La refrigeración de los portátiles es muy importante. Por tanto, nos preguntamos si las bases de refrigeración para portátiles son necesarias.
Los portátiles que vemos hoy en día han mejorado mucho sus sistemas de refrigeración, por lo que muchos se pregunta si son necesarias las bases de refrigeración. Esta pregunta la vamos a intentar responder a lo largo del artículo, pero os adelantamos que ya no son tan necesarias como antes. Si queréis saber si esto es necesario, echad un vistazo a lo siguiente.
Se tratan de plataformas equipadas con ventiladores potentes que se colocan debajo de los portátiles con el objetivo de enfriar éstos. Así que, actúa como peana o soporte porque encima de ellas se disponen los portátiles. Puede que algunos se pregunten ¿Por qué se sitúan debajo?
Esto es así porque muchos portátiles incorporan los ventiladores o las salida de aire caliente en la parte inferior. Otra razón sería que el procesador está soldado en el chasis, el cual se encuentra en la parte inferior. De esta forma, los ventiladores de las bases de refrigeración ayudan a disipar el calor del chip.
Última actualización el 2024-11-23
La respuesta breve sería «en algunos modelos» o «en algunas ocasiones«. Hace años, la disipación de los portátiles era insuficiente, lo que requería de una refrigeración extra que ayudara a enfriar el portátil. Ahora, se ha evolucionado e innovado bastante en esta área, por lo que no es necesario en la gran mayoría de modelos.
Sin embargo, la cosa cambia cuando utilizamos equipos con procesadores de alto rendimiento, los cuales están preparados para funcionar a altas frecuencias, lo que se traduce en chips más calientes. Los portátiles gaming o workstation pueden llegar a requerir el uso de una base de refrigeración para disipar todo el calor. Estos equipos también equipan tarjetas gráficas, así que la labor de disipación se complica.
Dicho esto, muchos modelos incorporan unos sistemas de refrigeración muy novedosos, los cuales pueden utilizar los marcos de la pantalla para expulsar el calor. Todo depende del uso que le demos, lo caliente que sea el procesador, el sistema de refrigeración del portátil y la temperatura exterior.
Cuando más se suele recurrir a las bases de refrigeración, es cuando llega el verano o las temperaturas altas. Todo está tranquilo en invierno e, incluso, primavera, pero la llegada del calor provoca una temperatura ambiente mayor, algo con lo que tiene que lidiar nuestro equipo.
La temperatura de nuestro equipo se ve comprometida cuando le exigimos máxima potencia, dando igual que nuestro chip sea de bajo consumo o de alto rendimiento. Si vamos a estar exprimiendo nuestro equipo durante un tiempo continuado, aseguraros de que la temperatura del procesador no sobrepasa los niveles normales.
Depende de tu portátil o de tu caso. No es algo imprescindible, pero puede alargar la vida útil de nuestro procesador, si la disipación de nuestro PC no es buena. Así que, os recomiendo hacer un seguimiento de las temperaturas de los componentes de vuestros portátiles. Para ello, descargaros HWMonitor, un programa que ilustra las temperaturas de cada componente.
Por tanto, no es un deber imperativo, pero sí puede ser útil para según qué caso. Esperamos que os haya sido de ayuda este artículo. Si tenéis alguna duda, dejádnosla más abajo para que os podamos responder.
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