconvenientes que cada uno de las dos opciones ofrecen al usuario. En esencia, unos auriculares son altavoces en miniatura, uno a cada lado de nuestra oreja.
Si os somos sinceros, en general si estamos en un ambiente distendido que no requiera de gran concentración o estamos llevando a cabo algún tipo de trabajo, los altavoces son una gran alternativa. Jugar con ellos nos permite compartir la experiencia con otros espectadores que nos estén observando o estén jugando con nosotros de forma local.
No obstante, los auriculares aportan la posibilidad de regular el volumen a nuestro gusto, muchos de los modelos gaming incluyen micrófono y además nos aíslan de forma más eficaz del ruido ambiente. Todas estas cuestiones son importantes para los jugadores que buscan la máxima inmersión en sus partidas.
A título personal, yo considero que los auriculares son la mejor opción para jugar. No obstante reconozco que a menudo pueden cansar en partidas largas o dar calor, pero es un precio que estoy dispuesta a pagar a cambio de la inmersión y precisión sonora que estos aportan. No obstante, para ver películas, series o escuchar música allá donde estén unos buenos altavoces que se quite lo demás.
Finalmente, ¿qué opináis vosotros? ¿están sobrevalorados los altavoces o los auriculares no marcan tanto la diferencia? Contadnos vuestra opinión en los comentarios.
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