Ya fuera porque algunos aprendieron correctamente cómo teclear con un curso de mecanografía o fueron autodidactas, una de las grandes claves para adquirir velocidad es la capacidad de escribir sin mirar el teclado. Por ello, hoy en Profesional Review os traemos una pequeña guía con consejos y trucos básicos con los que ganar un plus de agilidad a la hora de mecanografiar. ¡Vamos allá!
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Todos nosotros empezamos siendo más lentos que el caballo del malo cuando echamos mano a un teclado de ordenador por primera vez. Hay infinidad de recursos a los que podemos echar el guante a la hora de establecer qué es lo que nos permite escribir sin mirar el teclado ni cometer errores. Principalmente os dirán que llega con la práctica, pero dentro del proceso hay buenos hábitos por los que empezar que nos facilitarán mucho las cosas. Por supuesto esto incluye evitar costumbres negativas que hemos adquirido y necesitaríamos corregir para progresar.
Un clásico donde los haya. Lo cierto es que todas las personas que nos han insistido en la importancia de la postura a la hora de trabajar no sólo tienen razón en el sentido de prevenir lesiones o dolores musculares sino que empezando por aquí ya sentamos una base a la posición correcta con la que deberemos colocar las manos sobre el teclado.
El aspecto que más nos interesa destacar entre las diversas claves a la hora de sentarse a la mesa del ordenador es la relación entre la altura de la misma y nuestros brazos. Tradicionalmente se recomienda que todo nuestro antebrazo descanse sobre el escritorio o al menos estén paralelos a él. A su vez, nuestros brazos deberían estar situados en un ángulo lo más recto posible respecto a nuestro tronco. En este sentido, la base de nuestras muñecas deberían descansar en la base del teclado o muy próximas al mismo.
Sobre el propio teclado, si este es un modelo con mucha elevación posterior o inicial (algo común en los formatos mecánicos) podéis considerar la posibilidad de adquirir un reposamuñecas que os ayude a elevar las manos de forma pasiva sin necesidad de mantener los brazos en tensión, especialmente si os dedicáis muchas horas a escribir.
El segundo gran factor. La clave para situar las manos comienza por centrar la parte alfanumérica del teclado justo frente a nosotros, lo que ocasiona que la sección alfanumérica de la derecha quede ligeramente descentrada dado que su uso proporcional tiende a ser estadísticamente mucho menor a no ser que nos dediquemos a crear tablas de números o similar. A este respecto muchos usuarios tienden a preferir formatos TKL o del 65-60% para ocupar menos espacio en sus escritorios, pero esto es ya una preferencia puramente personal.
Aclarado lo anterior, llega el momento de establecer algunas bases de la mecanografía. En el teclado alfanumérico que tradicionalmente utilizamos para escribir hay un total de cinco filas. La estructura de las teclas se suele alinear por grupos de columnas, cuya activación se asigna a un dedo específico a la hora de escribir. La posición inicial básica parte de las letras ASDF para la mano izquierda y JKLÑ para la derecha. Los pulgares de ambas manos están pensados para descansar sobre la barra espaciadora o tabulador y pulsarla así para añadir los espacios.
A partir de este momento es cuando se da la situación de que muchos usuarios descubran que han estado escribiendo de forma errónea desde el principio o sólo utilizando una parte de los dedos. No obstante esto es bastante comprensible si por ejemplo comenzamos a mecanografiar con edades muy tempranas en las que nuestras manos eran aún un tanto pequeñas y no alcanzábamos bien determinadas teclas, por lo que terminamos utilizando sólo los dedos de mayor longitud. También ocurre que hay usuarios (yo incluida) que tienen poca fuerza en los meñiques, por lo que tienden a utilizarlos muy poco y pulsar las teclas que les corresponderían con el dedo anular.
Esta es la clase de malos hábitos que os comentábamos en un principio y que una vez localizados pueden explicar en parte por qué tenemos dificultades a la hora de escribir sin mirar el teclado. Una postura incorrecta de los dedos suele ser también causa de una menor velocidad a la hora de mecanografiar o más fallos ortográficos, limitando indirectamente vuestro potencial a la hora de escribir.
¿Solución a escritura lenta, errores ortográficos o hábito de mala postura sobre el teclado? Pues os somos sinceros: no hay atajos. El método más efectivo para ganar agilidad, velocidad y confianza en un teclado es escribir, y mucho. Si tenéis la desgracia (como es mi caso) de tener malos hábitos previos lo más efectivo suele ser comenzar un programa de mecanografía con el que reeducar vuestras manos. El mayor inconveniente de este proceso radica en que la lentitud inicial puede llegar a ser un tanto frustrante aunque a la larga da sus frutos. La mecanografía al igual que tantas otras cosas en la vida sólo ofrece resultados a base de constancia.
¿Y por dónde empezar? Pues afortunadamente para todos hoy día hay gran cantidad de programas y páginas webs en los que podemos hacer cursos de mecanografía totalmente gratis y en español. En general estos suelen abarcar desde nociones más básicas (posición de las manos y lugar de las letras) hasta ejercicios para entrenar la velocidad.
El refrán de «la práctica hace al maestro» no podría tener aquí mejor contexto. ¿Por qué tanto hincapié en la postura correcta con que sentarse, colocar las manos sobre el teclado y seguir un curso de mecanografía? La respuesta está en la memoria muscular.
Afortunadamente escribir rápido en el teclado no es un E-Sport. Aquí no importa la edad que tengamos ni nuestro nivel de reflejos, sino el hábito que se ha adquirido a base de la repetición de patrones de teclas una y otra y otra vez. Un ejemplo práctico está en las vocales, sólo cinco y todas con posibilidad de llevar acentos agudos. Eso implica la combinación periódica de «´» + «a/e/i/o/u» con una frecuencia relativamente elevada. ¿Resultado? Pues que por inercia terminarás escribiendo las vocales acentuadas sin tener que apartar la vista de tu pantalla.
La memoria muscular aplicada a la mecanografía consiste primeramente en una cuestión de relacionar la posición de las letras de nuestro teclado sin necesidad de mirarlas con la distancia que deben recorrer nuestros dedos a la hora de pulsar las teclas. Una vez aprendemos esto poco a poco adquirimos destreza (velocidad), por lo que terminamos siendo unos auténticos Terminators del teclado. Para alcanzar semejante nivel de poder mecanógrafo nuestra recomendación inicial sería comenzar por hacer un test de velocidad de escritura y adoptar medidas según los resultados.
Esta sección es más bien un complemento. No necesariamente harán que escribáis más deprisa, pero sí pueden ayudar a que la forma en que os gestionáis el tiempo sea más eficiente. Hay atajos de teclado para prácticamente todos los entornos, desde redacción hasta navegación por buscadores web, sistema operativo o programas específicos. Para echarles un vistazo y quedaros con los que os sean más útiles os recomendamos la lectura de:
Escribir sin mirar el teclado no es un don, sino un hábito. Toda persona puede conseguir hacerlo a mayor o menor velocidad mediante una práctica continuada, pues suele requerir un cierto tiempo. Los errores ortográficos, erratas o pulsaciones dobles son las incidencias más comunes que provocan que bajemos la vista a nuestras manos. También a este respecto debemos deciros que un buen teclado puede llegar a marcar una diferencia significativa a la hora de mecanografiar, aspecto en que los modelos mecánicos siempre tenderán a aventajar a sus hermanos de membrana o los amigos raritos de meca-membrana, aunque para muchos usuarios esta es una cuestión de gustos.
Os recomendamos la lectura de: Mejores teclados para PC.
Mecanografiar de forma perfecta sin importar la velocidad es el gran objetivo al que aspirar si queréis escribir sin mirar el teclado, razón por la que las lecciones sobre posición y lecciones prácticas sobre la colocación de los dedos son tan relevantes. Desde Profesional Review os animamos a buscar un sistema que se ajuste a vosotros y practicar cada vez que os sea posible. En un principio os recomendamos que no busquéis tanto la velocidad como el escribir correctamente cada palabra a la primera, el resto vendrá solo.
Sin nada más que añadir, esperamos que este artículo os haya sido útil tanto a los novatos como iniciados en la mecanografía. ¿Hay algún truco que podáis compartir con otros usuarios? ¿Un consejo que creéis interesante de añadir en la lista? Dejádnoslo sin miedo en los comentarios. ¡Hasta la próxima!
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