Ha tardado en llegar, pero finalmente hemos tenido acceso al sistema ARCTIC Liquid Freezer II 240 un sistema con una estética bastante peculiar y diferente que integra un pequeño ventilador para refrigerar el VRM en el mismo bloque de bombeo. En este caso no se cuenta con iluminación de ningún tipo, dando un aspecto más serio y profesional al equipo, basándose en líneas muy angulosas en todos los componentes.
Destacan sobre lo demás los tubos de caucho, siendo considerablemente más gruesos que en otros sistemas, aunque por dos razones; la de contar con un mallado de nailon en los tubos e integrar los cables de alimentación de ventiladores en su diámetro. Tanto la bomba como el sistema de montaje son de fabricación propia, en una compañía que siempre demuestra una sensacional relación prestaciones/precio de sus sistemas. ¿Qué tal se comportará con nuestro i9-7900X? ¡empecemos!”
Antes de nada, debemos agradecer a Arctic su confianza en nosotros al cedernos este AIO para su análisis.
Empezamos el análisis efectuando el unboxing del ARCTIC Liquid Freezer II 240, un sistema todo-en-uno que nos ha llegado en una caja de cartón rígido que cuenta con todas sus caras decoradas con los tonos azules distintivos de la marca. A estos le acompañan una foto de gran tamaño y en forma de boceto en la cara trasera y más capturas por la parte delantera que ayudan a explicar sus características diferenciales.
La caja ofrece una apertura tipo estuche en cuyo interior tenemos una distribución algo atípica en comparación con otros sistemas. En lugar del típico molde, tenemos un par de pisos en los que se acomoda el sistema de refrigeración con protecciones de cartón en elementos como el radiador y bloque de bombeo. Más abajo encontraremos el resto de accesorios que se incluyen, todos ellos protegidos con cartón o con plástico transparente.
El bundle que propone Arctic cuenta con los siguientes componentes:
A la distribución de componentes en el interior consideramos que es mejorable, de hecho el contar con los ventiladores ya preinstalados facilitaría mucho las cosas. De igual forma creemos que un sobre con la pasta térmica, cual sobre de kétchup de Burger King, es una opción cuanto menos molesta para el usuario, y una jeringa sería lo mínimo a pedir. Por lo demás, pues tenemos sistema de instalación propio de Arctic que más adelante analizaremos.
Las opiniones que hemos visto acerca de este ARCTIC Liquid Freezer II 240 hablan bastante bien de él, y finalmente ha llegado nuestro turno de análisis.
En él no vamos a encontrar ningún tipo de iluminación ni detalles como pantalla LCD o gestión por software, ya que aquí se trata de instalar y enchufar, haciendo todo el trabajo el controlador integrado en el bloque de bombeo. Un sistema con un diseño basado en líneas bastante cuadradas en el radiador, aunque un bloque de bombeo bastante original que sinceramente, me ha recordado a, una nave espacial. Es muy amplio en extensión y con un ventilador en un extremo que se supone sirve para ayudar a la refrigeración del VRM.
Ya adelantamos que no es el sistema de mayor compatibilidad del mercado al suprimir opciones como la plataforma TR4/TRX4 de AMD o el socket 1366 de Intel que sí soportan los montajes de Asetek y Corsair, por ejemplo. Está disponible en versiones de 120, 240, 280 y 360 mm, así que tenemos la gama completa para uso y disfrute. Nosotros de hecho vamos a sortear un sistema de 240 mm (no la unidad que hemos analizado).
Empezamos el análisis de componentes por el radiador, que en este caso analizamos el de 240 mm para el que se incluyen, como no, dos ventiladores de 120 mm preinstalados. Será por tanto la opción enfocada a uso general para plataformas gaming AM4 y LGA 1151, apto para montajes en chasis genéricos de tipo ATX, Micro ATX e incluso ITX de tamaño amplio.
El radiador que nos propone el ARCTIC Liquid Freezer II 240 tiene unas medidas de 277 mm de largo, 120 mm de anchura y 38 mm de grosor. Sin duda el aspecto más diferencial frente a otros sistemas de refrigeración AIO es que apuesta por un grosor bastante mayor, concretamente 11 mm o 1,1 cm. En él vemos una distribución de conducto de fluido longitudinales separados entre ellos por el denso aleteado con patrón de onda que se encarga de absorber y disipar el calor.
Este grosor extra, debería de proporcionar un mayor caudal de líquido circulando en el circuito, aunque también una menor presión al contar con una bomba de 2000 RPM de la que precisamente no conocemos su caudal máximo. Es un disipador íntegramente construido en aluminio como es habitual, estándar en cuanto a longitud al tener cámaras de retorno idénticas en ambos extremos, que suman 37 mm extras al conjunto.
A esta superficie de intercambio se le protege y da rigidez mediante un marco bastante notorio de aluminio en las cuatro caras del ARCTIC Liquid Freezer II 240. También construido en aluminio y con bordes bastante cuadrados, que le dan sensación de calidad y rigidez. Tengamos en cuenta que sumando los ventiladores tendríamos un grosor máximo de 63 mm, quedando muy cerca del máximo de muchos chasis que se sitúa en 65 mm. Seguramente en más de uno tendremos problemas con el espacio superior, así que si pretendéis colocarlo en esa posición revisad la capacidad de vuestro chasis.
Un elemento que nos ha dejado gratamente sorprendidos en el ARCTIC Liquid Freezer II 240 son los tubos conductores de fluido del sistema. El tubo en sí está fabricado en caucho con bajo índice de evaporación para que nunca tengamos la necesidad de cambiar o recargar el líquido refrigerante.
Su longitud es de nada menos que 450 mm, lo que nos dará muchísimo margen de maniobra en chasis de gran tamaño en donde el marco de instalación está muy distante. El diámetro interno de los mismos es de 6 mm, mientras que el exterior es de 12,4 mm si sumamos el original mallado de protección hecho de nailon, bastante brillante y llamativo en dos colores.
Pero lo más interesante de cara a la limpieza y presentación del ARCTIC Liquid Freezer II 240 es que los cables que van desde la bomba hacia los ventiladores están metidos por dentro de este mallado. Desde luego es una brillante idea para quitar los molestos cables de por medio, quedándose totalmente limpio visualmente. Claro que esto tiene un pequeño contrapunto, el de no poder cambiar los ventiladores si uno se rompe o cambiarlos de cara. Sí que podremos, en principio cambiarlos de orientación siendo cuidadosos.
También nos interesa mucho las tomas de los tubos en bomba y radiador, que se ha llevado a cabo mediante tomas fijas y en ningún caso soportando el giro ni en radiador ni en la bomba. Los tubos estarán metidos en el macho a presión, y luego reforzados con capuchones metálicos para que tubo y cable queden perfectamente fijados. En este sentido se ha hecho un muy buen trabajo, dando buena fiabilidad y acabados.
Seguimos ahora con el bloque de bombeo del ARCTIC Liquid Freezer II 240 del cual lo que más puede sorprender es su diseño y ese ventilador que tenemos en uno de sus extremos. A pesar de la buena calidad que muestra en sus acabados y diseño, toda la carcasa e interior están fabricados en plástico, una forma de mantenerlo a salvo de la corrosión del líquido y de no generar demasiado peso en el conjunto, que para esta unidad ascenderá a 1191 g en total.
Este bloque de hecho tiene unas medidas de 98 mm de largo, 78 mm de ancho y 53 mm de altura hasta los tubos. Su aspecto para resumirlo es el de una nave espacial con propulsor incluido si contamos el ventilador, teniendo multitud de líneas poligonales y caras que le da una personalidad muy gaming al conjunto. El sistema hubiera mejorado la estética con algunos LEDs de iluminación, aunque fueran fijos y sin gestión, pero el fabricante no ha optado por ello, una lástima.
La bomba del ARCTIC Liquid Freezer II 240 es de diseño propio del fabricante, la cual presenta un control PWM para disminuir el rendimiento en modo idle de la CPU y así ahorrar energía con un consumo medio de 2,7W, y aumentar su esperanza de vida. Esta bomba va a ser bastante silenciosa, ya que su régimen máximo es de 2000 RPM y 800 RPM como mínimo. ¿Será suficiente para procesadores de gran potencia? En las pruebas lo veremos.
El otro elemento diferencial del conjunto es el ventilador que tenemos en el extremo, el cual tendríamos que colocarlo frente al VRM superior de la placa. Es un ventilador de 40 mm de diámetro y de tipo turbina capaz de girar entre las 1000 y 3000 RPM controlado por PWM al igual que los principales. El flujo de aire irá enfocado a refrigerar el VRM de la placa.
Podemos decir que en ningún momento ha estorbado para efectuar su montaje, ya que las medidas del bloque aseguran la instalación de memorias RAM en sus módulos DIMM. Tampoco estorba con disipadores pasivos de perfil alto en VRM de placas de gama alta, así que en este aspecto no tendríamos problema. Para el resto de versiones y formatos de este Arctic Freezer II tendremos exactamente las mismas prestaciones en este aspecto.
Dejamos para el final el cold plate de este sistema, el cual está construido en forma de placa de cobre cuadrada fijada con 4 tornillos bastante aparatosos. Al menos su pulido es de calidad y nos va asegurar una zona de succión de calor bastante amplia. A él le unimos los 0,8 g de compuesto térmico Arctic MX-4, uno de los de mayor renombre en el mercado y que se incluye en un cuanto menos cuestionable sobre. Desde luego no es la forma más cómoda de aplicarlo, y no entendemos la razón por la que no se ha utilizado una jeringa.
Continuamos ahora con el apartado de ventiladores del ARCTIC Liquid Freezer II 240, que para este formato tendemos disponibles dos ventiladores de 120 mm que esta vez vienen preinstalados por el hecho de tener los cables integrados en los tubos de fluido. Como ya se ha comentado, no dispone de ningún tipo de iluminación.
Las medidas de estos ventiladores serán las estándar, de 120x120x25 mm, por tanto, un grosor estándar de los mismos, con fijación mediante 4 tornillos en cada unidad. Su diseño consiste en 5 hélices de gran tamaño en formato helicoidal que cubren bastante extensión, y girarán en un rango de entre 200 y 1800 RPM gracias a un cojinete basado en fluido dinámico, concretamente aceite.
Cada unidad genera un flujo de aire máximo de 56,3 CFM y una presión estática de 2,2 mmH2O, siendo prestaciones bastante competentes si tenemos en cuenta que su régimen de giro es bastante reducido en comparación con otros ventiladores. Finalmente generan un ruido máximo de 26,2 dBA. Si algo van a tener positivo es que van a ser ventiladores bastante silenciosos, y el que más vamos a notar es precisamente el pequeñito.
El ARCTIC Liquid Freezer II 240 cuenta con un sistema de instalación propio, ya que la marca es tanto fabricante como ensambladora de sus propios sistemas, tanto en refrigeración líquida como disipadores de aire y pastas térmicas.
Este sistema de montaje propio será compatible con:
Esto limita el campo de uso a las dos plataformas de Intel y a la AM4 de AMD, dejando atrás por ejemplo los sockets sTRX4 y TR4 de los Ryzen Threadripper o sockets anteriores como los FM de AMD y 1366 de Intel. En cualquier caso, no es ningún drama, aunque se podría haber habilitado compatibilidad con la plataforma entusiasta para las versiones de 280 y 360 mm.
Como vemos en las capturas, disponemos de un backplate compatible con sockets Intel y AMD que incluye los correspondientes brackets de fijación para el bloque de bombeo que sirven para todas las plataformas. El montaje en esencia es similar al utilizado por otros disipadores del fabricante y soluciones de otros como Noctua salvando las distancias. Creemos que la mejor solución del mercado es la propuesta por Asetek, aunque esta también tiene cuatro puntos de anclaje y un montaje bastante sencillo. Se incluyen unas protecciones de goma (lo que parece una tableta de pastillas) para salvaguardar la integridad de la placa cuando apretemos los tornillos.
El procedimiento de montaje del ARCTIC Liquid Freezer II 240 es simple, en primer lugar, colocaremos, si es necesario el backplate en la placa y la fijaremos con los tornillos que se indique en las instrucciones para cada socket. Luego fijaremos las pletinas de sujeción al bloque de bombeo para finalmente ensamblar los dos componentes. No debemos temer por apretar demasiado, ya que los tornillos tienen un tope de presión máxima.
Creemos haber analizado con detalle todo lo que ofrece el ARCTIC Liquid Freezer II 240, así que ahora es turno de realizar la instalación en nuestra plataforma LGA 2066 de Intel y estresar un i9-7900X y monitorizar las temperaturas durante dos días.
BANCO DE PRUEBAS | |
Procesador: | Intel Core i9-7900X |
Placa Base: | X299 AORUS MASTER |
Memoria: | Corsair Dominator 32 GB @ 3600 MHz |
Disipador | ARCTIC Liquid Freezer II 240 |
Tarjeta Gráfica | EVGA RTX 2080 SUPER |
Fuente de Alimentación | Corsair AX860i |
Para probar el rendimiento de este disipador con sus dos ventiladores instalados, hemos sometido nuestro Intel Core i9-7900X a un proceso de estrés con Prime95 modo Blend un total de 48 horas ininterrumpidas y a su velocidad de stock (3,7 GHz). Todo el proceso ha sido monitorizado por el software HWiNFO x64 para mostrar la temperatura mínima, máxima y media del mismo.
Por último, la temperatura ambiente a las que se han realizado las pruebas es de 21oC.
Aquí tenemos los resultados de temperaturas obtenidos, los cuales son prácticamente calcados a los que marca el sistema AORUS Liquid Cooler 240, con unas temperaturas sumamente buenas, y atención, disponible a la mitad de precio. Lo más importante es que tenemos una temperatura media de 64oC en dos días, que con una CPU de 10C/20T es muy positivo por menos de 100 euros.
Así mismo la respuesta a los picos de temperatura ha sido igualmente buena, con máximos inferiores a los 70oC que demuestra que las 2000 RPM de la bomba son suficientes al menos para una CPU de 140W de TDP como esta. Esto nos deja claro que esta versión de 240 mm puede con procesadores tan potentes como por ejemplo los AMD Ryzen 3000 hasta al menos el Ryzen 9 3900X y sin mayores problemas para el socket LGA 1151 con el i9-9900KS incluido con una buena dosis de overclocking.
Por otro lado, creemos que para la plataforma Intel LGA 2066, en concreto los nuevos procesadores 10000, la versión de 360 mm sería la más recomendable, ya que estos procesadores generan muchísimo calor como demostraron en nuestro análisis. Algo parecido ocurrirá con los Threadripper, estos por tener un TjMax más bajito, por lo que un sistema de 240 mm se antoja muy justito y sin el 100% de garantías frente a overclock.
Finalizamos este análisis dando nuestro veredicto final del ARCTIC Liquid Freezer II 240, un sistema de refrigeración que se ha desenvuelto muy bien frente a CPU de gama alta, por lo que sin duda no tendrá problemas para las plataformas LGA 1151 de Intel ni AM4 de AMD, aunque quizás al 3950X le quede mejor la versión de 360 mm. No obstante, ha dejado temperaturas excepcionales por su precio.
En cuanto a diseño, es un sistema todo-en-uno bastante discreto en la mayoría de componentes, con un radiador de aluminio y medidas estándar y ventiladores de 120 mm también discretos y sin iluminación. La mayor diferencia la encontramos en el bloque de bomba, el cual es muy futurista en diseño e incluye un peculiar ventilador para ayudar al VRM. Algo que sí echamos en falta es una gestión por software.
¿Ayuda realmente este ventilador? Pues al menos asegura un flujo de aire antes inexistente, así que en placas de alto rendimiento o las ASRock Z390 que tienen VRM con refrigeración deficiente se va a notar. Eso sí, solamente refrigera la zona superior, mientras que muchas placas tienen parte del VRM a la izquierda de la CPU y en este caso la influencia del ventilador va a ser muy baja. Útil, si, indispensable, no, pero al menos es un aspecto diferenciador.
Te recomendamos nuestra guía de los mejores disipadores del mercado
Respecto a los componentes utilizados, tenemos unos ventiladores muy silenciosos debido a su bajo límite de RPM, así como una bomba de fabricación propia muy silenciosa y de la cual teníamos dudas por sus también bajas RPM. Todo ello ha resultado estar a un buen nivel, al igual que el integrar los cables en los tubos de fluido, dando un mejor aspecto y además usando un mallado y tubos de muy buena calidad. La única desventaja es que no podremos cambiar los ventiladores.
Finalizamos ya pasando por la caja, con un sistema que solamente cuesta 92,84 euros. Arctic siempre se las arregla para hacer sistemas más baratos que el resto y sin sacrificar en exceso la calidad del material y estética. Curiosamente es la versión de largo más recomendable, ya que el de 120 mm está a 102 euros, el de 280 mm a 153 y el de 360 mm a unos 180 – 190 euros. Pocos sistemas ofrecen esta calidad/rendimiento/precio, así que será una unidad recomendable por su rendimiento.
VENTAJAS | INCONVENIENTES |
+ SILENCIOSO CON VENTILADORES Y BOMBA A 2000 RPM MÁXIMAS | – NO ADMITE CAMBIO DE VENTILADORES |
+ BUENA EFICACIA TÉRMICA PARA CPU DE GAMA ALTA | – NO TIENE ILUMINACIÓN NI GESTIÓN POR SOFTWARE |
+ BUENA CONSTRUCCIÓN Y PRECIO | |
+ PECULIAR VENTILADOR PARA REFRIGERAR EL VRM | |
+ TUBOS DE GRAN CALIDAD Y CON CABLES DE VENTILADORES INTEGRADOS |
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