Las redes de comunicación se basan en electrónica y ciencia, y como tales no hay trucos mágicos ni soluciones infalibles para ampliar señal WiFi. Todo esto dependerá en gran medida de las antenas y la potencia de router, así como de los canales que estés utilizando, el lugar en donde vivas y por supuesto de las bandas de frecuencia que estés utilizando.
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Te enseñamos las formas de ampliar la señal WiFi lo máximo posible, explicando cada una de las soluciones y viendo cuál es la más recomendable. También daremos información técnica acerca de los estándares Wifi que debemos utilizar para que nuestra conexión sea lo más rápida posible.
Antes de ver y efectuar las soluciones de cómo ampliar señal WiFi de tu router, vamos a citar los factores que tienen una mayor influencia sobre el desempeño de la red.
Para el que no lo sepa, la señal WiFi de nuestra casa llega a través de un router, un dispositivo que de manera habitual nos lo proporciona el propio suministrador de conexión a Internet. Se encarga de conectar nuestro equipo a Internet, primera creando una red interna en nuestra casa, la denominada LAN y WLAN y luego dando acceso a la red de redes.
Junto con lo anterior, citamos que el factor más importante para ampliar señal WiFi es el propio router. Mientras mejor sea el equipo de enrutamiento, mayor WiFi va a llegar por lo general, esto es innegable y válido estés donde estés, así como el dicho de “Lo barato sale caro”.
Todo router lleva en su interior un hardware más o menos similar al de un ordenador, con su CPU, memoria RAM y memoria inferna para el Firmware o sistema operativo del equipo. Mientras mayor potencia tenga este hardware, mayor flujo de datos podrá procesar y a mayor velocidad. A este flujo de datos por unidad de tiempo le llamamos ancho de banda, y se mide en Mbps.
Claro que el ancho de banda no influye en la amplitud de la señal o cobertura, pero un mal router, además de generar poca potencia de señal, para colmo reducirá el ancho de banda sustancialmente, limitando incluso la velocidad que tenemos contratada. No todos, pero la mayoría de router suministrados por los ISP son los más baratos y malos que se pueden encontrar.
Comprando un mejor router, os garantizamos mayor señal WiFi y de largo mayor ancho de banda. Además, contará con mayor capacidad para conectar clientes, 64, 128 o incluso más, y a la transferencia de datos por múltiples antenas, gracias a tecnologías como:
Una vez más enlazamos este apartado con el anterior, ya que el segundo actor que influye a la hora de ampliar señal WiFi es el entorno en el que vivamos.
Pensemos por un momento que la señal WiFi envía los datos a través de ondas electromagnéticas a través del aire, o del vacío claro. Estas ondas se envían en línea recta y en todas direcciones salvo que tengamos Beamforming. En consecuencia, deben atravesar objetos y paredes hasta llegar al cliente conectado. Mientras más objetos haya de por medio, mayor degradación y más ruido entrará en la onda.
Si tenemos muchas paredes en nuestra casa o estas son muy gruesas, la señal le costará mucho atravesarlas, bajando de forma considerable la cobertura. Mientras más denso sea el material, más difícil será que atraviesen, por ejemplo, no es lo mismo una pared de ladrillos que una de hormigón, ni un panel de plomo.
Si colocáramos un router WiFi en un descampado, su cobertura sería impresionante, ya que tiene vía libre en todas direcciones.
El estándar WiFi establece las directrices de diseño del medio de comunicación y la velocidad del mismo en la transmisión de datos en una red inalámbrica. Existe una extensa cantidad de estándares que se actualizan uno tras otro para mejorar la velocidad y las funciones del medio. Tres son los más importantes y los utilizados en los equipos actuales.
Un estándar más actual siempre es retrocompatible con los anteriores, por lo que cualquier cliente es compatible con un router ax, aunque la velocidad y funciones estarán limitadas a la velocidad del medio más lento.
Lo más importante de cara a ampliar señal WiFi, son las bandas.
Mientras mayor cantidad de antenas tenemos más cobertura por lo general alcanzamos, pero en ellas influye mucho la potencia de la señal, y esta a su vez depende del hardware del router.
Cuando hablamos de potencia de señal la medimos en decibelios o dB, una medida algo compleja de explicar y que mientras mayor sea, mejor será. En el ámbito de las redes inalámbricas es mide en decibelios negativos al efectuar la comparación entre la potencia (P) en mW (milivatios) del transmisor y el receptor. Se utiliza una función logarítmica en base 10 al igual que el sonido:
Entonces mientras más cercana a cero sea la diferencia, mejor señal recibiremos, por ejemplo, una señal de -60 dB es bastante mala porque seguramente estaremos lejos del router, mientras que una señal de -6 será muy buena porque la potencia entregada es casi igual que la recibida.
Una mayor cantidad de antenas también implica destinar unas a 2,4 GHz por ejemplo, y otras a 5 GHz separando así las transmisiones para saturar menos el aparato. Muchas veces se utilizan procesadores distintos para manejar cierto grupo de antenas y así separar los datos.
Y por último y quizás lo más importante de cara a ampliar señal WiFi sin gastarse un euro son los canales de frecuencia.
Para que lo entendamos, cada frecuencia WiFi (2,4 y 5 GHz normalmente) se subdivide en una cierta cantidad de canales. Estos se separan entre ellos en saltos de 5 MHz, para así modificar ligeramente la frecuencia de la onda y permitir que la transmisión de datos tenga menos interferencia en ambientes saturados.
Por ejemplo, en un edifico todos los transmiten sobre el canal 10, este estará muy saturado, habrá interferencias y los clientes serán más lentos al no encontrar sus propios datos rápidamente entre la nube de frecuencias.
En la banda de 2,4 GHz tenemos un total de 14 canales desde los 2,412 GHz hasta los 2,484 GHz. Mientras que en la banda de 5 GHz tenemos un rango muchísimo mayor, aunque cada zona y router operará en un cierto número de ellos, y nunca en todos, siendo normalmente unos 15 a 19. Aún con estos saltos de frecuencia, los canales contiguos se solapan unos a otros un poco.
Esto significa que nosotros como usuarios podemos cambiar el canal en el que opera la banda para mejorar la señal WiFi. La mayoría de routers del mercado cuentas con una función de rastreo de frecuencias automático para detectar los canales menos saturados y transmitir sobre ellos.
Esta es una posible solución para aquellos que no piensan comprarse un router medianamente bueno para su uso y disfrute.
El primer método que utilizaremos para tratar de ampliar la señal WiFi es precisamente el de elegir el mejor canal WiFi para transmitir los datos. “Pero si has dicho que el router lo hace automático”, es correcto , pero lo cierto es que muchos de ellos, sobre todo los mediocres suministrados por las compañías, hacen muy mal este procedimiento.
Lo primero que debemos hacer es acceder a nuestro router, y para ello debemos conocer la dirección IP del mismo, así como el usuario y la contraseña de acceso.
A partir de aquí cada firmware va a tener la opción de selección de canales en un lugar distinto, aunque la tónica general será encontrarlo en el apartado de red inalámbrica, o un nombre similar.
En los routers que son Dual Band y operan en las dos frecuencias, podremos elegir manualmente el canal de ambas frecuencias. Para 2,5 GHz este router Asus ofrece 13 canales, mientras que para 5 GHz podemos elegir entre 19 diferentes.
La pregunta más importante a responder será qué canal elegir, y la respuesta será; pues el menos congestionado. Esto lo podremos saber con un analizador de espectro WiFi.
Si lo vamos a hacer desde un PC lo más fácil es utilizar la aplicación WiFi Analyzer, disponible de forma gratuita en la Microsoft Store. Con ella, además de ver la potencia de la señal WiFi que nos llega tenemos un apartado de análisis para 2,4 y 5 GHz.
El entorno de trabajo es bien sencillo. En el eje Y tenemos la potencia de la señal, mientras mayor será el número mejor señal habrá. Y en el eje X tenemos todos los canales disponibles. Entonces el gráfico representará la potencia y el canal por donde trabajan todas las señales WiFi que nuestro equipo coge. Justo en el borde inferior de la ventana podemos elegir entre 2,4 y 5 GHz para ver el espectro.
Con el PC vamos a ver un ejemplo muy sencillo, ya que solamente cogemos la señal de nuestro propio router y un segundo punto de acceso. La gráfica en este caso es sumamente simple, viendo que 2,4 GHz utiliza el canal 12 que a su vez se solapa con los dos contiguos como comentamos antes, y en 5 GHz usamos el canal 36.
¿Qué deberíamos hacer en este caso considerado “ideal”?
Pues dado que no hay influencia alguna con otras redes nuestra conexión trabaja sin interferencias y por tanto da la máxima señal WiFi. Mantendremos por tanto el modo de canal automático si lo preferimos y tendremos que intentar ampliar señal WiFi por otros medios.
Ahora vamos a ver otro ejemplo utilizando nuestro Smartphone Android. Utilizaremos otra aplicación gratuita llamada Analizador WiFi o WiFi Analyzer de entre las muchas que hay. Hemos escogido esta por ser la de mayor puntuación.
El fundamento es el mismo, una gráfica para cada frecuencia en donde se ven todas las redes detectadas, su potencia de señal y en el canal que trabajan. En este caso lo tenemos algo más complicado por haber muchísimas.
¿Qué canales vamos a elegir?
Si observamos la banda de 2,4 GHz vemos que el canal 13 solamente lo ocupa una red, mientras que el resto están ya bastante utilizados. Entonces el ideal será el 13, y vemos que nuestro router lo acepta, así que lo elegiremos.
Y si ahora observamos la red de 5 GHz tenemos las señales bastante agrupadas en un determinado número de canales y otros muchos libres, como el 56, 60 o 132 en adelante. Estos serán los canales de que debemos elegir si nuestro router los incluye.
Es muy importante aquí tener un buen router, ya que soportará más canales y así tendremos más posibilidades. Este cambio supone un aumento de señal WiFi entre nada y hasta el 50% o más, con mejoras en el ancho de banda.
Son tres dispositivos que hay para ampliar la señal WiFi de una forma eficaz y a distintos precios según las posibilidades de cada uno. Es la forma más directa y efectiva de conseguirlo con cualquier router.
Repetidor WiFi
La forma más barata de ampliar nuestra WiFi es comprar un repetidor. Es un apartado que se conecta al router principal mediante WiFi y genera su propia cobertura WiFi ampliada bien a partir de la misma señal WiFi del router o creando un punto de acceso con nueva SSID.
El router principal será el que siga dando la IP, así que estaremos en la misma LAN y WLAN. Un repetidor WiFi de buena calidad vale entre 20 y 40 euros dando un extra de entre 20 y 40 m2 de cobertura en las dos bandas o más.
PLC
PLC significa Power Line Comunications, y son dispositivos similares en tamaño a los repetidores WiFi, solo que amplían la red utilizando la línea eléctrica de la casa. Un repetidor se conecta por cable al router y traslada la red a la línea eléctrica, mientras que en el otro extremo tenemos un receptor que coge la red para transmitirlo por ethernet o WiFi.
La cobertura de un PLC por la línea cableada suele llegar a los 300 m de cable, aunque el ancho de banda suele ser inferior al de un repetidor WiFi, suelen ser más caros y la calidad de la señal dependerá de la instalación doméstica.
WiFi Mesh
Los sistemas de WiFi mallada son configuraciones compuestas por varios routers, normalmente dos o tres con capacidad de ampliación y que pueden ser exactamente iguales o no. Cada elemento es un router en sí mismo con todas sus funciones individuales.
La diferencia con el repetidor WiFi es que todos en conjunto forman virtualmente un solo dispositivo de red al que nuestros equipos se irán conectando de forma automática al punto WiFi más cercano y de forma instantánea. Una red mallada es mucho más rápida y estable que router + repetidor, y además la cobertura es mucho mayor. El problema es que son equipos bastante caros.
Estas son las tres formas de ampliar red WiFi invirtiendo en aparatos extensores o nuevos. Sin duda la más efectiva y barata es la del repetidor WiFi.
Si de verdad quieres ampliar la señal WiFi lo que debes hacer es comprar un router tú mismo. Los modelos que suministran las compañías son los más malos, básicos y baratos que se pueden encontrar (por lo general).
Con un router de unos 20-30 euros que compremos nosotros podremos pasar de tener una cobertura WiFi de 20 m2 a 100 m2, tal cual. Y de operar sobre 802.11n a velocidades mediocres a alcanzar casi los 1000 Mbps con 802.11ac. Además, tendremos el control absoluto del router, un firmware más completo y muchas más posibilidades.
Aquí de nada sirve beberse una cerveza y colocarla como antena, eso es casi absurdo, lo mejor es invertir en hardware de calidad, no queda otra.
Si tenemos un router ADLS o de fibra, tendremos que configurar este en modo pasarela o bridge y luego conectar el nuevo para que haga de principal
Pues estos son en esencia los tres métodos con los que podemos mejorar nuestra cobertura WiFi. Como ya cometamos al principio, no existen atajos ni soluciones mágicas que no impliquen gastarnos nada de dinero, como por ejemplo colocar antenas con latas de aluminio o las famosas Pringles. Sino ¿por qué los fabricantes no las usarían para sus productos estrella?
De entre todos ellos, el primero que debemos probar por no tener coste alguno es el de elegir de forma manual el canal WiFi más descongestionado. Todos los routers tienen acceso disponible, bien en una pegatina bajo el router o contactando con el proveedor de Internet.
Por último, la forma más efectiva de conseguir resultados muy notables es conseguir un mejor router si el nuestro es una bazofia, o comprar un repetidor WiFi baratito que ayudará bastante. Cualquier router es compatible con ellos sea del fabricante que sea.
Os dejamos con algunos tutoriales de interés relacionados con el tema:
¿Cómo piensas ampliar la señal de tu WiFi? Si conoces algún otro método efectivo o quieres consultarnos algo, no dudes en dejarlo en los cometarios.
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