El Gobierno de los Estados Unidos ha anunciado el pasado lunes una nueva remesa de normativas dirigidas a las exportaciones de empresas estadounidenses que envíen productos tecnológicos a compañías Chinas asociadas directa o indirectamente con el ejército chino.
Los conflictos con esta nueva normativa no se han hecho esperar dada la laxitud de lo que constituye una vinculación indirecta al ejército chino por parte de las empresas. La situación ha generado cierta confusión e inseguridad entre los distribuidores y el sector comercial.
La nueva normativa generaría que empresas americanas solicitasen una licencia para exportar tecnología a China. Los Estados Unidos también han retirado algunas excepciones a legislaciones anteriores que permitían a marcas americanas exportar material a compañías civiles chinas sin necesidad de licencia.
[irp]«Es importante considerar las ramificaciones que implican los intercambios comerciales entre diversos países que ya tienen ciertos antecedentes de desviar bienes comprados a compañías estadounidenses con aplicaciones militares», afirma Wilbur Ross, Secretario de Comercio.
Este nuevo conjunto de normativas también exigirá declarar su contenido a empresas que exporten a China, Rusia y Venezuela sin importar el valor monetario de sus bienes o productos.
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