Cae en nuestras manos el Corsair Dark Core RGB Pro, una versión mejorada de su antecesor que destaca por su tecnología Hyper Polling con una tasa de sondeo de 2000Hz, aleta opcional derecha intercambiable y carga rápida Qi. ¿Estáis preparados?
La presentación del Corsair Dark Core RGB Pro viene en su habitual packaging de embajale amarillo y negro tan propio de la marca. En su portada tenemos como siempre una imagen del producto, logotipo y nombree del modelo acompañado de los sellos de software iCUE y tecnología SlipStream.
Estamos ante un modelo de ratón inalámbrico gaming especialmente diseñado para juegos FPS y MOBA. Su conectividad nos permite utilizarlo vía nano receptor, bluetooth o cable USB mientras se carga para no interrumpir el momentum.
Llama la atención nada más extraerlo del embalaje la presencia del Corsair Dark Core RGB Pro. Se trata de un ratón que nada más sostenerlo nos transmite un cuidado al detalle y diseño propios de los modelos de ratón premium. En su caso encontramos una combinación de acabados plásticos mate con dos tipos de materiales diferentes y satinado para detalles o botones secundarios.
El Corsair Dark Core RGB Pro presenta una zona posterior de la joroba texturizada en relieve con un tacto granuloso similar al de algunos balones de baloncesto. El agarre palmar aquí está asegurado a la perfección y la sensación táctil que genera es francamente espectacular. El tratamiento del plástico le confiere una primera impresión ligeramente gomosa, por lo que deducimos que han empleado una cierta proporción de caucho.
Respecto a los botones principales, M1 y M2 estos son individuales y tienen una presentación de cubierta semi-mate con un leve brillo perlado. La cubierta de ambos interruptores no tiene un tacto totalmente liso y pulido, sino más bien granuloso, por lo que no deberemos esperar marcas de la grasa de los dedos sobre el plástico con el uso prolongado. Integrados en la silueta de M1 tenemos dos botones auxiliares de pequeño tamaño que emplean este mismo tipo de material para la cubierta de los interruptores.
Respecto a los laterales, a la derecha contamos con los botones adicionales también con acabado mate en la superficie de contacto pero con bordes brillantes para los contornos. Ambos siguen la silueta delimitada por el contorno del Corsair Dark Core RGB Pro. Destaca la presencia de una aleta de apoyo para el pulgar de cierto grosor así como tres LEDs laterales que nos informan sobre el perfil de memoria activo. Esta cubierta está fabricada con el mismo tipo de acabado presente en la joroba del ratón y ofrece un agarre muy consistente.
Es en el lateral derecho donde se ha aprovechado la ocasión para colocar una cubierta imantada bajo la cual disponemos de un compartimento en el que guardar el nano receptor USB tipo A cuando no esté en uso. El material de esta superficie es el mismo que el empleado en los botones M1 y M2.
Hablando de superficies, el Corsair Dark Core RGB Pro incorpora para este lateral derecho una cubierta alternativa con aleta para descansar en ella nuestro dedo meñique y aumentar también la superficie de deslizamiento. Este añadido está imantado al igual que la cubierta incorporada por defecto y dispone de una textura en su base similar a la presente en la cubierta posterior del ratón para optimizar así el agarre.
Pasando al reverso, en el modelo por defecto encontramos que el Corsair Dark Core RGB Pro cuenta con un total de cinco surfers, número que asciende a seis si cambiamos la pieza lateral izquierda por aquella que dispone de aleta para el meñique.
Es aquí donde encontramos el switch para intercambiar modos de conectividad entre el nano receptor, bluetooth o apagado (si no está en uso o empleamos el cable). En torno al sensor encontramos gran cantidad de sellos y certificados así como el código del modelo.
Como es habitual, Corsair Dark Core RGB Pro cuenta con interruptores mecánicos Omron. El clic de activación puede hacerse desde un extremo a otro de la cubierta del interruptor y tiene una sonoridad alta. Los botones auxiliares que encontramos en M1 en cambio necesitan una pulsación bastante leve y el sonido es vagamente audible con un tono más apagado.
Respecto a los interruptores M4 y M5 laterales, estos si tienen una sonoridad y pulsación similar a aquella presente en los botones principales. La separación situada entre ambos es bastante reconocible a nivel táctil, factor que es determinante en las partidas más frenéticas.
Por último, la rueda de scroll dispone de un recubrimiento con goma antideslizante. En ella encontramos una leve textura en relieve similar a la de la cubierta superior del Corsair Dark Core RGB Pro y los saltos táctiles entre cada paso del engranaje son intermedios. El nivel de sonido al hacer scroll es más bien bajo, quedando bastante apagado si lo comparamos con otros modelos.
Si hacemos clic con ella, el sonido resultante es similar al obtenido al pulsar los botones auxiliares integrados en M1, siendo necesaria poca fuerza de actuación para activarlos.
El cable incorporado para el manejo alámbrico y carga del Corsair Dark Core RGB Pro es un modelo trenzado en fibra con una longitud de 180cm. Ofrece una resistencia excelente y dispone de refuerzos contra los tirones accidentales tanto en el puerto USB tipo C como tipo A.
La conexión con el Corsair Dark Core RGB Pro se realiza en la zona central delantera y prácticamente la totalidad de la estructura rígida del soporte del puerto queda integrada en la ranura inferior del ratón, dejado a partir de ahí espacio de maniobra para el resto del cable.
Este es un ratón para juegos, de modo que qué mejor banco de pruebas que testearlo en su elemento. Además de liarnos por ahí a pegar tiros hemos estado utilizando el Corsair Dark Core RGB Pro para prácticamente todo durante una semana, así que aquí van nuestras impresiones.
Estamos ante un ratón con unas dimensiones y factor de forma muy similares a su antecesor, el Corsair Dark Core RGB SE. Es un modelo diestro de unas dimensiones aproximadas de 126,8 x 89,2 x 43,2 mm (largo, ancho, alto). Su peso ronda los 128 gramos, algo elevado pero comprensible si tenemos en cuenta la batería integrada para su funcionamiento autónomo.
El tipo de agarre que favorece este ratón es eminentemente palmar. La joroba del mismo se extiende desde la mediación exacta describiendo una curva amplia y suave hasta la zona posterior del Corsair Dark Core RGB Pro. Gracias a su elevación máxima también es un modelo confortable para garra y yemas dado que ofrece en general una ergonomía y superficies de sujeción muy bien enfocadas.
El Corsair Dark Core RGB Pro presenta un sensor óptico que llega de la mano del conocido fabricante Pixart. En este caso se trata del modelo PixArt PAW3392, el cual ha sido personalizado y optimizado para un consumo de energía extremadamente bajo y que admite calibración de DPI en puntos individuales.
¿Qué podemos esperar del PixArt PAW3392? Para empezar este sensor ofrece 18000 DPI así como una tasa de sondeo de hasta 2000Hz gracias a la tecnología de Hyper Polling implementada por Corsair. Nosotros hemos hecho nuestra tradicional prueba de DPI con movimientos rápidos y lentos para mostraros cómo se comporta al margen de contaros sobre nuestra experiencia de uso:
Ya hemos visto cómo se maneja el Corsair Dark Core RGB Pro y cómo funciona el sensor, así que ahora toca tratar el asunto de la conectividad.
Tal y como mencionamos en las especificaciones de la review, disponemos de un total de tres modos de conexión para nuestro ratón.
La tecnología Hyper-Polling de Corsair consigue que el Corsair Dark Core RGB Pro se comunica con su PC a una velocidad de hasta 2.000 Hz, el doble de la velocidad de los ratones para juegos estándar, lo que garantiza tiempos de respuesta increíblemente rápidos.
Por último, cerramos esta sección con la autonomía, y es que podemos disfrutar de hasta 50 horas de duración de la batería sin iluminación y unas 35 horas con el RGB activo al máximo. Es una cantidad de tiempo más que considerable, especialmente si tenemos en cuenta que hablamos de actividad continuada. Más o menos se traduce en una carga cada siete o cinco días si lo utilizáramos unas siete horas diarias.
El factor lucecitas es un de nuestros favoritos, así que si os gustan los detalles vistosos aquí vais a estar de suerte.
El Corsair Dark Core RGB Pro cuenta con un total de cinco zonas retroiluminadas, incluida una barra de luz integrada con cinco LED RGB direccionables individualmente situada en el lateral izquierdo.
Además de esta encontramos dos pequeños detalles laterales en la zona posterior de la base así como dos anillos rodeando la rueda de scroll.
El imagologo de Corsair constituye a su vez la última zona habilitada con retroiluminación.
Con la intensidad al máximo debemos reconocer que el resultado es espectacular. Por defecto la primera vez que conectamos el Corsair Dark Core RGB Pro presenta una rotación de espectro, pero si queremos podemos descargar el software iCUE y personalizar cada una de estas zonas de forma totalmente independiente y conseguir así una estética única.
Un periférico de Corsair nunca está completo sin las prestaciones de iCUE. Este programa de la marca es uno de nuestros favoritos tanto por su manejable interfaz como por la cantidad de opciones disponibles.
Cuando ejecutamos por primera vez iCUE este detectará el Corsair Dark Core por defecto y automáticamente podremos acceder a su perfil específico. Una vez en él podremos optar entre los siguientes menús:
Adicionalmente, en la pestaña de Configuración podremos comprobar el estado de la batería del Corsair Dark Core RGB Pro así como sus índices de polling tanto en dispositivo (con cable) como con llave electrónica (nano receptor). También aquí podremos especificar el periodo de tiempo de inactividad tras el cual el ratón entra en modo suspensión para ahorrar batería.
Nuestra impresión general tras más de una semana de uso es que el Corsair Dark Core RGB Pro es un gran ratón inalámbrico para aquellos usuarios que busquen un modelo confiable y eficaz con la intención de prescindir de los cables todo lo posible. En la actualidad la tecnología de tasa de sondeo inalámbrica está a la par que en modelos con cable y la eficiencia y reducido gasto energético de los sensores más punteros permiten una autonomía más que destacable.
En cuestión de diseño todos sus acabados nos han parecido premium. Es cierto que no se emplea goma antideslizante en los laterales pero os aseguramos que con el tratamiento y textura que se le ha dado al plástico en estas superficies y la zona superior no la echaréis en falta. La adición de una pieza alternativa con surfer a la derecha es algo con que ya contábamos en la versión anterior y que es agradable de ver aquí de vuelta.
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Finalmente nos gustaría destacar la autonomía, y es que realmente con hasta cuenta horas de eficiencia sin carga estamos ante un modelo inalámbrico que no sólo reúne algunas de las mejores prestaciones del mercado (18000 DPI, 2000Hz de polling rate) sino que el equipo de Corsair se ha asegurado aquí de que todo ello no se vea eclipsado porque el ratón nos deje tirados en el peor momento posible. Chapó.
La cuestión del precio queda por cerrar. Aún no tenemos disponible un presupuesto de salida para el Corsair Dark Core RGB Pro, pero teniendo en cuenta el precio de su predecesor (109,99€ en la actualidad) nos ha sorprendido los 99,99 euros en su versión normal y SE a 109,99 euros. Somos conscientes de que se trata de un presupuesto elevado, pero son los números en que solemos movernos cuando hablamos de este tipo de modelos de ratón gaming con prestaciones de alta calidad. Que esté a un precio más apetecible que el de la competencia, es un dato muy a tener en cuenta.
| VENTAJAS | INCONVENIENTES |
| DISEÑO DE 10, BUENAS CALIDADES | ES UN TANTO PESADO |
| EXCELENTE AUTONOMÍA Y CONECTIVIDAD | |
| GRAN SISTEMA DE ILUMINACIÓN |
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