¿Qué es la memoria virtual y para qué sirve?

Hoy queremos responder a las posibles dudas que surjan en torno a qué es la memoria virtual y para qué sirve. No descubrimos nada afirmando que la memoria de nuestros equipos, en sus diferentes formas, es una de las piezas cruciales del mismo.

A través de esta memoria, las piezas clave para el procesamiento y transformación de la información de nuestros ordenadores obtienen los datos que necesitas; mientras que, en el caso de la memoria persistente, también nos ayuda a mantener dentro de nuestras máquinas todo nuestro trabajo, recuerdos y aficiones. Existen muchos tipos de esta memoria, pero una de las más desconocidas es, sin duda, la memoria virtual.

Entendiendo a la memoria virtual

Cuando hablamos de memoria virtual, no estamos hablando de un módulo de RAM que podamos visualizar entre las piezas de nuestro equipo. Hablamos de una técnica de gestión de la memoria del equipo, cuyo uso reside en la utilización conjunta de la memoria principal del sistema y nuestra unidad de almacenamiento, como un disco duro. Es decir, es una técnica que usa el sistema para emplear parte de nuestro almacenamiento como un módulo más de memoria; como, por poner un ejemplo que podamos localizar rápido, la memoria RAM.

Gracias a la memoria virtual nuestro sistema puede usar parte del almacenamiento como si se tratara de memoria adicional.

Esto sucede porque la memoria de nuestro equipo no son un conjunto de módulos físicos, sino un sistema interconectado que opera a diferentes niveles. La memoria virtual es, generalmente, el último nivel de acceso; ya que su clasificación depende de su velocidad, latencia y facilidad de acceso. Pero también es la de menor tamaño, por lo que, gracias a su uso, podemos “descargar” gran parte de la información de la memoria principal para dejar paso a más datos. Su integración con el sistema es completa, por lo que no nos debería suponer ningún tipo de impedimento para con el uso normal de nuestro equipo.

Cuál es el origen de este tipo de “memoria”

Aunque ahora es normal ver equipos con memorias RAM que superan los 16 gigabytes, y cachés de varios niveles que llegan a los megas de capacidad; en el pasado, la memoria era uno de los recursos más limitados de nuestros equipos. Cualquier forma de “ahorrar” o descargar memoria era válido para operar con gran cantidad de datos, ya que si nos quedamos sin memoria se nos imposibilita la capacidad de ejecutar programas de forma normal.

La memoria virtual surgió como uno de estos métodos de ahorro y descarga, permitiéndonos hacer más en equipos con poca memoria disponible, sin necesidad de adquirir más unidades de memoria adicionales. Generalmente caras en el pasado. Era una medida muy útil en casos de necesidad, o para llevar a cabo trabajos que no podríamos hacer en un equipo con cierta cantidad de memoria.

Debido a su utilidad, es una función que seguimos viendo aún hoy en sistemas operativos modernos, aunque con tamaña cantidad de memoria que manejan los equipos modernos, no solemos requerir de la ayuda de la memoria virtual para agilizar la capacidad del equipo.

Qué problemas entraña el uso de memoria virtual

Aunque la integración de la memoria virtual en nuestro equipo es completa, y el sistema trata a este espacio adicional como memoria adicional; la velocidad que alcanzan nuestros sistemas de almacenamiento, así como la latencia de estas, no puede equipararse a la de una memoria preparada como la memoria RAM.

Los equipos que requieran el acceso a información ubicada en la memoria virtual porque el resto de memoria del sistema esté en uso se verán afectados por este hecho; siendo más lentos a la hora de tratar estos datos que en un equipo que disponga de más espacio “físico” en su memoria.

La memoria virtual no puede sustituir a la memoria física preparada para su cometido. A la hora de la verdad, una ampliación de RAM será más útil.

Aún hoy, con la existencia de unidades SSD de alta velocidad, estos dispositivos y tecnologías no pueden equipararse a velocidad a la memoria tradicional. Es normal, pues su cometido es almacenar información incluso antes de leerla, moverla y escribirla; como sí sucede con otros tipos de memoria.

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A pesar de esto, la memoria virtual sigue siendo un recurso de utilidad del que no deberíamos prescindir en nuestros equipos por si, llegado el momento, requerimos de su utilidad una vez más.