Seguramente los que más sepan sobre cómo destruir un disco duro sean los organismos gubernamentales, y otras entidades poderosas para salvaguardar sus importantísimos datos.
Así que para los que tienen implícito ese afán de destrucción que caracteriza al ser humano, vamos a ver las formas más efectivas de destruir un disco duro para que jamás se pueda obtener información de su platos o memorias.
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El disco duro es uno de los elementos principales del conjunto de hardware de un ordenador. Su cometido es el de almacenar toda la información que se procesa en nuestro equipo, que descargamos de Internet y que creamos nosotros mismos. Esta información siempre se guardará en formato digital, mediante ceros y unos (electricidad y no electricidad), así que la clave será conseguir borrar estos impulsos eléctricos ubicados en la memoria.
En la actualidad disponemos de varios formatos de discos duros y soportes de grabación de datos que conviene citar para detectar sus puntos débiles a la hora de conseguir nuestro competido
El disco duro mecánico es el soporte de información más conocido y habitual en nuestros ordenadores. Todo el que desee un medio de gran capacidad a bajo coste por GB, tendrá uno de estos.
El sistema de almacenaje se basa en platos apilados unos encima de otros instalados en un eje común que girará a 5400, 7200 o incluso 12000 revoluciones por minuto. Estos platos pueden grabar información por ambas caras, gracias a un recubrimiento magnetizable y una aguja situada a solo unas micras de la superficie (sin tocarla) que graba la información mediante pulsos magnéticos.
Punto débil: su cámara limpia
Su condición de disco duro implica que realmente es muy duro, ya que este cuenta con un encapsulado construido en aluminio y acero inoxidable de gran dureza para asegurar una cámara limpia para los platos.
Esta es su principal debilidad, ya que accediendo a esta cámara podemos dar prácticamente por muerto al disco duro. Con la simple presencia de una mota de polvo que tropiece con las agujas de escritura quedarán inservibles casi seguro. Pero ojo, porque todavía la información estará contenida en los platos.
Un disco duro de este tipo no tiene elementos combustibles (que se quemen) así que esta no será una opción si no lo abrimos, y además debemos asegurar que los platos serán los que reciban el daño.
En el caso de los discos duros sólidos, son aquellos que actualmente debemos utilizar para instalar nuestro sistema operativo y programas. Es entre 5 y 35 veces más rápido que un disco duro normal, pudiendo llegar a transferencias de hasta 5000 MB/s frente a los 130 a 200 MB/s que llegar un disco mecánico.
Estas unidades ya no tienen discos magnéticos, sino chips de memoria sólidos (de ahí su nombre) que almacenan la información en celdas construidas por puertas lógicas NAND capaces de almacenar varios bits de información.
Punto débil: los chips de memoria muy expuestos
Lo bueno de los discos sólidos es que sus chips están casi siempre muy expuestos, por ejemplo, en los de formato M.2. Aunque en otros como los SATA de 2,5” debemos abrir su encapsulado, que puede ser de aluminio, chapa o plástico para acceder a su circuito electrónico. Será aquí en donde debemos hacer nuestros esfuerzos por romperlos, ya que el elemento que almacena la información.
Las tarjetas de memoria en esencia son como unidades sólidas al basarse en el mismo sistema de almacenamiento de datos.
Pero claro, no solo podemos destruir un disco duro, sino también otro tipo de soportes de almacenamiento que ya no queramos como pueden ser las unidades ópticas y disquetes.
Punto débil: su mera existencia
Los CD-ROM también basa su almacenamiento en una superficie circular que se quema mediante un láser para grabar la información, y que se magnetiza de forma similar a un disco duro en el caso de los diskettes.
Son objetos construidos en plástico y flexibles, así que su existencia es bastante efímera y son sumamente sencillos de destruir solo con rayarlos.
Debemos ser cuidadosos a la hora de destruir un disco duro, ya que hay empresas especializadas en recuperación de información en unidades que incluso han sido quemadas en su carcasa exterior o con discos parcialmente rayados.
Veamos las formas más efectivas de romper un disco duro según nuestras posibilidades y objetos a nuestro alcance.
A poco que nos guste un poco el bricolaje y el estudiar los componentes informáticos, la forma más satisfactoria bajo nuestro punto de vista es la de desmontarlo por piezas. Hablamos principalmente de discos duros mecánicos, porque en su interior habrá algunos elementos de utilidad. Como por ejemplo el potente motor brushless que hace girar los discos, los imanes de las cabezas lectoras también de gran potencia, y por qué no, los discos perfectamente pulidos como trofeo.
Lo que necesitamos en este caso será un destornillador con cabeza de tipo Torx (no confundirla con la Torx Plus ni la Torx Security), una que no es muy habitual en destornilladores de consumo general. Pero hay kits muy completos en el mercado con una enorme cantidad de cabezas y tipos que harán las delicias de los aficionados. Dejamos el que nosotros utilizamos:
Última actualización el 2024-11-24
Accederemos de forma casi directa a los platos retirando el encapsulado de aluminio de la parte superior, la cual tendrá siempre una pegatina con las características de la unidad. Opcionalmente podremos desmontar también la PCB de la otra cada para acceder a las conexiones eléctricas y demás.
Una vez destapado, debemos de retirar el sistema de imanes que sujetan las agujas de escritura, que estarán sujetas por tornillos del mismo tipo de cabeza, y posiblemente un diámetro más pequeño o el mismo. Debemos fijarnos en ambas caras del disco duro para ver si el anclaje es doble.
A la misma vez vamos a ir retirando los tornillos que sujetan los platos al motor para extraerlos uno a uno de forma escalonada. Finalmente podremos sacar todo el conjunto de una sola vez. Solo queda desanclar el motor brushless de la carcasa, que en el mejor de los casos vendrá de un solo bloque y reutilizable por ejemplo para un avión o coche RC, u otra actividad.
Si queremos asegurar el no acceso a datos de forma total por meros motivos paranoicos, solo tendremos que rayar la superficie de cada una de las caras de cada uno de los platos.
No todos los discos duros dan acceso a la cámara limpia, ya que los que tienen helio en su interior, como los Toshiba y Western Digital y Seagate a partir de 12 TB están sellados.
Si no tenemos medios a nuestra disposición para romper un disco duro la única forma que tenemos es darle golpes contra algo duro, a ser posible arrojándolo con fuerza. Este método no tiene mucho tecnicismo, aunque podemos decir que las carcasas soportan golpes con bastantes fuerzas G, e incluso aplastamientos de ruedas de coche, no siendo esta una opción factible.
Siempre debemos centrarnos en la cara en donde tenemos la pegatina, ya que es la superficie más delgada y la que podremos romper con menos esfuerzo. Cuidado con darle contra el suelo porque podríamos dañar las losas, y tu madre será mucho peor enfadada que exponer tus datos.
Si tenemos un destornillador plano a nuestra disposición, podemos hacer palanca en esta placa para conseguir separarla del resto de la unidad y así poder acceder a los discos. Podríamos verter agua, o tierra en el interior para conseguir rayar los platos y dejarlos inservibles.
Otro método factible es darle con un martillo sobre la cara más débil y conseguir doblar la unidad. En su detecto podemos utilizar un objeto puntiagudo para intentar perforar la carcasa. Puede ser un destornillador, tenedor, cuchillo o algo punzante.
El siguiente método es uno tan efectivo como el taladrar la superficie del disco duro hasta acceder a los platos que tienen grabada la información. Creemos que muchos de los usuarios tendrán la menos una herramienta como esta en casa y tiene bastante efectividad al no necesitar aplicar fuerza, no golpear la unidad.
Eso sí, al menos debemos conocer los tipos de brocas que existen para los taladros y saber colocar la correcta. Existen fundamentalmente tres tipos:
Seguiremos taladrando hasta estar seguros de haber atravesado todos los platos. Como veis, todo tiene su ciencia, así que siempre debemos conocer las herramientas para no herrar en nuestro proyecto de destrucción
El siguiente método desde luego es el más costoso, pero vendrá bien para aquellos usuarios que suelen destruir bastantes unidades a lo largo de su vida debido a su trabajo o necesidades. Principalmente son productos que se comercializan para fines profesionales, como el SEM Model 01010.
Se trata de una herramienta especialmente concebida para destruir discos duros mecánicos, y en general cualquier unidad que se interponga en su camino. Claro que su precio es prohibitivo y de mana menos que 7.000 dólares para consumo general. Existen otros modelos como la Intimus Crypto 1000, muy similar al anterior comentado o el EBA 0101HDP más profesional y de mayor rendimiento y efectividad.
El formato de bajo nivel o Low Level Format no es el formateo que realizamos tradicionalmente en nuestra unidad cuando deseamos borrar el contenido o instalar de nuevo Windows. Este tipo de formateos dejan posibilidad de recuperar la información, sobre todo el modo rápido que solamente elimina la tabla de particiones de la unidad.
Pero el Low Level Format es diferente, ya que es una operación realizada directamente contra los sectores del discos duro y contra los bits grabados en la capa magnetizada de los platos. En este método se escribirán todos y cada uno de los bits de almacenamiento destruyendo la información que hubiera en ellos.
Nosotros ya contamos con un artículo en donde explicamos como realizar este método con la herramienta DBAN mediante una unidad flash booteable que arrancará la aplicación. Esta realiza tres pasadas el disco duro para asegurar que todo dato existente se destruye.
Ojo, porque esto no es aplicable a las unidades de almacenamiento sólido SSD, sino a discos duros de origen mecánico.
A continuación, y para asegurarnos de que no se accede al contenido, podemos ejecutar los otros métodos de destrucción como le taladrado, desmontaje de la unidad por piezas o cualquier otra.
El procedimiento con unidades SSD lo tenemos un poco más fácil, ya que sus elementos electrónicos están mucho más expuestos. En este caso un método efectivo sería simplemente partir la PCB en trozos y con ella los chips de silicio que tienen las celdas de memoria. Esto es mejor realizarlo con precaución y alguna herramienta como un martillo, ya que las pistas y soldaduras tienen superficies afiladas y pueden cortarnos.
Otra forma más sutil de hacer esto es cortocircuitar el dispositivo, aunque para ello deberíamos de manipular elementos eléctricos de alto potencial como los enchufes de casa, así que no lo recomendamos.
En la actualidad hay programas que también realizan un formateo a bajo nivel en SSD, por ejemplo la Intel Solid State Drive Tools, o directamente aquellas herramientas que incluyan las unidades compradas, ya que la mayoría como Wester Digital, Toshiba, Kingston, Corsair, etc tienen la suya propia. En ellas, siempre habrá una opción de “borrado seguro”, esto realiza un borrado de bajo nivel de los chips.
Como vemos, incluso destruir un disco duro tiene su ciencia, y nosotros hemos decidido recopilar los métodos que creemos más efectivos para los usuarios interesados. Asegúrate siempre de hacerlo en un entorno seguro y sin peligro para tu integridad.
Te dejamos ahora con algunos tutoriales extras interesantes sobre almacenamiento:
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