Para muchos, Lenovo es el heredero espiritual de Toshiba en lo que a portátiles se refiere. En general encontramos en esta modelos con buena relación calidad/precio, y el Lenovo Thinkbook 15 no es la excepción. Con una pantalla de 15,6 pulgadas IPS FHD, Intel Core i7 de décima generación, 512GB SSD de almacenamiento y 16GB de RAM, este bicharraco está listo para lo que sea.
El embalaje del Lenovo Thinkbook 15 es austero. Se trata de una caja de cartón sin tratar con una ilustración en blanco y negro del producto acompañada del logotipo de la marca y un par de pegatinas en el lateral donde está impresa información específica referente a los componentes del portátil y su número de serie. En su interior, el Thinkbook llega protegido en un envoltorio de plástico dentro de dos moldes de poliestileno.
El contenido de la caja se resumen en:
El Lenovo Thinkbook 15 es un portátil de buen tamaño, con unas dimensiones de 364 mm x 245 mm x 18,9 mm y peso aproximado de 1,70kg aproximadamente. Su recubrimiento está realizado en aluminio y su color de marca es Mineral Grey (gris mineral).
En la cubierta superior dos serigrafías diferentes. Primeramente está el logo de Lenovo incluido dentro de un recuadro gris oscuro como negativo, y en la base de la tapa tenemos el nombre de la gama Thinkbook con un tamaño ligeramente mayor, también en gris. Por todo lo demás la cubierta es completamente lisa, las letras no ofrecen ningún tipo de textura más allá del cambio cromático y la presentación es de entrada bastante limpia y discreta.
Las esquinas de la tapa describen una curva redondeada que a su vez ofrece una depresión interna, no que crea una diagonal en que la tapa sobresale levemente por delante de la base donde se encuentra el teclado. Entre las dos superficies no encontramos ninguna marca o hundimiento adicional para introducir los dedos, aunque los límites de ambas tienen un bisel que suaviza los bordes internos tanto en la base como en la pantalla.
Observándolo de perfil también notamos que de forma natural la estructura del Lenovo Thinkbook 15 se inclina levemente desde su zona trasera a la base del teclado, contribuyendo a una mejor ergonomía a la hora de escribir. También podemos observar que el número de puertos con que llega equipado es bastante considerable.
En su vista frontal y trasera notaremos que hay un cambio de tonalidad generada por el bisel de plástico presente para la pantalla, el cual es de color negro mate. En la zona trasera la estructura de la bisagra, que consiste en una pieza única fabricada en el mismo plástico que el empleado en el reverso del Lenovo Thinkbook 15.
Le damos la vuelta y observamos varios aspectos de interés. Las dos hileras troqueladas para la disipación de aire caliente procedente de la CPU es la primera, acompañada de otras dos en los biseles delanteros en la posición de los altavoces. El siguiente aspecto de interés son las superficies de goma antideslizante, que en el Lenovo Thinkbook 15 suman un total de tres. Todas tienen forma de píldora y la de mayor tamaño, la trasera, sobresale sensiblemente más que las delanteras, favoreciendo con su elevación un mejor flujo de aire sobre superficies sólidas.
Vistos los exteriores, abrimos el portátil. Primeramente fijamos nuestro interés en la pantalla, completamente rodeada por un bisel negro de cierta anchura (unos 7mm). Personalmente no somos muy partidarios de este recurso y nos parece que los biseles son una especie en peligro de extinción. El acabado en plástico negro mate levemente rugoso le aporta solidez, y a su vez en los bordes cuenta con un fino marco adicional de unos 2mm de grosor que evita el contacto directo de la tapa con la base una vez la cerramos.
Algo que sí nos gusta bastante es que la pantalla de 15,6 pulgadas es un panel IPS mate, lo cual evita la mayor parte de los molestos reflejos ocasionados por puntos de luz cercanos. Su grosor es también bastante reducido, de apenas 6mm.
En la zona superior de la pantalla tenemos nuestra cámara integrada acompañada de dos micrófonos y un LED blanco que nos notifica cuándo está activa. Otro estupendo detalle que nos encanta porque somos un poco paranoicos es la inclusión de una discreta pestaña de privacidad que podemos cerrar para no tener descubierta la lente, mostrando en su lugar un punto rojo como marca visual de que está puesta. Este mecanismo está perfectamente integrado en el fino bisel exterior de 2mm del que os hablábamos anteriormente, muy bien pensado.
Nuestra vista desciende ahora hacia la base, y con ella el teclado. Esta superficie al igual que en la cubierta es también completamente de aluminio. Lo que llama primeramente nuestra atención es que nos encontremos ante un teclado completo al 100%, con su panel numérico y todo.
El botón de encendido y apagado está en la esquina superior derecha y tiene forma circular. A su alrededor contamos con una diadema de LED color blanco cuando está activa y es también aquí donde tenemos el lector de huella opcional.
Entrando a comentar las teclas como tal, estas por supuesto tienen un mecanismo de membrana. El material de fabricación escogido es el ABS y algo que ha llamado nuestra atención es la forma ovalada que presenta el lado inferior de las mismas. Esto hace que su forma tienda a ser más vertical y lo cierto es que hace que presenten un aspecto muy particular.
Esta zona del teclado se encuentra hundida en un espacio rectangular respecto al resto de la cubierta de la base, lo cual impide que las teclas impacten con la pantalla cuando esta se cierra.
La tipografía escogida para las teclas es buen tamaño, presentando un cierto grosor que no sólo facilita la lectura, sino que también hace que disfrutemos aún más de la retroiluminación blanca del teclado. Y hablando de iluminación, para los mecanógrafos la tecla Bloq Mayus izquierda cuenta con un LED individual que notifica cuándo las mayúsculas están activas.
Como habréis podido notar los más observadores, el trackpad del Lenovo Thinkbook 15 se encuentra ligeramente desplazado hacia la izquierda si miramos la base en su conjunto. Asumimos que esto se debe a la presencia del teclado numérico a la derecha, lo cual ha ocasionado que por cuestión de diseño el trackpad se centre en relación a la distribución del teclado como si de un 60% se tratase. Nos ha parecido una decisión curiosa cuando menos, especialmente porque obliga a los diestros a hacer un recorrido adicional para mover el cursor por la pantalla cuando están trabajando.
Continuando con el trackpad como tal, este consiste en una única pieza de plástico con un mínimo bisel. Su color es prácticamente idéntico al del resto de la superficie y tiene capacidad para toque dual. Justo bajo su superficie contamos con los botones individuales izquierdo y derecho. Su superficie total es de unos 10,6 x 7 cm, lo cual le da un tamaño moderado.
Continuamos con una de nuestras secciones favoritas, y es que no sabemos vosotros pero por nuestra parte más vale que sobre a que falte. El Lenovo Thinkbook 15 viene preparado para prácticamente cualquier cosa. Con conexiones analógicas, tenemos:
El compartimento oculto presente en el lateral derecho nos ha parecido un detallazo. Todos los que utilizamos un ratón o teclado con conexión vía nano-receptor y que solemos andar preocupados por perderlo o que se enganche debido a sobresalir del resto de la estructura del portátil podemos conectarlo aquí, cerrar la tapa y despreocuparnos por completo.
¡Y la cosa no acaba aquí! En conectividad inalámbrica tenemos:
Llega el momento de cotillearle un poco los bajos al Lenovo Thinkbook 15. El acceso a los tornillos de la tapa trasera resulta bastante cómodo, encontrando un total de diez de ellos. Con un primer vistazo notamos que el tamaño de la batería resulta bastante compacto y que además tenemos un espacio libre para una ranura de almacenamiento adicional.
Comenzando por la placa base, esta ocupa una buena parte del interior del Lenovo Thinkbook 15. En ella podemos ver que los elementos o conexiones más delicados están cubiertos por láminas de vinilo negro que podemos levantar suavemente para echar un vistazo.
En este modelo de Lenovo, el 20RW0001SP, tenemos una CPU Intel Core i7-10510U de bajo consumo y décima generación. Este modelo cuenta con cuatro núcleos y ocho hilos, disponiendo de una litografía de 14 nanómetros. Corre a 1,80GHz de base y debemos decir que por ahora el Lenovo Thinkbook 15 es de los pocos portátiles que ya incorporan este modelo de procesador.
Sobre la gráfica, aquí tenemos una GPU integrada Intel UHD Graphics 620, la cual es un modelo muy competente para acompañar un procesador de décima generación.No esperemos
En el Lenovo Thinkbook 15 encontramos un almacenamiento SSD PCIe M.2 de 512GB cortesía de Samsung, siendo el modelo MZVLB512HBJQ-000L2.
Adicionalmente tenemos la opción de añadir almacenamiento adicional en una ranura vacía habilitada para instalar un disco HDD con conector SATA.
Respecto a la RAM, también estamos generosamente equipados con nada menos que 16GB de memoria DDR4.
Lo siguiente es el sistema de refrigeración. El Lenovo Thinkbook 15 dispone de un ventilador tipo turbina del que sale un único heat pipe que enlaza directamente con el procesador Intel Core i7.
A nivel personal nos ha extrañado que en este caso haya un único tubo termosifón bifásico. Por otra parte es cierto que nos encontramos ante una CPU que es de bajo consumo y por tanto emite menos calor, de modo que tampoco podemos esperar que el portátil se caliente mucho.
De hecho, hablando de calor podemos observar que las ranuras de ventilación presentes en la tapa cuentan con una rejilla interna que procura evitar la entrada de polvo por las mismas. Este mismo material está presente cubriendo los troqueles para los altavoces, así que en este apartado hay que reconocer que las cosas están muy bien hechas.
Aprovechamos para hablar del sonido, y es que en el Lenovo Thinkbook 15 disponemos de dos altavoces estéreo con Dolby Audio. Se aprecia el detalle de las almohadillas de caucho que los rodean para minimizar las vibraciones en superficie que se puedan generar con la cubierta de plástico. Es cierto que su tamaño no es especialmente grande, de modo que veremos qué tal suenan en la sección de Puesta en Uso antes de precipitarnos en las conclusiones.
Nos encontramos ante una batería de ion-litio de 4000 mAh y tres celdas modelo LEN19D799. Su tamaño es un tanto reducido comparado con otros modelos, pero esto también permite contar con ese espacio adicional en el que instalar una ranura de almacenamiento adicional.
El Lenovo Thinkbook 15 es un portátil con el que hemos hecho casi de todo en todo tipo de condiciones lumínicas. Lo primero a señalar es que efectivamente y tal y como habíamos previsto el nivel de reflejo en el panel IPS es realmente mínimo al ser mate, lo cual nos ha resultado muy amigable y cómodo a la hora de trabar sin tener que andar pendientes de recibir iluminación de fuentes directas.
El disco SSD y sus 16GB de RAM nos han garantizado apertura de programas prácticamente instantánea, así como lectura y carga de archivos internos. 512GB de almacenamiento es una cantidad estupenda y más que manejable para todo lo que podamos necesitar, por lo que aunque exista la posibilidad de añadir un almacenamiento externo el Lenovo Thinkbook 15 tiene una capacidad excelente de base.
Entrando a valorar puestas en uso, la cámara obviamente no se hace esperar. Su resolución máxima es de 720p con alternativa a activar el HDReady automático. 1MP de calidad de fotografía máxima así como una limitación a 30fps. Adicionalmente disponemos de opciones como temporizador, regulador de brillo y Reducción del parpadeo a 30 o 60Hz.
¿Y qué nos parece? Pues sinceramente que es una cámara correcta. Como modelo de gama media que es no esperábamos una resolución de 1080p, así que la vemos como un accesorio estándar para videollamadas y actividades similares. El micrófono de doble matriz trabaja sin sorpresas. No hemos notado que capte gran cantidad de ruido ambiente, aunque debemos decir que normalmente trabajamos en un entorno bastante silencioso.
Por último, la cuestión de los altavoces. No tenemos graves importantes al tratarse de un ordenador portátil, ocasionalmente hemos tenido ese molesto efecto cascado con los tonos más agudos, aunque esto sólo nos ha ocurrido con el volumen al máximo. En general están bien, aunque el sonido tiende a quedarse un tanto plano.
Finalmente nos dejamos de cuestiones de diseño y hardware y pasamos a encender el Lenovo Thinkbook 15. Inicialmente la pantalla requiere que utilicemos ambas manos para abrirse dado que la base tiende a levantarse. Nos encontramos entonces con una resolución FHD de 1920x1080p a 60Hz y relación de aspecto 16:9.
Aunque de entrada el brillo máximo parece correcto, lamentablemente el panel IPS no se comporta demasiado bien con la distorsión de ángulo, perdiéndose rápidamente lectura en puntos de vista más oblicuos. Sin embargo no todo son malas noticias, dado que la apertura de la pantalla alcanza los 180 grados con total tranquilidad.
Visto todo lo anterior, entramos ahora en evaluar el índice preciso de contraste, brillo, espacios de color, etcétera. Para ello utilizamos los programas DisplayCAL y HCFR unidos a nuestro colorímetro de confianza: el Colormunky DISPLAY.
Empezamos por una medición de base para observar la proporción de RGB. Notamos que el verde queda desequilibrado en comparación al rojo y el azul, que se mantienen equilibrados aunque sea por debajo del punto blanco neutro. El índice de brillo con la pantalla al máximo es de unos 262 cm/m². No es la más brillante que nos hemos encontrado, pero tampoco es la peor. Podemos darle un 6/10, por así decirlo.
Echamos mano del HCFR para curiosear los niveles por defecto y poder compararlos así con la media obtenida después de la calibración con colorímetro. Os enseñamos las tablas y comentamos qué tal está la cosa.
Procedemos al calibrado con Colormunky DISPLAY para observar la cobertura y volumen de gama tras la calibración. Desafortunadamente en general son cifras un tanto bajas, siendo el volumen máximo una cobertura del 57,9% del sRGB.
Para el usuario promedio estos datos no supondrán una gran diferencia. Pero para diseñadores gráficos e ilustradores, la escasez de cobertura sí supone un problema para trabajar con programas de edición como Photoshop e Illustrator dado su bajo índice de fiabilidad.
Entramos a comparar los resultados, realmente se percibe una mejoría general en los parámetros:
Una última observación es el control de la homogeneidad en pantalla. Aquí los números hablan por sí solos y podemos comprobar que tanto el contraste, lúmenes y saturación se mantienen estables en todos los sectores. ¿Nuestras conclusiones? Es posible que le falte algo de contraste y saturación, también la cobertura de color es escasa para trabajos de diseño especializado, pero esas no son carencias que un usuario medio pueda echar en falta. El Lenovo Thinkbook 15 es un buen utilitario, con una pantalla equilibrada de color homogéneo a pesar de sus carencias en algunos aspectos.
Una de los pesos pesados de nuestras reviews, siempre arrojando luz ante las posibles dudas. La prueba de estrés para CPU, GPU, SSD y demás es clave para hacernos una idea clara de dónde están los límites de lo que el Lenovo Thinkbook 15 pueda hacer o no. Para ello empleamos los siguientes programas:
Empezando por la SSD los resultados parecen muy prometedores. Con 3555,82 MB/s de lectura y 2991,65 MB/s de escritura tenemos una proporción máxima óptima, así que por aquí no nos va a faltar de nada.
Al entrar en materia con la CPU y comparar su rendimiento completo o por hilo sí vemos que aunque tenga una Intel Core 7 de décima generación es posible percibir ciertas carencias si comparamos el Lenovo Thinkbook con portátiles puramente orientados al gaming, cuyas cifras son más elevadas. Aunque en conjunto (multi) veamos resultados algo bajos si los comparamos con el resto, es cuando vemos el porcentaje obtenido en rendimiento por hilo donde realmente se aprecia el potencial que esconde nuestra CPU. El OpenGL que hemos obtenido es de 52,87fps de media, una cifra que sería mejorable en otras circunstancias.
¿Qué nos dicen los resultados de 3DMark? Pues para ser rápidos, que este no es un portátil para gaming. A muchos os puede sorprender, teniendo en cuenta que viene con una i7 y 16GB de RAM, pero aquí la cuestión probablemente se centre un poco más en la relación de CPU y GPU, dado que al ser integrada (no dedicada) es difícil mover gráficos en ultra con alta cadencia de fotogramas por segundo.
¿Conclusiones? Resulta difícil marcar un límite. Con las especificaciones del Lenovo Thinkbook 15 debemos manejarnos con facilidad en programas de edición como Photoshop e Illustrator, incluso montaje de vídeo (aunque quizás más bien algo liviano para salir del paso).
Una curiosidad que suele interesar a muchos. Con una contratación de 100MB, los índices obtenidos vía WiFi son unos 60Mbps de descarga y 20Mbps de bajada. No son malas cifras, aunque es una diferencia palpable.
Otro de los grandes temas estrella de un portátil. Su propio nombre lo indica, y es que generalmente esperamos una buena autonomía cuando compramos este tipo de ordenadores. El Lenovo Thinkbook 15 emplea una batería de tres celdas de ion litio modelo LEN19D799, contando con una capacidad de 4000 mAh.
A esto le añadimos su cargador de 65W, cuyo cable está dividido en dos secciones independientes: una con cable más fino que se conecta al portátil (150cm) y la extensión que va a la corriente (100cm). Sobre la autonomía, con una carga completa podemos trabajar en torno a unas nueve horas. Esto es evidentemente según la configuración, pero para alcanzar ese número nuestro truco ha sido emplear el modo Bajo Consumo, brillo moderado y retroiluminación del teclado desactivada. También es cierto que la autonomía además de estas medias depende de la exigencia de los programas que estemos utilizando en el Lenovo Thinkbook 15. Con alto rendimiento, brillo e iluminación al máximo y trabajos en Photoshop, InDesign o similar… la cosa puede quedarse en unas tres horas aproximadamente.
Por último, la recarga se realiza a un ritmo de 45 Wh con tecnología Rapid Charge. Esto implica varias cosas: primeramente, 45 Wh generan menos calor, lo cual prolonga la vida de la batería con el pasar de los años. No obstante, 45W en lugar de 65W también requieren de un periodo de tiempo mayor para llegar al 100%.
Un apartado donde nos hemos llevado una grata sorpresa, y es que el Lenovo Thinkbook 15 tiende a mantenerse impasible sea lo que sea que estemos haciendo. Su temperatura máxima en carga no suele subir de los 65º, mientras que con actividad normal su media se mantiene entre los 35-37º. Sin duda muy buenos números para este portátil.
Funcional, con un acabado para la cubierta externa y el teclado en aluminio, lo cierto es que el Lenovo Thinkbook 15 genera de entrada una buena impresión. Aunque inicialmente tuvimos cierto recelo con el teclado lo cierto es que su uso es consistente y agradable, consiguiendo un acabado visual atractivo con la retroiluminación de las teclas. Otro punto positivo son los puertos. Todos aquellos que seamos de conectar por necesidad mil y un cachivaches no vamos a tener ningún problema, destacando el detalle del compartimento secreto para nano receptores USB y la pestaña de privacidad de la cámara.
Menos satisfactorio nos ha parecido la pantalla, que aún siendo un panel IPS FHD de 15,6» con una homogeneidad y punto blanco perfecto, presenta una cobertura de color mejorable que no lo hace muy recomendable para personas que busquen un portátil para actividades de diseño gráfico o similar. El perfil lumínico y contraste se queda algo bajo respecto a lo que nos gustaría, pero en general es una pantalla que cumple a pesar de todo.
No nos convence tampoco la decisión de enmarcarla con un bisel negro de plástico, especialmente cuando la tendencia actual tiende hacia un cristal completo (aunque no todo sea después operativo). Visualmente nos habría gustado más, pero tampoco es algo que suponga un lastre para el Lenovo Thinkbook 15.
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Su autonomía, cámara y sistema de sonido nos parecen correctos. Sí es cierto que este no es un portátil gaming, sino más bien un modelo planteado para ser utilizado como un comodín que podamos utilizar para un poco de todo. Su i7 de décima generación y bajo consumo, Intel UHD Graphics, 16GB de RAM y 512GB SSD de almacenamiento hacen del Lenovo Thinkbook 15 un producto muy redondo con el que se trabaja de forma cómoda y fluida. Sí es cierto que su peso es un tanto elevado, con algo más de 1,70kg, aunque tampoco es desorbitado.
Como conclusión, decir que la gama Thinkbook ofrece más opciones y de distintos rangos de precio al modelo que hoy os hemos traído para este análisis, el 20RW0001SP con un presupuesto de 1.027,00€. Para aquellos que no necesitéis componentes tan altos podéis optar por alternativas más económicas con las mismas características físicas pero menor RAM o procesador i3 ó i5.
VENTAJAS | INCONVENIENTES |
BUENOS COMPONENTES INTERNOS | LA DISTORSIÓN DE LA PANTALLA ES UN TANTO ELEVADA |
GRAN NÚMERO DE CONEXIONES | BRILLO MEJORABLE |
ALMACENAMIENTO AMPLIABLE | |
ACABADOS Y DISEÑO CUIDADO |
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