Es necesario calcular la potencia de fuente de alimentación que necesitamos a la hora de comprarla. Dentro, te enseñamos a hacerlo.
La fuente de alimentación es un componente vital para que el funcionamiento de los componentes sea correcto. En este sentido, la eficiencia energética y la potencia de la fuente de alimentación son claves para ahorrar y optimizar la energía. Seguiremos el lema de «más vale que sobre a que falte», pero sin pasarnos. A continuación, os enseñamos a calcular la potencia de la fuente de alimentación.
Índice de contenidos
Cómo calcular la potencia de la fuente de alimentación
Para empezar, es necesario conocer el consumo de los componentes que más potencia necesitan: procesador y tarjeta gráfica. Estos dos van a marcar las necesidades de energía del equipo porque son los que más consumen. Más adelante, veremos la importancia que tiene este componente a largo plazo.
Procesador
Empezando por el microprocesador, podemos saber la energía que consume a través de su TDP. En este punto, hay que decir que el consumo es relativo ¿Qué significa esto? Dependiendo de la carga de trabajo, el procesador consumirá más o menos energía.
De este modo, la potencia que veáis en el TDP de la ficha técnica del procesador, tomadlo como un valor mínimo o medio. La razón de ello radica en que, a máximo rendimiento, nuestro chip va a consumir mucho más de lo que se marca en ficha técnica.
Por no hablar de procesadores overclockeados, los cuales consumen bastante más de lo que se especifica en el TDP. Por tanto, multiplicad dicho valor por 2 o más (dependiendo del procesador) para haceros una idea de la potencia que necesitáis para elegir una fuente de alimentación correcta.
Por ejemplo, como vimos en nuestra review, el Ryzen 5 3600 consume 73W en reposo y 140W en plena carga. Así os lo mostramos en esta imagen:
Si nos vamos a la ficha técnica del Ryzen 5 3600, este es su TDP.
En resumen, no nos vale el TDP default que nos dan en ficha técnica. Buscad una review sobre vuestro procesador para conocer el consumo en plena carga porque, en el caso del i9-9900K (mirad en la imagen de arriba), habría que multiplicar el TDP default por 5 (default 49 W y en carga 261 W).
Tarjeta gráfica
Como ocurre con los procesadores, la GPU no consume lo mismo en reposo que en plena carga. Aquí no sólo importa el modelo de la GPU, sino cuántas usamos o si la overclockeamos. Mucho cuidado con esto para aquellos que practiquen Crossfire o SLI porque necesitarán una fuente de alimentación potente.
Deciros que la tarjeta gráfica es el componente que consume más energía. Por ejemplo, en plena carga, una RTX 2080 puede consumir 368 W tranquilamente. Cogemos esta imagen de la review de la EVGA RTX 2080 Super XC Gaming.
La cosa se complica cuando tenemos 2 GPUs funcionando al mismo tiempo, consumo que se multiplica por 2. En el caso de tener 2 RTX 2080, tendríamos un consumo en carga de 732 W, lo que es una locura. Igualmente, parece que esta idea está empezando a desaparecer porque no todos los juegos aprovechan tener varias GPUs.
La conclusión es que una GPU puede consumir muy poco en reposo, pero en carga es un componente que puede requerir mucha potencia. Haciendo un repaso, si tuviéramos un Ryzen 7 3700X y una RTX 2080, sumaríamos un total de 663 W entre sólo estos 2 componentes. Si a eso le añadimos disipador, varios discos duros, módulos de RAM… podemos pasar los 670 W tranquilamente.
Como os digo, más vale que sobre a que falte, pero cuidado: la potencia de una fuente no lo es todo.
Memoria RAM
La memoria RAM consume poco, pero merece la pena que lo tengáis en cuenta a la hora de calcular la potencia que necesita una fuente de alimentación. El consumo de la memoria RAM sube conforme más módulos y más frecuencia tengamos.
Normalmente, 2 x 4 GB DDR4 (8 GB) consumen unos 10 W. Así que cada módulo consume alrededor de 5 W. Lógicamente, no consumirán lo mismo un módulo a 3000 MHz, que otro a 3800 MHz o más.
Simplemente, lo ponemos para que lo tengáis en cuenta, pero no os vais a quedar tirados por el consumo de los módulos.
Discos duros
Siguiendo la línea de la memoria RAM, los discos duros suelen consumir muy poca energía. Todo dependerá de la tecnología del disco, como del modelo específico. Igualmente, no esperéis un consumo superior de 5 W por cada disco duro.
Tarjeta de sonido
La ilustramos porque puede darse el caso de que alguno de vosotros/as tengáis una tarjeta de sonido muy buena. El consumo de este componente no suele exceder los 10 W, pero podemos encontrarnos con modelos muy buenos que lleguen a los 30 W.
De nuevo, es importante que miréis la ficha técnica de cada componente, exceptuando las salvedades de la CPU y GPU.
Eficiencia energética
Las fuentes de alimentación declaran la potencia máxima a la que pueden llegar, pero eso significa que lo hagan de manera constante. Aquí es donde entra la idea de la eficiencia energética, debido a que ese «pico de potencia» sólo opera durante ciertos períodos.
La idea que os ofrecemos es la siguiente: una fuente de alimentación cuya potencia cubra las necesidades de nuestros componentes y un poco más extra. Ese poco más extra puede ser tremendamente útil en caso de cambiar componentes o añadir más. De este modo, tendremos las necesidades presentes cubiertas, como las futuras.
Pensad que la fuente de alimentación es un componente difícil de romper y que ofrece una vida útil bastante larga. Por ello, merece la pena invertir cierta cantidad de dinero porque pocos avances tecnológicos hay en estos componentes. En el caso de las tarjetas gráficas, mejoran cada 2 años; en los procesadores, también.
En resumen: no sólo hay que fijarse en la potencia, sino en la eficiencia energética.
¿Qué debo saber de la eficiencia energética?
Esta noción es obligatoria para aprender a saber a calcular cuánta potencia necesita nuestra fuente de alimentación. En este componente, la eficiencia energética viene catalogada (de menor a mayor) de la siguiente manera:
Carga | 80 Plus | 80 Plus Bronce | 80 Plus Silver | 80 Plus Gold | 80 Plus Platinum | 80 Plus Titanium |
20% | 80% | 82% | 85% | 87% | 90% | 90% |
50% | 80% | 85% | 88% | 90% | 92% | 92% |
100% | 80% | 82% | 85% | 87% | 89% | 94% |
¿Esto qué quiere decir? Vamos a hacerlo con un ejemplo:
- Una fuente de alimentación con certificación 80 Plus Silver.
- Tiene 600 W.
- ¿Cuánta potencia ofrecerá máxima carga? Su eficiencia es del 85%, por tanto podrá entrega 510 W.
Para terminar de ilustrar esta diferencia, vamos a poner otro ejemplo:
- Fuente de alimentación con certificación 80 Plus Titanium.
- Tiene 600 W.
- ¿Cuánta potencia ofrecerá a máxima carga? Su eficiencia es del 94%, así que entregará 564 W.
Lógicamente, conforme subamos de certificación, el precio de la fuente de alimentación aumentará bastante. Para que os hagáis una idea, una fuente 80 Plus Titanium de 650 W puede salir por unos 140€, aproximadamente.
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Última opción: calculadoras online
Como última opción, podéis usar calculadoras online para saber cuánta potencia necesitáis. Estas herramientas nos ofrecen un cálculo aproximado de la potencia que necesita nuestro PC. Existen mejores y peores, pero os recomendamos que las utilicéis de forma orientativa, que no imperativa.
Lo que queremos deciros, es que es mucho mejor calcular la potencia de nuestra fuente de forma manual, y teniendo en cuenta las excepciones del TDP en GPU y CPU. Uno de los problemas que tienen estas calculadoras, es que hacen todos los cálculos basándose en TDP default de estos dos componentes.
Igualmente, para aquellos/as interesados/as, os dejamos un link de nuestro recopilatorio de las mejores calculadoras que existen.
Esperamos que os haya sido de ayuda este tutorial. Si tenéis alguna duda, podéis comentad abajo para que os ayudemos.
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