Ha tardado un poco, pero al fin hemos tenido acceso al Xiaomi Mi 10 para traeros el análisis completo del terminal de gama alta del fabricante chino. Fue el primer terminal lanzado con los nuevos procesadores Snapdragon 865, GPU Adreno 650 y memoria RAM LPDDR5 que perfilaban esta unidad como una de las más rápidas del mercado. Para asegurarnos los dos días de uso tenemos una batería de 4780 mAh, la que fuera una de las grandes debilidades del Mi 9.
Las nuevas bondades de este hardware le han permitido adoptar conectividad 5G, Wi-Fi 6 y cuádruple cámara con sensor principal de 108 MP. De igual forma su pantalla de 6,67 pulgadas se eleva a los 90 Hz con bordes 4D y unos impecables acabados en cristal y aluminio que han permitido elevar los estándares de calidad del fabricante en sus flagships. Si necesitáis ese empujoncito para decidiros a comprar este terminal, quedaros aquí para conocerlo con todo detalle.
Antes de empezar, damos las gracias a Xiaomi por haber confiado en nosotros al cedernos este producto para su análisis.
El Unboxing de este Xiaomi Mi 10 ya nos deja ver que el fabricante ha apostado por un acabado premium en todos los apartados del dispositivo. Para ello se está utilizando una preciosa caja de cartón duro con un peculiar acabado blanco brillante que refleja en forma de arcoíris la luz. La serigrafía como siempre es muy sobria, solamente el emblema del “10” y los números de referencia de producto.
Abrimos finalmente la caja para encontrarnos mas o menos lo de siempre, aunque esta vez el terminal está debajo de la cajita de accesorios y documentación. En la zona más baja encontraremos el cargador. Por parte del teléfono, este utiliza el típico protector de plástico que lo envuelve y los protectores de pantalla y traseros.
El bundle en este caso contará con los siguientes elementos:
Es un terminal que no tiene Jack, así que el fabricante ha tenido el detalle de incluir un adaptador para auriculares de este tipo. La funda también vemos que sube de nivel y no es la típica de silicona, sino que será un poco más gruesa y rígida, aunque suponemos que tendrá el mismo problema de degradación de color con la luz.
Este sería nuestro resumen rápido del diseño del Xiaomi Mi 10, merece ser más que nunca un gama alta por la gran calidad en los acabados y el bonito diseño que tenemos en el terminal. Veámoslo en detalle.
Para los amantes de los teléfonos pequeños mejor irse a la versión 10 Lite, ya que esta nueva generación sube considerablemente de tamaño al contar con una pantalla de 6,67 pulgadas. Y a pesar de no tener notch y bordes en pantalla, las medidas suben a casi 75 mm de ancho y 162,6 mm de alto, mientras que su grosor se mantiene en unos buenos 9 mm. El peso podemos considerarlo ajustado para la gran batería que tenemos, ya que asciende a los 208 g.
Todo el teléfono está construido en cristal y metal, más concretamente veremos un marco de aluminio lateral y cristal anti arañazos en la zona trasera y por supuesto en pantalla con Gorilla Glass 5. Y la paleta de colores elegida es una verdadera delicia, los tres colores disponibles (dos en España) ofrece un acabado metalizado brillante precioso y sin ningún tipo de degradado o figuras extrañas, eso sí es un imán de huellas. Los colores disponibles para nosotros serán el Verde Coral, Gris Crepuscular, siendo la segunda nuestro versión de análisis.
Centrándonos un poco más en la zona trasera del Xiaomi Mi 10, tenemos un perfecto acabado en cristal con los bordes en curvatura 4D siendo prácticamente un calco de la zona de pantalla. El terminal se nota bastante sólido en el agarre y con una comodidad perfecta al ser sur bordes completamente curvos. En la gran zona con acabado en espejo solamente encontramos el panel de cuádruple cámara con tres sensores agrupados y uno independiente. Es un elemento bastante prominente con unos 1,5 mm saliendo respecto a la parte trasera y destacando la inscripción de 108MP, que será el sensor central. El 4º sensor está un poco menos salido, mientras que el flash LED se sitúa justo por debajo de estos, integrado en la carcasa trasera.
Moviéndonos a la zona de pantalla, nuestras buenas sensaciones continúan, con un panel de una increíble calidad que detallaremos en el siguiente apartado. Un detalle necesario eran los bordes con curvos 4D y el fabricante ha cumplido para estar a la par de sus rivales. Es una curvatura bastante notoria, bastante similar a la usada por Samsung aunque todavía tenemos marcos de pantalla de unos 2 mm en los laterales, y uno 3 mm en zona inferior y superior.
Se perfecciona el sistema de instalación de cámara delantera, utilizándose para ello un agujero en pantalla con una posición que personalmente no me gusta demasiado. Como amante de lo simétrico, hubiera quedado mejor en la zona central y lugar de en la esquina izquierda. Eso sí, esta posición no estorba a notificaciones y pasa muy desapercibida, ya que el agujero está realmente conseguido. Con todo esto, la superficie útil de pantalla sube al 89%, siendo muy bueno, pero no el mejor que se puede encontrar.
Para este Xiaomi Mi 10 se incluye una funda de plástico semirrígido que ofrece mayor calidad que la típica de silicona. En nuestro caso no la hemos recibido al ser un terminal para análisis el cual viene sin su bundle original. Pero al menos parece que está mas trabajada y esperamos que dure más su transparencia y no se ponga amarilla demasiado rápido. Con su grosor debería mantener protegida la zona de cámaras sin problemas.
Veamos qué elementos de control y sonido tenemos en los laterales del Xiaomi Mi 10, unos que están construidos en aluminio en un total de 7 piezas con separadores para eliminar el efecto jaula. Llama la atención que haya tantos cortes, quizás sea por la posición de las antenas, o para mejorar la cobertura del terminal. El color utilizado es exactamente el mismo que el del resto del terminal.
Empezando mismamente por la parte superior, la tenemos bastante repleta con el altavoz de llamadas súper ajustado al borde del teléfono aunque no tanto como el del Samsung S20. Curiosamente el altavoz de audio superior tiene su propia abertura a la derecha, mientras que al lado encontraremos el micrófono de cancelación de ruido y un sensor de infrarrojos como broche final.
Seguimos con los laterales, y en la zona derecha tenemos los correspondientes botones para subir y bajar volumen, así como el botón de bloqueo y encendido en una posición muy cómoda y accesible. Con un agarre en ambas manos no tendremos problemas en acceder a él. En el lateral izquierdo no encontramos absolutamente nada.
Finalmente la parte inferior cuenta con la abertura para el segundo altavoz exactamente igual que la superior en diseño. Junto a ella otro micrófono, el puerto USB Type-C de alimentación y datos, y la bandeja para tarjeta. En esta ocasión la bandeja está capada para soportar solamente una tarjeta SIM y tampoco admite tarjeta de memoria.
Las buenas sensaciones con este Xiaomi Mi 10 continúan también con la pantalla, y podemos decir si lugar a equivocarnos que es el mejor panel que Xiaomi ha montado en un terminal hasta la fecha.
La capacidad de altas tasas de refresco que permite el nuevo hardware de Qualcomm hace que el fabricante chino pueda montar sin problemas un panel de 90 Hz. Concretamente se utiliza tecnología Super AMOLED y viene de la mano del Samsung como viene siendo habitual. La diagonal aumenta hasta las 6,67 pulgadas manteniendo el ratio de aspecto 19.5:9 y una resolución FHD+ a 2340x1080p, aunque en consecuencia la densidad de píxeles baja a unas 386 ppp.
El resto de especificaciones también son dignas de un flagship, con un brillo típico de 500 nits con picos de hasta 1100 nits gracias al soporte de HDR10+. La cobertura de color se fija en el 100% NTSC y la relación de contraste en 5.000.000:1. Podríamos considerarla una pantalla perfecta para juegos por su refresco y también por la respuesta táctil, que asciende a los 180 Hz, si bien es cierto que los móviles gaming llegan hasta los 240Hz en este apartado.
Pero en donde más se nota la subida del nivel de esta tecnología es en la calidad de la imagen y la neutralidad de colores. Lejos quedan esos colores sobre saturados y blancos tirando a verdes de generaciones anteriores, dándonos una temperatura de color perfecta a 6500K que además podemos modificar desde las opciones de configuración en la capa MIUI. Otro aspecto que se ha mejorado es la incidencia de reflejos en el cristal, en donde no vemos ninguna aberración verdosa o tipo arcoíris como sí ocurre en mi teléfonos del día a día Mi 9 T y otros modelos.
Si deseamos extender el consumo de batería, desde la configuración podremos seleccionar entre 60 Hz y 90 Hz cuando lo deseemos. No obstante la incidencia no es demasiado alta en este modelo, y gracias a la gran batería instalada podremos disfrutar de esta alta fluidez tanto en multimedia como en gaming y día a día.
Nos trasladamos ahora al apartado de sonido, y de nuevo el Xiaomi Mi 10 está haciendo un espectacular trabajo en este territorio. En las especificaciones el fabricante informa que se ha utilizado una nueva generación de altavoces en configuración doble con 7 imanes de tipo superlineal 1216 con una cámara de sonido equivalente a 1 cc (centímetro cúbico).
¿En qué se traduce todo esto? Pues en una increíble experiencia en todos los sentidos, y esta vez sí, digna de un terminal gaming en toda regla. Lo primero a destacar es el alto volumen que entrega, muy superior al modelo anterior, y además sin ningún tipo de distorsión en ninguna frecuencia, y esto nos llama mucho la atención. El rango dinámico también es perfecto, con un equilibrio en frecuencias muy bueno sin romper en agudos, con unos graves bastante notorios y nunca con sonido metálico.
Y al ser dos, las prestaciones de duplican, comprobando que esa salida superior ampliada se nota bastante con respecto a los modelos que utilizan la salida del auricular de llamada para ello. Sin duda un salto de calidad en toda regla para la marca china.
Seguimos ahora con otro apartado tan importante como es el de los sensores biométricos del Xiaomi Mi 10, en esta ocasión no puede falta el sensor de huella en pantalla y el reconocimiento facial.
Centrándonos en el sensor de huellas, tenemos un sistema de detección prácticamente instantánea. Con un simple toque de la pantalla (más o menos certero) no necesitamos más para desbloquear el terminal. Se nota que Xiaomi ha trabajado bien en este aspecto, mejorando mucho la velocidad a nivel de hardware y también de software. Se vio una gran mejora en la velocidad en el paso de MIUI 10 a 11, lo puedo corroborar con mi terminal y con un Redmi Note 7.
Y continuando con la cámara frontal, también se nota una subida de nivel en la transición, facilitada por no ser un sistema plegable y por introducir mejoras en la animación del desbloqueo. Al igual que la huella, el sistema es prácticamente instantáneo, funcionando muy bien a contraluz y en escenarios con bastante oscuridad ayudándonos del brillo en pantalla. La tasa de acierto es muy alta, incluso con ornamentación en nuestro rostro y puestos de lado. Un detalle importante es que el terminal no se desbloqueará si tenemos los ojos cerrados.
Un aspecto que se mantiene invariante en este Xiaomi Mi 10 con respecto al Xiaomi Mi 10 Pro es la configuración de hardware.
El fabricante chino fue el primero en lanzar al mercado un terminal con la nueva configuración de procesador de Qualcomm, con el Snapdragon 865. Esta CPU se mantienen con 8 núcleos a 7 nm TSMC con 1 x 2.84 GHz Prime Core Kryo A77 + 3 x 2.42 GHz Gold Core A77 + 4 x 1.8 GHz Silver Core A55. A esta configuración que casi llega a los 3 GHz le acompaña la nueva GPU Adreno 650 también en 7 nm compatible con DirectX 12, OpenGL ES 3.2, OpenCL 2.0 y Vulkan 1.1 trabajando a 587 MHz.
Ya es conocido por todos las mejoras en compatibilidad de esta CPU que admite de forma nativa sensores de 108 MP, tasas de refresco en pantalla de 120 Hz, Wi-Fi 6 y 5G, en donde parte de estas especificaciones ya las tiene este terminal. Comparándolo con un ordenador, diríamos que es una versión mejorada del troquel de 7 nm que añade más carriles de datos.
No es todo, porque Xiaomi también fue el primero en comercializar un terminal con memoria RAM utilizando un paquete de 8 GB LPDDR5, concretamente el que fabrica Samsung y que también está presente en sus terminales. Quizás ser el primero no fue la mayor ventaja, ya que poco después se crearon paquetes a 12 GB y ahora a 16 GB. Xiaomi sí que tiene una versión de 12 GB del Mi 10 para China. El caso es que esta nueva generación de memoria aumenta su frecuencia a los 2750 MHz en este modelo de análisis frente a los 2133 MHz de los LPDDR4X, mejorando en latencia y consumo.
La configuración de almacenamiento es más o menos la esperada, con dos versiones disponibles tanto en Mi 10 como Mi 10 Pro a un tamaño de 128 GB como el que analizamos, y 256 GB. Por supuesto se está utilizando la interfaz UFS 3.0/3.1 que proporciona mayores tasas de lectura y escritura que se traducen en una fluidez excelente del teléfono. Una desventaja en este aspecto es que no se tiene ampliación de memoria en ninguna de las versiones del Mi 10, ni tampoco el Pro. Con un teléfono capaz de grabar en 8K y hacer fotos de 108 MP sería bastante útil.
Os dejamos a continuación la puntuación obtenida en AnTuTu Benchmark que comprueba el rendimiento general del terminal. Así mismo realizamos los correspondientes test de benchmark en 3DMark y Geekbench 5 para ver la capacidad de procesamiento gráfico y de CPU en OPENGL ES.
Los resultados demuestran que es un terminal de rendimiento TOP como es de esperar. De hecho solamente el A13 de Apple ofrece en su CPU un mayor rendimiento bruto que el Snapdragon 865. Aún así, el teléfono gaming de Nubia le saca un poco más rendimiento a este hardware, tanto por los 12 GB de RAM como por la refrigeración por aire que implementa. En todo caso el rendimiento se brillante, fluidez perfecta, apertura de aplicaciones instantánea y un rendimiento siempre fluido en juegos.
Tras semejante despliegue de hardware, es turno de ver cómo será domado, y evidentemente se hará mediante Android 10Q con la capa de personalización MIUI 11.
En este aspecto no cabe duda de que es el sistema operativo referencia, pero aparecerán mucho amantes y detractores de la capa de personalización de Xiaomi. Bajo mi punto de vista, MIUI es una capa que ha evolucionado de una forma excelente en estos últimos dos años, mejorándose en todos los aspectos en la versión 11 y ahora la más reciente versión 12 que por supuesto llegará a la versión global del Xiaomi Mi 10 a no mucho tardar.
La versión de análisis concretamente es la 11.0.12 con los parches de seguridad más recientes de Google. En ella tenemos una renovada interfaz mucho más minimalista y limpia con menús lineales y muchas opciones de personalización acompañadas siempre de iconos identificativos. En ella tenemos funciones tan útiles como la configuración de parámetros de pantalla, herramienta para la grabación de pantalla o el modo oscuro para ahorrar batería. Quizás a muchos es chocará un poco la gran cantidad de menús, submenús y opciones que tiene, pero todo es acostumbrarse.
En cuanto a la optimización de esta capa, hemos comprobado que es excelente en este terminal, que de hecho prácticamente ha nacido con ella. Una gran fluidez en todos los menús y acciones táctiles, así como en el navegador y desempeño impecable de las notificaciones, siempre un punto débil de MIUI.
Tras haber instalado la última versión disponible, no hemos notado ningún tipo de influencia en la gestión de energía ni el famoso MIUI Optimization que tantos problemas da en otros terminales como por ejemplo el Mi 9 T (doy fe) y con el Mi A3 en donde la nueva versión no termina de despegar. A día de hoy, quizás sea el único punto débil de la capa de Xiaomi, al no saber si una nueva actualización nos puede deparar problemas en la autonomía.
Finalmente llegamos al apartado de la fotografía, y este Xiaomi Mi 10 no va a ser una brutal revolución en lo que se refiere a tratamiento de imágenes, ya que sigue estando por debajo de otros flagships como Samsung, Apple o OnePlus.
La principal novedad que implementar el terminal es un sensor principal de nada menos que 108 MP, que viene de la mano de Samsung y no es el mismo que equipa el S20 como podemos intuir. Junto a él, otros 3 sensores que van a variar sustancialmente con la versión Pro, y lo cierto es que más bien podrían pertenecer a un gama media premium. Es la apuesta de Xiaomi para diferenciar su Mi 10 Pro, y no podemos cambiarla.
Comencemos analizando los sensores traseros y su desempeño fotográfico:
La gran ausencia por tanto, es un teleobjetivo, que sí tiene la versión Pro con 10x de zoom híbrido. Lo cierto es que se echa mucho en falta, y que no se suple con un macro que más bien está para rellenar. En todos ellos está presente la función IA para “mejorar” la exposición fotográfica y el autoenfoque, aunque solo el sensor principal está estabilizado de forma óptica.
Con el sensor principal tenemos posibilidad de grabar vídeo en 8K@30 FPS, 4K@60 FPS 1080p@60 FPS y a 720p@30 FPS. Adicionalmente ofrece la posibilidad de grabar vídeo a cámara lenta a una resolución 720/1080p@120 FPS, sin capacidad para 960FPS.
El desempeño del sensor principal es una delicia sobre todo en lo que se refiere a detalle de la imagen. El modo 108 MP será especialmente útil para capturas en las que deseamos hacer un recorte con zoom o buscar los mínimos detalles como hemos hecho nosotros buscando los buitres en un plano lejano que apenas nuestros ojos pueden ver.
Es un sensor que añade bastante luminosidad a la imagen debido a su buen focal y el efecto del HDR es bastante natural y contenido en la mayoría de escenarios. La función IA no termina de gustarnos en casi ningún terminal y menos en los Xiaomi, ya que tiende a sobreexponer demasiado las imágenes siendo muy antinatural.
Por parte del gran angular, vemos que ofrece muy buenas prestaciones tanto en luminosidad como en caja distorsión de la imagen en los laterales. En modelos anteriores siempre se ha notado un pobre rango dinámico y fotos “apagadas” y aquí parece que se solventa muy bien ya sea por software o hardware.
El modo retrato sin embargo no nos ha terminado de ir fino, o quizás se lo hayamos puesto más complicado. Tiende a no definir bien los bordes cuando se encuentra con un primer plano dividido en otros subplanos como ocurre en las flores por ejemplo. Por su parte el sensor de 2 MP para macro sí que nos ha gustado mucho su rendimiento, enfocando muy bien incluso con leve movimiento y capturando bastante bien el detalle de los imágenes y nos insectos que ronda por ahí.
Por parte del modo noche, ya se vio una buena actualización de prestaciones con la entrada de MIUI 11 en otros terminales y aquí no es la excepción. Esta vez no lo hemos enfrentado a luces directas, pero en una situación bastante oscura solventa muy bien esa ausencia de luz sin perder detalle en el camino. En todo caso, este sensor de Samsung introduce mucha iluminación ya sin modo noche, así que está haciendo un mejor papel que incluso con el uso de flash. En el escenario de ejemplo os podemos asegurar de que ha habitación estaba muy oscura.
Finalmente el modo zoom también ofrece buenas prestaciones a pesar de que no tenemos zoom óptico como tal. En este Xiaomi Mi 10 la cámara principal cuenta con un modo x2 prefijado y hasta x10 haciendo pellizco a la pantalla. El x2 es prácticamente igual de bueno que el de un teleobjetivo de 8 o 12 MP, mientras que si aumentamos a partir de ahí, sí que se nota la pérdida de información.
El sensor delantero sí que está presente en ambas versiones del Mi 10 y se trata de un Samsung S5K3T2 que ofrece 20 MP de resolución. Cuenta con una lente de tipo ISOCELL con apertura focal 2.3, tamaño de píxel de 0,80 µm y tamaño 1/1.34. Ofrece la capacidad de grabar en resolución 1080p@30 FPS y 720p@120 FPS.
Por parte del selfie, también hemos quedado bastante satisfechos con él, y como se habitual los perritos suelen ser los protagonistas para evaluar la cantidad de detalle que es capaz de capturar en sus pelajes y en movimiento. Sí que le falta un poco de luminosidad y mejor rango dinámico, aunque las condiciones ambientales con un día nublado tampoco eran las ideales.
El entorno de trabajo de la aplicación de cámara del Xiaomi Mi 10 viene a ser el mismo que en otros terminales con las particularidades de los sensores instalados. Tenemos un área superior destinada a los opciones de configuración específicas para el sensor y modo que estemos utilizado en cada momento, la zona central de imagen y la parte inferior para los distintos modos y obturación. Los modos de zoom y pro formarán parte del área de foto como vemos en las capturas.
En total disponemos de 9 modos de captura, con tres de ellos centrados en grabación con cámara lenta, vídeo corto de 15 segundos y vídeo normal. La resolución y FPS se configurarán desde el menú superior. El resto están dedicados a imagen, con un modo 108MP, retrato y noche independientes. Para usar el macro tendremos que movernos hacia el menú superior, en donde también se encuentra la función IA, flash y HDR entre otras.
Una de las críticas más repetidas con el Xiaomi Mi 9 fue la batería introducida, ya que era bastante pequeña con una notable debilidad en la autonomía del terminal. El Xiaomi Mi 10 va a quedar bastante lejos de estas críticas al subir la capacidad hasta nada menos que los 4780 mAh, incluso más que la versión Pro con 4500 mAh.
Y no solo ha mejorado en capacidad sino también en modos de carga, ya que se introduce una carga rápida de 30 W con cargador de esta capacidad incluido, carga inalámbrica de 30W e incluso carga inalámbrica irreversible de 10W. Sin duda otra de las grandes ausencias de Xiaomi en su gama alta era el no tener nunca carga inalámbrica o irreversible, aquí ha hecho gala de un terminal premium introduciéndola.
La autonomía del terminal se sitúa en dos días con un uso normal con pantalla a 90 Hz a mitad de brillo, así que ahorrando batería no tendríamos problemas en superar los dos días y medio o más. Haciendo un uso intensivo de pantalla y CPU estamos llegando a un día completo sin problema alguno.
Y solamente nos queda ver el pack de conectividad del Xiaomi Mi 10, que en este caso introduce prácticamente todo lo que hay disponible en la actualidad. Tenemos WiFi 6 Dual Band bajo IEEE 802.11ax con MU-MIMO, OFDMA y modo de conexión compartida, así como Bluetooth 5.0 LE y conectividad 5G en nuestra versión. Solo hemos tenido acceso a 4G por no contar con una tarjeta 5G compatible.
Y la configuración se completa con posicionamiento geográfico A-GPS, Beidou (B1), Galileo (E1+E5a), GLONASS (L1), GPS (L1+L5) y QZSS. Encontramos también sensores NFC, ANT+, APT-x e incluso sensor de infrarrojos. Por el camino solo se nos ha quedado la conexión Jack de 3,5 mm, la presencia de radio FM, algo normal y esperado.
Como ya hemos citado durante el análisis, podemos considerar el Xiaomi Mi 10 como un terminal premium en toda regla, ya que, esta vez sí, el fabricante ha puesto toda la carne en el asador para entregarnos un móvil redondo, y solo recortado en cámaras en beneficios del Mi 10 Pro.
El primer pilar que sustenta nuestra opinión es el impecable diseño del terminal, en donde ha vuelto la pantalla curva por los laterales los marcos ajustados y un agujero en pantalla para la cámara frontal. Su construcción en aluminio y metal nos deja una gran sensación en mano, con una paleta de colores muy elegante. Solo le ha faltado resistencia al agua y polvo.
No es arriesgado decir que tenemos la mejor pantalla que Xiaomi ha instalado en un terminal, con 6,67 pulgadas soporte para HDR10+ y un brillo que llega a los 1100 nits. La calidad de color es simplemente perfecta y el acabado del cristal protector muy neutro y sin reflejos. Además implementa 90 Hz de refresco, y un lector de huella rapidísimo al igual que el reconocimiento facial.
Fue el primer fabricante en lanzar un terminal con Snapdragon 865 + Adreno 650 y un paquete de 8 GB de RAM DDR5, los cuales nos dan una fluidez y rendimiento solamente por debajo de los terminales gaming optimizados. Convertir los puntos débiles en fuertes se ha cumplido con una batería de 4780 mAh que nos dará para dos días como mínimo, con triple carga rápida + inalámbrica + reversible.
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No olvidemos el apartado de la conectividad y multimedia, porque tenemos Wi-Fi 6, 5G y NFC. El sistema de sonido nos ha sorprendido gratamente con un doble altavoz muy potente y de enorme calidad al nivel de un terminal gaming. MIUI también es una capa que evoluciona de forma muy positiva para perfilarse como una de las mejores, y solamente se debe mejorar el tema de las actualizaciones en algunos terminales.
El apartado de las cámaras no ha sido precisamente una revolución, aunque ese sensor de 108 MP hace gala de una versatilidad muy alta e imágenes de brutal detalle, comportándose a la perfección en iluminación, balance de blancos y modo noche, e incluso zoom digital x2. El resto de sensores es verdad que pasando a un perfil algo más discreto, estando bastante por encima la versión Pro, aunque todavía no están en condiciones de competir con los flagships de Samsung o Apple.
El Xiaomi Mi 10 podemos encontrarlo actualmente por un precio de 799 euros en la tienda oficial de Xiaomi España y unos 749 euros en tiendas como Amazon. Quizás sea un precio algo más alto de lo esperado, aunque es entendible por todo el nuevo hardware que tenemos en él. Los tiempos y al crisis sanitaria tampoco acompañan en la reducción de precio tras tres meses de ventas, pero no deja de ser más barato que los OnePlus, Samsung y Huawei de turno, y solo lo pone el jaque el realme X50 Pro.
| VENTAJAS | INCONVENIENTES |
| + DISEÑO, ASPECTO Y ACABADOS IMPECABLES | – SIN PROTECCIÓN IPX |
| + HARDWARE TOP Y DE GRAN POTENCIA | – CÁMARAS TODAVÍA POR DEBAJO DE OTROS FLAGSHIPS |
| + BATERÍA DE 4780 MAH | – NO TRAE LED DE NOTIFICACIONES |
| + LA MEJOR PANTALLA DE UN XIAOMI Y A 90HZ | – PANEL DE CÁMARAS BASTANTE SALIDO |
| + ALTA VERSATILIDAD EN CÁMARAS CON 108 MPX | |
| + IMPRESIONANTE POTENCIA Y CALIDAD DEL AUDIO | |
| + SENSORES BIOMÉTRICOS MUY RÁPIDOS | |
| + ANDROID 10Q Y MIUI MUY ESTABLES | |
| + WI-FI 6 Y 5G | |
| + INCLUYE ADAPTADOR USB-C – JACK |
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