La nueva generación Intel Comet Lake-S de escritorio dice presente, y en el día de hoy realizaremos el análisis completo del Intel Core i5-10600K. Esta nueva CPU viene a sustituir al popular i5-9600K, la mejor opción de 6 núcleos que ahora aumenta de frecuencia e introduce HyperThreading para subir a los 12 hilos para competir más de cerca con el 3600X de AMD.
Como siempre os traeremos todos los detalles y novedades acerca de esta nueva generación, y sobre todo veremos hasta dónde es capaz de llegar su rendimiento. Quizás no va a ser la principal opción para gaming de esta gama al estar el 10500 o el 10400F a un mejor precio, pero esperamos mucho de esta versión desbloqueada. ¿Superará en FPS a la CPU de AMD? Ahora mismo lo veremos, sin más, ¡empecemos con la review!
Pero antes de seguir, damos las gracias a Intel por seguir confiando en nosotros al cedernos esta CPU para su análisis.
Demos comienzo a este análisis como siempre por el unboxing del Intel Core i5-10600K, que esta vez no va a ser la presentación oficial sino una especialmente creada para los medios. Esta presentación de review consiste en una caja de cartón duro de muy buena calidad que será básicamente un estuche con dos procesadores que podremos abrir desde la zona frontal.
Tras abrirla tenemos un compartimento en forma de expositor al que solamente le falta la luz para poner la guinda al pastel. Los dos procesadores que vemos dentro de sus propias cajitas serán el Intel Core i5-10600K por supuesto y el Intel Core i9-10900K. Están protegimos mediante una carcasa de plástico azul y el eslogan de “Gaming happens With Intel”. Ya veremos si esta CPU lo cumple.
Pero si somos un usuario cualquiera, entonces la presentación genérica consistirá en una caja también de cartón duro más cuadrada y con similares acabados en color azul mate. Pero esta vez la CPU vendrá colocada en una esquina a la cual se le ha hecho un corte para colocarle un protector de plástico.
El Intel Core i5-10600K se presenta como el sustituto natural del Core i5-9600K, la CPU de escritorio de gama media con capacidad de overclocking y que apuesta por una buena relación rendimiento/precio. Al igual que ocurriera en la generación anterior, el fabricante ha presentado una lista idéntica para los Comet Lake-S en donde tendríamos una versión i5-10600KF sin IGP y la versión normal 10600 sin overclocking.
Esta propuesta de Intel inevitablemente se deberá enfrentar a la gama media de AMD, más concretamente al Ryzen 5 3600X por la pugna de la mejor CPU gaming para esta gama de precios, o mejor dicho, núcleos. La 10ª generación tiene una apuesta clara, el aumento de frecuencias gracias a la optimización del proceso de fabricación a 14++ nm. Algunas de estas mejoras como mismamente la frecuencia, ya se efectuó en la familia de CPU de alto rendimiento para portátiles. Y más que veremos en el apartado correspondiente.
Centrándonos un poco en la estructura física del Intel Core i5-10600K, vemos como siempre una base de sustrato en el que descansa el único Die que incluye todos los elementos funcionales de la CPU y encima de él el IHS. Esta vez sea realizado cambios en este apartado disminuyendo el grosor del silicio como si de un proceso de lijado o lapping se tratase, aunque de fábrica claro. Sobre él tenemos un STIM mejorado y soldado al die que en su caso compensaría la altura con un mayor grosor del IHS.
Estas son buenas noticias para los usuarios aficionados al delidding, ya que tienen más material para retirar y así ajustar aún más las temperaturas. Parece ser que no es todo, ya que el silicio se ha colocado de forma que las zonas electrónicas con los elementos más pequeños a 14 nm queden en la parte superior para así evacuar más rápidamente el calor generado. En cualquier caso, el IHS es exactamente igual de alto y ocupa la misma área que el de la generación anterior.
De esta forma llegamos al socket, otra de las novedades evidentes en esta nueva generación procesadores, que evoluciona al LGA 1200. No tanto para el procesador que analizamos hoy, sino para el 10900K cuyo recuento de 10C/20T desbloqueados hacen que la necesidad energética se vuelva más crítica y de ahí el aumento de contactos. También debemos saber que ahora el TDP de las versiones desbloqueadas como esta aumenta hasta los 125W.
No obstante, el paso de este socket va a ser bastante efímero, ya que todo apunta a que solamente ésta y la próxima generación Rocket Lake serán las que se beneficien del mismo. La 11th Gen continuará con los 14 nm añadiendo un aumento de IPC y de frecuencia como ocurre en estas nuevas CPU. Tras ellos, se abrirá paso Alder Lake cambiando el socket al LGA 1700.
Dicho esto, queda claro que necesitamos comprar una nueva placa para el Intel Core i5-10600K, presumiblemente una con chipset Z490. No debemos preocuparnos por la compatibilidad con disipadores, ya que se mantiene invariante con respecto a LGA 1151 al ser procesadores con la misma altura y dimensiones de socket con 37,5 x 37,5 mm.
Nos centramos ahora en las novedades que nos trae este nuevo procesador Intel Core i5-10600K en sus características y arquitectura, más bien remitiéndonos a lo que hasta ahora conocemos de esta nueva generación. En ella se mantienen los transistores a 14++ nm mejorados casi hasta su límite.
En este microprocesador se mantiene la presencia de un solo die y por tanto no tenemos chiplets ni nada por el estilo, con un recuento de 6 núcleos físicos (cores) y 12 lógicos (threads). Sí habéis oído bien, Intel ahora ha utilizado su tecnología multihilo HyperThreading no solo en los i9, sino en toda la familia completa. La competencia aprieta y deben sacarse a relucir todas las mejoras necesarias, y de esta forma se aumenta el número de núcleos en los i9 hasta 10C/20T, pasando a ser de 8C/16T en i7, 6C/12T en i5 y 4C/8T en i3.
Las frecuencias también se llevan al límite especialmente en los i7 e i9, aunque este modelo tampoco está nada mal al partir de una frecuencia base de 4,1 GHz, que se eleva a 4,50 GHz en modo Turbo Boost para todos los núcleos y tiene su límite en 4,80 GHz Turbo Boost 2.0 en un solo núcleo en modo ráfaga. Si echamos la vista atrás hacia el 9600K, era una CPU con 6C/6T y una frecuencia base a 3,7 GHz y Turbo en un solo núcleo de 4,6 GHz, así que la mejora no está nada mal. Cabe señalar que solamente en los Core i9 tendremos soporte para el modo Turbo Boost Max 3.0.
Continuamos ahora con la configuración de memoria caché L3 que por suerte se ha incrementado en este procesador i5 hasta llegar a los 12 MB frente a los 9 MB de la generación anterior. Ésta trabaja en forma de conjunto asociativo con 12 vías, que suman 2 MB por núcleo, aunque será compartida en todos ellos con la función Smart Caché. Continuamos con la caché L2, de la cual tenemos un total de 1.536 KB distribuida en bloques de 256 KB por cada núcleo en modo asociativo de 4 vías. Finalmente la memoria caché L1 estará dividida en dos bloques L1D y L1I con 32 KB de ambos tipos por cada núcleo en modo asociativo de 8 vías haciendo un total de 384 KB.
Ya hemos citado anteriormente que el TDP de los procesadores Comet Lake-S desbloqueados como este Intel Core i5-10600K es de 125W. De esta forma hasta a la especificación de 6 núcleos tienen un TDP superior a los 95W de la generación anterior, aunque podríamos bajarlo a esta cifra desde BIOS o desde XTU. Sin embargo, las versiones sin capacidad de overclocking se mantienen en los 65W. La temperatura máxima admisible (Tjunction) será de 100oC en toda la familia, y en este caso serán difícilmente alcanzables a menos que hagamos en overclocking por encima del límite de la CPU o tengamos un disipador mediocre.
Al ser la versión “K” y no “KF”, todo deberíamos de saber ya que contamos con gráficos integrados activos. En esta CPU de todas formas no son demasiado importantes, y tienen más sentido en el i5-10500, i5-10400 o los Core i3 para uso general. No vamos a tener novedades de ningún tipo, ya que se siguen usando los Intel UHD Graphics 630 trabajando a una frecuencia de 1,15 GHz. Cuentan con 192 unidades de sombreado y un recuento de 24 TMUs y 3 ROPs. Soportan una resolución de hasta 4096×2160@30 Hz en HDMI y @60 Hz en DisplayPort, pero no son útiles para jugar.
La arquitectura que utiliza Intel continúa siendo de un solo die en donde integra todos los componentes de la CPU, tanto núcleos como I/O y IGP. Esto en parte tiene una ventaja como es el de la comunicación entre núcleos y memoria RAM, mejorando las latencias y el rendimiento a frecuencias altas incluso superiores a los 3600 MHz.
En este caso no vamos a tener problema alguno con memorias por encima de esta frecuencia, mientras que AMD, a pesar de que también las soporta perfectamente, solamente irá a una frecuencia 1:1 hasta los 3733. A partir de ahí baja la frecuencia a la mitad y utiliza un multiplicador, algo que no usa Intel. En esta nueva generación se mantiene el soporte de hasta 128 GB de memoria RAM DDR4 en Dual Channel, aunque la frecuencia nativa aumenta hasta los 2933 MHz. Esto no evita que se soporten perfiles JEDEC XMP 2.0 de hasta 5000 MHz en las placas de más alta gama de los fabricantes.
El fabricante también ha efectuado mejoras en su utilidad para Windows XTU (Intel Extreme Tuning Utility) con la que podremos realizar overcloking sin utilizar la BIOS y de una forma más completa que antes. Se han añadido nuevas funciones como el overclocking al bus principal DMI, una curva de frecuencia y voltaje más detalle y con ajuste más detallado o overclocking de los gráficos integrados.
En este aspecto tiene una importancia vital el nuevo chipset Intel Z490, el cual solamente estará disponible en LGA 1200 para Comet Lake-S y Rocket Lake. Z490 mantiene los 24 carriles PCI 3.0 que ya tuviera el Z390, así como la comunicación mediante DMI 3.0 a 8 GT/s, que se suman a los 16 carriles PCIe 3.0 del Intel Core i5-10600K. Este chipset contaría con soporte para PCIe Gen4, pero no estará por ahora disponible hasta seguramente la llegada de la 11th Gen.
La capacidad de conectividad en cuanto a puertos USB, SATA y NVMe sigue siendo la misma también, con hasta 14 USB 2.0 o el equivalente en carriles a otras generaciones actuales, así como 6 SATA y hasta 3 ranuras M.2 integradas en placa. Las novedades vienen de cara a la conectividad de red, con la casi estandarización de LAN Ethernet a 2.5G mediante el chip Intel I225 (Foxville) o el equivalente en Realtek y soporte integrado para Wi-Fi 6.
Llega la hora de efectuar los benchmarks junto a otras pruebas de rendimiento y overclocking para el Intel Core i5-10600K. En esta ocasión hemos utilizado la siguiente configuración para el banco de pruebas:
BANCO DE PRUEBAS | |
Procesador: | Intel Core i5-10600K |
Placa Base: | Asus Z490 Maximus XII Formula |
Memoria RAM: | 16GB Corsair Vengance PRO RGB DDR4 3600MHz y 4000 MHz |
Disipador | Corsair H100i V2 |
Disco Duro | Corsair MP500 |
Tarjeta Gráfica | EVGA RTX 2080 Super |
Fuente de Alimentación | Corsair AX860i |
Hemos utilizado como es normal una de las mejores placas que verá esta generación con chipset Z490. Junto a ella, hemos optado por nuestro tradicional sistema de refrigeración Corsair H100i V2 de 240 mm y una RTX 2080 Super para los benchmarks gráficos.
Veamos qué rendimiento obtenemos en nuestra lista de test para así poder compararlo directamente con la generación anterior y sobre todo los AMD de 6C/12T. Los test que hemos utilizado son los siguientes:
El hecho de haber probado esta CPU con memorias de 4000 MHz de frecuencia la hacen colocarse bastante arriba en la tabla de Aida, siendo el más veloz de la gama de Dual Channel con permiso del 3900X de AMD, claro que un poco ayudado por la situación concreta que mencionamos.
Los resultados de Cinebench nos arrojan unos valores en un solo núcleo que se sitúa por debajo de los Ryzen de 6 núcleos como era de esperarse debido a la frecuencia. En multinúcleo, con sus 6C/12T consigue igualar los resultados de su competencia y colocarse entre medio de ellos, lo que nos indica que Intel ha hecho un muy buen trabajo de optimización en sus 14 nm.
Pasando a los benchmarks en gráficos, de nuevo iguala resultados con el 3600X, aunque en DirectX 12 parece que ganar distancia y está muy por encima del 9400F, aunque no sea una comparación demasiado válida. En general, es el comportamiento que más o menos esperábamos, y en este caso no va a defraudarnos, aunque si consideramos que su precio será bastante superior a los AMD, claramente está en desventaja.
Hemos probado esta nueva plataforma con los juegos que venimos utilizado desde hace algún tiempo, para así tener una referencia con el resto de modelos analizados. Recordemos que a menor resolución de juego, mayor será la influencia de la CPU. La configuración que hemos elegido en cada caso será la que sigue:
Continuando ahora con los resultados de rendimiento en juegos, lo más importante para esta CPU era colocarse por encima de los Ryzen 5, pero parece haberlo conseguido sin problemas. de hecho, los resultados en algunos casos están cercanos a los del i9-10900K a pesar de tener 4 núcleos menos y menos frecuencia.
Posiblemente los 4000 MHz de la memoria RAM hayan facilitado el aumento en dos o tres FPS estos registros en FULL HD. En 2K y 4K las fuerzas casi siempre se igualan y aquí no es la excepción, manteniéndose cerca del 10900K y del Ryzen 5 3600 de AMD.
Como no, hemos efectuado un proceso de overclocking para ver hasta dónde puede llegar este Intel Core i5-10600K. Esta CPU esta casi llevada al límite de rendimiento ya al igual que pasaba con el 9900KS, así que no esperemos mejoras muy significativas.
El overclocking lo llevaremos a cabo desde la BIOS por el método tradicional, por ser la forma más precisa, segura y efectiva bajo nuestro punto de vista, y así de camino probamos sus opciones.
Partiendo de una frecuencia máxima en todos los núcleos de 4,5 GHz hemos conseguido colocar el 10600K a un reloj de 5,00 GHz en todos los núcleos aplicando un voltaje de 1.35V. En el silicio que nos ha tocado ha sido del todo imposible ponerlo a 5.1 GHz estable, y lo cierto es que esperábamos un poco más al tratarse de un chip Comet Lake en definitiva similar al 10900K.
Creemos que casi cualquier persona se esperaría que este i5 llegue fácilmente a los 5.1 o 5.2 GHz, pero parece que nuestra unidad no ha sido una de ellas, por ello sospechamos que la gran mayoría de usuarios tampoco la podrán disfrutar. En cualquier caso, este aumento le ha valido a la CPU para aumentar los FPS de Shadow of the Tomb Raider en Full HD a 153 (+9), en 2K a 121 (+3) y en 4K a 70 (+2). Mientras que en Cinebench hemos sufrido una importante mejora en mono-núcleo para colocarse muy a la par del 10900K y elevarse a los 1591 puntos en multi-núcleo.
Finalmente hemos llevado a cabo un proceso de estrés de esta CPU con la refrigeración líquida antes mencionada. Se ha utilizado el test Blend de Prime 95 para comprobar temperaturas y consumo, tanto a su velocidad de stock como en overclocking. Estas temperaturas se han monitorizado con HWiNFO.
El Intel Core i5-10600K nos presenta un consumo bastante ajustado sobre todo en reposo, aunque a máximo rendimiento supera como es normal a su competencia al trabajar a una intensidad algo mayor. Cuando estresamos también la GPU llegamos a los 441W. En overclocking el aumento de frecuencia hace que llegue a los 211W, algo más cerca del i9-10900K, aunque es un voltaje relativamente contenido. Con el estrés de la GPU hemos llegado a los 502W.
En el apartado de temperaturas, hemos tenido un muy buen comportamiento sin superar los 60oC de media a máximo rendimiento ni picos de 65oC, demostrando que con una RL de 240 mm tenemos más que suficiente para él. Con el aumento de frecuencia en +500 MHz los valores ascienden a 67oC que tampoco está nada mal, y unos picos de 77oC demuestran que la disminución del grosor del silicio está surtiendo un efecto positivo.
Llega el momento de valorar al Intel Core i5-10600k, un procesador que cuenta con 6 núcleos físicos, 12 hilos de ejecución, una velocidad base de 4.1 GHz que con Turbo Boost 2.0 llega a 4.8 GHz (recuerden, un sólo núcleo), 12 MB de caché L3, 125W de TDP (configurable a 95W) y una tarjeta gráfica integrada UHD Graphics 630.
En nuestras pruebas de rendimiento hemos visto que en test sintéticos y en gaming se comporta muy bien. En este último apartado, en una configuración FULL HD es diferencial versus un AMD Ryzen 3600 / 3600X (sería su homologo en AMD). Ya luego las diferencias en WQHD y 4K son menores, ya que estas resoluciones son más GPU dependientes.
Tanto las temperaturas como el consumo no son nada alarmantes. Es verdad que consume un poco más de lo esperado, pero a final de año serán pocos euros de más. Nada que nos debería de preocupar 😉 Lo que si recomendamos es que instaléis un buen disipador o una refrigeración líquida de 240 mm.
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El overclocking nos ha dejado un poquito frío, ya que solo hemos podido elevar la frecuencia hasta 5 GHz. Para dejar estable los 5.1 GHz nos demandaba demasiado voltaje y siempre nos gusta buscar «el punto dulce».
Su precio de venta en tiendas online oscila los 305 euros. Creemos que es un precio algo alto, ya que existen alternativas muy potentes por un precio similar y que se nos hace más apetecibles. Veríamos un precio más razonable de 225 euros, que estamos casi seguros que llegará a tenerlo en los próximos meses. ¿Qué os parece este Intel Core i5-10600k?
VENTAJAS | INCONVENIENTES |
– BUEN RENDIMIENTO EN MONO-CORE | – EL PRECIO ES ALTO |
– EXCELENTE ALTERNATIVA PARA GAMING | |
– POSIBILIDAD DE HACER OVERCLOCKING | |
– TEMPERATURAS SON BUENAS | |
– IDEAL PARA ESPORTS |
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