Hoy os traemos el análisis del último smartphone gaming: Black Shark 3. Este es un tipo de animal diferente, enfocando su CPU Snapdragon 865, GPU Adreno 650 y pantalla de 90Hz específicamente al gaming en telefonía móvil. Esto también implica que el resto de sus componentes (RAM, almacenamiento, batería…) tienden a estar a su servicio, así que veamos si para pescar este tiburón necesitaremos un barco más grande.
La presentación del Black Shark 3 se lleva a cabo en una caja tipo estuche de acabado negro mate. Tanto en su portada como los laterales encontramos serigrafiados el logotipo y modelo con efecto reflectante o resina. En el reverso por su parte disponemos de una etiqueta con la información específica de nuestro modelo, RAM, almacenamiento, color y número de serie.
Al abrirla nos recibe un pequeño estuche de cartón con documentación y justo debajo se encuentran el resto de componentes, incluyendo el Black Shark 3.
La línea Black Shark 3 presenta dos modelos alternativos entre los que escoger: Midnight Black y Knight Grey. La diferencia entre ambos más allá del aspecto cromático se limita exclusivamente a su RAM y capacidad de almacenamiento máximas, siendo idénticos en el resto de sentidos.
El Black Shark 3 es un teléfono robusto, con un peso de 222g y dimensiones de 168.72 x 77.33 x 10.42 mm. El diseño de la cubierta trasera es completamente simétrico en todas las direcciones y está realizado en una combinación de piezas tanto de aluminio como plástico.
Comenzando por la zona superior, aquí tenemos las tres cámaras principales. Están distribuidas como un triángulo invertido, culminando con el LED para flash y linterna. Todo ello está incrustado en una única pieza de cristal que se eleva levemente sobre el resto de la superficie trasera.
Un poco más abajo observamos el imagologo de Black Shark de color blanco. Este recibe retroiluminación cuando el teléfono está encendido y es personalizable en Ajustes < Funciones especiales < Ligero < Editor de efectos de luz. No obstante, esta no es la única área con iluminación, estando acompañada por dos finas franjas en ambos extremos de las placas de cristal simétricas.
Por último, en la franja inferior tenemos una conexión de pines magnéticos para el cargador magnético que podemos adquirir por separado y comentaremos más en profundidad en la sección de accesorios.
La razón por la que la carcasa trasera del Black Shark 3 tiene tantos volúmenes se debe a la cantidad de capas internas que están ensambladas como planchas para disipar el calor. Destacan principalmente por tener dos unidades de refrigeración líquida y otras dos tuberías térmicas de cobre alineadas en la zona central. Este es el motivo por el que podemos apreciar una especie de rectángulo recorrer verticalmente la estructura del smartphone, coincidiendo justamente en la zona donde podremos colocar nuestros ventiladores FunCooler como os mostraremos más adelante.
Pasando a observar los laterales, aquí notamos que muestran un formato biselado de dos aristas simétricas que recorren su superficie al completo. El material de estas superficies es una banda de aluminio, la misma que forma dos franjas en el reverso del Black Shark 3.
A la izquierda podremos observar tanto un botón tipo píldora para regular el volumen como una ranura para tarjeta SIM. En el lateral derecho por su parte contamos con el botón de encendido y un switch para acceder de forma rápida al modo gaming del Black Shark 3, lo cual incluye nuestra galería de juegos. Un USB-C estándar está presente en la base como puerto de carga.
También resulta interesante señalar la presencia de un jack 3.5 para auriculares en el marco superior del smartphone. Somos conscientes de que este es un tipo de puerto con tendencia a desaparecer en móviles, especialmente en la gama alta, pero en los modelos gaming se sigue considerando un estándar y suelen estar incluidos. Igualmente contamos con conectividad Bluetooth 5.0 si lo preferimos, por lo que si no sois partidarios de los cables tampoco encontraréis ningún problema para vincular vuestros earbuds inalámbricos.
La cara frontal de nuestro Black Shark 3 presenta bastantes aspectos a comentar más allá de la pantalla. El primero de ellos es la integración de los dos altavoces del teléfono en la zona superior e inferior del cristal, el cual se adapta rodeando su silueta. Se tratan de unos altavoces con certificado Hi-Res Audio cubiertos por sendas láminas troqueladas de aluminio en color negro.
La pantalla es un modelo AMOLED FullHD+ con una relación de aspecto de 20:9 y 394PPI de densidad. Puede alcanzar los 500 nits de brillo y tiene una excelente cobertura de color con el 105% DCI-P3 y un porcentaje Delta E (ΔE) inferior a uno, lo que le confiere una gran fidelidad cromática. El toque final lo aporta una relación de contraste mayor o igual a 60.000:1, lo que nos provee de negros muy profundos y blancos puros.
El cristal cubre por completo la superficie del smartphpne, curvándose levemente hacia el interior antes de encajar en el marco de aluminio que compone el dorso del teléfono. No obstante, la zona activa de la pantalla como tal presenta un cierto margen respecto a los límites del cristal, excluyendo de su superficie tanto los altavoces como la cámara frontal.
Como comentábamos en la sección anterior, la cámara frontal aún estando integrada dentro del cristal, no forma parte del área activa de la pantalla. La cámara delantera es un modelo de 20MP cuatro en uno especialmente preparada para los selfies con la adición de una IA para filtro embellecedor.
Las tres cámaras traseras están compuestas por un ultra gran angular de 13MP en la esquina superior izquierda, otra dedicada al desenfoque de campo a su derecha con 5MP y la cámara principal de 64MP.
Pasamos del exterior a los componentes internos. Como bien sabemos, el Black Shark 3 es un smartphone gaming, por lo que para aquellos más conocedores del mundillo sus piezas de hardware os sonarán bastante. La información que ofrece por defecto en Ajustes < Sobre el teléfono < Todas las especificaciones, es más escueta de lo que solemos preferir, así que hemos recurrido a CPU-Z para echar un buen vistazo a todos ellos.
De CPU tenemos un procesador Qualcomm Snapdragon 865, un modelo de ocho núcleos con una capacidad excepcional. Está acompañado de su inseparable GPU Adreno 650, por lo que aquí de entrada ya se nos presentan dos de los mejores componentes de smartphone de alta gama.
Seguidamente observamos una memoria RAM LPDDR4X de 8GB con un almacenamiento de 128GB. A nivel personal, teniendo en cuenta el potencial que se puede extraer de la CPU, la versión de 8GB (aunque irán como un tiro) nos parece una forma de cortarle un poco las alas. Afortunadamente también existe la variante de 12GB RAM, aunque evidentemente el presupuesto aumenta con ellos.
A continuación le toca el turno a la batería, que es aquí un modelo dual no extraíble que alcanza un total de 4720mAh. Ya os vamos diciendo que estos son unos números fantásticos en lo que a autonomía se refiere, pero reservaremos el resto de la información para el banco de pruebas. Junto a ella tenemos un sistema de carga rápida Quick Charge 4.0+ con un adaptador de 65W.
En último lugar están los sensores y otros complementos. Tal y como es habitual en una pantalla AMOLED, contamos con lector de huella en pantalla. NFC y desbloqueo por reconocimiento facial también están incorporados. En conectividad inalámbrica tenemos Bluetooth 5.0, WiFi 802.11a/b/g/n/ac/ax, 4G y 5G. Sobre los sensores, prácticamente de todo: gravedad, fotosensible, proximidad, giroscopio, presión (ForceTouch), térmico, etc.
En un smartphone como el Black Shark 3 no podéis esperar que nos limitemos a sacar unas cuantas fotos, navegar un poco por internet y pasar cuatro test de estrés. Nada de eso. Estamos ante un teléfono gaming, así que al margen de todo lo demás (porque somos así de bien hechos) hemos estado jugando con él con y sin el resto de complementos incluidos en el pack que nos ha facilitado Black Shark. ¡Os contamos!
Primeramente, en la toma de contacto algo a lo que no terminamos de acostumbrarnos es el significativo peso del Black Shark 3. Este es un smartphone robusto, grueso, y que trasmite una cierta sensación de durabilidad. La razón de todo esto es que el sistema de disipación de calor hay que meterlo en alguna parte, y es que en un teléfono gaming es una de las prioridades junto con la respuesta de la pantalla y capacidad de la batería.
Cuando incorporamos la funda de silicona incluida en la caja notamos que hay un cierto esfuerzo en su diseño por no añadir una cantidad de volumen excesiva al Black Shark 3. Esta es una cuestión que se agradece, ya que no es un teléfono de pequeñas dimensiones debido principalmente a su pantalla de 6,67».
Para empezar, el modo de juego se activa con el interruptor switch que se encuentra en el lateral derecho del teléfono. Una vez activado nos lleva al directorio Shark Space 3.0, donde se nos mostrará el catálogo de juegos actualmente instalados, menú para vincular o configurar los periféricos y un Centro de Ajustes.
Como puesta en uso hay varios aspectos que debemos señalar a la hora de referirnos a la experiencia en cuanto a gaming se refiere. La tasa de refresco de 90Hz de la pantalla nos garantiza una experiencia más fluida tanto durante las partidas como a través de las navegaciones de menús o aplicaciones que implican la carga de galerías para hacer scroll. A su vez, la capacidad táctil de la pantalla es notablemente alta (270Hz), por lo que su respuesta a nuestras pulsaciones es la más rápida que hemos registrado hasta la fecha.
Algo que también solemos tener en mente a la hora de jugar en nuestros teléfonos móviles es la temperatura. Sí es cierto que hemos podido notar un leve aumento térmico durante las partidas con Black Shar 3, aunque en ningún momento ha sido algo que nos haya incomodado o sido causa de preocupación. Aparentemente, la estructura de sandwich de los sistemas de disipación de calor (tanto cobre como líquido) hacen bastante bien su trabajo.
Continuando con nuestras impresiones sobre la pantalla, esta es una sección donde nos llevamos pocas sorpresas. Efectivamente el espectro de color, brillo y contraste son bastante notables y entran dentro de lo que podemos esperar de un modelo AMOLED. La resolución FullHD+ (2400x1080p) de 20:9 es un formato que estamos comenzando a ver bastante y francamente parece una proporción muy acertada como nuevo estándar.
La distorsión de ángulo es prácticamente inexistente y en general resulta una pantalla bastante redonda. A nivel personal y por ponerle alguna pega, nos parece una pena el espacio desperdiciado dentro de la superficie del cristal respecto a las dimensiones de la pantalla activa. Actualmente la mayoría de marcas persigue la tendencia de huir de los bordes y zonas claras de limitación para que los paneles ganen en amplitud. Evidentemente esta no es una prioridad en un teléfono gaming, pero nos parece un aspecto interesante a señalar.
La interfaz del Black Shark 3 está realizada con el sistema operativo JOYUI 11, basado en Android 10. Esto ha permitido la presentación de una línea gráfica que cuenta con un diseño estético en que podemos escoger por defecto entre tres temas diferentes. En todos ellos notaremos que la paleta cromática favorece las tonalidades negras y grises con detalles destacados en verde.
La cámara es uno de los accesorios más recurridos en un teléfono móvil, ya sea para escanear códigos QR, hacer traducciones instantáneas o sacar fotos. A grandes rasgos debéis saber que el Black Shark 3 está muy bien equipado en este departamento y no tiene nada que envidiar a otros modelos de la competencia.
Dentro de los ajustes de la cámara más allá de los megapíxeles de las distintas lentes que comentamos en un principio podemos analizar en profundidad las resoluciones y formátos de vídeo e imagen que podemos captar con ellas. El idolatrado 4K a 60FPS encabeza todas las demás resoluciones que pudiéramos desear (1080, 720, 480…). Con la cámara lenta tenemos las opciones de grabar a 120 o 240 fps en 1080p o 480 y 1920fps a 720p.
En cuestión de fotografía, comenzamos por el formato normal. Aquí en el menú de ajuste podemos añadir un efecto de Macro con el que tomar detalles más próximos manteniendo también activo el HDR. La relación de aspecto de las fotografías es optativa entre 4:3 o 16:9 y podemos añadir filtro tanto de belleza como cromático.
El índice de contraste, obturador e iluminación podemos regularlo en el modo Pro, donde también podemos realizar fotografías Ultra HD de 256MP (sólo en la cámara frontal). Este formato de fotografía conlleva un corto periodo de postrocesado que se realiza en segundo plano durante unos 15 segundos y tiene como resultado fotografías de extraordinaria calidad pero también de gran tamaño y peso. Una alternativa más ligera la encontramos en el modo Ultra HD de 64MP, formato con el que os mostramos las anteriores tomas a diversas plantas.
Pasando a la cámara frontal, tanto en el modo Foto como Retrato es posible utilizar el filtro de belleza. Por defecto cuenta con un total de cinco niveles de progresión y no hay ninguna característica adicional en el software para retocar dimensiones de ojos u otras características. En general podemos observar que el efecto generado además de suavizar manchas, arrugas o imperfecciones de la piel también tiende a darnos una tonalidad levemente más clara dado que el sistema de corrección toma de refencia nuestras tonalidades más pálidas para hacer desaparecer las manchas.
En general nos hemos llevado una muy buena impresión de la cámara, aunque también tenemos la sensación de que por defecto tienden a favorecerse las tonalidades más cálidas, como los amarillos o los rojos. Respecto a la calidad sonora, debemos decir que los dos altavoces integrados en la zona frontal del Black Shark 3 tienen un volumen máximo bastante elevado, siempre equilibrado en ambos. Como podréis imaginar, so altavoces estéreo, por lo que la calidad de sonido High Res Audio es 2.0.
El banco de pruebas para procesador y gráfica es uno de los clásicos de nuestras Reviews. Los programas utilizados para el Black Shark 3 han sido:
Comenzando por GeekBench, los resultados que hemos obtenidos ofrecen un rendimiento general bastante equilibrado, aunque si analizamos los núcleos de forma individual tienden a caer un poco. Aunque a simple vista hay bastantes smartphones con mejor puntuación, debemos señalar que nos encontramos ante un teléfono de gama media-alta: por encima de modelos convencionales pero algo inferior a los de más alta gama en lo que a rendimiento se refiere. Aquí es conveniente recordar que no sólo se analiza el procesador y la gráfica, sino también su relación con la memoria RAM y la capacidad de la misma, que en nuestro caso es de 8GB.
Aquí es donde se puede ver un aumento exponencial de los resultados obtenidos tanto para funciones generales (Antutu) como específicamente de gaming (3DMark). Este último apartado es el que interesará a la mayoría de vosotros, y es que en conjunto el Black Skark 3 llega a lo más alto. Su competencia más cercana es el Nubia Red Magic 5G y no distan mucho el uno del otro. El siguiente en la lista es el Asus Rog Phone II, que se queda ligeramente atrás. En conclusión, podemos afirmar que nos encontramos ante uno de los mejores smartphones gaming del mercado.
Esta sección nos ha sorprendido bastante por lo bien resuelta que está. La batería del Black Shark 3 está subdividida en dos módulos de 2360mAh, alcanzando los 4720mAh totales. ¿Conclusión? Pues que con una carga completa podemos alcanzar casi tres días de uso, aunque evidentemente esto también está sujeto a variables como intensidad de brillo de la pantalla, horas de uso, aplicaciones o configuración de energía.
Adicionalmente contamos con el adaptador Quick Charge 4.0+ de 65W, que nos permite cargar la batería hasta el 50% en 12 minutos o el 100% en 38, factor que a decir verdad nos ha impresionado notablemente.
Tal y como os avisamos inicialmente, esta review no se limita a comentar exclusivamente el Black Shark 3, sino también el ejército de accesorios que la marca nos ha mandado como guarnición al plato fuerte. Evidentemente no los analizaremos aquí con la misma profundidad que si se tratasen de reviews individuales, sino más bien cómo funcionan en conjunto con el smartphone para el que están diseñados. En total contamos con cuatro productos:
Empezamos por el accesorio más sencillo de todos los presentes. El cargador imantado es un complemento curioso que se acopla de forma magnética a la placa de tres pines situada en el chasis de Black Shark 3. La longitud del cable es de 120mm y está forrado en goma con formato tipo cinta (plano), por lo que en relación a la forma del smartphone puede resultar más cómodo de manejar.
Su potencia de carga es de 18W y podemos utilizarlo mientras jugamos para así dejar el puerto USB libre en caso de estar utilizando otros accesorios gaming. No obstante, si tenemos una funda equipada de cierto grosor es posible que el contacto de la toma imantada tienda a desprenderse con facilidad, por lo que es recomendado usarlo sin ella. Igualmente, algunos accesorios gaming también nos exigen retirarla.
Un aspecto que no nos ha gustado tanto es que para cargar el teléfono no podemos utilizar un ordenador como fuente de energía, teniendo en su lugar que recurrir al adaptador de nuestro Black Shark 3 o una batería recargable con hembra USB-A.
El peso pesado de los presentes accesorios a comentar. La presentación del disipador de calor FunCooler Pro se realiza en una caja mate con un precioso serigrafiado con efecto reflectante. En el centro de la estructura encontramos un ventilador tipo turbina de unos 4cm aproximadamente. La estructura cuenta con unas patillas adaptables que nos permiten equiparlo a nuestro Black Shark 3 con o sin funda, conectándolo después con el cable USB A/C incluido en la caja. Para iniciar su funcionamiento podemos recurrir tanto a la aplicación como al interruptor On/Off integrado en el chasis.
El aspecto más interesante de este complemento es que alcanza un apabullante número de 6200 rotaciones por minuto como máximo, aunque esto lo hace levemente sonoro (34dB). Para alimentarlo deberemos conectarlo a una fuente de energía de 5V/2A (10 vatios), la cual puede ser desde el propio adaptador del móvil, una batería externa o el puerto de nuestro ordenador.
Con el Black Shark FunCooler Pro teóricamente podemos llegar a alcanzar hasta un descenso total de -28ºC, aunque debemos tener en cuenta que esto se nota especialmente en situaciones de gaming intenso. La guinda del pastel se la lleva el efecto de iluminación interna presente en forma de anillo alrededor de las aspas de la turbina, la cual es completamente personalizable con la aplicación Shark Kit con conectividad Bluetooth.
Si la versión Pro os parece demasiado aparatosa pero el calor sigue siendo vuestra mayor preocupación a la hora de jugar con el Black Shark 3, la alternativa se presenta aquí con el Black Shark FunCooler. La instalación y funcionamiento es idéntica a las de su hermano mayor, aunque en este caso se prescinde de la retroiluminación RGB y el tamaño de la turbina es ligeramente menor.
El número de rotaciones por minuto no es muy inferior al presente en el Black Shark FunCooler Pro (6000 frente a 6200), por lo que las diferencias de rendimiento entre ambos modelos no resultan especialmente significativas y en este caso el ruido es levemente menor. Esta versión consigue enfriar nuestro Black Shark 3 hasta -15ºC en un minuto antes de estabilizar la temperatura de forma constante en 5º. También aquí encontramos un interruptor de On/Off (nada de conectividad Bluetooth esta vez) junto con un LED de notificación de actividad.
Realmente y tras utilizar ambos complementos, dadas las escasas diferencias entre ambos y a pesar de lo vistosa que resulta la versión Pro, personalmente nos quedaríamos con este último. Es más pequeño y ligero y a efectos prácticos apenas va un paso por detrás de su hermano mayor. ¡Y también es más barato!
Estos han sido los amos de la fiesta. El gamepad aquí presente es un modelo diseñado para el lateral izquierdo del Black Shark 3, el cual deberemos acoplar a su accesorio mellizo deslizándolo sobre sus raíles después de que este se haya adaptado a nuestro smartphone, pudiendo instalarse con o sin funda equipada.
En esencia el resultado adopta un aspecto que a los más nostálgicos nos puede recordar a la PSP y a los nuevos a la Nintendo Switch. El joystic de la parte superior presenta una superficie con una diadema en relieve y tacto levemente rugoso que optimiza el agarre. Sus funciones se adaptan tanto para girar 360º como para realizar pulsaciones, por lo que en esencia es una versión mini de un joystick de consola convencional.
El resto de botones están constituidos por dos gatillos traseros (L1 y L2) así como cuatro más en la zona frontal con distribución direccional. Todos ellos están fabricados en plástico mate (al igual que el chasis), aunque presentan un leve cambio de textura que los hace reconocibles al tacto. En el caso de los botones principales estos presentan una escasa elevación respecto al resto de la superficie y su trayectoria de pulsado es bastante corta, por lo que resultan bastante ágiles de manejar.
Sobre la puesta en uso como tal, evidentemente este complemento no dispone de tecnología háptica (vibración) y su formato de driver es Direct Input, algo que nos ha sorprendido un poco teniendo en cuenta que el Xinput es el más utilizado en la actualidad. En cualquier caso, para utilizar el Black Shark Gamepad 3 sólo necesitamos encenderlo con su botón switch, vincularlo vía Bluetooth a nuestro smartphone y (en caso de quererlo) remapear las funciones de sus botones.
A la hora de jugar, el gamepad agrega muy poco peso (0.5g) a nuestro Black Shark 3 y tampoco necesita cables. La autonomía de su batería puede alcanzar hasta 45 horas y en general resulta bastante cómodo de usar. No obstante debemos recordar que no todos los juegos se adaptarán automáticamente a los controles predefinidos dado que pueden no contar con su mismo número o simplemente ser monotoque, por lo que os recomendamos plantearos bien si es el tipo de producto que necesitáis antes de lanzaros a comprar
Como smartphone gaming, el Black Shark 3 es sin duda de lo mejorcito que podéis encontrar en el mercado. Sus resultados en Antutu Benchmark y 3DMark compiten con los puestos más altos de los smartphones que hemos analizado en cuestión de rendimiento, por lo que si lo que buscáis es un teléfono para jugar, Black Shark 3 sin duda es una excelente opción.
No obstante, esto no significa que el resto de sus facetas se dejen de lado. La pantalla AMOLED FullHD+ nos ha causado buena impresión, aunque personalmente hubiéramos preferido que su área de actividad se extendiese justamente hasta los límites del cristal. Los altavoces duales situados a ambos extremos del Black Shark 3 ofrecen una respuesta sonora estupenda a la hora de jugar y tampoco se queda corta reproduciendo música a todo volumen. Al igual que le ocurre a otros muchos teléfonos móviles, los bajos tienden a ser los mayores perjudicados debido al pequeño formato de los altavoces, pero es algo a lo que estamos acostumbrados.
Te recomendamos la lectura de: Mejores smartphone de gama alta del mercado.
La cámara del Black Shark 3 por su parte no tiene nada que envidiar a los modelos de gama alta de la competencia, siendo perfectamente capaz de grabar vídeos en 40K y 60FPS o tomar fotos con hasta 256MP, que se dice pronto. Quizás a grandes rasgos lo que menos nos convencen son su grosor y peso, pero también comprendemos que si no fuera por el complejo sistema de refrigeración interno del Black Shark 3 podríamos salir ardiendo.
Una última anotación se la lleva la batería, perfectamente capaz de aguantar los juegos más exigentes y seguir teniendo de sobra para echar el día (o días). El diseño de módulos duales nos ha parecido una excelente solución para optimizar su autonomía, así que aquí nos quitamos el sombrero. ¡Bien hecho!
El Black Shark 3 está ya a la venta por 599,00€. Este presupuesto puede variar según el almacenamiento o volumen de memoria RAM equipada, aunque en cualquier caso la alternativa es de 729,00€. Como smartphone gaming, su relación calidad-precio nos parece bastante buena. También es cierto que sus accesorios pueden llegar a resultar un tanto caros, por lo que queda a vuestra discreción valorar si merecen la pena.
VENTAJAS | INCONVENIENTES |
AUTONOMÍA EXCEPCIONAL | DISEÑO VOLUMINOSO Y UN TANTO PESADO |
EFICIENTE SISTEMA DE REFRIGERACIÓN | LOS ACCESORIOS PUEDEN RESULTAR UN TANTO CAROS |
MODO DE JUEGO CON ACCESO RÁPIDO E INTERFAZ AMIGABLE |
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